Otro Mundo: Whitby después de oscurecer

Por Stella Coulson

Cuando el mundo de Lenore se derrumba, las consecuencias resultan en un viaje a otra dimensión llamada "Otro Mundo". Dentro de ella, se encuentra con bestias salvajes, monstruos y hermosas criaturas con gustos sádicos. Una vez víctima -pero nunca más.

Secuela de la fantasía oscura 'Whitby después de oscurecer'.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 13 nov 2021
• ISBN: 9781071550021

Vista previa del libro

Otro Mundo

Stella Coulson

Ningún vampiro fue lastimado durante la realización de esta novela –un Zombi perdió un dedo del pie y una copia de Blanca Nieves, pero eso fue todo. Mientras leas este libro, mantente alejado de portales escondidos dentro de un lago, y no acaricies a ningún caballo que salga de dicha agua- tiende a gustarles la carne humana. Además, si alguien llega a ver un unicornio blanco y marrón trotando por Yorkshire, envíelo de vuelta al Autor.

Copyright 2016 Stella Coulson

Todos los derechos reservados.

ISBN: 9781326571931

Bablecube

Imagen de portada: ImaArtist & darksouls1 @ Pixabay.

Texto en portada/Diseño en portada: Stella Coulson

Traccuction: Karla Nallely Basurto Jara

Dedicatoria

Para Paul y Iain quienes me apoyaron en cada paso en la travesía de este libro.

Mención especial para Karla Nallely Basurto Jara. Gracias.

Contenido

PRÓLOGO

1. CORAZÓN EGOÍSTA

2. HAYWOOD

3. FELIZ CUMPLEAÑOS

4. NELL

5. CAER

6. METAMORFOSIS

7. ASCENSIÓN

8. ¿QUIÉN ES ESE CHICO?

9. GUERRERO

10. LOS SELKIES

11. 199 ESCALONES

12. EL PAVRYME

13. DRÍADAS

14. FAIRLANE

15. LA DUENDE

16. LOS LAZOS QUE UNEN

17. UN ASUNTO DE VIDA O MUERTE

18. SALVA A LA CHICA

19. REINAS Y GÁRGOLAS

20. ¿QUÉ NOS DEFINE?

21. DANIEL

22. ENFADADA

EPÍLOGO

SOBRE LA AUTORA

PRÓLOGO

Si tan solo la vida fuera más como una gran novela de ciencia ficción –para viajar a la galaxia usando pijamas, una bata de baño y buscar la taza perfecta de té. Érase una vez, deseaba que fuera como Buffy- La Cazavampiros. El universo puso atención, y tenía un torcido sentido del humor. Los monstros caminaban entre nosotros y los mitos y el folklore estaban muy arraigados en la verdad de lo que alguna vez había supuesto. Mucho de ello se mantuvo en secreto del 90% de la población, ya que el mundo no está listo para descubrir razas de creaciones que anteriormente había enviado al mito y al cuento de hadas. Esta era mi realidad y por supuesto, difiere del alto porcentaje de la población, así como la mayoría de la humanidad no está conciente de lo que realmente está sucediendo allí. Los niveles más altos del Gobierno lo conocen y han hecho un pacto con varias facciones de la comunidad paranormal: Vampiros, H. Lobos, Hadas y todo –juraron mantener su existencia en secreto. Hacía sentido ya que los humanos tenían prejuicios acerca de su propia especie y tendían a no aceptar a aquellos que fueran diferentes. Los sobrenaturales que trabajaron en los medios de comunicación habían estado alimentando cuidadosamente las relaciones públicas positivas a los espectadores a través de la televisión y el cine desde el siglo pasado, de ahí la versión muy diferente de los vampiros que tenemos hoy frente a las viejas leyendas -nada dice aceptación social como el melancólico héroe romántico con un oscuro secreto torturado. Solo me di cuenta de ese mundo porque, por pura casualidad, me había convertido en pate de él. Era humana, pero no del todo -era una bruja. Tenía la capacidad de conectarme con el mundo que me rodea y manipularlo. Era torturada con sueños de muerte- Me dormía de noche para ver morir a la gente. Para mi horro descubrí que cada uno de esos sueños oscuros era terriblemente real. Crecí pensando que estaba enojada porque tenía visiones, veía fantasmas en casas antiguas que nadie más podía. Me hizo diferente y ayudo a dar forma a quien era. Como uno podría suponer, me dejo como una criatura antisocial, carente de gracias sociales e incapaz de hacer muchos amigos. Esto no fue para siempre, porque mas tarde lo hice -Simplemente no eran humanos. En Inglaterra, un grupo de vampiros mantuvo la paz entre nuestro mundo y el de ellos. Eran conocidos como La Caballería, que protegía esa línea entre el mundo paranormal y el humano.

1. 

CORAZÓN EGOÍSTA

Vi cielos de lavanda a través del techo de cristal. Estaba en un pasillo. Estaba buscando algo. Prepárate, susurró una voz.

Me tomó la mano. Volteé; era Seth, su cabello rubio dorado a la luz de las velas del gran salón. Las altas puertas dobles de palo de rosa se abrieron, y nos encontramos con dos Guardias vestidos con lo que parecía un uniforme de samurái. Ambos estaban en posición de combate, armados con cuchillas de hierro con mango de plata Espadas-Anchas. Seth me apretó la mano. De alguna manera supe que hacer. Él y yo nos habíamos hecho buenos amigos. Él era un Guardián -un ser sobrenatural que era parte de los parientes Fae (Hadas). Él podía cambiar a varias formas de lobo y caninos. Me había enseñado durante años cómo entender y aprovechar mis habilidades. Nuestras manos comenzaron a brillar. Sentí una explosión de energía llenar mi ser, hasta mis venas y sangre. La magia brillante hizo cosquillas en mi piel. Expulsamos la energía, fuerte y rápido, enfocándola, moldeándola en un gran rayo de electricidad y golpeándola contra los Guardias, el impacto los empujó contra la pared. El Guardia de la derecha seguía consciente; extendió su mano hacia mí y me envió una esfera roja. En ese momento concentré mi energía y devolví su ataque hacia él, haciendo que el brillante orbe violeta golpeara su pecho.

Contraataque bien jugado, dijo Seth con una sonrisa de satisfacción.

Luego caminamos hacia las puertas dobles abiertas.

Entonces desperté del sueño. Este era un mensaje fuerte, pero aún no estaba segura de lo que significaba. Tenía otros sueños sobre él -él en un jardín, luciendo vulnerable y de alguna manera perdido. Veía sus ojos brillar con lágrimas y me despertaría sollozando. Todo estaba en pedazos y ambiguo. Esperaba juntar las piezas. Mis muñecas comenzaron a sentir un cosquilleo incómodo. Me los froté para calmar la incómoda picazón. Drew se movió a mi lado y comenzó a sentarse. Frunció el ceño, levantó una de mis muñequeras que cubrían la mayoría de mis antebrazos. Suspiró cuando vio lo que había debajo,

Pensé que habíamos superado esto, Lenore. No te habría dejado tanto tiempo si comenzarías con eso otra vez.

Traté de superar mi descontento, pero la urgencia se apoderó de mí otra vez. Miré tristemente los asquerosos cortes que desgastaban mi carne,

Pensé que también había lo había, Drew, pero los últimos seis meses fueron difíciles para mí. Sé que tu trabajo es importante. Es un llamado y lo entiendo completamente, pero aún es difícil para mí adaptarme a esta situación. El cutting ha sido mi mecanismo de defensa durante algún tiempo. Es una muleta que pensé que había superado, y lo hice durante un par de años -pero te extrañé- a nosotros. Lo siento. Ugh, eso suena extraño y empalagoso.

Realmente odiaría ser ese tipo de chica, pero me había sentido un poco débil el mes pasado y me dejó emocionalmente letárgica. Y lamentaba lo que había hecho, pero principalmente me daba vergüenza haber dado seis pasos hacia atrás, hundiéndome así de nuevo. Me había vuelto tan abominable y autocompasiva. Quería abofetearme, más de lo que aquellos que me amaban querrían en ese momento. Drew tiró de las mangas con volantes de algodón y encaje sobre las marcas y me atrajo hacia él. Apoyé mi cabeza contra su pecho, escuchando los latidos de su corazón. Sabía que su corazón solo latía cuando había desangrado a alguien. Me molestó un poco que se alimentara de los demás -pero vamos él era un maldito vampiro- algo de lo que hacen. Después de todo, había aceptado ese acuerdo ya que no estaba listo para ser alimentado de nuevo.

Una vez fue bastante espeluznante y extraño, y a pesar de la cantidad de negro que llevaba, no era un aspirante a vampiro y tampoco deseaba ser el aperitivo de alguien. Todavía tenía que estar listo para que él se alimentara nuevamente de mi vena, así que tuvo que buscar otra fuente de alimento, como siempre lo había hecho. De ninguna