Cáncer El Verdadero Amor: El Cáncer, Consumidor De Vidas

Por Roberto Perez

No es necesario tener cáncer en tu cuerpo para saber cómo el cáncer consume físicamente a las personas que se encuentran alrededor de un paciente con cáncer.

Este libro está enfocado especialmente para tratar de ayudar de alguna manera a personas que se dedican al cuidado de pacientes con enfermedades terminales -ya sea por cuestiones de trabajo (porque a eso se dedican) o porque es un familiar, un amigo o vecino el que lo necesita, o por estar involucrados en algún tipo de trabajo social.

En este libro quiero contar mi experiencia con el propósito de llegar al corazón de las personas que se encuentran atendiendo a un paciente de cáncer, ya sea su familiar o alguna amistad.

Pero, sobre todo, quiero contar cómo el cáncer ha consumido parte de mi vida, sin tener cáncer en mi cuerpo.

• Idioma: Español
• Editorial: Xlibris US
• Fecha de lanzamiento: 10 oct 2019
• ISBN: 9781796062380

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Copyright © 2019 por Roberto Perez.

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El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960™ es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser utilizada solamente bajo licencia.

Fecha de revisión: 10/09/2019

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CONTENTS

Prologo

Primer contacto con el cáncer.

Mis primeros conocimientos acerca del cáncer.

El cáncer se acerca más a mi familia

El cáncer golpea a la familia

El cáncer nos deja una herida profunda

El cáncer se acerca un poco más

El cáncer nos golpea otra vez

La pelea contra el cáncer

El trabajo en el albergue

Un buen descanso

Continuando con la historia

El cáncer contraataca

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No es necesario tener cáncer en tu cuerpo para saber cómo el cáncer consume físicamente a las personas que se encuentran alrededor de un paciente con cáncer.

Este libro está enfocado especialmente para tratar de ayudar de alguna manera a personas que se dedican al cuidado de pacientes con enfermedades terminales -ya sea por cuestiones de trabajo (porque a eso se dedican) o porque es un familiar, un amigo o vecino el que lo necesita, o por estar involucrados en algún tipo de trabajo social.

En este libro quiero contar mi experiencia con el propósito de llegar al corazón de las personas que se encuentran atendiendo a un paciente de cáncer, ya sea su familiar o alguna amistad.

Pero, sobre todo, quiero contar cómo el cáncer ha consumido parte de mi vida, sin tener cáncer en mi cuerpo.

Prologo

El principal propósito de este libro es, llegar de alguna manera al corazón de las personas que se encuentran en alguna forma como yo, del otro lado, ósea, que son familiares de algún paciese de enfermedad terminal.

Y que sufren la impotencia y la desesperación de no poder hacer nada por su familiar.

Que se sienten con las manos atadas cuando se dan cuenta de que no podemos hacer nada al momento en que nuestro familiar con la enfermedad terminal, (como lo es el cáncer) comienza de manera imparable a consumirse físicamente.

Que se sienten desesperados por no encontrar la medicina adecuada, la medicina correcta, la medicina o el tratamiento que termine de una vez por todas con el gran sufrimiento de nuestro paciente.

Que con toda la mejor intención y amor del mundo le dedican el tiempo necesario a su paciente para tratar aminorar el sufrimiento, el desanimo y tantas cosas que pasan por la cabeza de una persona, cuando le dan la terrible noticia de que tiene una enfermedad terminal como lo es el cáncer.

También estoy tratando de ayudar a estas personas que se encuentran cuidando a algún familiar con enfermedad terminal, para que através de mi experiencia puedan encontrar algo que les ayude a sobre llevar tan terrible tragedia, pues casi nunca pensamos en el sufrimiento de la persona que esta a cargo de un familiar con enfermedad terminal.

Y siempre nos concentramos en el enfermo, y muchas veces pensamos que estos cuidados se tienen que hacer por obligación,

Y la verdad es que se tienen que hacer,

Si se tienen que hacer, pero no por obligación, sino por el gran amor que se le tiene al paciente.

Y casi nunca se piensa en el gran sufrimiento por el cual están pasando por esto, y me refiero a una persona que se encuentra a cargo de un paciente con enfermedad terminal como lo es el cáncer.

Así que deseo de todo corazón que puedan encontrar algo de ayuda en este libro,

Aquellas personas que están a cargo de un familiar o amigo con enfermedad terminal, (como lo es el cáncer)

Y aquellos que tienen un familiar con enfermedad terminal pero nunca se han echo cargo de ellos, espero que encuentren en este libro algo que los motive para ayudar al cuidado de este paciente con enfermedad terminal.

Y espero en verdad y con sinceridad que Dios les ayude.

Recordando pasajes (Mateo 11:28)

Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

Primer contacto con el cáncer.

Iniciaré este testimonio contando el primer contacto que tuve con una persona con cáncer -primer contacto en el que me di cuenta de que el cáncer es consumidor de vidas.

Se trata de un amigo y hermano en la fe, que por varios años batalló con problemas en la cabeza.

En ese tiempo yo era muy joven y no tenía ninguna idea de lo que era el cáncer. Además, la familia de mi amigo era algo ‘hermética’ con respecto a su enfermedad, así que no contaban a nadie lo que pasaba.

Yo solo sabía que este amigo estaba enfermo, pero nunca supe de sus tratamientos; tan solo sabía que tomaba medicamentos y recibía terapia de acupuntura de parte de un miembro de su familia.

Cuando él falleció entonces mi di cuenta que el cáncer en la cabeza lo había consumido por completo.

Para estos días, yo iniciaba el noviazgo con mi esposa, aproximadamente en el año de 1997.

Recordando pasajes (Salmos 25:4)

El segundo contacto que tuve con una persona con cáncer fue en el año 2001. En la iglesia donde asistíamos mi esposa y yo, recién casados, escuchamos un anuncio, en el que pedían voluntarios para visitar a una señorita de 19 años que se encontraba enferma. Quiero confesar que me interesó muy poco, pues estaba recién casado, y no había muchas cosas que me interesaran más que estar con mi esposa.

Sin embargo, en la iglesia seguían insistiendo, en cada actividad y por todos los medios posibles, para lograr que se unieran más voluntarios a la visita. Yo no estaba muy interesado, así que no ponía mucha atención.

Un día, tiempo después, sonó el timbre de la casa. Me acerqué, abrí la puerta, y me di cuenta de que se trataba de las mismas personas que nos habían invitado en la iglesia a visitar enfermos. Los invité a pasar a la casa por supuesto, pero se