La Lider

Por Cecy Rendon

Tradicionalmente el liderazgo y los negocios han sido un mundo exclusivamente masculino.
Las historias de las grandes lideres femeninas eran practicamente inexistentes antes del siglo XX...

• Idioma: Español
• Editorial: Cecy Rendon
• Fecha de lanzamiento: 20 mar 2020

Vista previa del libro

Agradecimientos

Gracias a todas las mujeres que dedicaron su vida para que hoy tengamos más derechos de los que teníamos ayer.

A todas las mujeres que rompieron esquemas.

A todas las mujeres que hoy luchan por un mundo mejor.

A las mujeres de mi vida que diario me inspiran con su ejemplo a ser mejor.

A mi marido que me apoya y me acompaña en todas mis locuras.

Y gracias especiales a las extraordinarias mujeres que me ayudaron a crear este libro.

Antes de empezar

Introducción

Alza la voz

Mi vida es mía

El rol de las mujeres modernas

Energía femenina y energía masculina

Las mujeres y el dinero

Haz un plan financiero

Vida personal VS vida profesional

Crea tu imagen

Aventaja a tu competencia

Diseña tu plan de negocios

Escuela de negocios: multinivel

Ten claros tus números

Maneja las personalidades

Vende y véndete

Aprovecha el universo digital

Más valor, mismo precio

Placer y negocios

Ponle fecha

Siembra con tu intención

No te rindas

Recomendaciones

Agradece todo lo que tienes

y todo lo que eres.

Agradece todo lo que fue

pero especialmente lo que será.

La gratitud te abre a la Gracia.

Agradece lo que quieres.

Agradece lo que buscas.

Agradece lo que más deseas.

Si te llenas de agradecimiento

ten la certeza que llegará.

Respira, siente, sonríe,

porque hecho está,

hecho está, hecho está.

Antes de empezar

Estás a punto de comenzar un viaje que puede cambiar completamente el destino de tu vida. Este libro, si lo lees y lo aplicas de forma correcta, te ayudará a lograr cosas que ni en tus más locos sueños creíste posibles. Voy a compartir contigo las herramientas y estrategias que a mí y a muchas otras mujeres nos han funcionado en el camino del liderazgo y el emprendimiento.

Para que aproveches al máximo lo que vas a leer (en este libro o en cualquier otro), sigue estos consejos muy simples:

1. Toma notas, lee con un lápiz en la mano y ten un cuaderno de trabajo al lado. Está comprobado que si tomas notas más de la mitad de la información se quedará contigo para siempre.

2. Busca todas las palabras que no entiendas en el diccionario. Puedes utilizar un diccionario físico o una app, lo que prefieras. El proceso puede ser lento o de flojera pero es importante que lo hagas. Si tu mente no entiende una palabra, no podrá procesar el párrafo ni el capítulo completo.

3. Si no tienes el hábito de la lectura es normal que te de sueño, lo mejor es leer de pie y empezar con cinco páginas al día. Después puedes leer sentada e ir aumentando el número de páginas que lees poco a poco. Desarrolla el hábito de la lectura un poco a diario.

Al final del libro encontrarás una liga para descargar el cuaderno de trabajo. Si lo prefieres lo puedes hacer desde el inicio, imprímelo y toma notas en él a tu gusto. Si más adelante quieres comenzar otro proyecto o negocio puedes volver a imprimirlo y comenzar de nuevo el proceso. El cuaderno de trabajo está diseñado como una herramienta que te será útil durante el resto de tu vida.

Hice este libro con todo mi cariño y con todo lo mejor de mí, es mi sincero deseo que tengas las herramientas necesarias para ser todo lo que quieras ser. Es por eso que este libro contiene pasajes importantes de mis otros libros y de muchos temas diferentes. No debes de leerlo necesariamente en orden, es un libro de consulta, si hay algún tema en el índice que te interesa o que te urge resolver empieza por ahí y después lo lees en orden si así lo prefieres.

Introducción

Yo no sabía que el camino del emprendimiento me llevaría a tener que aprender de liderazgo, tampoco sabía que el emprender y el liderazgo van siempre de la mano…

El camino del liderazgo es una forma de emprendimiento y el emprendimiento requiere de liderazgo.

Desde pequeña tuve una chispa emprendedora, con un carácter determinado y rebelde fui siempre un dolor de cabeza para las figuras de autoridad en mi vida. En la primaria le vendía pasteles a los vecinos, en la secundaria me las ingeniaba con pequeños emprendimientos que me daban dinero para ir al cine, en la prepa vendía tareas y trabajos (clandestinamente claro), pero en la carrera decidí ser empleada; pensé que los negocios no eran para mí, que era muy difícil, que se requería de mucho dinero, que yo no podría jamás tener una empresa; mucho menos me veía como líder de algo o de alguien… y otras mil excusas más que me llevaron a graduarme y buscar un empleo.

Estuve trabajando como empleada poco más de un año, simplemente no era feliz. No era dueña de mi tiempo, tampoco era dueña de mi dinero, yo no decidía cuánto ganar y mucho menos me sentía dueña de mi futuro.

Recuerdo perfectamente bien el día que renuncié a mi trabajo y decidí emprender. Llevaba más de un año sintiéndome atrapada, aburrida, frustrada y sin motivaciones…

Empecé a buscar oportunidades de negocio, hacer citas de trabajo, reuniones con posibles clientes y socios, iba y venía, mi mente trabajaba a toda velocidad y por primera vez en mucho tiempo estaba contenta.

Hay un sentimiento de esperanza que envuelve a todo emprendedor cuando comienza un nuevo proyecto. Creo que en el caso de las mujeres emprendedoras ese sentimiento de esperanza va profundamente ligado a un sentimiento de libertad. Libertad de decidir sobre nuestros horarios, sobre la cantidad de dinero que podemos tener, sobre nuestra agenda diaria y sobre nuestra vida misma. Esa libertad que los hombres no solo dan por sentada, sino que se sienten con el absoluto derecho de reclamar, para nosotras es un privilegio que nos ha costado muchísimo trabajo ganar.

Emprender para mí fue eso: ser libre. Hace ya más de diez años que comencé mi camino como emprendedora, y durante todo este tiempo lo que me ha mantenido de pie, lo que me ha ayudado a vencer las más grandes tormentas de mi vida ha sido precisamente eso, la lucha por mi libertad. El camino no ha sido fácil, pero la recompensas de una vida bajo mis propios términos han sido infinitamente mayores que los obstáculos.

Todos los emprendedores se enfrentan a retos, desilusiones, frustraciones y fracasos, el camino del éxito es así y nadie puede tomar atajos. Pero en el caso de las mujeres emprendedoras, todas nos enfrentamos a retos adicionales. Yo no lo sabía, pero ser mujer en un mundo donde los negocios han sido considerados cosa de hombres durante miles de años, me traería una serie de obstáculos extra a los que se enfrentan los emprendedores.

La buena noticia es que esos obstáculos, en su mayoría, se basan en creencias. La mala noticia es que las creencias pueden ser más dañinas y peligrosas que las armas mismas. Las creencias son extremadamente poderosas, pueden llevarte a lograr absolutamente todo lo que quieras, pero también pueden encarcelar tu mente y secuestrar tu vida.

Cambiar creencias es un camino

que requiere un esfuerzo consciente de quien eres, a dónde quieres llegar, que creencias te empoderan y cuales te limitan.

Por eso decidí escribir este libro. Si vas a cualquier librería o buscas en internet, encontrarás miles de libros enfocados a emprendedores y líderes, miles de libros que te dan herramientas para emprender con éxito, miles de libros que en su mayoría tienen información muy valiosa que efectivamente te puede ayudar muchísimo a lograr tus metas. Pero casi no hay libros que nos hablen a nosotras, las mujeres emprendedoras, las que buscamos ser líderes; casi no hay libros que nos ayuden a resolver nuestros retos y vencer nuestros obstáculos que, sí, es innegable, son diferentes a los de los hombres.

Este libro es práctico, no es un libro hecho para que lo leas y se quede en tu librero. Es un libro hecho para que lo leas con un lápiz en la mano, para que reflexiones, respondas preguntas, hagas números, anotes ideas y tomes notas. A lo largo del libro te estaré recomendando otros libros, videos disponibles en internet, películas y biografías. Mi consejo es que hagas todos los ejercicios y tareas que incluyo, entre más herramientas tengas disponibles, mejores cosas podrás lograr.

Hay una idea equivocada acerca del talento y la suerte, tendemos a pensar que las personas exitosas llegaron a la cima por ser muy talentosas o por tener suerte. Particularmente en el caso de las mujeres exitosas, hay una tendencia a desacreditarlas usando frases como: Seguramente se acostó con alguien para lograrlo, Se casó con un rico y él le puso el negocio, Pobrecitos niños, su madre se la pasa trabajando. La realidad es muy contraria a eso. Tanto hombres como mujeres que han logrado el éxito en cualquiera de sus formas, lo lograron gracias a esfuerzo, tiempo, perseverancia, inversiones,

sacrificios y herramientas que usaron durante su camino a ese éxito… y por cierto, los primeros beneficiados de tener una madre emprendedora, líder y exitosa son sus hijos.

Ninguna mujer en la historia ha logrado el éxito solo por talento, por suerte o porque su papá o pareja se lo regaló. Y para ninguna ha sido fácil equilibrar su vida profesional con su vida personal, pero muchas lo han logrado y han sido exitosas no solo como empresarias y líderes, sino también como parejas, madres, hijas, hermanas y amigas.

El objetivo de este libro es compartir contigo las herramientas que a mí me funcionaron y que le han funcionado a miles de mujeres alrededor del mundo. Me encantaría decirte que son ideas mías, que son herramientas que yo inventé, pero no, todo lo he aprendido de grandes maestras y maestros que he tenido la suerte de encontrarme a lo largo del camino. Y todas las fuentes serán debidamente acreditadas.

¡Disfruta mucho tu camino al éxito como líder de tu propio destino!

Detrás del miedo está la magia.

Cecy Rendón

Alza la voz

Si siempre estás tratando de ser normal, jamás sabrás lo maravillosa que puedes llegar a ser.

Maya Angelou

/DrMayaAngelou

https://www.mayaangelou.com

Calladita te vez más bonita, No grites, Habla con delicadeza, No digas nada, no te metas en problemas, Así son las cosas, acéptalo. ¿Te lo han dicho? A todas nos lo dijeron muchas veces. Estar callada era una cualidad muy deseable en una buena mujer; desafortunadamente el concepto de buena mujer es terriblemente machista, represivo y limitante. Una buena mujer acepta las cosas como son, se queda callada, no da problemas, se somete a la autoridad y también se olvida de sí misma.

No me mal entiendas, soy firme creyente de la prudencia, de la educación, del respeto y de la empatía. Tu derecho a alzar la voz definitivamente no debe transgredir los derechos o las libertades de ninguna otra persona. Pero eso no te puede hacer perder el enfoque en la idea central: tienes una voz, tienes derecho a usarla y tienes derecho a alzarla por una causa justa. Usa tu voz siempre con la intención de mejorar el mundo, usa tu voz con la intención de mejorar tu vida y la vida de las personas a tu alrededor.

Alzar la voz no es gritar, alzar la voz no es no escuchar a la persona que tienes enfrente, alzar la voz no es ser necia, y mucho menos es ser violenta. Alzar la voz es usar tu fuerza interior, usar tu voz para expresar tus sentimientos, usar tu voz para aportarle al mundo tus ideas, para compartir tu visión de un mundo mejor, para crear ese mundo. Usar tu voz es contagiar a más y más personas, es hacer que las palabras se vuelvan acciones, es desafiar las tradiciones para mejorar continuamente.

Desafortunadamente, a lo largo de la historia las mujeres hemos tenido que alzar la voz para cambiar un mundo en el que no éramos nada más que una simple pertenencia. Hay muchas teorías de por qué sucedió, pero el por qué no es importante, lo importante es entender en dónde estamos paradas y cómo llegamos ahí para no volver a repetir los errores del pasado.

Antes de que las ideas de la Ilustración tomaran popularidad en el mundo medieval, las mujeres eran consideradas como una propiedad de los hombres. Si nacías mujer eras propiedad de tu padre, y en el momento que te casabas pasabas a ser propiedad de tu marido. Ese concepto de propiedad es literal, así como compras un objeto y es tuyo, las mujeres eran posesiones. Tenían que acatar las órdenes de los hombres y vivir bajo sus reglas, podían ser vendidas, compradas, golpeadas, hasta asesinadas por sus propietarios (su padre o su marido).

Cuando en la Francia del siglo XVIII se discutían los principios de libertad, igualdad y fraternidad, por primera vez salió a la luz que las mujeres no gozaban de libertad, ni de igualdad, ni de fraternidad… y fue cuándo se acuñó el término feminismo. El feminismo nació buscando la libertad y la igualdad de las mujeres en la sociedad, y es en esencia lo que sigue buscando hoy en día.

Si analizas algunas de las civilizaciones antiguas, verás que el rol de la mujer variaba radicalmente. Había una igualdad muy marcada en las sociedades vikingas donde ellas podían pelear, gobernar, decidir con quién casarse y gozar de los mismo derechos que ellos.

Pero este tipo de civilizaciones igualitarias son la excepción y no la regla. En general el rol de la mujer en la historia de las sociedades agrícolas fue relegado a ser secundario. Las mujeres no podían gobernar, no podían pelear, no podían estudiar y pocas veces podían tener un oficio. Las mujeres eran consideradas demasiado débiles, demasiado emocionales para cualquier actividad, solamente servían para la crianza de los hijos y las actividades domésticas.

En la Europa medieval ese rol secundario pasó a ser un rol de esclavitud. Durante la Edad Media las mujeres pasaron a ser completa propiedad de los hombres, y cualquier mujer que se atreviera a cuestionarlos, a estudiar, a alzar la voz era acusada de brujería, torturada salvajemente y quemada en la hoguera. No hay números exactos pero se habla de centenas de miles y algunos autores hablan de millones de mujeres acusadas y ejecutadas por brujería…

¿Qué es una bruja? La típica respuesta habla de una mujer horrible, anciana, malvada, llena de verrugas que se come a los niños y vive en una cabaña negra en medio del bosque, hace pociones maléficas, vende sus servicios para la magia negra y es alguien a quien tenerle mucho miedo… esa imagen es completamente falsa.

Una bruja es una mujer libre, una mujer cuya mente no se deja encerrar por los paradigmas de los hombres. Una bruja es dueña de su mente, de su cuerpo y de sí misma, una bruja es consciente de su fuerza espiritual, de su magia interior y de todo el poder que tiene: poder sobre el mundo y poder sobre los hombres. Es por eso que una bruja es tan peligrosa para los sistemas machistas, porque los reta y los rompe.

Prácticamente todas las grandes mujeres de la historia, las que se atrevieron a alzar la voz, las que quisieron ejercer su poder, las que se atrevieron a ser líderes, a gobernar, a llevar ejércitos a la batalla o simplemente se atrevieron a decir la verdad sin filtros fueron acusadas de brujería, muchas de ellas condenadas a muerte y todas tuvieron que enfrentarse a la sociedad machista de su época.

Algunas brujas en la historia

A continuación leerás sobre cuatro mujeres de diferentes épocas, culturas y continentes que se atrevieron a ser líderes, cuatro mujeres extraordinarias entre tantas otras que han existido a través de los siglos:

Cleopatra

Nació en el 69 a.C. en Egipto y fue a última gobernante del Antiguo Egipto. Desde antes de alcanzar la edad adulta hablaba varios idiomas, entre ellos griego, egipcio, etíope, troglodita, hebreo o arameo, árabe, sirio, medo, parto y latín. Fue diplomática, comandante militar, comandante naval y escritora, así como estudiosa de la medicina.

Durante toda su vida tuvo que luchar por ascender al trono y después para conservarlo, así como utilizar todos sus recursos disponibles para mantener a Egipto libre del gobierno romano, tarea que logró con éxito durante su vida. A su muerte Egipto pasó a ser parte de las provincias romanas. En aquella época Egipto era uno de los territorios que Roma más ansiaba gobernar, tanto por su riqueza natural como por su posición estratégica en todo el comercio entre África, Asia y Europa.

La imagen que prevalece de Cleopatra en la historia es de una mujer extremadamente hábil, que pudo seducir a los hombres más poderosos de la época, primero a Julio César y después a Marco Antonio para proteger su imperio y hacer alianzas estratégicas.

Son muchas las leyendas que existen en torno a ella, se dice que era hermosa, pero sobre todo se sabe que poseía una inteligencia extraordinaria. Se enfrentó al Imperio Romano, logró salvar a Egipto de la hambruna estableciendo distribuciones de grano, protegió militarmente sus fronteras y logró pasar a la historia como una mujer que usó su fuerza y esencia femenina para lograr todo lo que se propuso.

Si quieres saber más sobre ella puedes leer la infinidad de escritos biográficos o ver la serie Roma producida por HBO.

Hypatia

Nació en Alejandría en el 355 o 370 (los historiadores no se ponen de acuerdo), fue filósofa, matemática y astrónoma, es considerada el último de los grandes filósofos de Alejandría. La ciudad de Alejandría era la capital intelectual del mundo antiguo, en donde todas las grandes mentes estudiaban y hacían crecer sus maravillosas bibliotecas, las cuales se decía que contenían todo el conocimiento del mundo en sus millones de libros. En esa ciudad Hypatia alcanzó el mismo estatus de respeto que los hombres que la dominaban, fue una de las pocas mujeres que se llegó a considerar como igual a un hombre.

Fue hija de Teón de Alejandría, uno de los filósofos más respetados de la ciudad, matemático y astrónomo, quien pensaba que si a las mujeres se les educaba igual que a los hombres, tendrían la misma capacidad para el conocimiento. Fue su padre quien le enseñó sobre matemáticas y astronomía, y quien le transmitió una profunda pasión por el conocimiento y por la búsqueda de lo desconocido.

Hypatia históricamente es considerada la primera mujer en involucrarse en la ciencia; era miembro y después dirigió la Escuela Neoplatónica de Alejandría. Escribió sobre geometría, álgebra y astronomía; mejoró el diseño de los astrolabios e inventó un densímetro. Fue una mujer completamente entregada al conocimiento, al desarrollo del pensamiento crítico y a la enseñanza, al grado de elegir no casarse y no tener hijos para dedicarse por completo a la filosofía (que en griego significa amor a la sabiduría).

Su final fue trágico, murió asesinada, linchada y apedreada por los cristianos de la época. Ella se negaba a convertirse al cristianismo, respetaba todas las formas de religión pero su argumento para permanecer pagana era muy controvertido: aceptar un dogma religioso era aceptar que había una verdad absoluta y cerrarle la puerta al conocimiento y al descubrimiento de nuevas verdades. Hypatia creía que era el deber de toda persona de ciencia permanecer neutral ante los dogmas de cualquier religión.

Cuando Cirilo, el Obispo de Alejandría se dio cuenta de que esta mujer, quien tenía gran influencia política y respeto en la alta sociedad, no se convertiría al cristianismo optó por acusarla de usar magia negra, brujería y adorar al diablo… y finalmente terminó por matarla en el año 416. Bajo las órdenes de Cirilo, los cristianos la apedrearon y desollaron viva, le cortaron las extremidades y quemaron públicamente sus restos.

Hypatia y los conocimientos de Alejandría se perdieron en la historia. Cirilo fue nombrado Santo de la Iglesia católica y proclamado Doctor de la Iglesia por el papa León XIII.

Para saber más sobre la biografía de Hypatia busca la película Agora, protagonizada por Rachel Weisz y dirigida por Alejandro Amenábar.

Elizabeth I

A comienzos del siglo XVI, el rey de Inglaterra Enrique VIII había logrado estabilizar al país en medio de las muchas revueltas civiles que lo azotaron en las décadas anteriores. Se había casado con Catalina de Aragón, hija de los reyes de España y su único deseo era tener un hijo que continuara con su linaje. Catalina no pudo darle un hijo, solo una hija: María Tudor, así que se divorció de ella rompiendo con la Iglesia católica en el proceso.

Influenciado por las corrientes protestantes de la época, declaró a Inglaterra un país de religión anglicana en donde él como rey sería la cabeza del gobierno y de la iglesia. Se casó con Ana Bolena, quien le dio una hija, Elizabeth, y al no darle un hijo la acusó de brujería y mando decapitarla. Su tercera esposa, Jane, fue quien finalmente le dio un hijo, ella murió pocos días después del parto.

Elizabeth Tudor nació el 7 de septiembre de 1533. Tras la muerte de su padre su hermano Eduardo VI ascendió al trono pero murió a los quince años y sin hijos. Su hermana, María I, tomó el trono en medio de una enorme conmoción ya que era la primera reina en la historia de Inglaterra. Era mayor el miedo a una guerra civil por la corona que el miedo a una mujer gobernando. María era católica, igual que su madre, y en el afán de regresar a Inglaterra a la verdadera fe su reinado fue marcado por una sangrienta masacre de protestantes y constante persecución y quema de herejes.

Pero además de la religión María tenía un problema aún mayor: debía casarse y dar a luz a un heredero como se esperaba de cualquier monarca… pero, ¿con quién se casaría? Una buena mujer católica debía de obedecer siempre a su esposo, ¿y en el caso de una reina, debía dejar los asuntos del gobierno a su esposo?, ¿si se casaba con un plebeyo ostentaría el título de rey?, ¿si ella moría su marido heredaría la corona? Que el poder estuviera en manos de una mujer planteaba muchos problemas políticos para la nación completa. Finalmente María decidió casarse con el rey de España Felipe II. Ese matrimonio le trajo muchos problemas a María, a la corona y al país mismo: el matrimonio con un rey extranjero terminó por envolver a Inglaterra en muchas complicaciones políticas, guerras y desastres.

A la muerte de María, quien no pudo tener hijos,

Elizabeth I con apenas veinticinco años ascendió al trono. Lo primero que hizo fue declarar tolerancia religiosa. Nuevamente Inglaterra regresó a la religión anglicana, ella era protestante al igual que su madre, pero permitió los ritos católicos y terminó con las masacres por motivos religiosos.

Elizabeth también decidió resolver la situación de su matrimonio de una forma muy drástica: nunca se casaría, permanecería virgen y reina de Inglaterra. De esa manera no compartiría el poder con ningún hombre de estatus inferior al de ella, no se pondría en la posición de tener que obedecer a su marido y no complicaría la geopolítica de Inglaterra con un matrimonio extranjero.

Decidir ser la Reina Virgen no resolvería su situación como mujer en un mundo dominado por hombres. Sufrió muchos ataques e intentos de asesinato, especialmente del papa. Como ella era protestante y había separado los diezmos de Inglaterra de Roma, la Iglesia católica no se cansó de atacarla y juzgarla. Tristemente el mayor ataque fue dentro de su misma Iglesia anglicana.

John Knox, un importante ministro de la época escribió en su libro Primer clamor de la trompeta en contra del reinado monstruoso de las mujeres:

Promover que una mujer tenga autoridad, superioridad, dominio o imperio, sobre cualquier reino, nación o ciudad, es repugnante ante la naturaleza, despreciable ante Dios, es lo más opuesto a Su voluntad revelada y ordenanzas aprobadas. Finalmente es la inversión del buen orden, de toda equidad y justicia.

Según Knox el gobierno de una mujer era monstruoso, antinatural y abominable porque las mujeres debían subordinarse a los hombres por la ley de Dios y de la naturaleza. Desafortunadamente no era el único que pensaba así. El mundo entero pensaba que una mujer era demasiado débil para comandar ejércitos, demasiado emocional para tomar decisiones racionales y demasiado pecadora para estar entre hombres sin incitar pensamientos impuros.

En 1588, Elizabeth tuvo la oportunidad de probar su valía como comandante del ejército inglés. España era entonces la nación más poderosa de Europa, y el rey estaba determinado a invadir Inglaterra. Elizabeth reunió a todas sus fuerzas militares y navales en contra la armada española. Ella misma cabalgó sobre un caballo blanco, vestida con su armadura plateada, con un valor y un carisma extraordinarios que eran visibles ante todo su ejército y ante toda su nación, antes de la batalla dijo:

"Yo sé que tengo el cuerpo de una mujer débil, pero tengo el corazón y el estómago de un rey, de un rey de Inglaterra, y veo con desprecio a España o a cualquier príncipe de Europa que se atreva a