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El Resultado Final: Dios Cumplirá Su Propósito En Ti
El Resultado Final: Dios Cumplirá Su Propósito En Ti
El Resultado Final: Dios Cumplirá Su Propósito En Ti
Libro electrónico168 páginas2 horas

El Resultado Final: Dios Cumplirá Su Propósito En Ti

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Jess puesto en una cruz se vi como el resultado final de su vida, y como un fracaso para algunas personas de ese tiempo que no entendan el propsito de Dios.
Quizs anduviste en tiempo de gloria pero ahora est pasando tiempos difciles, y el enemigo te dice que no te levantar, que no hay esperanza. Dios quiere que aprendamos que los que estamos en l, siempre saldremos victoriosos, y si Dios permite algunas cosas que parecen una derrota, es lo mejor que nos est pasando, aunque nuestra mente no lo pueda asimilar.
La obra de Cristo en la cruz traera un resultado de gloria, su vida en ese momento pareca un fracaso, pero era cuando Dios estaba salvando al mundo de sus pecados. No era un fracaso era una victoria que alcanzaba a los que se haban perdido. Todo el que no entenda esta obra se burlaba de Jess, es posible que si t no entiendes el porqu de lo que ests pasando llegues a frustrarte, ms an cuando veas los ataques de quienes te rodean. Pero por medio de este libro permteme llevarte a entender que tu situacin difcil no es el resultado final, el plan de Dios para tu vida, ministerio, familia, e iglesia es de gloria.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento19 ago 2011
ISBN9781463302504
El Resultado Final: Dios Cumplirá Su Propósito En Ti
Autor

Pastor Abraham Luciano

El pastor Abraham Luciano, nació el 6 de febrero del 1975, y a los 12 años entrega su vida a Cristo, y desde ese entonces empezó a estudiar la palabra de Dios, de manera fundamental para su crecimiento espiritual. Hoy comparte la palabra en www.ministrandohoy.com y es pastor de la iglesia evangélica “Tiempo de Dios” en New Jersey, USA. En la actualidad está casado por más de 15 años con Donna Luciano, y tienes tres hermosos hijos, Avis, Abraham y Deadonai. Después de escribir “El Resultado Final”, entendió que para llegar a ese resultado de gloria hay que vivir para agradar a Dios. El pastor presenta su segundo libro con mucha humildad, con el propósito de que todo tomemos la decisión de vivir para agradar a Dios.

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    El Resultado Final - Pastor Abraham Luciano

    Copyright © 2011 por Pastor Abraham Luciano.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2011929596

    ISBN: Tapa Blanda            978-1-4633-0251-1

    ISBN: Libro Electrónico    978-1-4633-0250-4

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Este libro es hecho con el propósito de presentar de una manera bíblica que nuestro estado actual no es el resultado final porque Dios hará de nosotros y con nosotros algo mejor.

    Este Libro fue impreso en los Estados Unidos de América.

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    por favor contacte con:

    Palibrio

    1663 Liberty Drive, Suite 200

    Bloomington, IN 47403

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    Para llamadas internacionales +1.812.671.9757

    Fax: +1.812.355.1576

    ventas@palibrio.com

    336538

    Índice

    1. Elegidos por Dios

    2. El resultado final será mejor

    3. Las aflicciones del tiempo presente

    4. Visión, Propósito y el resultado final

    5. Y se desanimó el pueblo por el camino.

    6. A La Manera de Dios

    7. Confía y Avanza

    8. Aunque tardare, esperarlo.

    9. El resultado final de la Iglesia

    Introducción

    La vida puede tornar de la noche a la mañana de forma negativa o positiva.

    Lo que era un triunfo se convirtió aparentemente en un fracaso.

    Jesús puesto en una cruz se vio como el resultado final de su vida y como un fracaso para algunas personas de ese tiempo que no entendían el propósito de Dios.

    Quizás anduviste en tiempo de gloria pero ahora está pasando tiempos difíciles, y el enemigo te dice que no te levantará, que no hay esperanza.

    Dios quiere que aprendamos que los que estamos en Él, siempre saldremos victoriosos, y que si permite algunas cosas que parecen una derrota, es lo mejor que nos está pasando, aunque nuestra mente no lo pueda asimilar.

    La Biblia dice:

    Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS. Mateo 27.37

    Usted puede estar enfrentando momentos muy difíciles en su vida, pero el enemigo no podrá negar lo que eres en Dios.

    Este letrero sobre la cabeza de Jesús habla de la razón de su muerte, según lo entendía el gobierno de romano.

    Mi oración es que en tus momentos difíciles no se vea sobre tu cabeza una razón negativa.

    La Biblia dice: ¹⁵Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; ¹⁶pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. 1 Pedro 4.15, 16

    Los padecimientos de Cristo fueron para salvarnos de la muerte eterna, fueron para darnos vida y vida en abundancia. Cada creyente es el resultado de esa obra maravillosa.

    La obra de Cristo en la cruz traería un resultado de gloria, su vida en ese momento parecía un fracaso, pero era cuando Dios estaba salvando al mundo de sus pecados.

    No era un fracaso era una victoria que alcanzaba a los que se habían perdido.

    Todo el que no entendía esta obra se burlaba de Jesús, es posible que si tú no entiendes el porqué de lo que estás pasando llegues a frustrarte, más aún cuando veas los ataques de quienes te rodean.

    Mateo 27.38-44 Dice: ³⁸Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda. ³⁹Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza, ⁴⁰y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz. ⁴¹De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían: ⁴²A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él. ⁴³Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios. ⁴⁴Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él.

    Como Jesús entendía el propósito, no se vio fracasado. Él no miraba su situación difícil, su gozo estaba en las millones de almas que serían salvadas por su muerte. Jesús el cual, por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, . . . Hebreos 12.2

    Jesús miró el resultado final y se gozó. Él podía decir ¿por qué me ponen entre ladrones? No me cataloguen con estos, que si merecen el castigo.

    Lo que menos pensó el enemigo era que uno de los ladrones se salvaría enseñándole a todas las generaciones que mientras hay vida, hay esperanza.

    Dios puede salvar a los hombres de sus pecados hasta en los últimos minutos de su vida.

    Cuando la gente no puede ver tu resultado final te menosprecia en tus momentos difíciles.

    No podemos dejar que la opinión de los demás nos haga abandonar la fe de que el resultado final será glorioso.

    Habrá opinión que estará basada en la lógica, y esto nos puede hacer reaccionar en nuestras emociones, hasta el punto de estar de acuerdo con ellos.

    Palabras en la lógica:

    •    Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz.

    •    A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar . . .

    El propósito no era ninguno de los comentarios mencionados arriba; el propósito de Dios es más importante que mi propio propósito. Siempre ponemos por delante nuestros intereses dejando en riesgo los intereses del reino de los cielos.

    Antes del resultado final experimentamos tantas cosas que parece que todo está perdido. Es posible que mientras pasamos el tiempo difícil estemos experimentando soledad, clamamos y aparentemente no hay respuesta, nos sentimos abandonados, y desamparados.

    Jesús dijo:

    Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Mateo 27.46

    En el caso de Jesús y en nuestro caso es distinto. ¿Por qué?

    Jesús cuando pronunciaba estas palabras en la cruz del calvario estaba cargando el pecado de todos nosotros, y el pecado nos separa de Dios. Es por eso que Jesús clamo: ¿por qué me has desamparado?

    Mas, él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Isaías 53.5, 6

    ¿Cómo podemos saber que nuestros pecados nos separan de Dios?

    Cuando leemos en Isaías 59:2 dice: pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.

    También en Romanos 3:23 se nos muestra: por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,

    Fue el plan del enemigo que nos separó de Dios por nuestro pecado desde Adán y Eva, quienes fueron sacados del lugar de bendición donde se encontraban.

    Con esta referencia podemos aprender sobre la razón de la muerte de Cristo en la cruz. La muerte de Cristo fue el sacrificio que aceptó el Padre para perdonarnos nuestros pecados y para acercarnos a Él.

    Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Efesios 2.13

    Es por eso que Cristo al cargar el pecado del mundo sintió esa separación que el pecador tiene de Dios por sus faltas.

    Nosotros hoy al estar perdonados por la obra de Cristo tenemos la seguridad de que él no nos abandona. El resultado final de Cristo en la cruz no fue una derrota, fue más bien una gran victoria.

    Es posible que muchos lo único que veían era un fracaso total del gran líder llamado Jesús de Nazaret, pero miremos la verdad espiritual que con los ojos naturales no se podía ver. Cristo triunfo en la cruz. Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. Colosenses 2.15

    Nunca se olvide esta palabra Cristo triunfo sobre nuestro enemigo en la cruz, es por eso que su muerte en ella no es una derrota es más bien una victoria que nos pertenece a todos.

    Amados ninguno de nosotros está batallando para ganar sobre Satanás y sus demonios, de acuerdo a la palabra ya hemos ganado.

    Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Romanos 8.37

    Ya el triunfo de Cristo es una gran realidad en nosotros. Cuando el enemigo ataca, mírate como un vencedor porque hasta él mismo lo sabe. El enemigo sabe que somos más que vencedores y nos hace resistencia para qué pongamos en duda la victoria en Cristo.

    ¿Si el diablo fue derrotado por qué sigue haciendo estragos?

    La derrota del diablo consiste en la victoria de Cristo. La victoria de Cristo es la victoria de la iglesia, si tenemos temor cuando el derrotado asusta, él celebrará la derrota del diablo y no la victoria de Cristo.

    ¿Qué es lo que nos enseña la palabra de Dios? Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Santiago 4.7

    Antes del triunfo Satanás nos sometía a él, después del triunfo perdió toda autoridad sobre nosotros porque ahora somos siervos de Dios y solamente a Dios no sometemos. Esta verdad es la que nos declara que el diablo huye de nosotros. ¿Por qué? Porque él sabe que nuestro sometimiento a Dios es la evidencia de que Cristo es el Señor de la vida, quien nos ha dado la victoria.

    Los capeones no huyen, los que tienen la victoria ganada no deben correr, Satanás corre porque él ha sido derrotado por el poderoso Jesús.

    Elegidos por Dios

    En un programa de televisión, se veía el gozo y la pasión de una persona elegida por su gran talento para el canto. El público aplaudía y todos decían: "verdaderamente que éste si tiene una gran capacidad y una imagen que lo llevará a ser uno de los cantantes más exitoso de esta época. En este nuevo cantante estaban todos los requisitos para triunfar. Los jueces eligieron bien, fue una elección de acuerdo a la capacidad que este muchacho poseía.

    La Biblia dice que fuimos escogidos por Dios. ¿Qué miro Dios en nosotros? ¿Qué fue lo que le impresionó?

    Lamentablemente lo único que vio Dios en nosotros fue hombres que huían de Él.

    La Biblia dice: Huye el impío sin que nadie lo persiga; Mas el justo está confiado como un león. Proverbios 27.1

    Dios no vio nada bueno en nosotros para felicitarnos y darnos un premio; lo único que merecíamos era el castigo.

    Jesús dijo: . . . Ninguno hay bueno, sino sólo Dios. Lucas 18:19

    Nuestra condición nos condenaba, pero Dios en su amor miró lo que podemos ser en Él. En otras palabras, Dios miró en mí y en ti el resultado final.

    ¿Por qué el resultado final? Porque el estado actual estaba bajo condena, en pecado, con una sentencia de muerte y maldición.

    Cada persona por medio de Cristo puede ser librado de ese estado actual de maldición, y recibir la vida de Cristo quien nos bendice por toda una eternidad.

    Fue la decisión de Dios, querer amarnos en nuestro estado actual. No tuvimos que hacer como aquella mujer que para sentirse amado por su pareja fue varias veces al cirujano arriesgando su vida.

    La Biblia dice: Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5.8

    Dios nos amó siendo aún pecadores. No esperó que cambiáramos, porque de eso se encarga Él.

    Dios no nos amó o nos escogió por algunas cualidades que le agradaran de nosotros, porque siendo aún pecadores su vida dio por nosotros los pecadores. La condición de pecado nos alejaba de Dios, no nos permitía buscarlo y entregarnos a Él con devoción y amor.

    Estábamos tan alejados de Él, que cuando nos llamó, no le escuchamos, nos buscó en la juventud pero el volumen estaba muy alto en esa época, nos buscó siendo adultos, pero estábamos muy ocupados, así siempre teníamos un pretexto para Dios nuestro creador.

    Los que llegamos hoy a los pies de Cristo somos conscientes de la palabra de Jesús, cuando dijo: No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, . . . Juan 15.16

    Jesús no sólo nos dice en este pasaje de la Biblia que nos eligió, sino que nos presenta el propósito: . . . os he puesto para que vayáis y llevéis fruto.

    Dios nos llama y nos da propósito. La vida

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