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Tú Superpoder: La Vulnerabilidad - Cómo tener las Agallas de Atreverte a Ser tú mismo y Cien por Ciento Auténtico ante el Mundo.Supera el Miedo y el qué Dirán los demás.Confianza y Autoestima
Tú Superpoder: La Vulnerabilidad - Cómo tener las Agallas de Atreverte a Ser tú mismo y Cien por Ciento Auténtico ante el Mundo.Supera el Miedo y el qué Dirán los demás.Confianza y Autoestima
Tú Superpoder: La Vulnerabilidad - Cómo tener las Agallas de Atreverte a Ser tú mismo y Cien por Ciento Auténtico ante el Mundo.Supera el Miedo y el qué Dirán los demás.Confianza y Autoestima
Libro electrónico174 páginas1 hora

Tú Superpoder: La Vulnerabilidad - Cómo tener las Agallas de Atreverte a Ser tú mismo y Cien por Ciento Auténtico ante el Mundo.Supera el Miedo y el qué Dirán los demás.Confianza y Autoestima

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TÚ SUPERPODER: LA VULNERABILIDAD - CÓMO TENER LAS AGALLAS DE ATREVERTE A SER TU MISMO Y CIEN POR CIENTO AUTÉNTICO ANTE EL MUNDO. SUPERA EL MIEDO Y EL QUE DIRAN LOS DEMAS.  CONFIANZA Y AUTOESTIMA

¿Por qué nos da miedo ser completamente vulnerables ante los demás? ¿Por qué no podemos ser nosotros mismos con autenticidad y autoestima? Este libro te ayudará a comprender que la vulnerabilidad no es de débiles, todo lo contrario, es un superpoder que le puedes sacar el máximo provecho y usarlo a tu favor.

¿Por qué crees que las personas más exitosas del mundo son famosas? Es por que saben crear conexiones realmente auténticas con los demás a través de su vulnerabilidad, por que aquellos que se atreven a ser 100% ellos mismos, sin importar la opinión de los otros, generan admiración y respeto.

Este libro te ayudará a tener la confianza y las agallas necesarias de creer en ti mismo y mostrarte tal y como eres, sin máscaras ni apariencias, usando toda tu vulnerabilidad para tu crecimiento personal.

Entre varias cosas, este libro contiene:

  • ¿Por qué nos asusta ser vulnerables ante los demás?
  • Ser vulnerable no es ser débil
  • Superar el miedo y vergüenza al fracaso, y al qué dirán los demás
  • El poder de ser auténticos y vulnerables              
  • En la vulnerabilidad esta tu fuerza: desarrollo personal
  • Amor propio y autoestima - y su relación con la vulnerabilidad, etc.

★★★¡Cómpralo ya!★★★

-Dominic W. Harmon-

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento4 mar 2021
ISBN9781393274674

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    Tú Superpoder - Dominic W. Harmon

    1.  INTRODUCCIÓN

    ¿Qué es la debilidad? De acuerdo con la Real Academia Española, la debilidad es la carencia de energía o vigor en las cualidades o resoluciones del ánimo. Se trata entonces de una condición que, además de lo físico, también trasciende a lo emocional.

    Pero, en la sociedad actual hay muchos sesgos que nos han hecho confundir el significado de las cosas, llevándonos a pensar que si actuamos de una forma o de otra, entonces somos débiles.

    Llorar es para débiles.

    Ser sensible es para débiles.

    Dudar es para débiles.

    Demostrar ciertas emociones es para débiles.

    Sentirse indefenso es para débiles.

    Sentirse inseguro es para débiles.

    Sentirse expuesto es para débiles.

    Y más...

    Se trata de un conjunto de actitudes que el ser humano se ha encargado de etiquetar como debilidad, y que si te encuentras entre los débiles, no tienes las competencias suficientes para afrontar la vida con determinación. En consecuencia, eres blanco de críticas o burlas.

    ¿Te imaginas un mundo en donde no pudieras expresar todo este tipo de emociones? Un mundo en donde no pudieras llorar, no pudieras manifestar tu sensibilidad, no tuvieras derecho a la duda o a expresar tus sentimientos. Uno en donde sentirse indefenso sea tan solo un acto de cobardía...

    Aunque, pensándolo bien, nuestro mundo es más o menos parecido a lo que acabo de describir. Pero, ¡no te preocupes! Yo estoy aquí porque quiero abrirte los ojos, para que no te sientas mal si lloras, si eres sensible, si dudas, eres emocionalmente abierto, si en ocasiones te sientes indefenso, inseguro o expuesto.

    Hoy vengo a decirte que cuando eso pasa no es porque seas débil. Es porque eres vulnerable.

    Quizá te preguntes y... ¿eso no significa lo mismo? Mi respuesta es: No. Ser débil y ser vulnerable son dos cosas muy distintas.

    Recurramos nuevamente a la Real Academia Española para aclarar qué significa vulnerable. Esta nos dice que es aquel individuo que, con mayor riesgo que el común, es susceptible de ser herido o lesionado, física o moralmente.

    ¿Por qué eres susceptible a ser lesionado moralmente?, ¿es bueno correr mayores riesgos que el resto de las personas por ser vulnerable?

    Eres susceptible a ser lesionado moralmente porque hay algo en ti que te hace sentir cohibido, y que si lo expones al mundo, te sentirás desnudo. Ese punto que te hace sentir débil, expuesto, desnudo, esa es tu vulnerabilidad.

    No corres mayores riesgos que el resto de las personas por ser vulnerable, ¿sabes por qué? Porque todos lo somos, TODOS, sin excepción. La vulnerabilidad tiene que ver con nuestra condición humana, todos tenemos una inseguridad, un secreto, algo que nos disgusta o nos hace dudar de nosotros mismos ¿cierto? Eso quiere decir, en consecuencia, que todos los seres humanos somos vulnerables.

    El problema es que, actualmente, debido a la cultura, a las formas de crianza y a la percepción que tenemos del mundo conforme vamos creciendo, buscamos la manera de tapar ese lado vulnerable para no sentirnos desnudos ¿Cómo lo tapamos?

    No lloramos.

    No nos mostramos sensibles.

    No expresamos nuestras dudas.

    No demostramos nuestras emociones.

    No demostramos cuándo nos sentimos indefensos.

    No expresamos cuándo nos sentimos inseguros.

    No nos exponemos.

    Y más...

    En las culturas machistas, por ejemplo, se le ordena al hombre que debe ser el sostén del hogar, el protector de la familia, el hombre inquebrantable. El niño que nace en una familia machista adoptará todos esos principios y esos valores, poco a poco irá aprendiendo, internalizando aprendizajes e imitando la figura de su padre.

    Cuando este niño crece se convierte en ese hombre, padre de familia, sobreprotector, que nunca llora, que no tiene debilidades, que es el sustento de la casa; en resumen, la columna vertebral de la familia, pero, ¿en dónde quedó su vulnerabilidad?

    La vulnerabilidad de ese niño quedó lapidada bajo miles de creencias y costumbres que construyen la cultura machista. Para él ser vulnerable se vuelve una completa ofensa, por ser sinónimo de debilidad (cuando, en realidad, no lo es).

    Pero, ¿crees que ese hombre machista y sumamente fuerte no es vulnerable? ¡Claro que sí! Siempre habrá un punto débil, algo que lo doblegará. No obstante, él está tan a la defensiva de ese tipo de emociones débiles que siempre se protege las espaldas.

    Sin embargo... ese hombre fuerte e indestructible, sí siente un nudo en la garganta por querer llorar, sí es sensible, si tienes dudas, sí tiene emociones que puede (y quiere) demostrar, sí se siente indefenso en ocasiones, también se siente inseguro y teme ser expuesto.

    El punto es que no lo demuestra, y no lo hace por una palabra clave que acabamos de mencionar: teme.

    ¿A qué le teme el machista? Teme que no lo vean con respeto, que dejen de verlo como un hombre fuerte, teme derrumbar la fachada que desde niño ha tenido que levantar, teme que sus sentimientos queden expuestos o que su llanto sea descubierto, que sus amigos se burlen de su vulnerabilidad, teme ser criticado, abucheado, teme ser víctima de burlas.

    Y al temer, lo único que hace es ocultar.

    Es así como la vulnerabilidad ha sido ocultada por muchas generaciones, por millones de hombres y mujeres en la historia. Este valor humano ha sido subestimado y vilipendiado por la humanidad, aun siendo consciente de que es algo innato, algo que, hagamos lo que hagamos, seguirá tatuado en nuestra alma, en nuestra genética e instinto.

    Realmente no sé si tú que estás leyendo esto eres hombre, mujer, si tienes creencias religiosas, espirituales, eres ateo, si tienes un negocio, si eres empleado, desempleado, si eres joven, si eres mayor de edad, si eres anciano, si eres blanco, moreno o negro, si eres adinerado o pobre. De lo único que estoy seguro es que estoy hablándole a una persona vulnerable, porque tú (al igual que yo), eres vulnerable.

    Mi objetivo es que, a partir del día de hoy abras los ojos y empieces a ver la vulnerabilidad no como una debilidad, sino como una fortaleza. Aceptar tu vulnerabilidad es un punto a tu favor, porque estás aceptando una parte de ti que has ignorado por mucho tiempo. Una parte de ti a la que le temes.

    Es increíble, ¿cierto? Que ser vulnerable sea catalogado como ser débil y aun así le temas ¿Le temes a algo que es sinónimo de debilidad? (según la sociedad actual) Esa no parece ser una actitud de alguien fuerte.

    ¡Los seres humanos y sus contradicciones! Así somos. Pero lo primero que debemos hacer es aceptarnos, trabajar la parte más genuina de nosotros, la parte más vulnerable.

    Todo empieza por un autoanálisis, por identificar qué es lo que nos hace vulnerables. Piensa en ti mismo, estúdiate e identifica aquello que ocultas, aquello que no le mencionas a nadie, aquello que evitas, aquello que te hace sentir expuesto, aquello que te hace sentir inseguro, aquello que no te atreves a decirle a alguien o solo a muy pocas personas, aquello que te avergüenza de ti mismo, aquello de ti mismo que te hace sentir intimidado.

    Puede ser una sola cosa o pueden ser varias ¡cada ser humano es diferente! El punto es que debes sacarlo a la luz pero no para los demás, sino para ti. Vamos paso a paso y el primero es auto reconocer tu vulnerabilidad y aceptarla como parte de tu condición humana, como algo innato en ti.

    Lo que te hace vulnerable puede ser algo en tu físico o en tu mente. Ya sea un complejo, algún secreto, alguna forma de pensar, alguna condición especial (ya sea física o psicológica) que te distingue de los demás, alguna enfermedad, alguna creencia que no sueles expresar, alguna fobia, alguna incomodidad, entre muchas otras cosas.

    Siempre se trata de algo muy íntimo que proteges de los demás como si fuera un tesoro. Pero, los tesoros solemos presumirlos o mostrarlos al mundo, con nuestras vulnerabilidades pasa todo lo contrario, las ocultamos en lo más profundo de nuestro ser, a tal punto de que nadie (o muy pocas personas), tienen la dicha de saberlo.

    Pero... ¡no es malo! Para nada malo guardar tus vulnerabilidades para ti o compartirlas con algunos pocos. Mi intención no es que cuando termines este libro grites a los cuatro vientos cuáles son. En lo absoluto.

    Solo quiero que dejes de temer, esa es mi meta. Que dejes de ver como negativo algo que, en realidad, es positivo. Que empieces a ver las cosas buenas de ser vulnerable y todo el potencial que tienes siéndolo.

    También quiero que te aceptes, que empieces a quererte un poco más y que seas un poco más humano y condescendiente contigo mismo. Que dejes de sobre exigirte, que dejes de juzgarte y de criticarte.

    También quiero que pongas en práctica el amor propio, el poder llenarte de valor para cumplir tus objetivos personales, sociales, espirituales, profesionales, académicos, entre muchos otros.

    Quiero que vivas en paz contigo mismo, que alces la bandera blanca y te des una tregua. Que aprendas que juzgando lo que te hace único no vas a lograr convertirte en lo que quieres ser.

    Quiero que la metamorfosis empiece ahora, y te permitas dejar de ser una oruga para transformarte en una mariposa.

    2.  ¿POR QUE NOS ASUSTA SER VULNERABLES ANTE

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