cómo recuperar tu autoestima
n la tercera ola del COVID-19 me quedé sin trabajo. Días después, cometí un error ortográfico y me eché a llorar. Aquella errata no era el problema. Lo que pasaba era que me había venido abajo. Como tantas mujeres, mi empleo se había convertido en un rasgo esencial de mi identidad y en un salvavidas al que aferrarme durante el confinamiento. Mientras me secaba las lágrimas, pensé que, en los interminables días que pasé encerrada en casa, una parte de mi identidad se había perdido para siempre. No soy la única a la que le ha ocurrido. La confianza en nosotras mismas ha alcanzado mínimos históricos. Un estudio reciente de The Body no va a ser fácil. ¿Qué podemos hacer para revertir esta situación?
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