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El Barça, rey de Europa: Historia de un equipo brillante
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Libro electrónico173 páginas2 horas

El Barça, rey de Europa: Historia de un equipo brillante

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Berlín, 6 de junio de 2015. El Barça ha vivido su enésima alegría de la que es su mejor etapa deportiva

La conquista de la quinta Champions barcelonista ha supuesto su segundo triplete, algo que ningún otro club había conseguido en toda la historia del fútbol. A lomos de Leo Messi, el mejor jugador de todos los tiempos, el Barça ha logrado recuperar el cetro europeo. Este libro de Ángel Iturriaga nos cuenta la brillante temporada del equipo azulgrana con todo tipo de detalles futbolísticos, anécdotas y testimonios de sus protagonistas.

En este volumen colaboran culés del prestigio de Salvador Sadurní, el legendario portero del Barça, que firma un emotivo prólogo. No menos emotivo y brillante es el epílogo de Frederic Porta, que pone el broche de oro al libro. Igualmente colaboran periodistas y socios blaugranas como David Valero Carreras, Jordi Pascual, Josep Bobé, Lucas Resende, Nacho Ovejero, Ismael Ledesma o Rafael Hernández. Todos ellos han colaborado en la disección de esta temporada triunfal del Barça en Champions.

En suma, este libro es un repaso a la trayectoria del Barça de Messi y Luis Enrique, de las noches de Manchester, París y, cómo no, Berlín. Estamos ante una obra fundamental que todo aficionado al fútbol en general y al Barça en particular debe tener en su biblioteca

SOBRE EL AUTOR

Ángel Iturriaga (Logroño, 1974) es doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de La Rioja y miembro del GIHNT (Grupo de Investigación de Historia de Nuestro Tiempo). Ha publicado diversidad de artículos científicos relacionados con la historia actual tanto en su vertiente social como política. Asimismo ha participado en ciclos de conferencias y comunicaciones en diversos seminarios y congresos nacionales e internacionales de Historia Contemporánea. En los últimos años ha centrado gran parte de sus investigaciones en la Historia del fútbol, lo que ha concretado en sus últimas publicaciones: Diccionario de jugadores del FC Barcelona y Diccionario de técnicos y directivos del FC Barcelona, ambos publicados por la Editorial Baseb. En 2013 publicó junto a David Valero su primera novela: Paulino. Asimismo acaba de publicar el Diccionario de jugadores de la selección española con la editorial madrileña T&B. Colabora con diversos medios escritos y radiofónicos, tanto nacionales como sudamericanos así como con diversas revistas de ámbito deportivo y divulgativo.

EXTRACTO

Durante décadas, la relación del Fútbol Club Bar­­celona con la Copa de Europa se puede resumir en una palabra: frustración. Hasta la final de Wembley ante la Sampdoria en 1992, el gran objetivo barcelonista a nivel deportivo había acabado con derrotas dolorosas y en ocasiones inexplicables que dieron a esta competición el halo de maldita. Fueron varias las generaciones de barcelonistas que vivieron el mayor torneo europeo a nivel de clubes desde la frustración y con la convicción de que en cada edición ocurriría algo más perverso que haría que el club no lograra conquistar este título.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento9 oct 2015
ISBN9788415726517
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    El Barça, rey de Europa - Ángel Iturriaga

    1portadilla

    ÁNGEL ITURRIAGA BARCO

    Logroño, 1974. Doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de La Rioja y miembro del GIHNT (Grupo de Investigación de Historia de Nuestro Tiempo). Ha publicado diversidad de artículos científicos relacionados con la historia actual tanto en su vertiente social como política. Asimismo ha participado en ciclos de conferencias y comunicaciones en diversos seminarios y congresos nacionales e internacionales de historia contemporánea. En los últimos años ha centrado gran parte de sus investigaciones en la historia del fútbol, lo que ha concretado en sus últimas publicaciones: Diccionario de jugadores del FC Barcelona y Diccionario de técnicos y directivos del FC Barcelona, ambos publicados por la Editorial Baseb. En 2013 publicó junto a David Valero su primera novela: Paulino. Asimismo acaba de publicar el Diccionario de jugadores de la selección española con la editorial madrileña T&B. Colabora con diversos medios escritos y radiofónicos, tanto nacionales como sudamericanos, así como con diversas revistas de ámbito deportivo y divulgativo.

    2portadilla

    El Barça, rey de Europa

    © Ángel Iturriaga Barco, 2015

    © Diseño de cubierta: Adrián López Viamonte

    © Fotografías: Cordon Press y agencias

    © Al Poste, 2015

    Fuencarral, 70

    28004 Madrid (España)

    Tel.: 91 532 05 04

    www.alposte.es

    Primera edición: junio de 2015

    IBIC: WSJA

    ISBN: 978-84-15726-47-0

    e-ISBN: 978-84-15726-51-7

    Depósito legal: M-19.569-2015

    Impreso en España - Printed in Spain

    Reservados todos los derechos. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización escrita de los titulares del copyright. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento

    de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 - 93 272 04 47).

    A la memoria de Jordi Sirera.

    Prólogo

    Salvador Sadurní i Urpí

    Exguardameta internacional del Fútbol Club Barcelona

    Cuando me pidieron hacer el prólogo de este libro me vinieron a la memoria decenas de momentos que viví como portero del Fútbol Club Barcelona. Fueron 500 partidos vistiendo con orgullo la camiseta del equipo de mi vida, del que sigo disfrutando en estos tiempos de grandes éxitos. Solo quienes tuvimos el inmenso honor de defender esta camiseta sabemos lo que significa y la responsabilidad que implica defender en el césped el sentimiento de millones de personas unidas por una identidad y por unos co­­lores.

    Este libro trata acerca del título que todos los culés soñábamos con conseguir durante mi juventud. La Champions actual, la Copa de Europa para todos los que tenemos una edad, fue el objetivo contra el que nos estrellamos muchas generaciones. Yo tuve el privilegio de jugar la de la temporada 1974/1975, tras haber ganado la Liga con aquel once que se recordó durante décadas: Sadurní, Rifé, Torres, Costas, De la Cruz, Juan Carlos, Rexach, Asensi, Cruyff, Sotil y Marcial. Del 1 al 11, como funcionaban los dorsales en mi época. Para reforzarnos de cara a la Copa de Europa, el míster Rinus Michels fichó a Johan Neeskens, con lo que todavía nos convertíamos en un equipo más potente. Para los expertos partíamos como uno de los favoritos para ganar aunque delante hubiera equipos tan buenos como el Bayern de Beckenbauer. Pasamos la primera eliminatoria ante el VOEST Linz austriaco y la segunda ante el potente Feyenoord, en el que jugaban muchos jugadores de la selección holandesa. En los cuartos de final eliminamos con facilidad al Atvidaberg sueco, tras lo que se desató la confianza y muchos nos veían como favoritos en semifinales. Sin embargo, en esa ronda nos tocó el Leeds inglés, que nos superó a base de juego directo y de una intensidad en el juego desconocida para nosotros. Ahí supe cómo se las gastaban los ingleses. Su delantero centro fue con todo a rematar un centro y lo que hizo fue golpear mi cabeza, lo que me dejó mareado durante un rato. Tras el 2-1 de la ida en Inglaterra solo pudimos empatar en la vuelta y vimos cómo se nos escapaban las ilusiones. Yo ya tenía 34 años, sabía que era mi última oportunidad.

    Afortunadamente, en 1992 el Barça fue capaz de romper con la maldición de la Copa de Europa. Desde entonces, hemos sido privilegiados de ver a un equipo maravilloso que nos ha dado muchas alegrías a los culés. Este año ha llegado la última. He disfrutado mucho viendo a Luis Enrique y a sus chicos. Creo que este título europeo es la confirmación de que el Barça vuelve a ser el mejor equipo del mundo. Tenemos que seguir disfrutando de esta generación que nos ha dado tantas alegrías. Xavi, Iniesta, Messi, Piqué o Busquets han sido la base de este equipo y la demostración de lo bien que se ha trabajado en La Masía. La mayoría de ellos todavía están en edad de darnos g alegrías.

    El libro que tienen ante ustedes explica a la perfección y con todo tipo de detalles la temporada del Barça en esta Champions. Los momentos felices y las dificultades que hubo que superar. Es un libro ideal para conocer con detalle a todos los jugadores y al cuerpo técnico que ha vuelto a hacer feliz a los culés tras unos años complicados. Quiero desear la mayor de las suertes a este libro, que estoy seguro de que será un éxito, así como a su autor, el historiador y culé Ángel Iturriaga Barco. Espero que disfruten con su lectura.

    La historia del Barça en la Copa de Europa

    Durante décadas, la relación del Fútbol Club Bar­­celona con la Copa de Europa se puede resumir en una palabra: frustración. Hasta la final de Wembley ante la Sampdoria en 1992, el gran objetivo barcelonista a nivel deportivo había acabado con derrotas dolorosas y en ocasiones inexplicables que dieron a esta competición el halo de maldita. Fueron varias las generaciones de barcelonistas que vivieron el mayor torneo europeo a nivel de clubes desde la frustración y con la convicción de que en cada edición ocurriría algo más perverso que haría que el club no lograra conquistar este título.

    Remontándonos en el tiempo, el club renunció a la invitación de jugar la primera edición de la Copa de Europa en 1955. Fue un error estratégico, ya que como se demostró con el tiempo, esta competición se terminó convirtiendo en la más prestigiosa a nivel continental. La primera participación del equipo azul­­­­grana en la misma llegó en la temporada 1959/1960 de la mano de Helenio Herrera. El Mago había llegado al Barcelona para acabar con la supremacía madridista. Logró hacerlo en la competición doméstica con dos Ligas consecutivas pero la contundente derrota en semifinales derivó en una crisis deportiva e institucional que finalizó con la destitución del controvertido técnico franco-argentino. Una temporada después llegó la final que dio inicio a un ciclo perverso de tres décadas de fracasos.

    la final de los postes

    Kubala, Kocsis, Evaristo, Luis Suárez, Czibor. Esa fue la lujosa delantera que alineó Enrique Orizaola en la legendaria final de la Copa de Europa de 1961, recordada por la afición culé como la de los postes. En teoría esa delantera, de haber estado en su mejor momento de forma, hubiera sido argumento más que sólido para que el mayor título continental hubiera pasado a engrosar las vitrinas barcelonistas por primera vez en la historia. Pero las circunstancias, la mala suerte, el clima que se respiraba en el club y otros factores se juntaron para que comenzara a hablarse de la maldición del Barça con esta competición.

    Para contextualizar las circunstancias que envolvieron aquel encuentro, hay que remontarse a los inicios de la temporada 1960/1961. La entidad azulgrana estaba inmersa en un grave problema económico debido a que los costes de la construcción del Camp Nou, inaugurado en 1957, habían superado con creces los presupuestos iniciales. Los problemas financieros se arrastraron durante bastante tiempo, y obligaron al club a tener que hacer ciertos ajustes en el capítulo deportivo. La plantilla seguía plagada de internacionales y contaba con una línea delantera con un fondo de armario que no se ha conocido en la historia del club. Eran hasta diez los jugadores de nivel europeo que podían formar en las líneas atacantes de cinco hombres (dos extremos, dos interiores y un ariete), que se utilizaban en la época. Desde Tejada a Villa­­verde, pasando por Luis Suárez, Kubala, Evaristo, Eulogio Martínez, Kocsis, Ribelles, Czibor y Coll. Una nómina con la que se podían hacer dos ataques de nivel para cualquier aspirante a la Copa de Europa. Sin embargo, este exceso escondía a una plantilla castigada por las lesiones y un tanto avejentada en posiciones clave. Ramallets ya tenía 36 años, Kubala, el capitán Segarra 33 y los Czibor, Kocsis, Pinto y Garay ya superaban la treintena.

    Para dirigir la nave, el club había contratado al técnico yugoslavo Ljubisa Brocic, un trotamundos del fútbol, que tenía la difícil misión de hacer olvidar a Helenio Herrera, que había sido cesado por el presidente Miró Sans durante la temporada anterior, con el fin de solucionar el conflicto entre Kubala y el técnico. El técnico balcánico, que provenía del PSV, tenía la difícil tarea de conjuntar un equipo lleno de estrellas, en el que jugadores de talla mundial debían quedarse sin vestir en cada partido. Además, se le había encomendado la labor de acabar con la hegemonía europea del Real Madrid, que llevaba cinco Copas de Europa consecutivas. Aquella temporada, el FC Barcelona tenía derecho a jugar la máxima competición europea por haber sido campeón de Liga, mientras que el equipo blanco lo hacía como detentador del título europeo.

    La temporada comenzó bien, con pleno de victorias en la pretemporada y en los primeros partidos del campeonato. Sin embargo, el equipo comenzó a mostrarse ciclotímico y experimentó una caída libre en el torneo liguero difícil de explicar. Los partidos comenzaron a contarse por derrotas en el torneo doméstico y los nervios comenzaron a cundir en las altas instancias del club. Mientras la situación en Liga era lamentable, los jugadores parecían motivarse en la ansiada Copa de Europa. Los azulgranas lograron la victoria en la ronda preliminar ante el Lierse belga por un contundente 5-0, computando los dos encuentros. En la primera ronda, tocó el gordo. Real Madrid y FC Barcelona tenían que verse las caras, en un duelo que fue planteado en Barcelona como la oportunidad de acabar con el reinado merengue. En el encuentro de ida, disputado en Chamartín, se registró un empate a dos en el marcador. Mateos y Gento marcaron para los blancos, mientras que un genial Luis Suárez anotó los dos goles azulgranas. En el encuentro de vuelta, disputado en el Camp Nou, Vergés adelantó al Barcelona y Evaristo, de un soberbio cabezazo en plancha, dio el gol de la tranquilidad para los azulgranas, logrando uno de los tantos más recordados de la historia blaugrana. El Real Madrid acortó distancias en las postrimerías del encuentro, por mediación de Canario, pero ese gol no valdría para nada.

    El Barça había eliminado al equipo blanco. Todavía era noviembre, pero la euforia se había instalado entre la hinchada culé, que veía en su equipo al gran favorito para conseguir el título europeo. La Copa de Europa se interrumpió durante todo el invierno, y entre medio, fue cesado Brocic, tras un empate en casa ante el Athletic de Bilbao. El equipo era un barco a la deriva y terminó cayendo el entrenador balcánico, al que no le sirvió el crédito de haber eliminado al eterno rival. Su sustituto fue Enrique Orizaola, que hasta entonces era el segundo entrenador. El cántabro no logró enderezar al equipo en el campeonato de Liga, aunque sí fue capaz de guiarlo hacia la final de la Copa de Europa, tras eliminar en los cuartos de final al Spartak Hradec Králové checoslovaco y al Hamburgo en semifinales con otro gol decisivo de Evaristo en el desempate.

    La gran final se disputó el 31 de mayo en el Wankdorf Stadium de Berna, el lugar en el que siete años antes Kocsis y Czibor habían sucumbido en la del Mundial de Suiza, en el que se conoció como el Milagro de Berna. El gran Cabeza de Oro tenía malos presagios antes del partido y señaló a los más cercanos que ese estadio estaba maldito y que volverían a perder. Así ocurrió.

    La final era ante el Benfica de Bela Guttmann, en el que todavía no jugaba Eusebio y que estaba liderado por el gran Mario Coluna. Era un once

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