SIN ATADURAS
Els Van Doren, una mujer casada y madre de dos hijos, encontró la muerte el 18 de noviembre de 2006. Ese día, como tantos otros, se subió a una avioneta con el grupo de personas con el que practicaba paracaidismo. En esa ocasión, como tantas otras, la avioneta alcanzó 4,000 metros de altura antes de que se abriera la portezuela para permitir el salto. Ese día, como tantos otros, Van Doren saltó junto a los demás. Lo que no había sucedido antes y sí ocurrió ese día fue que a la mujer no se le abrió el paracaídas. Tocó tierra a 190 kilómetros por hora.
Su instructor, Marcel Mars Somers, diría después que cuando se dio cuenta de los problemas que tenía Van Doren para abrir el paracaídas intentó acercarse a ella. No lo consiguió. Somers también era su amante. Van Doren cayó en el jardín de una casa del municipio de Opglabbeek, en Bélgica.
Todo apuntaba a un trágico accidente hasta que los agentes de policía revisaron el video que había registrado la cámara que Van Doren llevaba en el casco. Ahí se vio claramente que aquello tenía poco de accidental: alguien había cortado las cuerdas del paracaídas. ¿Quién pudo haberlo hecho? ¿Un marido resentido por las infidelidades de su
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