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Portadores: Como Jesús Es, Nosotros Somos
Portadores: Como Jesús Es, Nosotros Somos
Portadores: Como Jesús Es, Nosotros Somos
Libro electrónico255 páginas5 horas

Portadores: Como Jesús Es, Nosotros Somos

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La meta de toda mujer u hombre que conoce a Jesús, es hacerlo en profundidad. Vivir la vida indagando profundamente en la persona de Jesús, su carácter, obras, enseñanzas. Debemos enfocarnos en nuestra respuesta a este desafio a través de la vida diaria y el rol que en ella tengamos.
El seguidor, ahora se convierte en alguien tan lleno del Espíritu de Dios y de las enseñanzas de Jesús que transmite y contagia ese estilo de vida, es un PORTADOR. Lleva en y a través de su vida, el claro mensaje de salvación.
IdiomaEspañol
EditorialBookBaby
Fecha de lanzamiento3 ene 2019
ISBN9781543958980
Portadores: Como Jesús Es, Nosotros Somos

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    Portadores - Daniel E. Chamorro

    Chamorro

    El secreto de ser como Jesús es poner nuestros ojos en Él. Trate de cambiar su mirada, alejándola de aquel que le hirió y fijando sus ojos en quien le salvó.

    (Max Lucado)

    ES LO QUE SOY

    Había una vez una rana sentada en la orilla de un río, cuando se le acercó un escorpión que le dijo: — Amiga rana, necesito cruzar el río. ¿Podrías llevarme en tu espalda? — No. Si te llevo en mi espalda, me picarás y me matarás. — No seas tonta — le respondió entonces el escorpión. — Si te picase, me hundiría contigo y me ahogaría. Ante esta respuesta, la rana accedió. El escorpión se colocó sobre la espalda de la rana y empezaron a cruzar el río. Cuando habían llegado a la mitad del trayecto, el escorpión picó a la rana. La rana, al sentir el picotazo y darse cuenta que iba a morir, le preguntó al escorpión: — ¿Por qué me has picado, escorpión? ¿No te das cuenta de que tú también vas a morir? A lo que el escorpión respondió: — Rana… mi amiga, no lo pude evitar, porque es mi naturaleza. Es lo que soy.

    Preguntas

    ¿Cómo se perfecciona el amor de Dios en tu vida?

    ¿Cómo se manifiesta en tus relaciones si te estás guiando por el miedo o por el amor?

    ¿Qué acciones de estos días han revelado que vives en la esencia del amor de Dios?

    En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como Él es, así somos nosotros en este mundo. 1 Juan 4:17

    Ser como Jesús

    De eso se trata ser cristiano. Todo se reduce a este asunto clave y vital, ser como Jesús.

    Ser como Jesús es el gran propósito de Dios Padre desde la eternidad

    Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. Romanos 8:29

    El proceso por el cual una persona se puede asemejar a Cristo es por la obra del Espíritu Santo. Cuando reconocemos a Jesús y nacemos de nuevo, el Espíritu que habitó en Cristo habita en nosotros. Sí, el mismo Espíritu. Por eso, no somos sólo portadores de un mensaje, sino de una vida de amor sobrenatural, la vida que otorga el Espíritu Santo de Dios.

    Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!» El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. Y, si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues, si ahora sufrimos con Él, también tendremos parte con Él en su gloria. Romanos 8:14-17

    Este Espíritu nos libra de vivir esclavos del miedo y nos otorga filiación. Es decir, nos convierte en hijos legítimos de Dios, amados por el Padre. Es en el poder de ese amor que podemos encarar la vida con toda confianza.

    Madurar el amor

    La clave de nuestra semejanza a Cristo es recibir su amor revelado al morir por nosotros en la cruz y permitir que ese amor alcance una expresión de madurez a través de los frutos que ese amor produce en el carácter de la persona.

    El amor se debe perfeccionar, es decir, madurar en nosotros para vivir con confianza aún en el día del juicio. Vivir desde una confianza emocional básica será el resultado de experimentar plenamente el amor de Dios.

    Podemos decir que sólo hay dos maneras de vivir, desde el amor o desde el miedo.

    En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros amamos porque Él nos amó primero. 1 Juan 4:17-19

    El desafío del creyente es decidir vivir con confianza o vivir con miedo. Estas dos maneras de ver el mundo, de vernos a nosotros mismos y al prójimo determinarán si nos pareceremos aJesús o nos alejaremos de ese ideal.

    Dos posturas diferentes

    Hay dos posturas fundamentales con las cuales podemos ir a lo largo de la vida. Podemos ir por la vida en la postura de la paranoia, con una mente gobernada por el miedo, asumiendo una postura de autoprotección, con la sospecha y la desconfianza como actitudes habituales.

    Esta paranoia nos hará sentir que necesitamos protegernos a nosotros mismos de las injusticias, que otros nos herirán si mostramos vulnerabilidad, y que necesitamos afirmar nuestra fuerza y talento para impresionar a los otros. La paranoia rápidamente pervierte el afecto en frialdad, la comprensión en sospecha y la generosidad en autoprotección que lleva a la avaricia.

    En cambio, el amor nos invita a vivir desde la confianza, Así lo vemos en Jesús crucificado, donde se encuentra expuesto y vulnerable, sus brazos extendidos en un gesto de abrazar, y sus manos abiertas y atravesadas por los clavos. Jesús puede otorgar perdón a sus agresores, amar a pesar del dolor que le provocan porque el amor se perfeccionó en Él.

    Esta es la antítesis de vivir desde el miedo y la desconfianza, donde nuestros sentimientos, afectos, empatia, y confianza espontánea se cierran de golpe cuando percibimos una amenaza. El que se ha perfeccionado en el amor, nunca cierra esas puertas.

    Conclusión

    ¿Por qué el escorpión picó a la rana? Porque eso es lo que es. Nuestras acciones son el resultado de nuestra esencia.

    A veces las personas te preguntarán, ¿Por qué lo haces?

    ¿Por qué los cristianos ayudan al prójimo? ¿Por qué pueden perdonar? ¿Por qué pueden vivir con confianza en la peor circunstancia? ¿Por qué siempre están esperando algo bueno de Dios? ¿Por qué aún en la escasez son generosos?

    Porque eso es lo que somos. Hijos de Dios, portadores de su mismo Espíritu. Porque hemos sido perfeccionados en el poder del amor.

    Hacemos eso y mucho más desde el amor, porque como Jesús fue en este mundo, así somos nosotros. Es nuestra esencia.

    El evangelismo nunca pareció ser un ‘problema’ en el Nuevo Testamento. Esto es, uno no encuentra a los apóstoles urgiendo, exhortando, reprendiendo, planificando y organizando programas evangelísticos… ¡El evangelismo sucedía! Emanaba naturalmente de la comunidad de creyentes como la luz emana del sol; era automático, espontáneo, contínuo y contagioso.

    (Richard Halverson)

    VIRAL

    Un virus no es nada hasta que invade un cuerpo. Cuando te infecta te conviertes en portador del mismo. Ese virus es un agente contagioso. Su capacidad de expansión es enorme. El mayor problema que presenta el virus al invadir un cuerpo, es que donde ese cuerpo va, lleva el virus. Esa persona se convierte en agente de transmisión del mismo. Eso sucedió con los cristianos de la primera hora. El evangelio se apoderó de ellos y los convirtió en portadores de vida sobrenatural.

    Preguntas

    ¿Por qué necesitamos al Espíritu Santo para testificar?

    ¿Qué significa que nuestra misión es urgente y relevante?

    ¿Te sientes, piensas y vives como un protagonista del plan redentor de Dios? ¿Cómo lo haces?

    Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra. Hechos 1:8

    Dios tiene un plan

    Dios diseñó un plan estratégico para la transformación del mundo a través del evangelio de Cristo. Este plan es que la obra redentora que Jesús completó con su muerte y resurrección, tiene continuidad en el mundo en las siguientes generaciones a través de la iglesia, que es su cuerpo.

    Jesús encargó esta tarea a sus discípulos.

    Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: —Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo. Mateo 28:18-20

    Esta misión no puede realizarse con recursos humanos. Evangelizar no es hacer proselitismo para una denominación religiosa.

    Evangelizar es transmitir, contagiar a otros la vida sobrenatural de Jesús que habita en nosotros por el Espíritu Santo. Por eso, los discípulos no podían moverse para realizar esta tarea hasta no recibir este empoderamiento espiritual y convertirse en testigos.

    Testigos

    El Espíritu Santo nos convierte en testigos, portadores del mensaje de Jesús.

    Una de las dimensiones más importantes de nuestra nueva identidad en Cristo es la de testigos. Testificar es el resultado natural de tu nueva identidad, no algo que debes hacer a regañadientes, sino el fluir natural de tu vida cuando esta dimensión de tu identidad se ha afirmado en tu corazón.

    Un testigo no es sólo un maestro. Lo que debemos atestiguar no es tan sólo una verdad doctrinal o una idea sino un hecho. Un maestro puede enseñar verdades ideales, pero el testigo está llamado a esclarecer la verdad sobre ciertos hechos, no sobre ciertas teorías. Somos testigos de las acciones de Dios en nuestras propias vidas.

    El evangelio no es una filosofía de vida, es una buena noticia. Las noticias necesitan testigos que verifiquen su autenticidad. Nosotros somos testigos de la noticia más importante del mundo.

    ¿Qué ha hecho Cristo en tu vida? Ese hecho se constituye en el elemento fundamental de tu misión. No hablas de lo que alguien te ha contado, sino de lo que Dios mismo ha hecho en ti.

    ¿Cuán importante es la tarea del testigo?

    Hay una anécdota que ilustra claramente la relevancia del mensaje que tiene el testigo.

    Un notorio asesino británico fue sentenciado a morir y en la mañana de su ejecución, se vio al capellán de la prisión que iba caminando junto a él, rumbo al cadalso, leyéndole en forma rutinaria algunos versículos de la Biblia. El prisionero estaba impactado de que el capellán fuera tan formal, inconmovible y nada compasivo a la sombra del patíbulo y le dijo: señor, si yo creyera lo que usted y la iglesia dicen creer, aunque Inglaterra estuviera cubierta de vidrios rotos, de costa a costa, de playa a playa, yo caminaría por encima, si fuera necesario me arrastraría sobre manos y rodillas, pensando que vale la pena tan sólo por salvar un alma del infierno eterno."

    Nuestro evangelio es el mensaje de Dios hacia un mundo al cual Él ama incondicionalmente. Es relevante y es urgente. Tú tienes una responsabilidad hacia esta generación que no puede ser transferida.

    ¿Qué moviliza a un testigo?

    ¿Qué es lo que mueve al testigo a testificar? No es el apremio de algún castigo que pudiera recibir, ni la culpa que sienta por los que se pierden, todo esto es legítimo y es muy cierto que nos moviliza (nos impone el sentido de urgencia de nuestra tarea), pero el motor fundamental en la vida del testigo es el amor.

    Ese amor por las personas que no conocen a Jesús es lo que a menudo definimos como pasión por las almas. Esta pasión nace en el corazón de Dios y es transferida al corazón de sus hijos por el Espíritu Santo.

    Tenemos que sentir ese mismo amor por las personas que trajo a Cristo del cielo a la tierra, que hoy llena su corazón en el trono del cielo. Tenemos que embebernos de los infinitos anhelos de su corazón mientras observa un mundo repleto de personas perdidas en sus pecados, sus penas y su indefensión espiritual. La pasión por las almas debe provenir del corazón de Cristo y nosotros debemos buscarla de Él hasta encontrarla. W.L. Duewel

    La pasión por las almas no crece en nuestro corazón como resultado de una obligación egoísta y culposa. La pasión que enciende al testigo de Cristo debe tomarse del mismo altar del cielo.

    Hay una comunión secreta con Dios donde obtenemos ese fuego celestial encendido dentro de nosotros, y eso hace el trabajo personal por las almas fácil, natural, sereno y un descanso. Permanecer en la presencia de Dios hasta que veamos las almas como a través de sus ojos, nos hace anhelarlas con incansable vehemencia. Me parece que tal pasión es la suprema forma de amor sin egoísmo, y la más cercana aproximación al motivo divino que impelió al Señor Jesucristo a vaciarse de su gloria y majestad originales y asumir la forma de siervo sufriendo aún la cruz. Ningún hombre puede encender ese fuego celestial por sí mismo; debe provenir de la brasa viva del altar de lo alto. A.T. Pierson

    Conclusión

    Los primeros testigos eran portadores de un mensaje y una vida sobrenatural. Contagiaron al mundo con el poder de ese mensaje transformador. No debemos olvidar que estamos involucrados en una idea de Dios, no nuestra. Vivimos una era de expansión ilimitada que inició con una visión trascendente y debe continuar hasta que Cristo vuelva.

    Dios, que es acto puro y no tiene nada de potencialidad, tiene un poder activo infinito sobre las demás cosas.

    (Santo Tomás de Aquino)

    LA MACETA Y EL ÁRBOL

    Me regalaron un pequeño brote en una maceta. Un día como no me gustaba el recipiente lo cambié, el nuevo recipiente era un poco más grande. Con el tiempo noté que el brote había crecido más de lo que yo esperaba. Luego lo pasé a otro recipiente más grande y volvió a crecer, entonces alguien me dijo, esa pequeña planta es en realidad un enorme árbol, pero sólo crecerá tanto como el recipiente que lo contiene se lo permita. Entonces lo coloqué en mi patio, y hoy nos da una enorme sombra todos los veranos. Para pensar: ¿Cuáles son las macetas que están limitando tu crecimiento?

    Preguntas

    ¿Cómo definirías tu propia predicación, manifiesta poder? ¿Cómo?

    ¿Por qué es importante el énfasis en la obra de poder del evangelio?

    ¿Qué pensamientos o creencias personales te están limitando para operar en lo sobrenatural?

    Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y llenó toda la casa donde estaban reunidos. Se les aparecieron entonces unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. Hechos 2:1-4

    Una fiesta de primicias

    Pentecostés es la fiesta de la cosecha, la fiesta de las primicias. Fue durante esta celebración del pueblo hebreo que acontece la venida del Espíritu Santo sobre la iglesia cumpliendo lo que Jesús dijo en Hechos 1:8 Recibirán poder cuando venga sobre ustedes el Espíritu Santo…

    Pentecostés representa la primera gran cosecha de la iglesia. Una cosecha de vidas redimidas de la esclavitud del pecado. Es el inicio de una multiplicación extraordinaria.

    También representa el inicio de un mover espiritual que se caracterizará por los milagros y obras sobrenaturales.

    Esta idea de Dios nos revela que lo sucedido en los inicios de la iglesia no es la máxima expresión de ésta, sino sólo sus primicias. Una muestra de lo que será la iglesia de los últimos tiempos.

    Pentecostés era la fiesta de la lluvia temprana, de la primavera, de los primeros frutos. Nosotros esperamos la fiesta de la lluvia tardía antes de

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