Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Teseo, el Minotauro y los laberintos
Teseo, el Minotauro y los laberintos
Teseo, el Minotauro y los laberintos
Libro electrónico59 páginas53 minutos

Teseo, el Minotauro y los laberintos

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Confiado, seguro, Teseo entra al laberinto. Se sabe protagonista de su propio mito y cuenta con la ayuda de Ariadna y Dédalo. Es el deber del héroe cumplir su gesta para ganar el título, vencer al mal y contar el cuento. Pero en la oscuridad de las infinitas vueltas buscando a su enemigo, el héroe griego encontrará mucho más.

 

Este relato acompaña los pasos de Teseo en las tinieblas, surcando siglos de mitología y voces cruzadas. Es un ejercicio de tejido, jugando con las tramas, los protagonistas, las incontables posibilidades que se abren en un lugar eterno. Mezclando suspenso con terror, historia con ficción, en una aventura con tantos secretos como un sitio de infinitas soluciones puede albergar. 

IdiomaEspañol
EditorialByron Rizzo
Fecha de lanzamiento8 jun 2023
ISBN9798223230816
Teseo, el Minotauro y los laberintos
Autor

Byron Rizzo

Hola, me llamo Byron Rizzo. Soy un escritor independiente argentino nacido en Neuquén, al Norte de la Patagonia y Sur del resto del mundo, tierra poblada de cuentos y carente de personas. Vine al mundo en el alegórico año de 1990. La influencia de la década puede intuirse en cada afición, gusto y letra de mi autoría. Desde la presencia literaria del realismo mágico, al anime japonés, o la obsesión por la música de todo el mundo. Llevo escribiendo o intentando hacerlo desde una muy temprana edad. «Antes de que te des cuenta», data de cuando tenía 10 años, por ejemplo La adolescencia y juventud me vieron publicando en medios digitales de todo tipo. Algunos pueden encontrarse aún en línea, como mis artículos sobre tecnología, cultura, videojuegos, arqueología digital, redes, nostalgia e informática en Tecnovortex. Mis libros publicados versan sobre temáticas contemporáneas, y pasean entre géneros. Ciencia ficción, cultura cyberpunk, relatos fantásticos de terror adaptados a una era casi sin secretos a simple vista, y otras inquietudes del ciberespacio. Busco escribir sobre la época que nos ha tocado vivir, encontrando la magia y misterios escondidos en las máquinas. A partir del 2020 comencé a publicar esas mismas inquietudes en formato libro, siendo el primero en la cosecha «Videojuego y Adicción». A finales de ese mismo año la primera ficción en ver la luz fue «Polypticon», una novela (ya no tan) distópica epistolar a través de chats y mensajes en foros. Pronto la acompañaron obras como «El Sonido», una noveleta sobre el aislamiento y la obsesión; «¿Conoces a Tsuki-chan?», que trata sobre la transmigración humana-digital; o «VA-Tek», experimento literario Neo-gótico transhumanista que mezcla alquimia y computación cuántica. Agradezco que hayas llegado a este punto. Te invito a seguir mi camino y valorar mis libros, dejando que me vuelva otro personaje secundario en la narrativa de tu vida. Uno que espero disfrutes y enriquezca tu propia historia.

Lee más de Byron Rizzo

Relacionado con Teseo, el Minotauro y los laberintos

Libros electrónicos relacionados

Suspenso para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Teseo, el Minotauro y los laberintos

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Teseo, el Minotauro y los laberintos - Byron Rizzo

    Teseo, el Minotauro y los laberintos

    Byron Rizzo

    Published by Byron Rizzo, 2023.

    This is a work of fiction. Similarities to real people, places, or events are entirely coincidental.

    TESEO, EL MINOTAURO Y LOS LABERINTOS

    First edition. June 8, 2023.

    Copyright © 2023 Byron Rizzo.

    ISBN: 979-8223230816

    Written by Byron Rizzo.

    1

    Cuando se cerró la puerta detrás de él, un estruendo de roca apretada recorrió todo el sitio. Se metió en lo profundo de las bisagras entre cada hueso de los presentes, quienes apenas pudieron contener el miedo pánico de la oscuridad insondable. Susurros, suspiros, movimientos involuntarios que dejaban en el aire aquella condición trémula y vulnerable del horror inminente. Catorce de ellos se agolpan junto a la puerta pétrea, con su tacto de losa helada, de tumba. Uno solo se nota distinto, ignorando el punto de acceso en clara disonancia con los demás. La afamada valentía no era el único motivo por el que desentonaba, mientras iba analizando el entorno de altas paredes, techado, cavernoso. Contaba con dos armas, una física, tangible; la otra etérea, incorpórea. Por un lado, tenía entonces la ventaja de saberse hijo de un Dios, y protagonista por derecho de las grandes hazañas que ya había realizado, así como de las tantas que vendrían. Esa condición por sí sola, constituía un tipo de armadura inexpugnable. Pero en la izquierda, llevaba un ovillo que le aseguraba la resolución del clásico acertijo que todo héroe que se precie, debe enfrentar. Uno venía dado por su nacimiento, su progenie de príncipe micénico, heredero del Rey Egeo y Poseidón al mismo tiempo. El otro, por la joven bella y juiciosa que apenas acababa de conocer la noche anterior. Ariadna, quien en su deseo de justicia le había dado la clave para enfrentarse al laberinto construido por el genial Dédalo. ¿Qué importaba que no le hubiesen permitido entrar con la maza de Perifetes, su arma preferida y trofeo de guerra? Si se sabía poseedor de la complicidad implícita de los mismos Dioses, quienes velaban por su seguridad y victoria.

    Enarbolando esa misma confianza omnisciente, la del protagonista que se sabe escritor de su propia historia, habló al resto de compañeros. Les dijo que se quedasen cerca de la puerta, que no hacía falta alguna que lo acompañasen. Les advirtió sobre no buscar alguna otra salida, ni intentar ayudarlo. Pronto comprendería que de poco y nada servían todos sus títulos y jerarquía, ante un grupo de personas enfrentadas con la muerte. Todos sabían a la perfección a lo que habían sido enviados allí: eran la ofrenda de carne humana fresca, virginal, obligatoria para el monstruo que esperaba en algún lugar. Menos él, joven Teseo, elegido por los dioses, quien se sabía vencedor antes de dar el primer golpe. Quien se había presentado en forma voluntaria, incluso contra las súplicas de su padre, no tan confiado de su condición heroica. Al igual que sus compañeros de celda abierta, intrincada y peligrosa. Esos que se arremolinaban en llanto sostenido, nerviosismo inquieto, dolor anticipado. En especial, porque nadie les aseguraba la supervivencia. No eran hijos de dioses, ni tenían la certeza de ser protagonistas de nada más que sus pobres vidas. Esas existencias simples, aburridas de plebeyos. Sabiéndose reparto en la obra del nacido en Trecén, debían tener mucho más cuidado.

    Vagaron entonces, por un buen rato, en las salas del edificio. Rebotaron ciegos en varios caminos sin salida. Comprendieron que estar juntos de poco y nada servía por la estrechez de los pasillos, que los obligaba a ir en fila. Tozudos, continuaron sin obedecer las órdenes del héroe, que callaba más de lo que ellos sabían. De su mano seguía brotando el hilo que, según Ariadna, los conectaría una vez realizada la gesta.

    Fue cuando llegaron por primera vez al gran patio a cielo abierto, que se vieron las caras de felicidad y alivio. Menos la de Teseo, por un motivo que pronto entenderían los demás atenienses. Cuando le instaron a continuar explorando por una salida, el héroe dijo que prefería esperar allí. Sentado, viendo al cielo recortado por las inmensas paredes, aguardó en silencio. Luego les advirtió que si se aventuraban a dejar el patio, se guiaran por sus narices. El olor fétido a bestia, era una excelente forma de adivinar al verdugo tan temido. Creyéndolo perdido, quizás aceptando un destino de final trágico, lo abandonaron allí, y continuaron su camino. Una y otra vez, terminaron por encontrarlo de nuevo. Cada recorrido por

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1