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Cristo, el Plan Perfecto Para la Humanidad
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Cristo, el Plan Perfecto Para la Humanidad

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Cristo es la palabra definitiva de Dios al ser humano. En Cristo se nos ha revelado todo el plan, y nosotros estamos completos en Él (Col 2:10). El apóstol Pablo lo menciona en varias de sus cartas como "un
misterio" que nos fue revelado, algo que se nos da a conocer (Colosenses 2:2; Efesios 3:3–6)

Se puede decir que hay dos verdades reveladas del plan de Dios: Cristo y la iglesia. Dios se revela en Cristo y este a su vez quiere revelarse al mundo también por medio de su iglesia, la cual es su cuerpo y en la misma los creyentes somos sus ministros. El plan perfecto de Dios es: en, por, con y para Cristo.

Hace un tiempo conversé con un joven, estaba desilusionado con su vida, con las cosas que le sucedían y con Dios, no podía comprender porque Dios había permitido que le pasaran cosas que lo habían abatido al punto de cuestionar su fe. Me dijo que dejaba la iglesia. ¿Que le hacía pensar así? ¿Por qué no podía encontrar sentido? ¿Por qué sus emociones se ponían al control por encima de sus creencias?. La respuesta no es fácil, seguramente compleja, pero una causa común es la orfandad en la que vivimos. Cuando no sabemos quienes somos, por qué estamos en el mundo y cuál es el plan de Dios, es muy fácil desmoralizarse, el diablo no dudará en derribar al que se tambalea en su fe. Dios ha decidido adoptarnos como a sus hijos, pero de nada
servirá sino lo adoptamos a él como Padre.

Vivimos en una época donde toda verdad se ha vuelto relativa, estamos en un mundo que ha dejado a Dios y su Palabra de lado, en el que la humanidad atenta contra si misma buscando la destrucción de los valores bíblicos que la pueden salvar. Escasean los modelos que puedan servir de brújula para un mundo donde las personas están realmente perdidas, sin rumbo, sin esperanza, sin fe, sin Dios.

La noche se cierne sobre el mundo, es tiempo que la iglesia se afirme en el plan de Dios, lo viva y lo de a conocer. Es tiempo de alumbrar en la oscuridad, de dejar la orfandad, de asumir que somos quienes Dios dice que somos.

¡Vamos juntos a conocer más, a vivir y a dar a conocer a todos el perfecto plan de Dios para la humanidad!
IdiomaEspañol
EditorialBookBaby
Fecha de lanzamiento6 ene 2023
ISBN9781667885711
Cristo, el Plan Perfecto Para la Humanidad

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    Cristo, el Plan Perfecto Para la Humanidad - Daniel E. Chamorro

    Introducción general

    Tenemos la profunda convicción de que la Biblia es la Palabra de Dios, que en ella encontramos la palabra profética más segura para comprender la voluntad de Dios (2 Pedro 1:19). En las escrituras se nos revela que:

    Hace mucho tiempo, Dios habló muchas veces y de diversas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas. Y ahora, en estos últimos días, nos ha hablado por medio de su Hijo. Dios le prometió todo al Hijo como herencia y, mediante el Hijo, creó el universo. El Hijo irradia la gloria de Dios y expresa el carácter mismo de Dios, y sostiene todo con el gran poder de su palabra. Después de habernos limpiado de nuestros pecados, se sentó en el lugar de honor, a la derecha del majestuoso Dios en el cielo. Esto demuestra que el Hijo es muy superior a los ángeles, así como el nombre que Dios le dio es superior al nombre de ellos. Hebreos 1:1–4 (NTV)

    Cristo es la palabra definitiva de Dios al ser humano. En Cristo se nos ha revelado todo el plan, y nosotros estamos completos en Él (Col 2:10). El apóstol Pablo lo menciona en varias de sus cartas como un misterio que nos fue revelado, algo que se nos da a conocer (Colosenses 2:2; Efesios 3:3–6)

    Se puede decir que hay dos verdades reveladas del plan de Dios: Cristo y la iglesia. Dios se revela en Cristo y este a su vez quiere revelarse al mundo también por medio de su iglesia, la cual es su cuerpo y en la misma los creyentes somos sus ministros. El plan perfecto de Dios es: en, por, con y para Cristo.

    Hace un tiempo conversé con un joven, estaba desilusionado con su vida, con las cosas que le sucedían y con Dios, no podía comprender porque Dios había permitido que le pasaran cosas que lo habían abatido al punto de cuestionar su fe. Me dijo que dejaba la iglesia. ¿Que le hacía pensar así? ¿Por qué no podía encontrar sentido? ¿Por qué sus emociones se ponían al control por encima de sus creencias?. La respuesta no es fácil, seguramente compleja, pero una causa común es la orfandad en la que vivimos. Cuando no sabemos quienes somos, por qué estamos en el mundo y cuál es el plan de Dios, es muy fácil desmoralizarse, el diablo no dudará en derribar al que se tambalea en su fe. Dios ha decidido adoptarnos como a sus hijos, pero de nada servirá sino lo adoptamos a él como Padre.

    Vivimos en una época donde toda verdad se ha vuelto relativa, estamos en un mundo que ha dejado a Dios y su Palabra de lado, en el que la humanidad atenta contra si misma buscando la destrucción de los valores bíblicos que la pueden salvar. Escasean los modelos que puedan servir de brújula para un mundo donde las personas están realmente perdidas, sin rumbo, sin esperanza, sin fe, sin Dios.

    La noche se cierne sobre el mundo, es tiempo que la iglesia se afirme en el plan de Dios, lo viva y lo de a conocer. Es tiempo de alumbrar en la oscuridad, de dejar la orfandad, de asumir que somos quienes Dios dice que somos.

    ¡Vamos juntos a conocer más, a vivir y a dar a conocer a todos el perfecto plan de Dios para la humanidad!

    -Daniel Barabaschi

    Dios es el creador de todo, en su soberanía decidió que seamos parte de SU PLAN. Comprender y aprender a vivir en el perfecto plan de Dios en Cristo, es el propósito mas importante de nuestra vida.

    ESTUDIO 1

    El plan perfecto

    "Dios no juega a los dados"

    -Albert Einstein

    Cristo es la imagenvisible del Dios invisible. Él ya existía antes de que las cosas fueran creadas y es supremo sobre toda la creación porque, por medio de él, Dios creó todo lo que existe en los lugares celestiales y en la tierra. Hizo las cosas que podemos ver y las que no podemos ver, tales como tronos, reinos, gobernantes y autoridades del mundo invisible. Todo fue creado por medio de él y para él. Él ya existía antes de todas las cosas y mantiene unida toda la creación. (Colosenses 1:15–17, NTV)

    Quiero que ellos cobren ánimo y estén bien unidos con fuertes lazos de amor. Quiero que tengan la plena confianza de que entienden el misterioso plan de Dios, que es Cristo mismo. (Colosenses 2:2, NTV)

    »Así que no se preocupen por todo eso diciendo: ¿Qué comeremos?, ¿qué beberemos?, ¿qué ropa nos pondremos?. Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos, pero su Padre celestial ya conoce todas sus necesidades. Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten. »Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy. (Mateo 6:31–34, NTV)

    Introducción

    No somos producto del azar o de alguna fuerza impersonal del universo. No somos un accidente cósmico, ni una paradoja metafísica, no estamos en este mundo sólo para transcurrir. La vida sí tiene un sentido y ese sentido está conectado a su creador: Dios.

    Hay un Dios, y si hay un Dios, hay un diseño, pues Dios es creador de todas las cosas y todo lo que Él hace lleva en sí mismo un propósito, un sentido de destino, un plan perfecto del que cada uno de nosotros es parte.

    Este plan fue diseñado en la eternidad y se sostiene sobre ciertos principios y valores que una vez que nos son revelados nos permitirán vivir en la plenitud para la cual fuimos creados.

    Dios reina

    En la actualidad hay un avance del relativismo moral como filosofía de vida, no hay categoría de bueno o malo para la conducta humana, sólo una intensa búsqueda del placer personal y de la felicidad, marcada por un fuerte individualismo.

    El lema de este tiempo parece ser: si te hace sentir bien, puedes hacerlo. Hay dos cosmovisiones ajenas a Dios, es decir, que niegan su diseño y están presentes en la cultura de casi todo el mundo.

    Por un lado está el secularismo humanista, que directamente niega la existencia de Dios. Esta visión distorsionada del mundo está patente en el discurso social actual, en las películas, series, y otros medios de formación del pensamiento. Se ve en frases como: Tú eres el constructor de tu propio destino", prescindiendo absolutamente de Dios. Un discurso centrado en lo que se denomina autorrealización.

    Por otro lado, está el animismo, caracterizado por la creencia en un mundo espiritual, gobernado por fuerzas impersonales o por el hombre quien se constituye como un dios. Esta visión del mundo está presente en el espiritualismo moderno, impregnado de toda clase de enseñanzas ajenas al diseño de Dios, que invita a vivir una espiritualidad light, despojada de todo compromiso; sin necesidad de arrepentimiento, perdón y búsqueda de transformación personal, pues según esta filosofía Dios nos ama como somos y no necesitamos cambiar, en esta manera de pensar no hay un modelo o diseño que nos enseñe a vivir mejor. Las consecuencias de estas formas de pensar están a la vista. Las enfermedades emocionales o enfermedades del alma, son la gran peste de esta era. Las personas viven en este mundo insatisfechas y no saben cómo llenar esa insatisfacción.

    Los libros de autoayuda explotan en las librerías y se han transformado en los ejemplares de mayor venta en el mercado ¡La gente está buscando ayuda!, pero ha perdido la fe en las instituciones y eso incluye a las iglesias.

    El plan de Dios y la necesidad humana

    Vivir fuera del diseño de Dios sólo aumenta el clamor por la necesidad de significado, reconocimiento y seguridad que habita en todos nosotros como consecuencia de haber caído en pecado. Bien lo dijo San Agustín, que nuestras almas no descansarán hasta encontrar su descanso en Dios.

    El psicólogo Abraham Maslow reconoció, a mediados del siglo XX, estas necesidades básicas de todo ser humano, que pueden resumirse en tres:

    • La necesidad de realización, el saber que soy importante, dar significado a la existencia.

    • La necesidad de reconocimiento, es decir, la valoración propia, saberme amado por el otro.

    • La necesidad de seguridad , esto incluye entre otras, la necesidad de alimento, vivienda, etc.

    Estas tres necesidades expresan claramente el estado en que vive el ser humano sin Dios y por lo tanto esclavo del pecado y sus consecuencias.

    Jesús, unos 2000 años antes, habló con muchísima claridad de nuestras necesidades y dijo que no nos preocupásemos sino en buscar primero su reino, su gobierno y que lo demás sería añadido (Mateo 6:31-34).

    Esto significa que cuando nos encontramos viviendo bajo el reino de Dios y su justicia nuestro sentido de significado, reconocimiento y todas las demás cosas se añadirán a nuestra vida. Cuando vivimos sujetos a la autoridad de Dios, tenemos la convicción que nuestra vida importa, reconocemos nuestro valor y dignidad, y tenemos un grandioso sentido de seguridad.

    Podemos experimentar la satisfacción que tanto estamos buscando, si nos apropiamos por la fe y la obediencia del plan de Dios que nos revela la Biblia.

    Es que la vida no se trata de ti, ni de mí. Se trata de Dios y en Él nosotros encontramos la verdadera felicidad, el sentido de nuestra vida, la dignidad que tanto reclamamos y la libertad para alcanzar nuestro destino. La vida plena sólo se encuentra en Jesús (Colosenses 1:15-17).

    Todas las cosas creadas, tanto visibles como invisibles, es decir, el mundo material y el espiritual, tienen sentido a partir de Cristo y para Cristo. Él es la causa y el fin de todo lo creado, Él lo sostiene y por Él la vida tiene coherencia. En Jesús se nos revela a los seres humanos el verdadero diseño de Dios para la vida. De Él debemos aprender.

    Aplicación

    Hay un plan perfecto, diseñado por Dios desde la eternidad y revelado a nosotros por medio de Jesucristo.

    1. ¿Cuáles son las dos visiones del mundo ajenas al diseño de Dios?

    2. ¿Cómo puedes identificarlas en tu cultura o tu entorno?

    Vivir la vida con el verdadero propósito que tiene, en plenitud y teniendo el sentido de realización personal satisfecho, solo es posible a través de una relación personal con Cristo, dejando que Él sea el Señor de nuestra vida, que su gobierno sobre nosotros sea genuino y no rituales religiosos vacíos.

    3. ¿Cuáles son las necesidades de todo ser humano?

    4. ¿Cómo responde Jesús a estas necesidades en tu vida?

    Se puede vivir una vida plena, con sentido, con propósito, el plan perfecto de Dios se acepta y se vive por medio de la fe en Jesucristo, el Señor de todo.

    5. ¿Hay algo que te esté impidiendo vivir la vida plena que ofrece Dios?

    6. ¿Cómo podemos guiar a otros a conocer el plan de Dios?

    *Comparte la frase que más te gustó de este estudio en tus redes sociales con el hashtag #CristoElPlanPerfecto

    ESTUDIO 2

    Coherencia con el cielo

    Hay caminos que el hombre considera buenos, pero que al final resultan caminos de muerte.

    - Proverbio de Salomón

    Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de los que lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos. (Romanos 8:28, NTV)

    Ahora bien, ¿deberíamos seguir pecando para que Dios nos muestre más y más su gracia maravillosa? ¡Por supuesto que no! Nosotros hemos muerto al pecado, entonces, ¿cómo es posible que sigamos viviendo en pecado? (Romanos 6:1–2, NTV)

    Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza. (Jeremías 29:11, NTV)

    Introducción

    Dios no le dio alas a los peces ni escamas a las aves, porque Él hace todo con sentido de propósito. Tus talentos naturales, tus dones y tu potencial personal tienen sentido con el propósito y con el diseño de Dios para tu vida. Para nuestro creador la vida no es como una ruleta o un juego de azar.

    La vida tampoco es un camino preestablecido de modo que anula la voluntad humana. Esta manera de ver el mundo se la llama determinismo o fatalismo. Se trata de una idea o filosofía de vida en la que todos tenemos un destino rígido predeterminado y que éste no puede ser modificado por nuestra voluntad.

    La película de origen indio ¿Quién quiere ser millonario? es una expresión de este tipo de pensamiento. Muestra la vida de dos hermanos, uno destinado a morir y el otro a ser millonario, no como producto de sus decisiones sino de una fuerza superior e impersonal que ató sus destinos de esta manera.

    Diseño coherente

    La vida en el diseño de Dios es una aventura maravillosa, enfrentamos decisiones difíciles, peligros, situaciones inesperadas, pero todo en el marco de la seguridad que nos da saber que fuimos creados para un propósito, que Dios no está ajeno a lo que nos está pasando y que aún las cosas malas que nos pasan, se sujetan a Dios y terminan cooperando para nuestro bien, porque somos personas de propósito (Romanos 8:28).

    Dios es soberano, Él está en gobierno y control de todas las cosas. Lleva la historia hacia un destino, pero nos ha hecho participantes activos, protagonistas de esa historia. Nos dio la libertad de elegirlo a Él o de rechazarlo.

    Cuando voluntariamente nos sometemos al gobierno de Dios, nuestra vida se vuelve coherente con el diseño de Dios y experimentamos aquella plenitud por la cual clamamos interiormente. Esto solo es posible por medio de Cristo, cuando le reconocemos como Señor, como máxima autoridad de nuestra vida. Pues fue la muerte redentora de Cristo en la cruz y su resurrección la que nos abrió el camino de regreso al Padre, a la posibilidad de volver al perfecto plan de Dios.

    Nuestro problema es que, muy frecuentemente, olvidamos nuestro rol en el plan de Dios, y pretendemos que todo nos ayude para bien, pero no vivimos de acuerdo al propósito de Dios. Dios dispone todo para bien a quienes le aman y viven de acuerdo a su propósito, y no siempre esa es nuestra situación. Muchas cosas nos suceden como consecuencia de vivir fuera de su plan. Aún así el amor de Dios puede rescatarnos, pero como dice el apóstol: ¿Deberíamos seguir pecando para que Dios nos muestre más y más su gracia maravillosa?.

    ¿Estás en el plan?

    En el diseño de Dios nunca te irá mal. Dios tiene planes para nuestro bienestar y no para hacernos daño. Su plan perfecto está en Cristo, en seguirle a Él. Es una cuestión de fe, creerle a Dios, confiar en su plan nos hará movilizarnos, nuestros actos de fe serán los que abran el cielo a nuestro paso, muevan montañas y nos permitan atravesar valles de sombras en victoria.

    Nuestra felicidad o nuestra plenitud, es algo que debemos definir como un estado del ser. Es ese estado de bienestar total de nuestra vida, lo cual incluye nuestro cuerpo, nuestra alma (mente, emociones y deseos) nuestra economía, nuestras relaciones, nuestros proyectos, ¡todo!. La verdadera felicidad depende de estar alineados con el plan de Dios. Los hebreos llamaban a este estado de bienestar total shalom, vivir en shalom es vivir en plenitud.

    Dios tiene un plan para cada uno de nosotros (Jeremías 29:11). Es de bienestar total, no de calamidad. Dios no es nuestro enemigo, ni está en nuestra contra. Tampoco está ausente. Debemos decidir si nos alineamos a su diseño o si caminamos fuera de él. ¿Estás viviendo en el Plan de Dios?. La clave es aceptar el gobierno de Dios y su ayuda, para transitar el camino preparado.

    Aplicación

    Dios es coherente en su plan y su diseño, nosotros estamos llamados a vivir en el perfecto plan de Dios. No estamos obligados, somos convocados por su amor y por su gracia manifestada en Jesucristo.

    1. ¿De qué manera el diseño de Dios resulta coherente para las personas, qué es lo que lo hace coherente?

    2. ¿Por qué el amor de Dios es más que una teoría en tu vida?

    Se puede vivir en plenitud, en shalom, Dios dispone desde el cielo todo lo que necesitamos, pero no debemos esperar que Dios haga lo que nos toca a nosotros hacer.

    3. ¿Has experimentado plenitud a partir de conocer a Jesús? ¿Qué pruebas puedes aportar de que Dios gobierna tu vida?

    Caminemos en el perfecto plan de Dios, no permitamos que las necesidades nos gobiernen, vivamos por propósito, busquemos su reino, entonces veremos un futuro y una esperanza hacerse realidad a nuestro paso.

    4. ¿Te sientes insatisfecho en algún área de tu vida? ¿Te has sentido controlado por tus necesidades? ¿Qué debes hacer para cambiar eso?

    *Comparte la frase que más te gustó de este estudio en tus redes sociales con el hashtag #CristoElPlanPerfecto

    ESTUDIO 3

    Empoderados por la gracia

    El misterio de la gracia no lo entiendo, pero si sé que: nos encuentra donde estamos, pero no nos deja donde nos encontró..

    -Anne Lamott

    Moisés le dijo al Señor: —Tú insistes en que yo debo guiar a este pueblo, pero no me has dicho a quién enviarás conmigo. También me has dicho que soy tu amigo y que cuento con tu favor. Pues si realmente es así, dime qué quieres que haga. Así sabré que en verdad cuento con tu favor. Ten presente que los israelitas sontu pueblo. —Yo mismo iré contigo y te daré descanso—respondió el Señor. (Éxodo 33:12–14, NVI)

    »Y haré que este pueblo halle gracia ante los ojos de los egipcios, y cuando ustedes se vayan, no se irán con las manos vacías. »Cada mujer pedirá a su vecina y a la que vive en su casa, objetos de plata, objetos de oro y vestidos, y los pondrán sobre sus hijos y sobre sus hijas. Así despojarán a los egipcios» (Éxodo 3:21–22, NBLA)

    Pero Noé contaba con el favor del Señor. (Génesis 6:8, NVI)

    Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos. (Hebreos 4:16, NTV)

    Introducción

    La gracia o favor de Dios, es mucho más que un concepto, es una experiencia a través de la cual el ser humano puede ver su vida transformada. Si aprendemos a experimentar la gracia de Dios, esto nos puede llevar a vivir en un nivel de vida superior y alcanzar cimas que nunca hubiésemos soñado conquistar. La gracia es una fuente inagotable de poder al que se accede por medio de la fe.

    La gracia de Dios otorga el perdón, la salvación, el arrepentimiento y el nuevo nacimiento espiritual, pero hay mucho más. Se trata de aprender a vivir y caminar con la conciencia de ser favorecidos por Dios. Esto nos hará volar más alto, llegar más lejos, ser mucho más productivos.

    Es el plan perfecto de Dios para nuestra vida, es el camino que nos invita a transitar para alcanzar las más grandes victorias siendo además de alta y positiva influencia en otros. Necesitamos abrir nuestros ojos para descubrir cómo esta verdad de la escritura puede llegar a ser una realidad presente en nuestra vida de manera cotidiana.

    Puertas abiertas

    La gracia nos acerca a Dios y nos abre puertas. Cuando se vive en el favor de Dios se abren puertas para hacer cosas extraordinarias. Es lo que claramente vemos en las escrituras, en la vida de aquellos que le creyeron al Señor.

    Fue la experiencia de Abraham, que por la fe alcanzó el favor de Dios y se le concedió ser padre de una gran nación. Activó en Moisés la promesa de la presencia de Dios que le abriría la puerta a su descanso, es decir, al lugar de la bendición (Éxodo 33:14). Fue la misma gracia la que concedió al pueblo de Israel llevarse las riquezas de Egipto, ¡La indemnización de 400 años de trabajo en un solo día! (Éxodo 3.21-22).

    No tiene tanto que ver con lo que Él hace, sino con lo que nos permite hacer a nosotros por medio de la fe. También fue la experiencia de Noé, se nos dice que contaba con el favor de Dios, es decir encontró en Dios gracia, pero él necesito ejercer la fe para construir el arca antes del diluvio. (Génesis 6:8). Noé recibió y vivió en el favor de Dios. Enfrentó a todo el mundo porque le creyó a Dios, y en medio de la oposición, supo activar el favor de Dios en su vida.

    ¿Cómo podemos nosotros vivir en el favor de Dios? ¿Cómo podemos ir más allá de lo que nunca imaginamos? Acercándonos al trono de la gracia (Hebreos 4.14,16), el trono es el ámbito de autoridad, de gobierno. Tenemos por medio de Cristo acceso al lugar donde todo es posible, acceso directo al trono de Dios, donde hay recursos inagotables para que cumplamos nuestra misión.

    El favor de Dios se expresa tanto en hechos ordinarios como extraordinarios o sobrenaturales, hace que la gente te vea de manera diferente. Una de la acepciones de la palabra gracia es belleza, resplandor. Es exactamente lo que los demás ven, les caes bien, no saben explicar por qué pero quieren bendecirte, ayudarte y darte lo que necesitas. Dios es el que concede ese favor al que le cree, el salmo afirma: Pues el Señor Dios es nuestro sol y nuestro escudo; él nos da gracia y gloria. El Señor no negará ningún bien a quienes hacen lo que es correcto. (Salmo 84:11, NTV)

    Creciendo en la gracia

    El favor de Dios nos capacita para transformar el mundo. Sin la gracia ninguna de las promesas de Dios podría ser realidad en nuestras vidas. Ella nos capacita con poder, para alcanzar todos los sueños de Dios para nosotros y el mundo.

    La posibilidad de acceder al reino de Dios es fruto de la gracia o favor de Dios. El evangelio es el anuncio del año del favor del Señor (Isaías 61:1-3), es la buena noticia del favor de Dios para con los hombres. Es la fe la que activa esta gracia de Dios, que nos permite alcanzar las promesas de gloria. …por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Romanos 5.2 (RVR60).

    El favor de Dios estaba sobre Cristo, y era algo que se desarrollaba en Él. Dice el evangelio: Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres (Lucas 2.52 RVR60). Observa que la gracia no es algo estático, es mucho más que una posición, es un atractivo especial que te hace ganar el favor de la gente y el de Dios, pero es también una virtud que se puede y debe desarrollar en la vida del que la posee, por eso dice el apóstol Pedro: Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo… (2 Pedro 3.18a RVR60).

    Expandiendo la gracia

    El favor de Dios en nuestras vidas no tiene un fin egoísta. Podemos afirmar, que cuanta más gracia se comparte, más gracia se tiene, de hecho el creyente es administrador del favor de Dios expresado en dones: Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. (1 Pedro 4.10, RVR60)

    La gracia actúa en señales y prodigios que certifican la veracidad del mensaje del evangelio del Reino. Los enfermos se sanan y los demonios salen de las personas por la gracia (Mateo 10:8; Hechos 6.8). Los discípulos recibieron valentía y poder para proclamar el evangelio, y también podemos hacerlo nosotros. (Hechos 4:33; 11:21-24)

    El favor de Dios se debe manifestar aún en nuestra manera de hablar y actuar con los demás, que deben recibir gracia de nosotros (Efesios 4:29). En las cartas apostólicas del Nuevo Testamento hay una expresión utilizada frecuentemente en el saludo inicial y final: gracia y paz. Con estas palabras se está expresando un anhelo para la vida de los creyentes, que no falte la gracia y la paz de Dios en sus vidas.

    La gracia es indispensable por eso advierte el apóstol: Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios… (Hebreos 12.15a, RVR60). Sin el favor de Dios, el creyente es presa fácil del engaño, del legalísmo religioso y el egoísmo de nuestros propios malos deseos que nos impulsan al pecado.

    Aplicación

    Necesitamos aprender a vivir en la gracia de Dios cada día. Cuando la gracia de Dios está actuando en nosotros, incluso el mundo nos mira diferente, saben que hay algo que nos distingue de los demás. Esto implica que muchos buscarán a Dios y lo reconocerán en nosotros. Pero también sucederá que se desatará una fuerte oposición por parte de otros. Esa fue la experiencia de los apóstoles y los primeros cristianos bajo el imperio Romano, pero fue también la de un José en Egipto, y la de un Daniel en Babilonia.

    1. ¿Qué significa para ti el favor de Dios?

    2. ¿Cómo lo estás experimentando?

    3. ¿En qué cosas observas la gracia de Dios en tu vida? (describe algunas)

    Necesitamos aprender a caminar bajo el favor de Dios y hacer crecer esa gracia en nosotros por medio de la fe en sus promesas. Actuando de acuerdo a su Palabra, descubriremos mayor poder, podremos ser reflejo de su gloria, estaremos dando a conocer por nuestras acciones al mundo visible e invisible el poder de la multiforme gracia de Dios.

    4. ¿Qué acción práctica puedo hacer esta semana que refleje la gracia de Dios?

    Cuando uno vive en el favor de Dios, plenamente consciente de que todo es por su gracia, puede mirar

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