La Educacion de los jovenes a los origenes del cristianismo

Por Cinzia Randazzo

El presente estudio ilustra no sólo la temática de la educación en relación a la función primaria de los padres hacia los hijos y luego a aquel de los adultos hacia los jóvenes, pero también a la enseñanza de Cristo y aquel de los verdaderos sabios cristianos, según el pensamiento de los padres Apostólicos.

Partiendo de una lectura analítica de los textos de los padres Apostólicos, la autora delinea principalmente los rasgos esenciales, alrededor de los que gira la función educativa de los padres y de los adultos y, en segundo lugar, aquéllos por que se ejercita sea el modelo educativo de Cristo que el de los verdaderos sabios cristianos.

• Idioma: Español
• Editorial: Youcanprint Self-Publishing
• Fecha de lanzamiento: 15 jul 2015
• ISBN: 9788891193537

Vista previa del libro

1929.

1.  La función educativa de los padres y de los adultos

1.1. El concepto de educación

1.1.1. Condición circular

Condición fundamental sin la que no es posible la educación de los jóvenes es la presencia de los pequeños: "Los adultos no pueden estar sin los pequeños y los pequeños sin los adultos".² Clemente Romano enseña que el adulto no puede impartir la educación a los pequeños si éste faltan y si los padres también faltan. La actividad del educar es posible gracias a la presencia del educador (adulto sabio) y de lo educado (pequeño joven, hijo), porque si falta uno del dos tal ejercicio es nulo. Tal ejercicio está también circular, en cuánta la educación es basada en la comunicación entre los dos interlocutores (educante y educado). En esta comunicación emerge el enlace entre los dos sujetos: "en todas las cosas hay algún enlace y en este la utilidad".³ Porque se tenga la educación el educante, según Clemente, tiene la obligación de establecer una circularidad comunicativa con el qué es educado porque entre los dos se tenga enlace e interacción dialógica. La imagen que Clemente usa para hacer notar eso es aquel del cuerpo y de sus elementos:

La cabeza no puede estar sin los pies ni los pies sin la cabeza. Los más pequeños partos de nuestro cuerpo son necesarias y útiles a todo el cuerpo; pero todas conviven y tienen una sola subordinación para salvar todo el