Los Náufragos de las Islas Corona.: Las Crónicas Cordysian, #5

Por C.J. Pearson

Una extraña y mortal plaga, letal para la familia humana de Nueva Sylestia, se ha apoderado de la ciudad costera de Fairport. Mientras la comandante de la milicia Velyxi lucha junto al magistrado local para mantener el vulnerable puerto en cuarentena en medio del pánico y las fuerzas internas, su hija Lorewyn, una arquera elfa joven y algo poco experimentada, junto con Rhianyn y Shyntiel navegan hacia el oeste a través del océano con la esperanza de encontrar a los lejanos y misteriosas Islas de la Corona, y la única esperanza de cura. Sin embargo, los misterios se encuentran a brazas de profundidad, ya que las islas tienen el potencial no solo de curar un reino en peligro de extinción, sino también de revelar un secreto muy oscuro del pasado, ¡uno que la propia gente de Lorewyn preferiría mantener en secreto! Ambientada dos siglos antes de los eventos de Two Flew at Midnight y Knights of the Faerie Blade, esta nueva aventura marítima de la serie Cordysian Chronicles ofrece otro capítulo emocionante de la vida y la época de Lorewyn, mientras ella y otros deben enfrentarse a los Náufragos de las Islas de la Corona.
 

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 23 dic 2020
• ISBN: 9781071580905

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LOS NÁUFRAGOS DE LAS ISLAS CORONA

por C.J. Pearson

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Una Aventura Marítima en la Serie Cordysian Chronicles

Derechos de Autor © 2020 por C.J. Pearson

Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares, e incidentes son producto de la imaginación del autor y son usados ficticiamente. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, eventos o lugares es pura coincidencia.

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede utilizarse de ninguna manera sin el permiso por escrito del propietario de los derechos de autor, excepto para el uso de citas en una reseña de un libro. Para obtener más información, diríjase a: [e-mail].

Arte de la portada por Mihaela Joe Arte Digital 

PREFACIO

El COVID-19 ha sido toda una experiencia. Estoy convencido de que todos recordaremos el año 2020 con un amplio abanico de emociones y reacciones. Podría escribir páginas y páginas sobre esto, pero como este es el prefacio de una novela, voy a ir al grano (por así decirlo) y tratar con el cómo y el por qué de esta aventura en particular en la Serie Cordysian Chronicles.

Cuando estaba terminando el libro de la serie que procede a esto, Guardián at the Gate of Tomorrow, ya tenía una idea para la próxima entrega, inspirada en gran medida por lo que estaba sucediendo en los EE.UU. con respecto al Coronavirus, su impacto en nuestra sociedad y la reacción del público. Sabía que quería escribir una historia que tuviera un elemento marinero (ya había muchas aventuras en el bosque y en la montaña en la serie). Tenía una idea sobre las islas. Y tenía un claro mensaje orientado a la justicia social que quería comunicar, como ha sido el caso desde que empecé a escribir la serie. El único conflicto que tuve fue con respecto a la línea de tiempo.

Si esto fuera una continuación en la línea de tiempo desde donde quedó Guardian at the Gate of Tomorrow, sería una aventura Cuaternaria. También estaría centrado en Arcadia y Talya. Sin duda, esa era una opción. Como escritor que ya tenía una serie establecida con una cronología incrustada, me permitiría ciertas libertades. No tendría que considerar cuestiones de coherencia con aspectos anteriores de las novelas. El futuro no está escrito, por así decirlo. Por otro lado, me privaría de la oportunidad de escribir el libro sobre Lorewyn y Rhianyn, y efectivamente evitaría que incluyera a los Elfos (dado que los eventos posteriores a Guardian están mucho más allá del éxodo y la partida de Lorewyn).

Después de deliberar sobre esto por un tiempo, llegué a la conclusión de que esta novela en particular necesitaba a Lorewyn y Rhianyn, y necesitaba la presencia de los Hijos del Viento que todavía estaban en Cordysia para realmente tener un impacto y contar la historia que quería contar. Creo que comprenderán por qué a medida que se adentre en él, especialmente si han leído novelas anteriores de la serie Cordysian Chronicles.

¡Lorewyn regresa! Estamos hacienda un viaje en el tiempo, unos 200 años antes de los eventos de Two Flew at Midnight, cuando Lorewyn y Rhianyn eran ambas jóvenes y tenían tantas aventuras juntas frente a ellas. Sin duda conocerás algunos personajes familiares de principios de la serie... y algunas nuevas sorpresas también.

En nuestro mundo, el ‘Rona nos ha dejado a todos a la deriva en un viaje peculiar. Con suerte, mientras lees esta nueva aventura de Lorewyn y viajas con ella por su mundo, te ayudará (como mi heroína y protagonista también me ayudó) en tu propio viaje como náufrago en estos tiempos difíciles.

Por Allicia

Quien ha vivido, luchado, y prosperado en sus propias islas, y ha resistido las tormentas más oscuras.

Y Samantha

Por ser una sanadora, y ponerse en riesgo por el bien de los demás, mientras libra batallas tanto visibles como invisibles.

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También, en reconocimiento al Muro de las Mamás en Portland, Oregon, quienes durante el fin de semana del 18 al 19 de Julio del 2020 fueron gaseadas con lacrimógeno pero se mantuvieron firmes contra los oficiales federales para crear una barrera y proteger a los manifestantes que ejercían su derecho contra la injusticia y brutalidad policial tras el asesinato de George Floyd. Lorewyn y Rhianyn pueden ser heroínas en el reino de Cordysia, pero estas increíbles mujeres son verdaderas heroínas en nuestro reino.

En honor a la jueza adjunta de la Corte Suprema, Ruth Bader Ginsburg, por ser la guerrera más ponderosa y resistente de nuestros tiempos, el venerable Mayordomo de nuestro reino, que como Velyxi se niega a entrar con gentileza en esa buena noche mientras todavía hay enemigos en los lugares de poder y mientras la plaga de injusticia asola la tierra.

Y en memoria del líder de los Derechos Civiles y miembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, John Lewis (21 de febrero de 1940 – 17 de julio del 2020) por ayudarnos como nación a meternos en buenos problemas cuando más importa.

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La verdad dicha sin concesiones siempre tendrá sus bordes irregulares.

-  Herman Melville

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PRÓLOGO

(de las enseñanzas del Espíritu del Río y las tradiciones orales transmitidas por las sacerdotisas del Culto del Agua entre los Hombres del Bosque de la Marca de los Antiguos)

¡Reúnanse, Hijos del Mar, y escuchen la sabiduría del Primer Guardián! Porque sus palabras son antiguas y verdaderas, y si escuchas atentamente y las marcas en tu corazón, llegarás a conocer el flujo del río que trae ayer, hoy, y mañana en su corriente siempre cambiante y en constante movimiento.

Si bien es cierto que la Tierra permanece firme e inmóvil a través de las edades, es el Agua la que se mueve a través del tiempo y el espacio como sangre vital. Ella rodea las grandes masas de tierra en océanos y mares, pasa por ríos y arroyos, e incluso permanece en los lagos y estanques. Apaga la sed de los desiertos y aporta frescor al calor del sol de verano. Sin ella permanecemos en la sequía.

El agua es el puente entre los mundos, porque mientras el Viento Etéreo fue el que una vez unió nuestro reino con otros antes del Gran Sello de Concordys, el viento sopla por un tiempo, pero luego se desvanece; mientras que el Agua permanece en sus poderosos reservorios, no tan efímera en su sustancia, pero no tan inmovible como la Tierra que no pueda ser un médium para aquellos que invocan su nombre.

Han oído decir que antes del Renacimiento se sellaron los Salones de Concordys y nuestro reino quedó aislado del Infinito y del Más Allá. Pero supongamos que hubiera un lugar, una pequeña parte de nuestro reino que de alguna manera estuviera atrapado en el medio, no completamente aislado de nosotros, pero tampoco permaneciera completamente en nuestro reino todavía. Supongamos que hubiera un lugar como este, un lugar más allá de los límites de nuestro reino al que todavía se pudiera llegar, en ciertos momentos y de ciertas formas. La Tierra no sería de ayuda, porque el suelo no se movería de tal manera que permitiera el paso entre los dos. Y el Viento, aunque es rápido y poderoso, no estaría allí preparado en el momento adecuado para tal paso; pasaría a la deriva pero pronto se iría. Solo el Agua, hijos míos, solo el Agua podía marcar ese camino.

La lección es esta: Sea o no, todos somos parientes de más de un mundo, viviendo en más de un reino, y somos herederos de más de un legado. Manténganse firmes sobre la Tierra, hijos míos, y tomen el Aire que les da aliento... pero muévanse con el Agua, vivan con el cambio y encuentren los puentes que los conecten con otros mundos, otras personas, y otros sueños.

PARTE I: TEMPESTAD AL AMANECER

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CAPÍTULO 1

Había sido idea de Rhianyn que  Lorewyn le pidiera a Shyntiel que practicara con ella, lo que Lorewyn honestamente, había encontrado bastante inesperado.

Si estuviera corriendo contigo en el Circuito Moonrise, sí, definitivamente practicaría contigo, explicó Rhianyn. Pero no lo estoy. Shyntiel lo está. Tiene sentido que le pidas que corra simulacros contigo.

Tenía sentido. El Circuito Moonrise, la competencia anual ecuestre que se realizaba cada primavera en New Sylestia, estaba a solo un mes de distancia. Sería la primera vez compitiendo para Lorewyn. Para Shyntiel también. Rhianyn había considerado entrar en la competencia, pero los oficiales le habían pedido que actuara como vigía, en un punto aéreo, lo que significaba que volaría su Búho Gigante Pypp y monitorearía el evento desde arriba.

Shyntiel es muy joven, comentó Lorewyn. Me sorprende que esté compitiendo este año.

Bueno, nosotras también, Yellowfeather, Rhianyn rió. Joven, eso es. Ella es solo un par de décadas más joven que nosotras, y estoy bastante segura de que está compitiendo porque es una muy buena competidora, posiblemente incluso mejor que tú. Miró a su amiga con escepticismo.

Lorewyn se burló. ¿Y eso que se supone que significa?

Significa que podrías dudas en practicar con ella porque sientes que podrías ser una rival importante, a pesar de que tú y Blythe son un equipo fuerte, respondió Rhianyn, con franqueza.

Lorewyn suspiró, sacudiendo su cabeza. Su amiga de cabello negro tenía una forma brutal e intransigente de ver los motivos más ocultos de Lorewyn.

Bastante justo, concedió. Está bien, le preguntaré. Pero no me dejo engañar, Blackbird. ¡Creo que parte de tu motivación para esquivar esto es porque no quieres que vea ningún truco ecuestre que tengas bajo la manga en caso de que decidas competir el año que viene!

Dos pueden jugar a esto, pensó Lorewyn, sonriendo con aire de suficiencia.

Rhianyn se había reído pero no había dado una respuesta satisfactoria. No obstante, Shyntiel estaba emocionada de practicar con Lorewyn aceptó felizmente. Las dos se habían encontrado una mañana de primavera a las afueras de Olvenshire. Shyntiel estaba montando su caballo, Paladyn, un poderoso semental pintado. Lorewyn, por supuesto, estaba con Blythe, su fiel compañera Unicornio. La idea de idea de elegir montar a caballo en la carrera nunca se le había pasado por la cabeza a Lorewyn.

¡Juntas, podemos ganar esto, sé que podemos! Lorewyn le había comentado a Blythe antes, cuando las inscribió a ella y a Blythe por primera vez para competir.

El Circuito es un curso traicionero, dijo el Unicornio. Incluso para ciclistas experimentados. Ha habido algunos casos de jinetes... y monturas... que resultaron heridos o muertos en las porciones estrechas de los acantilados durante los últimos cinco siglos más o menos.

"Pero no te tenían a ti," exclamó Lorewyn con confianza, dándole a su compañera un gran abrazo. Y sé que puedes dejar atrás a cualquiera de estas yeguas o sementales locales en la milicia.

Blythe le había dado al Unicornio el equivalente a un suspiro, pero había aceptado.

Shyntiel llegó cabalgando y se reunió con Lorewyn en una colina a las afueras de la ciudad, su cabello castaño rebotando alegremente mientras cabalgaba, su exuberancia juvenil tan brillante como el sol de la mañana asomado por encima de las Montañas Crecientes hacia el este. Su sonrisa era tan radiante como el amanecer. Lorewyn la saludó amablemente.

Tengo una gran idea, dijo Shyntiel, su voz casi chispeante. Vayamos a la costa pasando el Vintner’s Rest. Hay un lugar al sur de Fairport cerca de Hill Country donde los acantilados llegan hasta el océano. Son muy ásperos y dentados. Podemos practicar montar en el borde; ¡Nos dará un buen ejercicio para los faroles de la carrera!

Conozco el lugar, Lorewyn asintió. Es una Buena idea, pero nos tomará casi todo el día llegar a la costa y solo nos da un poco de tiempo al atardecer para practicar, a menos que quieras practicar después del anochecer. De cualquier manera, no tendremos tiempo para...

¡Oh, ya pensé en eso! exclamó Shyntiel, señalando a una manada que tenía detrás de ella en Paladyn. Compré provisiones y un par de panecillos para que nos acostemos y nos pongamos a soñar esta noche. De esa forma también podemos trabajar mañana. ¡Será divertido, como una excursión nocturna! Shyntiel sonrió, obviamente orgullosa de sí misma por pensar en el futuro.

Lorewyn no pudo evitar sonreír. Aunque solo un poco más joven que ella y Rhianyn, como su amiga había comentado, Shyntiel tenía un espíritu tan enérgicamente joven, más característico para un miembro de su parentesco todavía en la adolescencia en lugar de la edad de Shyntiel, que era aproximadamente el equivalente humano de los veinte años.

Me gusta, respondió Lorewyn. Hagámoslo.

Ya le había dado a Blythe una señal telepática para que se preparara para salir corriendo. El Unicornio estaba listo, y en el momento que Lorewyn completó su breve oración, Blythe entró en acción, dando un poderoso empujón con sus patas traseras y cargando hacia el oeste hacia la costa distante. Lorewyn sonrió con un poco de picardía.

¡Tengo que asegurarme de que sepa que no es la única que tiene sorpresas!

Shyntiel fue tomada por sorpresa por la repentina e inesperada carrera de Blythe, pero ella se rió un momento después y con un rápido movimiento de sus rodillas impulsó a Paladyn a la acción y los dos salieron corriendo, siguiendo a Lorewyn y Blythe.

Ok, Blackbird, tienes razón... ¡Es una MUY buena jinete!

Lorewyn se encontró pensando en esto después de solo una hora de hacer ejercicios en los acantilados de la costa. Ahora era el atardecer, el suave resplandor carmesí y Amarillo anaranjado comenzaba a deslizarse bajo el horizonte acuoso hacia el oeste. Habían estado practicando montar a alta velocidad sobre los acantilados, navegando por el borde lo más cerca posible del punto de descenso. Fue una simulación ideal para el viaje a lo largo de las porciones estrechas de Moonrise Bluffs en el Circuito. De hecho, el área que había elegido Shyntiel probablemente era aún más peligrosa. Blythe estaba siendo cuidadosa, Lorewyn pudo notarlo.

Shyntiel, sin embargo, tenía que ver con la toma de riesgos, y presionó a Paladyn lo más rápido posible en sus prácticas. Lorewyn la miraba con atención, estudiando sus movimientos, su estilo de montar, la forma en que manejaba a Paladyn. Era bastante claro que Shyntiel sería su más dura competencia en la carrera. Esto era satisfactorio de alguna manera. Lorewyn ahora tenía una idea de a qué se enfrentaba y saber qué tan fuerte era un oponente al que se enfrentaría le traía