Antes De Ir . . .

Por Antonio Figueroa, Jr

En Antes De Ir, Antonio Figueroa, jr. presenta cinco características que manifiestan cada comunidad o campo misionero. Al entenderlas mejor, podremos utilizar mejor nuestros recursos y esfuerzo para obtener mayor efectividad en el evangelismo. Los principios en este libro son perfectos para pastores, evangelistas, misioneros y plantadores de iglesias!

• Idioma: Español
• Editorial: Antonio Figueroa, Jr
• Fecha de lanzamiento: 29 oct 2014
• ISBN: 9781311273659

Antonio Figueroa, Jr

Antonio Figueroa, Jr. began working with church youth at the age of 14. He has since been teaching and preaching the word of God in both English and Spanish throughout the East Coast, Puerto Rico, and South America. His teaching videos have been seen in more than 30 countries around the world. His spanish language radio broadcast, Iglesia En Acción can be heard on 95.9FM WJRN Summerfield, Fl., or online at www.radiofe95.com. He is the founder of Action Ministries and author of the Action Ministries Bible Study Series. He is currently an itinerant preacher.

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Antes de ir

Lo Que Cada Iglesia Debe Saber Sobre Su Comunidad

Antonio Figueroa, Jr.

Publicado Por Ministerio Acción en Smashwords

Derechos de Autor 2014

Todo versos Bíblicos son de la Versión Reina Valera 1960, al no ser notado a lo contrario; utilizado con permiso.

Para cada hombre y mujer de Dios, quien dedica su tiempo y fuerzas para la proclamación del evangelio de Jesucristo. Continúe sirviéndole al Señor con compromiso y excelencia, porque a su debido tiempo usted recibirá su recompensa.

Tabla de contenido

Prólogo

Capítulo 1: La Necesidad De La Evangelización

Capítulo 2: ¿Cuál Es El Evangelio?

Capítulo 3: La Cultura De Nuestra Comunidad

Capítulo 4: La Educación De Nuestra Comunidad

Capítulo 5: La Comprensión De Nuestra Economía Comunitaria

Capítulo 6: La Estructura Familiar De La Comunidad

Capítulo 7: La Religión De Nuestra Comunidad

Capítulo 8: Antes De Ir

Prólogo

En el libro de Marcos encontramos el mandato de Jesús a sus discípulos, poco antes de su ascensión al cielo, y la llegada del Espíritu Santo apenas diez días después. En el capítulo 16, versículos 15 y 16, Jesús dice a sus discípulos: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

Es imposible hablar de evangelización sin tomar en consideración estos textos. Conocido como la Gran Comisión, es el mandato de evangelizar. Estas palabras deben resonar con la misma autoridad hoy como en aquel día en cual fueron pronunciadas por primera vez. La iglesia tiene la responsabilidad, el compromiso, de cumplir con esta Gran Comisión.

Al leer el libro de los Hechos, encontramos en el primer capítulo, cuando Jesús prometió el dunamis explosivo poder del Espíritu Santo, que les dice a sus discípulos que será el poder para ser testigos (Hechos 1:8). A continuación, hace enfasís en que serán testigos en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta los confines de la tierra. En el día de Pentecostés, estaban reunidos en la ciudad de Jerusalén, la cual llegó a ser su comunidad inmediata a ser evangelizada.

Así como los discípulos, debemos tener una carga de evangelizar nuestra comunidad inmediata, tanto como el mundo que nos rodea. Pero antes de salir en nuestra comunidad, debemos estar armados con la realidad de nuestro ambiente social. Pablo amonesta a sus lectores en la iglesia de Éfeso a tener ceñidos vuestros lomos con la verdad (Efesios 6:14). Pablo define la palabra de Dios como la espada del Espíritu en el versículo 17. Así que, tener lomos ceñidos con la verdad no es conocer las Escrituras, porque eso es una pieza separada de la armadura. Pablo está más bien refiriéndose a la palabra verdad aquí en el sentido de la realidad; la verdad de las circunstancias y conciencia de su entorno.

Tengo la intención por medio de este libro enseñar a la iglesia, los cristianos, sobre diversas dinámicas para la evangelización que pueden y deben ser aplicadas a nuestro alcance a la comunidad. Presentaré algunos puntos a considerar antes de salir en nuestra comunidad con un puñado de tratados. Nuestra comunidad es un organismo grande y complejo que debemos entender si queremos influirlo eficazmente con el evangelio de Jesucristo. Al no hacerlo, estaremos trabajando en vano. Vamos, a continuación, a equiparnos para esta tarea, antes de ir.

Capítulo 1: La necesidad de la Evangelización

¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!

- Romanos 10: 14,15

Piense en cuando usted aceptó a Cristo como su Señor y Salvador personal. ¿Cómo se sintió? ¿Cómo se enteró acerca de Cristo? Tal vez fue en un servicio religioso en el entorno de la iglesia tradicional. Tal vez fue por un compañero de trabajo que insistió en hablarte acerca de Jesús. O tal vez usted se detuvo en un programa mientras estabas buscando por los canales y oyó el evangelio de Jesucristo predicado en la televisión y su corazón se hincó con la convicción de que necesitaba un salvador.

Cualesquiera que sean las circunstancias que rodean cómo llegó a conocer a Jesucristo como su Señor y Salvador personal, usted se convirtió en un cristiano por el oír de Jesucristo. Por lo tanto, no es en vano que Pablo dice la fe es por el oír a los Romanos (Romanos 10:17). Si somos completamente honestos con nosotros mismos, y los otros, muy pocos o ninguno de nosotros puede decir que llegamos a conocer a Jesucristo porque él se presentó a nosotros.

La Biblia dice claramente que Jesús dejó la misión de evangelizar el mundo a los discípulos. Antes de ascender a tomar Su lugar a la diestra de Dios en el Cielo, Jesús dejó la carga de la evangelización del mundo a sus discípulos cuando dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura (Marcos 16: 15).

Lucas registra en su libro de los Hechos que Jesús dijo a los discípulos recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra (Hechos 1:8). El poder del Espíritu Santo vino sobre los apóstoles, mientras estaban reunidos en el aposento alto. El segundo capítulo de los Hechos narra la historia de cómo el Espíritu Santo llegó a la vida de los apóstoles y de los que estaban reunidos con ellos en el aposento alto.

Lo que se hace inmediatamente evidente en el relato de Lucas de la experiencia de Pentecostés es que el poder del Espíritu Santo en la vida de los apóstoles les dio el poder para el ministerio. Cada uno salió del aposento alto, hablando en nuevas lenguas, y confesando la verdad del Hijo de Dios en los idiomas de los que estaban reunidos en Jerusalén para la fiesta. Pedro se levantó entre la multitud y comenzó a predicar con audacia y certeza sobre el poder salvador de Jesucristo.

En el día de Pentecostés, tres mil personas dieron su corazón a Cristo. La experiencia de Pentecostés marcó el comienzo de una nueva ola del poder de Dios sobre la tierra. A través del poder de Su Espíritu, Dios ha equipado a sus discípulos para predicar el evangelio de Jesucristo en todo