Cathy Merlin - El mundo de los Elfos

Por Cristina Rebiere y Olivier Rebiere

El mundo de los Elfos

A los 12 años, Cathy Merlin descubrió Brasil, donde acababan de nombrar a su padre diplomático. La llegada a un país desconocido a menudo es difícil. Entonces Cathy tiene que adquirir nuevos hábitos y descubrir su hogar. Puede contar con Mathilde, la ama de llaves que la ha cuidado durante años. Su papá la ama mucho pero no siempre puede estar allí para ayudarla. Como resultado, se necesitará valor para acostumbrarse a su nueva escuela y aprender a hacer nuevos amigos. ¡Pero nuestra heroína está lista para asumir cualquier desafío!

Fue durante un paseo a caballo que un encuentro inesperado en el corazón de la jungla le hizo descubrir un secreto milenario. En medio de flores y árboles exóticos, se abre ante ella un mundo completamente nuevo. Pero ella todavía no puede compartir sus descubrimientos con quienes la rodean, porque los elfos corren un gran peligro y ella quiere ayudarlos. Su nueva amiga, Gwenola, transformará su existencia. Sin embargo, tendrá que tomar decisiones difíciles. ¿Cathy sabrá cómo proteger el secreto? ¿Podrá conciliar su vida escolar normal y la que se abre ante ella? Durante fantásticas aventuras, Cathy y sus amigas aprenderán a trabajar juntas y superar sus miedos.

Cathy Merlin: ¡una serie juvenil mágica y ecológica!

Contaminación, cambio climático: los desafíos actuales de nuestro mundo son numerosos. ¿Cómo explicar conceptos complejos a los más pequeños? ¿Cómo podemos hacer que nuestros hijos sean conscientes de estos problemas y que se reconecten con la naturaleza? Debemos utilizar tanto los mecanismos de los cuentos y leyendas como las duras realidades que sufre nuestro planeta. ¡Esta positiva colección de pequeñas novelas intenta ofrecer este tipo de visión a los jóvenes adolescentes que tienen los pies en la tierra pero que aún saben soñar!

"Cathy Merlin" es una serie juvenil llena de aventuras mágicas y constructivas. Cada libro combina la magia y el realismo y hábilmente hace un equilibrio entre los hechizos y las propiedades medicinales de las plantas. Con humor y sabiduría, Cristina Rebière se complace en hacernos viajar por el mundo en lugares que realmente existen y que ha visitado. ¡Prepárate para descubrir una serie original y atípica que divertirá a los lectores de todas las edades!

La serie Cathy Merlin

1. El mundo de los Elfos

2. El sendero de los secretos

3. Los Canadelfos

• Idioma: Español
• Editorial: Cristina & Olivier Rebiere
• Fecha de lanzamiento: 1 may 2020

Cristina Rebiere

Courte biographie:Cristina Rebière est auteure de nombreux guides et livres. Elle a dirigé une maison d'édition, un parc d'aventures et mené à bien de nombreuses missions dans la fonction publique européenne. Elle est aussi spécialisée dans la formation continue.Ses origines:Après la Révolution roumaine, Cristina interrompt de brillantes études pour entrer à l'université en France où elle suit tout le cursus en faculté de droit et obtient une Maîtrise en Administration Économique et Sociale. D'abord chargée de communication dans un Institut Français en Allemagne, elle devient statisticienne à Bruxelles pour un bureau d'assistance de la Commission Européenne. De retour à Bucarest elle est successivement contrôleuse de gestion, directrice de maison d'édition, experte européenne puis professeure de français. En Roumanie elle fonde avec son mari une entreprise de team building puis le premier parc d'aventures jamais créé dans ce pays - construit de leurs mains - qui attirera des milliers de personnes, écoles et entreprises dans la pratique du sport et d'activités de cohésion en pleine nature. Avec son équipe, elle conçoit et construit des parcours d'escalade dans les arbres pour d'autres clients.Au rectorat de l'Académie de la Martinique, Cristina prend en charge la coordination de la Cellule Académique des Fonds Européens et de Coopération où elle accompagne les porteurs de projet dans le montage des dossiers, assure la formation en ingénierie de projet, gère un réseau de plus d'une soixantaine d'enseignants référents à l'ouverture internationale. Elle assure la gestion opérationnelle de plusieurs projets de coopération. Elle assure l'actualisation du site internet de la Délégation Académique aux Relations Internationales et à la Coopération.La pédagogie de Cristina Rebière est basée sur le pragmatisme et l'efficacité.Domaines de compétence:management de projet, voyage, marketing social de contenu, team building, formation initiale et continue, expertise en fonds européens, budgétisation, planification, productivité et stratégie, coaching, ingénierie financière, webmestre, statistiques, procédures, web intégration, conception graphique, communication, conception et construction de parcs d'aventure

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reservados.

1. Cathy

Cathy miró por la ventana y vio una mariposa que acababa de volar desde la rama tocando su ventana. Estaba acostada en su cama. Sus ojos siguieron el vuelo de la mariposa hacia el cielo azul, que estaba sin nubes ese día. Sus pensamientos también se alejaron y cerró los ojos... La cara de su madre se le apareció, llena de vida, aún tan dulce, con su mirada llena de ternura. Tenía ojos de color oliva marrón, un pelo castaño largo con algunos rizos casi rubios. Con una voz suave, susurró: Cathy, mi Cathy... Siempre estaré allí cuando me necesites. La niña sonrió y extendió la mano, tratando de tocar la cara que tanto amaba...

La puerta de su habitación se abrió y la voz de su padre la arrebató de su ensueño:

—¿Vienes a almorzar Cathy? —preguntó al entrar y al acercarse a la cama.

— Oh, papá, ¿ya estás en casa? no te oí llegar.

— No es de extrañar... parecías estar distraída...

— ¿Ya está listo el almuerzo? Mathilde no me dijo nada. Vamos, tengo mucha hambre —respondió ella, levantándose inmediatamente y apresurándose a besar a su papá.

Bajaron al comedor donde Mathilde traía los platos de la cocina. Mathilde era la niñera de Cathy. Era una mujer francesa, de unos cincuenta años, robusta, con una cara bastante dura, pero suavizada por sus ojos azules que emitían un calor maternal. Estaba en la familia incluso antes del nacimiento de Cathy. La madre de Mathilde fue niñera de la familia Merlín antes que ella, y crió a Charles. La madre de Mathilde ya no estaba en este mundo... Charles y Marie Merlin habían propuesto a Mathilde formar parte de su familia, algo que aceptó sin la menor vacilación. Desde los dieciséis años, los siguió de país en país y cuidó de todos. Había sido una fiel amiga de la Señora Merlin y, desde el nacimiento de Cathy, cuidaba a la pequeña como si fuera su propia hija.

Cathy amaba mucho a Mathilde, y había encontrado en su niñera el apoyo, el calor y el amor que había perdido a la desaparición de su madre. Y necesitaba, como cualquier niña, de esta ternura y comprensión que no encontraba en su papá.

Charles Merlin fue un diplomático francés que a menudo fue enviado en misiones al extranjero. Durante una de sus misiones en Rumania, había conocido a Marie, la madre de Cathy, de la que se enamoró profundamente. Se casó con ella unos meses después de su encuentro. Durante su viaje de novios en Francia, Marie conoció a la familia de Charles que vivía en un viejo castillo en los Países del Loira. La Señora Merlin, la madre de Charles, vivía sola en su gran casa con solo unos pocos sirvientes. Marie conquistó a la anciana por su gracia y pronto establecieron una relación bastante especial. En cuanto a Mathilde, estaba encantada de que Charles hubiera encontrado una esposa tan encantadora y dulce.

La familia Merlin permaneció en Rumania un año más, después de lo cual, el Sr. Merlin fue enviado a Birmania por dos años. Durante este año, Charles tuvo la oportunidad de descubrir muchas cosas sobre Rumania y sobre su esposa que no sospechaba antes.

 — ¿Qué nos has preparado hoy Mathilde? Esto huele tan bien... —preguntó Charles sentándose en la mesa y agarrando el vaso de vino tinto cuidadosamente colocado junto a su plato. 

— Hoy pensé en hacer el plato favorito de Cathy: pollo con crema fresca y girolas con patatas al horno. Le dará coraje para mañana —añadió, llenando el plato de Cathy y dándole una gran sonrisa.

— De hecho, mi querida niña, mañana es el gran día: vas a comenzar la escuela y conocerás nuevos compañeros de clase. ¿Cómo te sientes?

— Estoy impaciente por empezar de nuevo la escuela, papá —respondió ella con una voz muy emocionada—. Espero hacer nuevos amigos. Los míos ya están tan lejos... que a veces me siento sola.

— Esta tarde ya tendrás la oportunidad de conocer a Caroline que estará en la misma clase que tú este año. Es una chica muy agradable, ya verás.

— ¿Quién es Caroline? ¿Y dónde voy a conocerla hoy?

— Ella es la hija de mi colega André Jacquet. Nos invitó a una pequeña fiesta esta tarde.

— Oh, quería que fuéramos al parque juntos... —dijo con una vocecita sin dejar que su decepción se notara—. Quería dar un paseo con Penny.

— Podemos ir si quieres...

— ¿De verdad, papá? —gritó saltando de la silla para darle un beso a su padre.

— Sí, cariño —respondió, sonriendo—. Pero para eso tenemos que terminar de comer, así que vuelve a tu silla y termina rápidamente tu plato. Puedes traer la ensalada Mathilde, parece que nuestra señorita está impaciente por ver a su caballo de nuevo. Así que vamos a salir justo después.

— ¿Quiere que prepare el café Señor? —preguntó Mathilde, trayendo una ensaladera grande y poniéndola sobre la mesa—. Y tú Cathy, ¿quieres un chocolate caliente?

— Sí, Mathilde, por favor —respondió Cathy llena de alegría ante la idea de que iba a montar a caballo—. Con mucha nata, agregó.

— Entonces, también tomaré un café, Mathilde. Este pollo estuvo excelente, ¿verdad, Cathy? —preguntó guiñándole un ojo a Mathilde porque ambos sabían la respuesta.

— Sí, estuvo genial —dijo pasándose la lengua por los labios y tratando de encontrar las últimas marcas de salsa con un trozo de pan—. Te ayudaré con los platos —dijo poniéndose de pie y recogiendo su plato y el de su padre.

 Corrió hacia la cocina, seguida por Mathilde, que llevaba el resto de los platos.

 — ¿Puedo hacer el café de papá? —preguntó ella, tomando un pequeño recipiente de metal. Era un "ibric" que sus padres habían traído de vuelta durante su viaje a Turquía.

 Recordaba muy bien cuando este recipiente apareció por primera vez en la cocina; tenía tres años. Tenía una forma extraña, convexa y con un pico muy pequeño, pero su color rojizo lo hacía muy hermoso. Inmediatamente, le preguntó a su madre si podía llevarlo para cocinarle a sus muñecas, pero le dijo que el ibric se usaba para preparar un muy buen café para los adultos y que a las muñecas no les gustaba esta bebida No estaba muy convencida de esta historia... Poco después, su madre le había dado un pequeño ibric que se parecía al de los mayores.

 — No, mi Cathy, yo lo hago —respondió Mathilde, dejando los platos en el lavabo.

— Pero me prometiste enseñarme a hacerlo. ¿Cuándo tendré edad suficiente para eso?

— Muy bien, entonces llénalo con agua mientras enciendo el fuego.

— ¿Hasta arriba? —preguntó Cathy, abriendo el grifo.

— No. Hay una pequeña marca dentro... ¿La encontraste?

— Sí. Listo. ¿Y ahora?

— Añade una cucharadita de azúcar y una pizca de canela y luego pones el ibric sobre el fuego.

— ¿Qué hay del café?

— Debes esperar hasta que comience a hervir y luego agregarás dos cucharaditas de café.

Cathy esperó a que la bebida comenzara a hervir.

— ¿Ahora puedo?

— Sí, pero debes tener cuidado porque el café no es obediente, puede desbordarse muy rápidamente. Es mejor poner el ibric al lado, añadir el café y volver a calentarlo. Prepárate para sacarlo pronto. Te lo mostraré esta vez

—Mathilde tomó el ibric y lo volvió a poner sobre