Celebrar la vida

Por Miguel Ángel Núñez

Lo bello de pensar es que cualquiera puede hacerlo. si es que quiere. porque pensar. como muchas de las acciones que el ser humano emprende. es voluntario. Así de simple. Podemos hacerlo o no. esa es nuestra opción. ¿Cuál es la alternativa a no pensar? Simple. repetir sin pensar. Es decir. convertirse en mero reflector de las ideas de otras personas. lo cual no está mal si tenemos flojera o pereza endémica. pero definitivamente si lo está. si nos privamos a nosotros mismos de un don divino maravilloso que sólo la humanidad posee. Pensar implica ser capaz de analizar. criticar. crear. repensar. replantear y volver a empezar. aunque eso implique utilizar una frase que para algunos es tabú. pero que es absolutamente necesaria en el ámbito humano: -Ya no pienso de esa manera. El libro contiene una serie de reflexiones sobre diversos temas. que tiene como eje el pensamiento libre. profundo. no dogmático y que permita sopesar diversas situaciones que los seres humanos enfrentan. Tiene un enfoque positivo. pensado que el ser humano es capaz de las más grandes proezas y que puede continuamente "celebrar la vida" como un acto superior del intelecto humano que ha recibido como don divino. En este texto encontrarán ideas que permitan gatillar reflexiones. diálogos. contrastes de pensamientos. análisis. introspección. conversación honesta y franca. todo lo que es parte de esa hermosa característica humana que es el pensar.

• Idioma: Español
• Editorial: Miguel Ángel Núñez
• Fecha de lanzamiento: 6 ene 2020
• ISBN: 9780463088777

Miguel Ángel Núñez

El Dr. Miguel Ángel Núñez. Tiene nacionalidad chilena y argentina.Ha enseñado en universidades de Chile, Argentina, México, Perú y España. Además ha sido profesor visitante para universidades de Ecuador, Colombia, Rusia, El Salvador, Venezuela y EE.UU.Doctor en Teología Sistemática (Univ. Adventista del Plata); Magister en Teología (Univ. Adventista del Plata); Licenciado en teología (Univ. Adventista de Chile y Univ. Adventista del Plata); Licenciado en filosofía y educación (Univ. de Concepción, Chile); y, Orientador familiar (Univ. Católica del Norte, Chile). Actualmente cursa una Maestría en Mediación y Conflicto y otra en Sexología clínica.Especialista en Ética, Investigación cualitativa, Antropología, Educación y Orientación Familiar.Conferenciante internacional, solicitado normalmente para dictar seminarios para jóvenes, docentes, empresas y matrimonios. Dedica buena parte de su tiempo a escribir; editar; realizar terapia online; y dar clases en postrgrado.CEO y editor de FORTALEZA EDICIONES y de sus sellos subsidiarios: TORRE FUERTE EDICIONES; CRÍTICA CRISTIANA EDITORIAL; TESIS EDITORIAL; LETRA DE COLORES EDICIONES; POÉTICA EDICIONES; VIDA SALUDABLES EDICIONES; GRACIA EDICIONES.CEO de SERVICIOS EDITORIALES FE, que brinda servicios editoriales a autores que precisen publicar.

Vista previa del libro

CELEBRAR LA VIDA

Miguel Ángel Núñez

Fortaleza Ediciones

Fo r t a l e z a Ed i C i o n e s

www.fortalezaediciones.com

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Copyright © Miguel Ángel Núñez, 2020

Diseño de tapa: Edwin de la Cruz Fotografía de portada: Mery Alin Núñez Corrección: Mery Thomann Muñoz

Núñez, Miguel Ángel

Celebrar la vida / Miguel Ángel Núñez / Valencia: Fortaleza Ediciones, 2020.

1. Ensayos. 2. Artículos. 3. Reflexión.

140 Núñez

FORTALEZA EDICIONES

Quart de les Valls,

Valencia,

España

Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación (texto, imágenes y diseño), su manipulación informática y transmisión ya sea electrónica, mecánica, por fotocopia u otros medios, sin permiso previo y por escrito del editor.

Dedicado a:

Farley Pardo López, tus ganas de vivir, tu sabiduría y tu alegría, han sido una inspiración en mi vida.

Gracias por tu amistad

Contenido

Introducción

El valor de una crisis

Disentir

El derecho humano a equivocarse

Perdón real, no ficción

Perder no es fracasar

Vivir el duelo

Elegir vivir

Vuela alto

La vida es un viaje

Talentos

No es demasiado tarde

El valor de los que están

Victoria

Una infancia infeliz no determina la vida

Amistad que perdura

Vivir entusiasmado

Alegría y confusión

No importa de dónde partes

Elegir vivir

Sin temor al fracaso

Construir la vida

Demagogia

El pasado que nos contamina

Los no puedo

Una historia única

Cobardía

Se abre el telón

Ser feliz es una opción

Arquitectos de nuestra desdicha

Parecidos pero diferentes

Poder

Paz interior

Como si fuera tan fácil

El Síndrome de la mujer de Lot

Ser: la palabra más importante del lenguaje

Dios no es titiritero

Mentes cerradas versus mentes abiertas

La iglesia con la cual sueño

El pecado de pensar diferente

Esfuerzo

Nostalgias

Celebrar la vida

Sólo la punta del iceberg

Capacidad de cambio

Los éxitos que realmente cuentan

Gracias por existir

Compasión

Escalar

Tu propia voz

Receta para la vida

Perseverancia

Perdón, arrepentimiento y reconciliación

Introducción

"Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar, es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde" (Francis Bacon)

Lo bello de pensar es que cualquiera puede hacerlo, si es que quiere, porque pensar, como muchas de las acciones que el ser humano emprende, es voluntario. Así de simple. Podemos hacerlo o no, esa es nuestra opción.

¿Cuál es la alternativa a no pensar? Simple, repetir sin pensar. Es decir, convertirse en mero reflector de las ideas de otras personas, lo cual no está mal si tenemos flojera o pereza endémica, pero definitivamente si lo está, si nos privamos a nosotros mismos de un don divino maravilloso que sólo la humanidad posee.

Pensar implica ser capaz de analizar, criticar, crear, repensar, replantear y volver a empezar, aunque eso implique utilizar una frase que para algunos es tabú, pero que es absolutamente necesaria en el ámbito humano:

Ya no pienso de esa manera.

Lo que para algunos puede ser un error políticamente incorrecto, para otros nos parece que es un homenaje a la facultad de pensar, es decir, replantearnos.

Este libro nace como una compilación de muchas notas que he escrito en redes sociales, soy de los que cree que se puede hacer cultura utilizando medios masivos, aun cuando nos expongamos a las críticas despiadadas de los repetidores de siempre.

Son notas cortas, con ideas pensadas en contextos diferentes, pero que tienen el matiz propio de quien cree que pensar es uno de los dones más maravillosos y desafiantes al alcance del ser humano.

Si alguien piensa distinto a mí en los temas tratados en este libro, pues en buena hora, pensar es gratis y disentir un don magnífico.

Dr. Miguel Ángel Núñez

(Sentado frente al mar y escuchando el sonido hermoso de las olas que en un ir y venir nos recuerdan lo bello que es vivir).

1

El valor de una crisis

"El hombre se descubre cuando se mide contra un obstáculo" (Antoine de Saint-Exupery)

La expresión crisis tiene una connotación negativa, lo que resulta ser, simplemente, un infundio. No todas las crisis son negativas. Hay muchas que sirven para dar un giro a la vida y reorientarla.

De la expresión crisis se derivan vocablos como crítica y criterio, ambas, ideas que nos muestran lo que es necesario en medio de una crisis.

Mucha gente considera que la crítica es algo malo o feo, pero no es necesariamente así. ¿Cómo podríamos evaluar una obra de arte sin un buen análisis crítico? ¿Cómo podríamos calificar un texto literario si no hacemos crítica literaria? Lamentablemente, la piel de algunas personas es tan delgada que ante el primer atisbo de oposición o de rechazo a alguna actitud, reaccionan irascibles pidiendo que no se les critique, como si eso fuera en sí mismo algo negativo. En realidad, una persona que no asume una crítica con sabiduría, demuestra tener o un problema serio de autoestima o poca inteligencia emocional. Si la crítica no corresponde o es de índole malintencionada, entonces, no le damos importancia y seguimos. Detenerse ante expresiones tóxicas sólo intoxica. Pero si la crítica es buena, enriquecedora, y ayuda a pensar mejor, pues es bienvenida. El problema nunca es la crítica, sino aquel que recibe la crítica pues él o ella deben decidir de qué naturaleza es lo que le dicen.

Toda crisis, por otro lado, demanda elaborar criterios, que permitan generar modos de actuar para superar el momento difícil que se está viviendo. Trabajo con jóvenes, todas las semanas tengo que enfrentar crisis que viven, en parte, debido al momento vital que les toca, eso implica afrontar la exageración, el miedo, las extrapolaciones impropias, etc. y los adultos que les acompañamos estamos para delinear juntos criterios que les permitan elaborar mejores formas de actuar, especialmente, en la crisis que están viviendo.

Lo anterior nos lleva a otro punto. Las crisis son relativas. Lo que para alguien puede ser un momento crítico para otro no lo es. Algunos pueden pensar que una crisis nos pone en jaque y otros, sienten que es un impulso para seguir. Eso implica que no tenemos derecho a juzgar la manera en que los individuos viven las crisis, porque cada uno lo experimenta desde su propia historia, sus conceptos, principios y valores.

Además, las crisis pasan, porque de otro modo, dejan de ser crisis y se convierten en estados permanentes. Nadie puede soportar una crisis para siempre, y, por último, los seres humanos terminamos adecuándonos a los momentos difíciles y aprendemos a sobrevivir, aun cuando las condiciones sean extremas.

Las crisis son una oportunidad para quienes tienen la mente alerta, el optimismo a tope y la facultad de adaptarse. Se necesita una gran dosis de sentido común e inteligencia emocional para no dejarse apabullar por las crisis y verlas como una oportunidad de crecimiento y aprendizaje.

Si se examina la biografía de personajes célebres que alcanzaron el éxito en diferentes áreas, todos tienen algo en común....

Vivieron momentos de crisis, y eso marcó un antes y un después en sus vidas. Los que tuvieron éxito, finalmente fueron aquellos que aprendieron a adaptarse y sacaron el mejor provecho de un momento difícil. Alguna vez el genio de Albert Einstein escribió:

Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.

No se aprende a gobernar un barco sin pasar por una tormenta. Ni a conducir una bicicleta sin haberse caído varias veces. Ni a escribir un libro, sin haber hecho muchos borrones y borradores. La vida toda es una larga y complicada sucesión de crisis, donde los fuertes avanzan y los débiles se quedan.

Así que la próxima vez que te digan que una crisis es el fin, piensa bien, es probable que el que te habla ya tiró la toalla y sólo mira con espejuelos oscuros que no permiten ver el horizonte con claridad.

2

Disentir

"Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender" (Alvin Toffler)

¿Desde cuándo disentir es un acto malo? ¿Cuándo fue la última vez que reflexionamos realmente sobre el don de la discrepancia?

Alguna vez escuché el dicho que en un grupo donde todos piensan lo mismo, nadie piensa. Creo que es razonable. El pensar y aumentar el pensamiento, exige un acto humano básico: Disensión. Es decir, la capacidad de expresar en plena libertad, una opinión contraria que obligue a realizar examen y análisis. Sin esa expresión fundamental de la libertad no sería posible el pensamiento.

El concepto unidad que muchos proclaman como base de su accionar y consideran que es la base de una sociedad o grupo que funciona bien, es falaz en forma y fondo. En fondo, porque es imposible que los seres humanos estén de acuerdo en todo y de la misma manera. Además, es falaz en forma, porque supondría una capacidad irreal: El que los seres humanos puedan elaborar el mismo pensamiento y expresarlo de una manera uniforme.

Unidad, bien entendida, implica que dos personas son capaces de respetarse mutuamente, aun cuando tengan perspectivas diferentes. El derecho de expresión implica entender que la disensión es fundamental, una muestra de la inteligencia humana y de su infinita capacidad de inventiva y descubrimiento.

Cuando se pretende anular