Nada Estándar

Por Edna Pepén

Nada estándar es un apasionante viaje, narrado
de forma original y entretenida, donde a través de
su historia, la autora demuestra cómo la autocrítica,
los altos niveles de exigencia, y el uso inconsciente
de nuestras debilidades como armas letales
contra nosotros mismos, puede generar consecuencias
indeseadas.
Este libro, es una invitación a salir de la prisión mental
en la que muchas veces nos encontramos, como
consecuencia de nuestra incapacidad de diferenciar
y poner en práctica lo que realmente queremos,
contrario a lo que los demás esperan de nosotros.
Nada estándar, te enseñará a dominar el arte de
ser diferente y abrirá las puertas para que te des
permiso de abandonar los viejos patrones preconcebidos
y puedes manifestar quien realmente
eres de una forma auténtica, elevando tu capacidad
de tomar riesgos y dando la bienvenida a
ese ser extraordinario que ya eres y quizás, aún
no te has dado cuenta.

• Idioma: Español
• Editorial: Edna Pepén
• Fecha de lanzamiento: 31 mar 2020
• ISBN: 9780463521120

Vista previa del libro

NADA ESTÁNDAR

El arte de ser diferente

Edna Pepén

BIEN ETRE MEDIA GROUP

NADA ESTÁNDAR

Edna Pepén

© 2020 Bien-etre Media Group.

The Smashwords Edition License Notes

Todos los Derechos Reservados. Queda prohibida la reproducción parcial o total de este material por cualquier medio o método sin la autorización por escrito del autor.

ISBN: 9780463521120

Diseño y Diagramación: Esteban Aquino,

Ceadvertising.

Diseño de portada: Ceadvertising.

Edición: Editado por UVR Correctores de Textos

para Bien-etre Media Group.

www.a90d.com

Primera edición 2020.

Índice

Introducción

Prólogo

Agradecimientos y dedicatorias

Capítulo 1: la pequeña que inició el juego

La venta que inició todo

Un lugar llamado escuela

Estrellas y caritas felices

Capítulo 2: la liga de los niños grandes

Primer día en lo desconocido

Números, letras y cambio de estatus

La extraña palabra nerd

El bando equivocadamente correcto

Tomboy nerd

El arma de reglamento

La temida agenda extracurricular

Capítulo 3: el mundo que no entiendes

Agregando adjetivos a la lista

Desconexión

Capítulo 4: la manera como me ves

Desorientación en todas partes

El enemigo

Dejarlo ir

Capítulo 5: ¡Aleluya! ¡Por fin lo disfrutas!

Rompiendo el estereotipo

Los reyes de mi tiempo libre

Capítulo 6: el fin de una era

El inicio del acto final

Senior class

¿Qué vas a estudiar?

El nostálgico final

La mega noche

Capítulo 7: el nuevo reino

Contundente bienvenida

La prueba de fuego

El escuadrón K.O.

Mudanza: la universidad como sede

La materia social

La rutina del playlist

Loving it

Capítulo 8: ingeniera a sus servicios

La primera experiencia

La destrucción de un gigante en la recta final

Cogiendo impulso

Working hard

La inversión llamada tiempo

Capítulo 9: ¡cómo me adoro!

Pereza productiva

Encendiendo la mecha

Ajustes de emergencia

Una conversación con un desconocido

¿Ha valido la pena?

Biografía

Introducción

La idea de escribir un libro rondó mi mente durante años. Sabía que era una meta que quería realizar en mi vida, porque representa una de las actividades que más disfruto: escribir. Lamentablemente, con la prisa y las tareas de cada día, la opinión popular y al no tener claro qué tema abordar en el libro, siempre postergué la idea de escribir, tanto así que llegué a creerlo imposible, pero gracias a Dios estoy en una etapa donde he decidido enfocarme en todo lo que había dejado estancado. Al principio el tópico seguía siendo un misterio, luego pensé en los escritos que he compartido durante algún tiempo en una página de internet, los cuales me han permitido interactuar con personas que se encuentran fuera de mi círculo social. Ahora quería expandir los horizontes y seguir exponiendo lo que me gusta hacer. A partir de esa interacción afirmé lo diferente que soy ahora respecto a la versión que tuve en otras etapas de mi vida. 

Existe una gran cantidad de personas que al igual que yo batallaron con las etiquetas sociales. Quizá muchas de ellas han luchado con esto durante años y aún continúan en la batalla porque sienten que nadie podría entenderlos si se animaran a hablar, y por no salirse de la etiqueta, han postergado infinidad de sueños, proyectos y procesos. ¿Y sabes qué?, lo entiendo, porque estuve allí y sé lo que es ser prisionero de las apariencias.

¿Alguna vez has tenido una idea emocionante en mente?, te apuesto que en más de una ocasión. Y ¿cuántas veces has descartado esa idea sin siquiera habérselo contado a alguien?, seguramente, más de lo que te gustaría admitir ¿cierto? En algún momento todos hemos pasado por esa situación que tiene un trasfondo mucho más complejo del que se supone. ¿Por qué comenzamos a cuestionarnos sin razón?, ¿quién es el responsable de condicionar ese tipo de inquietudes en la inocente mente? La respuesta es muy fácil: nosotros.

Somos nuestros peores críticos, creamos problemas donde no los hay, somos expertos en boicotearnos, ¿y cómo no?, si utilizamos todas nuestras debilidades como armas letales en contra nuestra, somos profesionales en el autosabotaje. Solo piénsalo y verás que sí, somos el jefe perfecto del videojuego de nuestra vida, pues, al final, la mayor parte de la solución depende de nosotros. Así, situaciones tan graves como los problemas de salud u otros, desencadenados por no saber manejar o expresar las emociones, poco a poco se van solucionando si decidimos negociar con la única persona que realmente puede doblegarnos.

A lo largo de esta historia encontrarás a una chica que podrás identificar o ver reflejada en alguien más, al principio con problemas gigantes que resultaron ser una tenue brisa, con una percepción de sí misma que le jugó en contra durante gran parte de su vida. Al leer estas líneas serás testigo de lo poderosa que puede ser una etiqueta social en la vida de una persona. Si no has pasado por lo mismo, estoy segura de que conoces a alguien que sí ha pasado por ello, solo que no lo habías notado por la fachada tan bien elaborada que lleva. Espero que lo encontrado aquí pueda ayudarte o servirte para apoyar a aquellas personas que necesitan una mano amiga como yo la necesité en su momento.

Te preguntarás ¿por qué compartirlo? La respuesta es sencilla: porque sé que hay muchas personas como mi antigua versión. Sé que hay personas que aún se encuentran atrapadas entre lo que son y lo que los demás quieren que sean, personas que viven en una lucha constante consigo mismos, que no están disfrutando su ser. Y lo sé porque estuve donde ellos están, entiendo cómo se siente no encajar y espero que al compartir mi camino de vida pueda mostrar otra perspectiva y abrir el pensamiento para comprender que lo diferente no es necesariamente un concepto negativo. Dar el primer paso no es fácil, pero para ser una mejor versión de nosotros mismos es necesario el riesgo, y romper los límites que teníamos preconcebidos como un manual de instrucciones para no avanzar.

Así como no fue fácil dar el primer paso, tampoco lo ha sido el camino, pero miro atrás y sé que, en estos momentos, siendo yo misma, aceptando mi verdadero ser, soy feliz. Las etiquetas que una vez me molestaron, hoy me hacen gracia; los problemas que antes se veían imposibles de resolver, ahora son incidentes menores; y la voz que una vez tuve miedo de utilizar, ahora es una de mis principales aliadas. No soy perfecta y estoy muy lejos de serlo, pero hoy soy justo lo que quiero ser, y la vida es una aliada que me ayuda para que así sea, ella también podrá aliarse contigo o con aquel conocido que podrás identificar a través de esta lectura. Y te aseguro que todo estará bien cuando por fin te aceptes como un aliado, y no como un enemigo.

Prólogo

Un 6 de julio, mientras caía la tarde, mi esposa y yo transitábamos por la avenida Correa y Cidrón. Nos detuvimos en una tienda a ver electrodomésticos para la modesta casa donde residíamos. Investigamos y conversamos antes de dirigirnos al hogar, luego seguimos con la rutina. La doctora había pronosticado la llegada de nuestra hija para el día 27 de aquel mes, por lo tanto, fue una gran sorpresa despertar a medianoche con la sensación de un olor a bebé en la habitación.

Sentí la humedad en el colchón, por lo que la confirmación fue un requisito. Entre el nerviosismo y la adrenalina mi esposa y yo logramos llegar al hospital, no sin antes haber pasado de largo una vía en una ocasión y estropear con los neumáticos una calle recién pintada. Horas después, a las 4:40 a. m. del 7 de julio nuestra hija