POR FIN, TRAS EL EQUINOCCIO DE INVIERNO, EN EL HEMISFERIO NORTE, LOS DÍAS COMIENZAN, POCO A POCO A SER MÁS LARGOS, YA VIENE EL SOL, AUNQUE NOS QUEDA TODAVÍA LO MÁS COMPLI-CADO DEL INVIERNO. En cambio, los suertudos del hemisferio sur, justo comienzan su verano… El sol nos da la vida y nos la quita, si le da por apretar un poco o por volar más bajo, como ocurrió cuando el hijo del sol, Faetón, le cogió un día el coche a su padre Helios… y es que ya se sabe, cuando le dejas el carruaje al chaval, te expones a lo que te expones…
El caso es que una noche, Faetón, hijo del Sol y de , se levantó antes que su padre y le cogió el carruaje. Arrancó a lo bruto y al principio fue tan alto, que la tierra estaba congelándose por el este, pero al corregir fue peor, porque bajó demasiado. Primero quemó la piel de los etíopes, que desde y tirar un rayo. Después apuntaron al niño a la autoescuela, pero nunca más cogió el coche de su padre. Por cierto, Faetón se llamaba al antiguo carruaje de caballos de cuatro ruedas muy altas, y también hay todavía un modelo de auto de Volkswagen con el mismo nombre (Phaeton).