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Máquina de pelo y sangre
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Máquina de pelo y sangre
Libro electrónico49 páginas36 minutos

Máquina de pelo y sangre

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Información de este libro electrónico

"Oscuro, sádico, retorcido, demente, perturbador, y con un final que se las trae. Ésta, amigos, es una obra maestra del horror..." - Joey's Horror Corner.

"Entonces, ¿es una historia de amor? Si tienes en cuenta que el amor puede ser oscuro, retorcido, y violentamente vengativo, entonces ésta es una historia de romance que te gustará como a mí" - Stuart Anderson, UK Horrorscene.


MÁQUINA DE PELO Y SANGRE es un pulp thriller noir. Es un romance desde el corazón del infierno.
Johnny Brendan es un joven pueblerino recuperándose por la muerte de sus padres. Luego de sufrir un episodio psicótico, Johnny intenta rearmar su vida y recuperar su sanidad mental. En una feria de carnaval, conoce a Cleadosia, la Chica Gorila. Clea es hermosa pero distante y fría, y trae con ella sus propios secretos. Ella ve el oscuro potencial de Johnny y lo ayuda a liberarse de sus violentos demonios internos, dándoles rienda suelta por el pueblo.

IdiomaEspañol
EditorialBadPress
Fecha de lanzamiento1 jul 2020
ISBN9781071553855
Máquina de pelo y sangre

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    Máquina de pelo y sangre - Terry M. West

    Prólogo

    El juez había estado indulgente, pero ir a ver a un terapeuta era parte del trato. Así que Johnny se sentó en la silla frente al doctor Schrader. Schrader no estaba tan mal. Lo único extraño que tenía era su bigote. Era el tipo de bigote que usaban los tipos malos en las viejas películas de vaqueros. El de las puntas enceradas. Schrader se las retorcía de vez en cuando. 

    El doctor tenía una reunión importante, por lo que iba a ser breve. Eso no le molestaba ni un poquito a Johnny.

    ¿Cómo estás hoy, Johnny?, preguntó el doctor Schrader.

    Bien, supongo, mintió Johnny. 

    ¿Todavía tienes pesadillas?

    Sí. He tenido una casi cada noche desde que murieron.

    ¿De qué se trataba la última?, preguntó el doctor Schrader, sentado con su lapicera y su anotador.

    Ellos salían de sus tumbas y venían por mí, respondió Johnny. Ya la he soñado antes. Es una de las regulares.

    ¿Quieres algo para ayudarte a dormir?, ofreció el doctor Schrader. 

    Johnny sacudió la cabeza. Nada de drogas, por favor.

    Johnny, podrían ayudar, insistió el doctor. Ya habían hablado muchas veces sobre el tema.

    Nada de drogas, repitió Johnny. Quiero lidiar con esto a mi manera. Como hacía la gente antes de que hubiese drogas para eso.

    El doctor Schrader suspiró. Bueno, pero si tu ánimo empeora, deberías comenzar con medicación.

    Todo se soluciona así éstos días, dijo Johnny, notando que sonaba como su padre. Con tomarse una pastilla.

    No siempre recomiendo pastillas, Johnny. Terapia es la mejor ayuda que te puedo ofrecer.

    Johnny asintió. Se siente bien venir aquí y charlar. Me siento seguro aquí. Otra mentira.

    Deberías. Puedes contarme lo que sea.

    Johnny no estaba seguro de eso. Era huérfano y no tenía familia cercana. Internarlo sería una tarea sencilla. Y lo harían, estaba seguro de eso, si supiesen acerca de las otras cosas. Iba a tener que guardarse las cosas para sí mismo.

    Volviendo a tu última pesadilla, dijo el doctor Schrader, retorciendo su bigote. ¿Por qué crees que sigues teniendo la misma pesadilla?

    No siempre tengo la misma, aclaró Johnny. A veces sueño que yo estoy en una tumba, pero estoy vivo y atrapado. No puedo salir. ¿Qué significa eso?

    El doctor Schrader anotó algo y volvió a mirar a Johnny. Soñar que estás atrapado normalmente se relaciona con sentimientos de indefensión. Impotencia.

    Podría ser. También me siento culpable por no haber estado con ellos.

    Por lo que me contaste, habían salido a celebrar.

    Sí, era su aniversario, dijo Johnny, poniéndose triste. Aguantó, intentando ser fuerte al respecto. Normalmente se quemaría el brazo con un encendedor en cuanto aparecían los recuerdos. No podía hacer eso frente al doctor. Lo hubiera enviado directo a una habitación acolchonada.

    Tenía razón en llevar remeras de manga larga a las sesiones.

    El doctor Schrader anotó algo más. Entonces, tus padres estaban celebrando su aniversario. ¿Solían llevarte cuando lo hacían?

    No, dijo Johnny, viendo hacia dónde se dirigía el doctor Schrader.

    "No había razones para que estuvieras en ese auto,

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