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Reflexiones Al Amanecer
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Reflexiones Al Amanecer

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El amanecer es mi mejor hora del día. Me levanto en las mañanas lleno de energía, con entusiasmo y alegría. Me voy a acostar en las noches como se va mi nieto a dormir, refunfuñando, porque tiene tanto que hacer que supone que la noche se acaba todo. La vida es hermosa. Reflexionar es parte de ese regalo que hemos recibido. Es mi mejor momento. Sin teléfono, ni interrupciones de ningún tipo. Un instante de reflexión, todos los días lo espero.
En mis mañanas, mientras mi familia descansa, leo, escribo, medito, ocupo tiempo en revisar ideas que he redactado en otro momento. Abro la Biblia, procuro encontrarme con la voz de la divinidad, esa que nos arropa en el silencio.
Allí nacen estas reflexiones, que están pensadas, para dar un pensamiento para el día que permita reflexionar en la vida, la divinidad, y el sentido de todo.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento23 dic 2020
ISBN9781005059521
Reflexiones Al Amanecer
Autor

Miguel Ángel Núñez

El Dr. Miguel Ángel Núñez. Tiene nacionalidad chilena y argentina.Ha enseñado en universidades de Chile, Argentina, México, Perú y España. Además ha sido profesor visitante para universidades de Ecuador, Colombia, Rusia, El Salvador, Venezuela y EE.UU.Doctor en Teología Sistemática (Univ. Adventista del Plata); Magister en Teología (Univ. Adventista del Plata); Licenciado en teología (Univ. Adventista de Chile y Univ. Adventista del Plata); Licenciado en filosofía y educación (Univ. de Concepción, Chile); y, Orientador familiar (Univ. Católica del Norte, Chile). Actualmente cursa una Maestría en Mediación y Conflicto y otra en Sexología clínica.Especialista en Ética, Investigación cualitativa, Antropología, Educación y Orientación Familiar.Conferenciante internacional, solicitado normalmente para dictar seminarios para jóvenes, docentes, empresas y matrimonios. Dedica buena parte de su tiempo a escribir; editar; realizar terapia online; y dar clases en postrgrado.CEO y editor de FORTALEZA EDICIONES y de sus sellos subsidiarios: TORRE FUERTE EDICIONES; CRÍTICA CRISTIANA EDITORIAL; TESIS EDITORIAL; LETRA DE COLORES EDICIONES; POÉTICA EDICIONES; VIDA SALUDABLES EDICIONES; GRACIA EDICIONES.CEO de SERVICIOS EDITORIALES FE, que brinda servicios editoriales a autores que precisen publicar.

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    Reflexiones Al Amanecer - Miguel Ángel Núñez

    Reflexiones al amanecer

    Reflexiones al amanecer

    Miguel Ángel Núñez

    Fortaleza Ediciones

    www.fortalezaediciones.com

    librosfortaleza@gmail.com

    Copyright © Miguel Ángel Núñez, 2021

    NÚÑEZ, miguel Ángel

    Reflexiones al amanecer. Valencia: Fortaleza Ediciones, 2021.

    15.24 x 22.86 cm. 384 páginas.

    DEVOCIONAL. 2. REFLEXIONES.

    Derechos reservados

    © Miguel Ángel Núñez, 2021

    © Fortaleza Ediciones, 2021

    Diseño interior: Servicios Editoriales FE

    Fotografia de portada: www.pixabay.com

    Fortaleza Ediciones

    Quart de les Valls, CP 46515

    Valencia

    España

    Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación (texto, imágenes y diseño), su manipulación informática y transmisión ya sea, electrónica, mecánica, por fotocopia u otros medios, sin permiso previo y por escrito del editor.

    Dedicado a

    Todos los cristianos que están luchando por ser verdaderamente cristianos en un mundo nominalmente seguidor de Cristo.

    Introducción

    "Sin saber cuándo llegará el amanecer, abro todas las puertas" (Emily Dickinson).

    El amanecer es mi mejor hora del día. Me levanto en las mañanas lleno de energía, con entusiasmo y alegría. Me voy a acostar en las noches como se va mi nieto a dormir, refunfuñando, porque tiene tanto que hacer que supone que la noche se acaba todo. La vida es hermosa. Reflexionar es parte de ese regalo que hemos recibido. Es mi mejor momento. Sin teléfono, ni interrupciones de ningún tipo. Un instante de reflexión, todos los días lo espero.

    En mis mañanas, mientras mi familia descansa, leo, escribo, medito, ocupo tiempo en revisar ideas que he redactado en otro momento. Abro la Biblia, procuro encontrarme con la voz de la divinidad, esa que nos arropa en el silencio.

    El tráfago de la vida hace que muchas personas estén adormecidas por la velocidad y el movimiento, llenas de ansiedad, conflictos emocionales y un sin fin de problemas que lo achacan a la vida, sin detenerse a pensar en que de alguna forma somos arquitectos de lo que nos ocurre.

    Leonora Carrington, la escritora, dice en uno de sus libros el amanecer es el momento en que nada respira, la hora del silencio. Todo está paralizado, solo la luz se mueve. Esa sensación agradable de ver el sol saliendo y ofreciéndonos un nuevo día con todo lo que implica y la esperanza que ofrece.

    Estas reflexiones son fruto de esos momentos de quietud. De instantes de estar en soledad y con la mente fresca para indagar en la vida que se nos va a borbotones, con la seguridad de que a fin de cuentas, todo lo que nos ocurre, es un paso más hacia la eternidad.

    Hace años comencé el proyecto de escribir una reflexión diaria para publicarla en mi Blog y en Facebook. Lo estuve haciendo durante casi 6 años, de ese trabajo ya he publicado dos libros de reflexiones devocionales: Lazos de amor, reflexiones para parejas y matrimonios; y, Háblame Señor, comentario devocional del libro de Proverbios. El que tienen en mano es el tercer libro de la serie y con este serían cinco los devocionales que he escrito y publicado hasta aquí.

    Confío en que la lectura de este libro sirva para reflexionar y puedan darse tiempo para pensar, el más maravilloso don que Dios le ha otorgado al ser humano.

    Si me escriben luego de leer, será un privilegio conocer de primera mano la retroalimentación después de haber leído.

    Bendiciones.

    Dr. Miguel Ángel Núñez

    Quart de les Valls, Valencia

    España

    Dar gracias

    "No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias" (Filipenses 4:6).

    Un año nuevo da la posibilidad de planear de una forma diferente. Permite el ejercicio de soñarnos a nosotros mismos de una manera distinta. Simbolizamos un año que se va y uno que llega, porque tenemos esperanza de que puede ser mejor y dejar atrás las tristezas y dolores que vivimos.

    Pablo, escribió, el texto de esta reflexión, estando en la cárcel. Había predicado por más de 30 años. Estaba ciego y dependía de otros. Además, sabía que dentro de poco moriría a manos de sus carceleros, sin embargo, nada de eso se observa en la epístola de Filipenses, al contrario, es una carta que exuda gozo. En cada frase se percibe a un hombre lleno de paz, serenidad y gratitud. Había aprendido una lección que algunos tardan toda una vida en entender. La mente humana es el don más prodigioso dado por Dios a cada ser humano, en nuestras manos está el convertirnos en prisioneros de nuestros pensamientos negativos, o en aprender, como el apóstol a dar gracias siempre, aún en medio de dificultades.

    El problema es que hemos condicionado nuestra mente para pensar en lo negativo y dejar de ver las bendiciones que tenemos. Una forma distinta de decir que nos concentramos en el vaso medio vacío antes que en el vaso medio lleno.

    Cuando sólo vemos nubes grises, es difícil gozar la lluvia y percibir el beneficio que tiene para nuestra vida. Cuando sólo vemos el lado oscuro de las cosas, es complicado aprender a ver otras realidades, de una manera distinta. En realidad, lo único cierto es que la realidad está allí siempre, pero somos nosotros los que le damos el enfoque que queremos. Vemos, simple y llanamente, lo que queremos ver, lo que nuestra mente nos permite percibir.

    "Dar gracias a Dios por lo que se tiene, allí comienza el arte de vivir" (Doménico Cieri Estrada).

    Amor al poder

    "Dinos con qué autoridad haces esto —lo interrogaron—. ¿Quién te dio esa autoridad?" (Lucas 20:2).

    El amor al poder se convierte en megalomanía. Los rasgos del megalómano pueden esconderse de muchas formas, pero siempre se manifiestan en toda su magnitud.

    Cuando importa más el poder que el servicio, entonces, se está frente a alguien que hará lo que sea para mantenerse en él, por pequeño que sea su ámbito de acción. Cuando el poder y mantenerse en él está por sobre el respeto y consideración a las personas, entonces, no hay duda, se está frente a un megalómano, uno que vendería a su madre si pudiera obtener algún rédito de poder para sí mismo.

    La pregunta más recurrente que le hacían a Cristo los amantes del poder era conocer la autoridad que le permitía realizar lo que hacía. En realidad, le preguntaban quién lo había autorizado o bajo qué mandato obraba así. Es sintomático que Jesús nunca habló ni respondió a esa demanda, al contrario, la ironizó.

    Finalmente, fueron los mismos que increpaban a Jesús los que lo asesinaron, o al menos, tramaron para que se efectuara el homicidio. No les importó saber si Jesús decía la verdad. No quisieron ver sus obras. No buscaron conocer si había en él coherencia o no. Ni siquiera se molestaron en ver los milagros que Jesús realizó. Lo único que les interesaba es que Jesús suponía un desafío a su poder, y eso, les resultaba intolerable. Siempre ha sido así. Al megalómano no le interesa la verdad, adora el poder.

    Esto no es prerrogativa de políticos o empresarios, muchos religiosos, y líderes de congregaciones, son amantes del poder. Se esconden detrás de fachadas de espiritualidad, pero persiguen lo mismo: Afán de dominio, control, sentir que pueden manejar a otros, etc. Nada de eso había en Cristo, ni por asomo.

    "Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si queréis probar el carácter de un hombre, dadle poder" (Abraham Lincoln).

    No temas

    "No temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios" (Isaías 41:10).

    Isaías 41:10 comienza con la frase no temas. Un dato interesante de la Biblia es que esa expresión aparece en el original bíblico 365 veces. Un recuerdo de que Dios espera que descansemos en él, sin temor. Una promesa para cada día de que Él tiene una visión mucho más amplia de todo. La seguridad de que Él ve el panorama completo.

    No temas es una invitación a confiar y a no ser niñ@s caprichos@s en busca de respuestas que se adecuen exclusivamente a nuestros deseos, creyendo que sólo cuando lo que anhelamos se cumple, entonces la voluntad de Dios está realizada. Nada más lejos de la verdad.

    No temas, es la forma simple de decirnos: Relájate, deja la ansiedad a un lado, no andes buscando excusas para preocuparte, has tu parte y lo que no seas capaz, déjamelo a mí.

    No temas, es una invitación a dejar que Dios sea Dios y a que nosotros, aceptemos de una vez por todas, que él es soberano y nosotros ovejas de su prado.

    Dios nunca nos manipula ni fuerza nuestra voluntad, pero hace su mejor esfuerzo para que vivamos tranquilos, porque él te dice a ti y a mi: No temas. Vivir con temor es una mala manera de vivir, que produce muchos problemas a largo plazo, por esa razón Dios nos dice cada día: No temas, yo estoy contigo... nunca te abandonaré.

    Cuando el temor se instala, la vida se convierte en un vía crucis, una especie de purgatorio que no nos permite gozar de las cosas simples de la vida ni apreciar las bendiciones que tenemos. Temer no es vivir, es solo sobrevivir. Podemos respirar, pero si tememos, es como si nos faltara el aire y poco a poco eso nos privara de la posibilidad de vivir de manera equilibrada y plena.

    "El miedo es el más ignorante, el más injurioso y el más cruel de los consejeros" (Edmund Burke).

    El único camino

    "Yo soy el camino, la verdad y la vida" (Juan 14:6).

    La verdad escapa a una denominación. La fe y la verdad no pueden ser reducidos a un sistema de creencias, eso es lo más cercano a un gueto teológico. La verdad es infinita, y los seres humanos sólo tenemos vislumbres de ella. Creerse dueño de la verdad religiosa en términos absolutos, es asumirse a sí mismo como absoluto, lo cual no sólo es presuntuoso, sino absurdo.

    Cuando sostenemos de manera prepotente y dogmática tener la verdad en términos de exclusión, le faltamos el respeto a la inteligencia del resto de la humanidad y a Dios mismo al suponer que la divinidad sólo se revela a un reducido número de personas. Esa es la génesis para ideologías absolutistas y tiránicas.

    Cada verdad que descubrimos es una vislumbre de Dios que siempre estará más allá de nuestra comprensión. Ya lo decía Agustín de Hipona cuando sostenía que toda verdad que conocemos es como un vaso de agua en un mar infinito de conocimiento.

    La verdad bíblica no es teoría, doctrina, ni un cuerpo teológico dogmático. La verdad es una persona. Jesús dijo: yo soy el camino, LA VERDAD, y la vida (Juan 14:6). Si no entendemos esa sentencia, entonces luchamos por verdades parciales. Nos enredamos en disputas llenas de orgullo y vanidad que descalifica y en la discusión nos perdemos de conocer la verdad, que es Jesús.

    Muchas disputas denominacionales proceden del orgullo, no del conocimiento de la Escritura. Como decía uno de mis profesores del doctorado: En la erudición no hay lugar para partidismos, lo único que se quiere es conocer, y de la mejor forma posible. Hace rato que creo que los que disputan la fe, lo hacen sobre la premisa de querer ganar discusiones, a como de lugar, no de descubrir la verdad simple y llana, que sólo se encuentra en Jesús.

    "La verdad a menudo sufre más por el fanatismo de sus defensores que por los argumentos de sus detractores" (William Penn).

    Se cosecha

    "No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra" (Gálatas 6:7).

    Siempre regresa a ti el bien o el mal que has sembrado, no puedes escaparte, es parte de la vida y asumirlo es lo que hace sabio. Cuando el apóstol dijo que todo lo que sembramos eso segamos, no se refería a algunas cosas sino a TODO.

    Cuando das amor lo recibes de vuelta con creces, pero también, cuando siembras odiosidades.

    Cuando entregas tiempo, muchos te dan su tiempo en algún momento, pero si sólo das quejas y mezquindades, lo mismo, tarde o temprano recibes a cambio.

    Cuando promueves tolerancia, recibes comprensión y buena voluntad, pero si das lo contrario, la gente se olvida de ti.

    Cuando generas empatía, otros te comprenden, pero si produces indiferencia, al cabo del tiempo, es lo mismo que recibes.

    Cuando tienes actos de compasión con personas que están sufriendo, en algún momento te es devuelto lo mismo porque la vida es un gran ciclo.

    Cuando escuchas a otra persona en sus dolores y sufrimientos, en algún momento alguien te devuelve lo mismo.

    La vida es un gran ciclo, donde todo vuelve. Un boomerang que regresa a ti, de la misma forma en que lo has lanzado.

    La próxima vez que ames, no olvides que recibirás, lo mismo. Por esa razón, procura sembrar bondades, para que no tengas que cosechar otra cosa que no sea la paz de la equidad y la bondad. Procura dar paz, comprensión, amistad, compasión, bondad, porque en algún momento tu mismo lo necesitarás.

    "Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo recoger sus frutos" (Thomas Carlyle).

    Varón y mujer

    "Hombre y mujer los creó y los bendijo" (Génesis 1:27).

    Sin la mujer, el hombre es varón, pero no plenamente humano. Cuesta entender la negación de humanidad de aquellos que sienten que su anatomía les da el derecho a decirle a otros seres humanos qué creer, pensar y hacer con su género. Cuando un varón maltrata a una mujer con sexismo y con violencia simbólica ejercida desde un patriarcado trasnochado, lo único que hace es denigrarse a sí mismo como parte de la humanidad.

    Varones y mujeres, somos únicos. Seres que merecemos todo el respeto del mundo no por parecer sino por ser. No es posible que el género defina la forma en como somos tratados. Quien menosprecia a la mujer, no se respeta a sí mismo lo suficiente como para entender que en la lotería de la vida, ser varón o mujer no es imposición de la naturaleza ni decisión divina, sólo es una consecuencia de un proceso natural donde no hay más intervención que el azar genético.

    Un humano es plenamente tal hasta que reconoce con equidad la presencia de otro género en términos paritarios, de derecho y en igualdad de condiciones. El varón sin la mujer no es pleno, así como la mujer sin el varón no es completa. Sólo cuando se aceptan como tales devienen en humanidad.

    Esta verdad hace toda la diferencia en las relaciones de las personas. Si sólo lo recordáramos la existencia tendría otro sentido y dejaríamos atrás los revanchismos y todas las actitudes que hacen la vida de la mujer tan difícil en muchos lugares.

    Los varones que carecen de empatía frente a esta problemática, no entienden el verdadero problema y la dimensión que tiene, en muchos sentidos, porque pertenecer al género masculino les da cierta conformidad, si se es inteligente, es preciso mirar más allá.

    "La igualdad es una necesidad vital del alma humana. La misma cantidad de respeto y de atención se debe a todo ser humano, porque el respeto no tiene grados" (Simone Weil).

    Padre omnipresente

    "Oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos" (Mateo 6:9).

    Cuando decimos: Padre nuestro que estás en los cielos, equivocamos el concepto. El sentido original es cosmos, que quiere decir: Padre nuestro que estás en todas partes. Algunos dirán que el original griego no dice cosmos sino uranos. Cierto, la expresión aparece en Mateo 6:1, sin embargo, Mateo fue escrito originalmente en hebreo para presentar a Jesús a los judíos. No se sabe cuando fue traducido al griego.

    El término uranos es equívoco. Nunca un judío habría pensado en la morada de Dios (si es que cabe ese término). en uranos, expresión referida a la mitología griega y al dios Urano, personificación de los cielos y que para los griegos es el techo del mundo. Para un judío dicha expresión habría sonado a herejía...

    El término cosmos no existe en hebreo, lo más cercano es "shemeia" (cielos). El traductor del texto hebreo de Mateo buscó un término popular, pero no el más acertado para la mentalidad hebrea, señal de que el traductor fue griego y no hebreo.

    Cuando pensamos en un Dios en los cielos, no debemos pensar en el cielo, a la manera griega, sino en el cosmos a la manera hebrea: Un Dios omnipresente y no circunscrito a un lugar, como ha sido la tendencia heredada desde el pensamiento griego. Eso sugiere que la presencia de Dios no está sujeta a un lugar.

    Al dirigirnos a un Dios que está presente en el cosmos, estamos admitiendo la posibilidad de que nada se le escapa a Dios y que de algún modo en su providencia tiene en cuenta todo lo que nos sucede. Eso da paz y tranquiliza saber que no estamos en la presencia de Dios sólo cuando vamos a un templo.

    "La Naturaleza está separada de Él y sin embargo es El omnipresente en ella comparativamente como la luz está en el ojo, el sonido en el oído, el gusto en la lengua, ó como el éter está en la tierra y en las aguas" (Emanuel Swedenborg).

    Violencia simbólica

    "Tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?" (Santiago 4:12).

    Hay muchas formas de violencia, una de ellas es cuando subidos a un podio de certezas descalifico a quienes tienen otra creencia. Es una forma naturalizada de actuar, pero es la manera más común y no por serlo es la más correcta.

    Un cristiano que se jacta de tener una verdad, pero descalifica, denuesta, agrede, moteja, ironiza, y maltrata, demuestra con ese acto estar muy lejos de la bondad y amor de Cristo. En el fondo, no conoce al Jesús que dice adorar.

    Está de moda, en algunos círculos, hacer una lectura acomodaticia de la cita: No juzgar y se arrogan a sí mismos el derecho a maltratar y descalificar a los que no compartan sus opiniones. Lo hacen a nombre de Dios y de la verdad bíblica, cuando no es más que una actitud fruto del orgullo y la soberbia.

    Una cosa es analizar ideas, otra muy diferente, maltratar personas. No captar la diferencia, es simplemente, una forma burda de justificar la violencia con fines religiosos, vieja historia que arrastra siglos, pero que está más vigente que nunca.

    Las redes sociales, mucho más que antes en la historia, está permitiendo el florecimiento de personas que en el afán de defender la verdad se dedican a motejar, violentar, insultar, violentar y destruir a otros, cuyo único pecado es pensar diferente. En cierto modo, porque el fundamentalismo no admite oposición.

    Si la religión no construye, termina destruyendo. Si en el afán de defender una verdad religiosa termino maltratando a un semejante, eso es señal de estar viviendo en lo más tétrico del oscurantismo. Esa fórmula ya se ha probado en el pasado con resultados nefastos.

    "El enemigo no es el fundamentalismo, sino la intolerancia" (Stephen Jay Gould).

    Respeto

    "Los caminos están desiertos; nadie transita por ellos. Se rompen los pactos y convenios; no hay respeto para nadie" (Isaías 33:8).

    Lo que debería importarnos a la hora de relacionarnos con alguien es que es un humano que merece respeto y consideración. Cualquier rótulo separa. No se es blanco o negro, alto o bajo, liberal o conservador, de derecha o izquierda, pobre o rico, se es antes que nada y sobre cualquier expresión como esas, un ser humano que merece la mayor de las consideraciones. El respeto es una acción que no se otorga como privilegio, es simplemente, lo justo, en derecho, que le corresponde a cada persona. Se da lo que no debería discutirse ni ponerse en duda de ninguna forma.

    Cuando rotulamos a alguien calificándolo es una manera de discriminación y supone un acto de violencia. Implica que de algún modo nos consideramos mejor que la otra persona y por lo tanto, creemos que aquel a quien calificamos se merece ese trato. Sin embargo, es una premisa falsa. Nadie debería ser rotulado, porque hacerlo implica que nos ponemos en una posición de superioridad, simplemente, porque somos distintos.

    Esto alcanza un matiz mucho más dramático cuando las rotulaciones se dan en contextos religiosos. Las peores masacres, genocidios y persecuciones han venido de la mano de personas religiosas que creían tener una verdad y se sentían con el derecho a aniquilar a todos los que no compartían dicha idea. Muchos que decían proclamar la verdad y amar a Jesús no dudaron en asesinar, torturar, desaparecer, y hacer masacres a nombre de un Dios de amor, lo que es la contradicción en toda su expresión.

    Nadie merece ser maltratado por sus ideas. En esto vale el principio de Jesús de hacer por otros lo que quisiera que hicieran por nosotros. Cada persona tiene el derecho a pensar como quiera.

    "Ninguna religión o filosofía que no se base en el respeto por la vida no es una religión o una filosofía verdadera" (Albert Schweitzer).

    Autoestima

    "Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación" (Romanos 12:3).

    El tema de la autoestima ha adquirido ribetes trascendentes cuando entendemos su importancia y la necesidad que los individuos tienen de apreciar lo que son, sin comparaciones ni automaltratos. Cuando la autoestima es devaluada, lamer las heridas no sirve. Es preciso ponerse de pie, aunque sea tambaleante y buscar ayuda para hacerse cargo de la propia vida.

    Tamara Sánchez señala que la autoestima es la percepción que tenemos de nosotros mismos. Abarca todos los aspectos de la vida, desde el físico hasta el interior, pasando por la valía o la competencia. Se trata de la valoración que hacemos de nosotros mismos la cual no siempre se ajusta a la realidad. Esa valoración se forma a lo largo de toda la vida y bajo la influencia de los demás (Sánchez, 2018).

    El apóstol Pablo señala que nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener (Romanos 12:3), lo que no implica despreciarse a sí mismo. Al contrario es pensar de sí mismo con moderación. Con una actitud apropiada, sin considerarse ni superior, ni inferior, sino un ser humano con las mismas opciones que tienen otros y con la disposición a crecer y aprender.

    Cuando una persona destruye su autoestima con una actitud de víctima o simplemente renegando de todo lo que es, termina autodestruyéndose. Es fundamental hacerse cargo de la propia vida. Nadie, por muy bien intencionado que sea, asumirá la responsabilidad de vivir la vida de otra persona, bastante tenemos con la propia. Por lo tanto, qué hacer con la vida propia es una responsabilidad personal, y eso pasa por entender quiénes somos.

    "Una saludable autoestima significa que no nos sentimos obligados a justificar, ante nosotros mismos o ante nadie, el hecho de salir de vacaciones, acostarnos tarde, comprar zapatos nuevos o permitirnos algún capricho de cuando en cuando" (Andrew Matthews).

    Perdonar

    "Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial" (Mateo 6:14).

    Perdonar engrandece. Perdonar y no tenderle la mano a quién honestamente procura enmendar su rumbo, habiendo compensado y reconocido su error, es una contradicción que confunde. Muchos dicen tener fe y creer en Dios, no obstante, sus rencores están tan acendrados que no están dispuestos a perdonar, consiguiendo con eso mostrar una imagen contradictoria con el cristianismo, que en esencia promueve relaciones humanas sanas.

    Perdonar significa dejar ir, soltar, lo que implica no permanecer aferrados a resquemores que finalmente terminan por destruir la vida, especialmente cuando eso no hace más que aumentar el dolor y la poca claridad de los afectos que se tienden a estancar, así como agua ponzoñosa, que por no avanzar se convierte en barro nausebundo y un lodazal de muerte.

    Algunas conductas resultan más difíciles que perdonar que otras, pero la demanda bíblica es SIEMPRE perdonar, especialmente si los ofensores no dan señales de arrepentimiento, ese perdón es un acto milagroso donde sólo el poder de Dios cura el recuerdo y las heridas. La opción de no perdonar y vivir bajo el estigma del odio y el rencor, es mucho más dañina que no perdonar.

    Una persona que no perdona está amarrada, indefectiblemente a su ofensor por el resto de la vida. El perdón libera. Permite seguir viviendo, al menos sin esa carga de pesar y dolor que implica vivir amarrados al daño que nos han hecho. Tal vez, el problema de no perdonar esté vinculado con pensar que el perdón implica reconciliación lo que es errado. Son dos temas diferentes. La consiga es siempre perdonar, pero, reconciliación, a veces, cuando es posible y no hay que sentir pesar si en ocasiones dicha reconciliación no se puede.

    "A perdonar sólo se aprende en la vida cuando a nuestra vez hemos necesitado que nos perdonen mucho" (Jacinto Benavente).

    Apertura

    "No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente" (Romanos 12:2).

    La mente humana es extraordinaria y excepcionalmente maravillosa. No tiene parangón. No se puede comparar con nada, porque ni aún la computadora más avanzada puede realizar lo que el cerebro menos desarrollado hace. Todo ese se ve opacado por mentes que se niegan a utilizar el máximo de su potencial. Muchas personas utilizan sus facultades al mínimo repitiendo a coro ideas falsas, premisas equivocadas o prejuicios, sin atreverse a ir un poco más allá, explorando, escrutando o investigando más. Sólo se conforman con repetir y validar sus propias opiniones sin sustento.

    No hay que equivocarse, para que la mente se abra, no se necesita un abrelatas, es preciso voluntad. Es fundamental que las personas quieran salir de sus estados de mediocridad y aspirar a otra cosa que les permita mirar la existencia de una manera amplia, dúctil y no cerrada, que es lo que ocurre con mentes que voluntariamente se cierran al conocimiento y la posibilidad de saber.

    La rigidez de conceptos, el negarse a examinar los presupuestos, el aferrarse obstinadamente a ideas que no se pueden probar, sostener argumentos sin base, son todas señales o indicios de estar frente a una mente cerrada.

    La Biblia habla que los cambios comienzan en la mente, porque desde allí se producen las transformaciones que harán la diferencia. Sin una mente amplia, abierta al cambio y dispuesta a explorar nuevas respuestas, lo único que queda es oscurantismo, reticencia al cambio, violencia hacia quienes tienen ideas diferentes, y una actitud beligerante contra todos aquellos que de un modo u otro saquen a esa persona de su zona de confort. Para pensar es necesario atreverse a criticar las propias ideas, de otro modo, sólo es repetición sin sentido.

    "Lo que sea que un hombre quiera hacer, debe primero hacerlo en su mente" (Albert Szent Gyorgi).

    Desamparo

    "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" (Mateo 27:26).

    Todos vivimos situaciones que marcan nuestra existencia. Momentos límites las llamaba el psiquiatra y filósofo alemán Karl Jaspers, instantes donde se replantea toda la vida, pasada y futura. Ningún ser humano está exento de vivir en jaque. Qué y cómo responder es lo que marca la diferencia.

    Podemos tener una vislumbre de esos instantes definitorios haciendo un recuento de los hitos más importantes que han definido nuestra existencia. Muchos de ellos están en nuestra memoria temprana y vienen a nuestra mente sin mayor esfuerzo. Sin duda, los instantes traumáticos, son más difíciles de digerir y a veces, por precaución nuestra mente los olvida, dejándonos sólo retazos inconexos que apenas reconocemos.

    El día que me convertí en padre por primera vez es un momento definitorio. Me hizo replantearme toda la vida, incluyendo mitos y conceptos que tenía hasta ese momento sobre la mujeres.

    Sentirnos desamparados por la vida, marca mucho más que los momentos dulces. No obstante, el dolor y la tragedia no tienen porque aniquilarnos. Los instantes son neutros y somos nosotros los que les damos significado. Es posible recibir el sol con alegría aún entre las rejas o percibir la belleza de la vida aun en una enfermedad. Después de la noche más oscura siempre surge la luz. Tener ese planteamiento de vida ayuda a sobrevivir los momentos más difíciles.

    El dicho dice que no hay mal que dure cien años, y es cierto, las situaciones difíciles pasan y aprender de ellas es una lección de vida. No podemos andar dejando que la vida nos aplaste y las circunstancias determinen qué podemos o no hacer. Tenemos que hacernos cargo, tomar nuestra vida en nuestras manos y elegir qué tipo de existencia queremos. Cada momento es precioso si sabemos sacarle provecho y aprender aún de circunstancias extremas.

    "No se recuerdan los días, se recuerdan los momentos" (Cesare Pavese).

    Conversaciones obscenas

    "Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición" (Efesios 4:29).

    Dialogar es una tarea de al menos dos personas. No se trata de imposición, de violentar la voluntad y la conciencia ajena. Cuando eso no ocurre no hay diálogo posible.

    Para que las personas puedan ponerse de acuerdo es preciso hablar. Son los animales los que gruñen o ladran cuando pretenden solucionar algo. Un humano que se precie como tal buscará siempre dialogar, sin imponer ni tratar de forzar la voluntad de otro.

    En medio de tantas disputas que separan a los seres humanos nos hace falta dialogar sin denostar, hablar sin maltratar, discrepar sin violentar. Es una de las tareas pendientes más fuertes que tenemos los seres humanos.

    A veces se recurre a la artimaña psicológica de sostener que somos francos, por eso decimos lo que decimos de la manera en que lo hacemos. Sin embargo, la franqueza no es autorización expresa para el maltrato. De hecho, en la práctica habitual, muchas personas con la excusa de la franqueza agreden, insultan, ningunean, menosprecian, y van por la vida dejando un reguero de malestar, desagrado y resquemor a su paso.

    No dejo de sorprenderme especialmente por profesos cristianos que olvidando los buenos modales se comportan de una manera impropia cuando pretenden dialogar sobre opiniones respecto a algún aspecto de la vida cristiana. ¿Haría Jesús lo que algunos hacen en las redes sociales? ¿Trataría Jesucristo a sus adversarios de la manera en que algunos profesos cristianos lo hacen? Cristo fue directo e incisivo en algunos casos, pero especialmente, con los dirigentes religiosos de su tiempo que no hacían más que maltratar y ofender a todos aquellos que se opusieran a sus ideas y conceptos.

    "Me gusta la gente que se niega a hablar hasta que está preparada para hablar" (Lillian Hellman).

    Representar el carácter de Dios

    "¡El Señor! ¡El Señor! ¡Dios tierno y compasivo, paciente y grande en amor y verdad!" (Éxodo 34:6 DHH).

    Me desanima como tantos cristianos han reescrito el carácter de Dios en sus vidas al revés, dándole un sentido totalmente opuesto al que presenta la Escritura.

    Cristianos faltos de ternura con el que se equivoca, faltos de compasión con el pecador, impacientes con los yerros ajenos, especialmente, si de ideas se trata, faltos de amor al condenar sin misericordia, y, faltos a la verdad, llegando incluso a la difamación, la injuria y la mentira, para ganar en su verdad.

    De verdad, creo que Dios tiene ternura con una cristiandad con estas características, compasión por nuestras terquedades, paciencia con nuestra falta de comprensión, amor, pese a nuestras odiosidades, y debe observar con mucha tristeza como la verdad es falsificada, con tal de ganar una discusión o probar un punto.

    ¡Señor te necesitamos! Es el clamor de tantos que vemos cada día como tu carácter se desdibuja en tantos que se llaman a sí mismos cristianos, y que en defensa de la verdad, no dudan en maltratar, acosar, señalar, mentir, injuriar, maldecir...

    La religión no es un campo de batalla contra otros, es un medio para llevar la redención con ternura y nunca con violencia.

    He sido víctima de profesos cristianos que suelen ir religiosamente como un mantra a sus lugares de culto, pero en la semana no dudan en lastimar, ofender o difamar. Uno ha llegado a escribir una biografía mía con tal sarta de mentiras, que si estuviera en mí lo demandaría por difamación. Lo más desconcertante es que en medio de mentiras usa expresiones como amor de Dios, compasión de los creyentes y pienso, ¿de verdad, cree en lo que escribe? ¿Entiende que la verdad siempre sale a la luz y que sus mentiras lo evidenciarán?

    "La verdadera religión no consiste solamente en palabras; hace falta demostrarla con obras" (Don Bosco).

    Religión vana

    "Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana" (Santiago 1:26).

    La capacidad de hablar es un don, pero la lengua podemos hacer mucho bien y mucho mal. La próxima vez que te cuenten algo, piensa bien si es prudente dar a conocer una información que puede afectar a otra persona. Piensa además, si te gustaría que dijeran algo a tus espaldas y sin que tu pudieras defenderte de la cobardía del que difama gratuitamente.

    Si el rumor dejara manchas en la cara de quienes los dan a conocer, ¿cuántas personas crees que tendrían la cara limpia?

    Si por cada rumor que propagamos nos saliera un lunar, ¿cuántos lunares tendríamos en el cuerpo?

    Si cada vez que diéramos a conocer un rumor nos crecieran las orejas, ¿qué tamaño tendrían tus orejas?

    Sin embargo, nada de eso es posible, simplemente, cuando propagamos un rumor lo hacemos sin estar conscientes del daño que hacemos y de lo que ocasionamos por no hacer lo correcto.

    Hablar mal de otro es un pecado. Lo primero se llama elocuencia, lo segundo se llama maledicencia. Cuando hablamos correctamente, en el momento adecuado y de la forma correcta, entonces, producimos mucho bien. Cuando por el contrario, hablamos impropiamente de otras personas, entonces, somos culpables de propagar información que tiene el potencial de dañar y perjudicar a muchas personas.

    Cuando el que habla mal es un cristiano, entonces se agrega otro problema, que es algo que Dios rechaza de plano y no lo acepta, simplemente, porque no es una conducta que agrade a Dios. Así que hay que pensar bien antes de hablar la próxima vez. Muchos cristianos racionalizan el hablar mal de otros. ¿Valdrá ese

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