Cronicas De Un Mendigo

Por Gloria Alvarado

Gloria Alvarado

Crec en Chihuahua a lado de mi abuela tuve una niez muy feliz.
Los primeros aos de mi vida los pase a lado de mis abuelos, en un pueblo de Chihuahua, llama do el Terrero, Para m en mis recuerdos un paraso a los quince aos empec a viajar era una necesidad de conocer diferentes lugares, diferentes personas. He ledo todo tipo de libros.
La historia siempre me fascino, el conocer la cultura de otros lugares, siempre tuve una inquietud, lograr transmitir algo, a los dems, a los veinte aos me puse a estudiar modelaje, a los veinte siete, viaje a los ngeles CA, con la intencin de lograr algo no savia que, forme una familia me case tuve mis hijos a los cuales adoro con todo mi alma, despus de un divorcio en la cuidad de Phoenix AZ, me dedique a sacar adelante a mis hijos deje toda vida social pero no deje de viajar, de hecho actualmente despus de vivir unos aos en Houston TX, llegamos aqu en San Antonio . encontr, personas maravillosas de hecho yo empec a escribir mi primer libro, con ayuda de mis hijos que me daban ideas, cuando conoc al grupo de escritores latinos de san Antonio, yo ya estaba casi lista con ellos aprend muchas cosas Berta, Patricia,. Marta, que tambin escriben me llevaron a animarme a publicar mi primer libro de los que ya tengo escrito siento que me identifico con las personas muy fcilmente que las entiendo por lo mismo que tuve la oportunidad de estar cerca de ellos cuando viajaba trate mucha gente que recuerdo con mucho cario. Soy una persona inquieta creo mucho en Dios sin caer en el fanatismo, algo que recuerdo mucho, De mi abuela, Luisa.
Ni la hoja del rbol se mueve sin la voluntad de Dios.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 29 abr 2011
• ISBN: 9781617649479

Gloria Alvarado

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Copyright © 2011 por Gloria Alvarado.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso: 2011927052

ISBN:                 Tapa Dura                                    978-1-6176-4948-6

                           Tapa Blanda                                 978-1-6176-4904-2

                           Libro Electrónico                         978-1-6176-4947-9

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Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, acontecimientos, o lugares es pura coincidencia.

Este Libro fue impreso en los Estados Unidos de América.

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Introducción

CRONICAS DE UN MENDIGO:

Algunas veces la vida te da sorpresas:

Así comienza la historia de un mendigo, un personaje un poco controversial.

Al mismo tiempo se iba entrelazar con la vida de dos amigos, de alguna manera los tres tenían Mucho en común, al final la vida les ponía pruebas que tenían que pasarlas o la amistad de tantos años se vería amenazada por la desconfianza, y los intereses creados, todos tenemos un sueño para lograrlo tenemos que dar el primer paso lo de mas es pan comido era el dicho de Armando, el mejor amigo de Alfredo, la vida les había puesto demasiadas pruebas, terminar una carrera no lo es todo en la vida, existen obstáculos, para algunos seres humanos, especialmente si, eres emigrante o eres hijo de emigrante, otra cosa que ellos tenían en común eran hispanos lo cual era un pecado en esos tiempos en que la cultura, chocaba continuamente, tenían que, luchar con dientes y garras para poder superarse y demostrarse que podían, no hay que perder el objetivo decía Alfredo, para Armando la vida, era un juego, dentro de su frivolidad escondía, el miedo a perder la amistad que lo unía a Alfredo, ¡El solo deseaba tener una familia solo que no lo demostraba! El destino estaba escrito aun las personas que nacen con una estrella; muy poco afortunada" tienen un destino, y nada puede contra el cuándo ya está escrito.

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Esa mañana de Octubre, 1, 1995.

Era otoño en los Ángeles California, comenzó a llover, el hombre se despertó, al sentir gotas de agua; sintió mucho frio bajo la ropa vieja que llevaba puesta, la lluvia arreciaba y él no estaba dispuesto a mojarse, así que se incorporó inmediatamente, al intentar refugiarse de lo inesperado, se dio cuenta que estaba en la acera ¡había dormido en la calle.

Enfrente de la Placita Olvera, ¡de pronto tropezó con algo se sentía torpe!, como si hubiera tomado mucho’ no se había dado cuenta con quien había tropezado, era un mendigo, como él, el cual se despertó inmediatamente agrediéndole, mientras el crónicas como le decían, se debatía entre sus recuerdos, el compañero de aventuras lo golpeaba sin misericordia; En su mente había un huracán de confusión,

—¿Quién soy?_ ¿Cómo me llamo?—-_ ¡Dios! _ ¿Qué hago en este lugar? _ ¡Soy rico tengo una familia!_ Mi nombre es ¿cómo me llamo?_ Mi nombre es Dios" ¿Qué hago aquí?_ Cuando se controlo estaba golpeado en el suelo, había llegado la policía de la Ciudad de Los Ángeles. Los estaba deteniendo, les preguntaba ¿su nombre?

No sabía que contestar, _ no sé, no me acuerdo.__ El policía le daba órdenes a su compañero, llévalos ala delegación, y al consultorio para que lo chequeen,_ especialmente a este que no se acuerda de su nombre,

_cuando estén listos para hablar, que les tomen huellas para saber si están fichados, así _sabremos quienes son, se me hace que se drogan,—comento unos de los compañeros de la unidad policiaca—ya sabes cómo son estos no se detienen ante nada con tal de no trabajar.

Mientras el crónicas era conducido por la policía, un dolor de cabeza lo estaba matando no podía pensar ni reaccionar; de esa manera llego a la procuraduría de los Ángeles, en la calle cuarta lo llevaron al consultorio, mientras lo atendía el médico de guardia, en la oficina los policías estaban haciendo el reporte, ¿Qué me traen ahora? Les pregunto el que estaba en la oficina, y les dijo, ¡ que le hagan análisis de sangre!,—quiero ver que cargos les van a poner.—

En ese, momento llego Alfredo Cisneros, investigador privado que no tenía mucho de estar trabajando en el mismo lugar: la LPD de los Ángeles California.

Recién ingresado de la Universidad, sin dinero, pero muchas ganas de lograr sus sueños’ eso si era un gran sonador, la vida le había negado hasta los más necesario, todo lo había conseguido con muchos trabajo, se dirigió a los agentes¸—

¿Qué me tienen hoy? En tono conciliatorio, por ahora no mucho, solo unos vagabundos; que se pelearon en la mañana,—no sabemos quiénes son, si te ayuda de algo sácales las huellas—

"Y investiga los nombres parece que uno es mudo y otro no habla inglés,—además no saben quiénes son a la mejor te encuentras con un caso especial, le dijo Rodrigo el policía de turno,

¡Si quieres tomar el caso es tuyo, recuerda que para eso te pagan! Se lo dijo con despotismo" Alfredo tomo los papeles que le tendía el comandante del Departamento de Policía, Mr. Williams,_ ¡a lo mejor que pueda! Exclamo él, en un inglés con acento como buen hijo de emigrante como la mayoría de los hispanos, que vienen de otro país como México o sur América muy bien le dijo el hombre en un español con acento gringo—¡eso espero!

Alfredo había crecido en Orange Ca, el condado de Orange, a media hora de los Ángeles, el había sufrido mucho, desde hambres, fríos, en compañía de sus hermanos, no quería recordar su niñez, al lado de su padre que había emigrado de México el cual se había casado y procreado tres hijos a los que la madre abandono á temprana edad,

Lo que lo hacía luchar desesperadamente, por lograr algo, su padre tenía que trabajar para sostenerlos, y de esa manera nunca hablo ingles además que había crecido en una comunidad preponderantemente hispana, de niño iba muy poco a la escuela no tenían que comer, y su casa era sucia nadie les ponía atención, él tenía que conseguir para comer, limpiando las mesas de los pequeños restaurants que había en la comunidad, y de esa manera conseguir, algunas veces la comida a cambió había aprendido que nadie da nada por nada,

Había tenido que ir a la escuela nocturna para conseguir ir a la Universidad’, y estaba seguro que podía ser mejor, que podía salir adelante como fuera,

Se dirigió al cuarto del herido, lo saludo< hola soy Alfredo, investigador privado necesito saber> ¿cómo te llamas que hacías en la calle?< ¿Dónde vives?>

El hombre lo miro con los ojos muy abiertos—no recuerdo nada" solo recuerdo que estaba dormido en mi casa, y de pronto me levante en la calle.—

—vamos a ver dices que estabas en tu casa,-despertaste en la calle,—¿no recuerdas tu nombre?—No, no recuerdo nada solo que me tropecé con algo_’ (y me golpearon es todo}, ¿sabes dónde vives? Alfredo lo miraba con curiosidad, no sabía con su poca experiencia, que tenía, como confrontar esta situación ¡quiero saber si puedo ayudarte!—ese es mi trabajo necesito tus datos==, estaba empezando regularmente le daban casos que el tardaba mucho en resolver este no me parece muy difícil, < bueno yo me llamo Alfredo García>. ¡Necesito tus huellas para saber quién eres!,—estas muy golpeado, probablemente te van a llevar a del condado, pero no te preocupes—yo te voy a ayudar en lo que pueda

le tomo las huellas y unas fotografías’ salió del cuarto prometiéndose que aria lo mejor, para saber quién era ese hombre; que estaba tan golpeado, se decía a sí mismo,—si logro saber quién es,—me darán más casos, y mejores’—así poder, moverme de aquí y vivir mejor.

—ahorita de paso voy a la computadora, a verificar la huellas, iba hablando solo cuando, en el camino rumbo a las computadoras se cruzó con el médico de guardia, quien le llamo la atención,—

¿Tú eres Alfredo? Le pregunto,

Contesto con énfasis ¡Sí ¿qué se le ofrece?,—

¿Tienes el caso nuevo? Alfredo contesto El de los mendigos.

—Si a ese es lo único que te dan! Le dijo el médico con despotismo’ se sintió mal, por el tono que uso el galeno, no hiso nada por pararlo, así es un día será diferente. El médico le dijo,—lo que te voy a decir te va a ayudar, un poco—no usan droga, y tiene un traumatismo craneal que probablemente es la razón para perder la memoria,

-¿no se acuerda de quién es?

-gracias le dijo Alfredo,—eso me ayudara, así se dirigió a… la corte, donde tenía la oficina su amigo Armando’ abogado de oficio, en la corte de Los Ángeles, trabajaba para la Ciudad’ y a veces compartían las mismas penas, sobre todo hambres y pobrezas,

Toco la puerta de la oficina, con letras pequeñas, anunciaba el nombre de su amigo,

Abogado, Armando Ayala, sonrió para sus adentros el sí que llegara lejos’ abogado, mientras que yo está en veremos, cuando Alfredo toco la puerta su amigo le abrió la puerta > entra le dijo Armando!< ¿Cómo estás? __ Bien ya sabes tengo un caso nuevo,__ y se me está poniendo difícil. Tú sabes’

_Difícil pero no imposible le dijo su amigo, __¿de qué se trata?, Bueno es un caso de un mendigo y no se acuerda de nada, ni de su nombre, me da pena, si sale que es un ladrón o asesino se va derechito a la cárcel,__ tú sabes me da lástima__ armando le contesto, __ese es tu error en esta vida no se puede sentir lástima por nadie, me entiendes, le tomo la cabeza acercándola a la suya en forma de reproche,

Pero no lo puedo evitar, Alfredo le conto lo que le preocupaba, por lo pronto no