Superación personal y motivación personal

Por Mario Aveiga

Muchas pequeñas cosas pueden darnos felicidad. Por ejemplo, la sola idea de comprar o gastar dinero tiende a emocionarnos y nos hace sentir felices. Las oportunidades y las nuevas ideas también tienen un efecto similar en nosotros. Este estado de excitación nos hace imaginar cosas relacionadas con estos incidentes. Por ejemplo: la perspectiva de irnos de vacaciones mientras recibimos un bono de oficina no solo nos emocionaría, sino que también nos haría planificar e imaginar las vacaciones. De hecho, ¡sentiríamos la dicha sin estar realmente de vacaciones! Sin embargo, cuando se está de vacaciones, la emoción tiende a calmarse cuando uno comienza a sentirse satisfecho.
Lo mismo ocurre con los objetos. Estamos bastante locos por comprar el último teléfono celular, computadora portátil, I-pod o el auto nuevo. Pero una vez que somos dueños de esas cosas, la emoción se calma y el atractivo no permanece igual. El ciclo de emoción comienza de nuevo cuando se lanza otro producto nuevo.
Detengámonos un segundo aquí y pensemos seriamente en nuestro dominio de la felicidad. ¿Se refiere únicamente a la adquisición de los últimos objetos? ¿Termina cuando se cumplen los deseos? ¿Nuestro dominio de la felicidad se limita a pasar un buen rato solo con familiares o amigos? Estamos tan involucrados en este ciclo de deseos que en realidad nos olvidamos de ver qué es la verdadera felicidad y cómo se puede lograr.
El dominio o definición de felicidad varía para cada individuo, ya que tiene sus propias necesidades individuales. Para algunas personas, lograr una buena trayectoria profesional les brinda felicidad. Para algunos, es el cumplimiento de metas y objetivos donde, al traer felicidad a los desfavorecidos, a algunas personas les puede dar felicidad.
Sin embargo, no todo el mundo lo tiene fácil en este mundo. Nuestros ingresos, educación, familia, medio ambiente, sociedad y amigos afectan nuestro dominio de la felicidad. Es posible que no siempre tengamos los ingresos deseados necesarios para cumplir los deseos o puede ser que la carrera no vaya tan bien como habíamos planeado. Entonces, ¿qué nos hace? ¿Estalla nuestro globo de esperanza y emoción o renueva nuestras esperanzas, nos aclara nuestras visiones y nos encaminamos hacia el futuro con nuevas motivaciones? ¿Cómo reaccionas cuando las cosas no salen como las habías planeado? Más importante aún, ¿su reacción es apropiada o necesita cambiar su actitud y percepción?
Este libro trata sobre "usted" y cómo puede cambiar las dimensiones para mirar hacia un futuro mejor. Los próximos capítulos son una guía completa para que pueda orientarse en una nueva dirección. Después de todo, ¡el éxito se trata de tener el cambio de paradigma correcto!

 

• Idioma: Español
• Editorial: Mario Aveiga
• Fecha de lanzamiento: 29 mar 2021
• ISBN: 9781386267768

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Contenido

Capítulo 1

Definición de una vida feliz y exitosa

Capitulo 2

Superación personal a través de la motivación

Capítulo 3

El establecimiento de metas

Capítulo 4

La distinción entre metas y valores

Capítulo 5

20 cualidades para una vida exitosa

Capítulo 6

Manejo del estrés

Capítulo 7

Gestión del tiempo

Capítulo 8

Desafiarte a ti mismo para estar motivado

Capítulo 9

Maneras de maximizar su potencial

Capítulo 10

Supere los obstáculos creados por sus creencias autolimitantes

Capítulo 11

Aspectos del comportamiento humano para tener éxito

Capítulo 12

Por qué la motivación es importante para una vida exitosa

Capítulo 13

Papel de la educación en una vida exitosa

Capítulo 14

Roles sociales para una vida exitosa

Capítulo 15

Mantener el equilibrio entre el trabajo y la vida

Capítulo 16

¿Qué hace que una persona no tenga éxito?

Capítulo 17

Hacer frente a los desafíos de la vida

Capítulo 18

Criterios para idealizar a personas exitosas en el mundo

Capítulo 19

Factores detrás de la importancia de la motivación en una vida exitosa

Capítulo 1

Definición de una vida feliz y exitosa

Todos hemos formado nuestras propias definiciones de felicidad desde la niñez. Muchas de estas percepciones se deben al desarrollo condicionado, es decir, son parte de nuestros hábitos debido a la inculcación repetitiva por parte de los padres, los maestros y la sociedad en general. Por eso, ¡ninguno de nosotros ha reflexionado sobre qué es exactamente lo que nos hace sentir felices! Este sentimiento se ha dejado a nuestra subconsciencia y simplemente sentimos la felicidad según la situación en la que nos encontremos.

Muchas pequeñas cosas pueden darnos felicidad. Por ejemplo, la sola idea de comprar o gastar dinero tiende a emocionarnos y nos hace sentir felices. Las oportunidades y las nuevas ideas también tienen un efecto similar en nosotros. Este estado de excitación nos hace imaginar cosas relacionadas con estos incidentes. Por ejemplo: la perspectiva de irnos de vacaciones mientras recibimos un bono de oficina no solo nos emocionaría, sino que también nos haría planificar e imaginar las vacaciones. De hecho, ¡sentiríamos la dicha sin estar realmente de vacaciones! Sin embargo, cuando se está de vacaciones, la emoción tiende a calmarse cuando uno comienza a sentirse satisfecho.

Lo mismo ocurre con los objetos. Estamos bastante locos por comprar el último teléfono celular, computadora portátil, I-pod o el auto nuevo. Pero una vez que somos dueños de esas cosas, la emoción se calma y el atractivo no permanece igual. El ciclo de emoción comienza de nuevo cuando se lanza otro producto nuevo.

Detengámonos un segundo aquí y pensemos seriamente en nuestro dominio de la felicidad. ¿Se refiere únicamente a la adquisición de los últimos objetos? ¿Termina cuando se cumplen los deseos? ¿Nuestro dominio de la felicidad se limita a pasar un buen rato solo con familiares o amigos? Estamos tan involucrados en este ciclo de deseos que en realidad nos olvidamos de ver qué es la verdadera felicidad y cómo se puede lograr.

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