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111 Sugerencias para padres de adolescentes
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Libro electrónico230 páginas2 horas

111 Sugerencias para padres de adolescentes

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Muchos padres no tienen la más mínima idea de lo que será su experiencia como padres de adolescentes. La mayoría aprende a medida que ya pasando el tiempo. Muchos logran sortear con éxito esta etapa y otros. Llevan una carga. Especialmente cuando sus hijos o hijas se meten en problemas. Todos quieren tener un manual de supervivencia para que les indicara qué hacer en estas circunstancias. Pero. No existe algo así. Al menos. Hasta ahora. El autor de este libro. Que ha sido padre de dos hijos ya adultos y ha tenido participación en la crianza de varios sobrinos. Algo sabe de lo que es este proceso. Ha sido educador por más de 30 años y en todo ese tiempo ha aprendido qué funciona y qué no sirve. Este libro es una guía. Un mapa de ruta. Para dar sugerencias. Ideas y mostrar algunos caminos posibles para quienes emprenden esa tarea extraordinaria que es convivir con un o una adolescente. Todo joven o señorita es diferente, no siempre sabremos qué hacer en todos los casos, pero al menos. Las sugerencias que contiene este libro podrán darles alguna idea a los padres para saber qué camino tomar para guiar a esa hermosa criatura que está creciendo para encontrar su propio sendero en la vida.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento27 dic 2019
ISBN9780463173923
111 Sugerencias para padres de adolescentes
Autor

Miguel Ángel Núñez

El Dr. Miguel Ángel Núñez. Tiene nacionalidad chilena y argentina.Ha enseñado en universidades de Chile, Argentina, México, Perú y España. Además ha sido profesor visitante para universidades de Ecuador, Colombia, Rusia, El Salvador, Venezuela y EE.UU.Doctor en Teología Sistemática (Univ. Adventista del Plata); Magister en Teología (Univ. Adventista del Plata); Licenciado en teología (Univ. Adventista de Chile y Univ. Adventista del Plata); Licenciado en filosofía y educación (Univ. de Concepción, Chile); y, Orientador familiar (Univ. Católica del Norte, Chile). Actualmente cursa una Maestría en Mediación y Conflicto y otra en Sexología clínica.Especialista en Ética, Investigación cualitativa, Antropología, Educación y Orientación Familiar.Conferenciante internacional, solicitado normalmente para dictar seminarios para jóvenes, docentes, empresas y matrimonios. Dedica buena parte de su tiempo a escribir; editar; realizar terapia online; y dar clases en postrgrado.CEO y editor de FORTALEZA EDICIONES y de sus sellos subsidiarios: TORRE FUERTE EDICIONES; CRÍTICA CRISTIANA EDITORIAL; TESIS EDITORIAL; LETRA DE COLORES EDICIONES; POÉTICA EDICIONES; VIDA SALUDABLES EDICIONES; GRACIA EDICIONES.CEO de SERVICIOS EDITORIALES FE, que brinda servicios editoriales a autores que precisen publicar.

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    111 Sugerencias para padres de adolescentes - Miguel Ángel Núñez

    111

    Sugerencias para padres

    de adolescentes

    Miguel Ángel Núñez

    Fortaleza Ediciones

    Fortaleza ediciones

    www.fortalezaediciones.com

    librosfortaleza@gmail.com

    Copyright © Miguel Ángel Núñez, 2016

    Diseño de tapa: Edwin de la Cruz

    Corrección: Mery Thomann Muñoz

    Núñez, Miguel Ángel.

    111 Sugerencias para padres de adolescentes / Miguel Ángel Núñez / Lima: Fortaleza Ediciones, 2016. Segunda edición.

    1. PADRES. 2. ADOLESCENTES. 3. JÓVENES.

    4. SUGERENCIAS.

    305.235

    Núñez

    Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación (texto, imágenes y diseño), su manipulación informática y transmisión ya sea electrónica, mecánica, por fotocopia u otros medios, sin permiso previo y por escrito del editor.

    Introducción

    No conozco a ningún padre o madre que no mire la adolescencia y la juventud de sus hijos con preocupación. Les han contado tantas historias, que difícilmente podrían estar tranquilos. Todos anhelan tener una especie de manual de instrucciones que les permita saber qué hacer con sus hijos en esta etapa que parece ser tan compleja.

    La mala noticia es que no existe un manual de instrucciones que nos permita con certeza saber qué hacer con nuestros hijos e hijas en esta etapa. Sin embargo, la buena noticia es que hay muchos padres que vivieron esta etapa, por lo tanto, muchos de ellos podrán darle algunas sugerencias de qué es lo mejor que podría hacer para que todo llegue a buen puerto.

    Cada hijo es un individuo, único, insustituible y complejo. En palabras de buen castellano, significa que no hay recetas universales, pero al menos, hay ciertos principios que se deben seguir, de tal forma que cometamos los menos errores posibles.

    Algunos padres están paralizados ante la posibilidad de equivocarse, lo real, es que hagas lo que hagas, te vas a equivocar igual, lo razonable es saber qué hacer frente a las limitaciones propias de padres que están queriendo hacer lo mejor posible, pero no siempre resulta como esperamos.

    Las sugerencias que se dan a continuación no son conclusivas, pero al menos dan una pista que permitirán a los padres y madres que quieren ocuparse de la vida de sus hijos, saber por dónde ir, de tal modo de cometer los menos errores posibles, y al fin, acompañar a los hijos para que esta etapa no sea traumática, sino productiva.

    Confiamos que nuestros esfuerzos habrán valido la pena.

    Dr. Miguel Ángel Núñez

    1

    curso para padres

    Muchos padres anhelan que exista un curso para padres, una universidad o un colegio que les enseñe a cumplir su tarea. Pero, aunque existen muchas ideas, lo real, es

    que no existe un curso formal que nos prepare para ser padres, en parte, porque todo cambia, y los adolescentes y jóvenes de hoy, no son lo que solían ser, pero también, y en forma esencial porque los hijos son diferentes, únicos, insustituibles y eso significa que cada individuo necesita formas distintas de interacción.

    ¿Qué hacemos entonces? Aprender. Es preciso estar abierto al aprendizaje, entender que no hay forma de esquivar el bulto. Si no se está dispuesto al aprendizaje no se puede saber qué hacer con la vida de nuestros hijos en etapa de adolescencia y juventud.

    Hay muchas maneras de aprender: Seminarios, libros, consultar a expertos, asistir a talleres, ver conferencias en YouTube en Internet, etc. Las personas que están dispuestas a aprender, siempre encontrarán la manera de hacerlo.

    Lo que no hay que hacer es bajar los brazos, pensando que como es tan complejo no hay solución. Eso es huida. Los adolescentes y jóvenes no necesitan a padres que huyan sino un entorno paterno donde los adultos estén dispuestos a aprender. Si hay aprendizaje hay esperanza.

    Usted, varón o dama, que ha abierto este libro, lo hace sabiendo que quiere aprender, así que felicitaciones. No todos quieren aprender, así que, si ha elegido llevar este libro a su casa, es porque anda en la búsqueda de respuestas.

    Si está dispuesto a aprender aquí encontrará ideas que le ayudarán. No están todas las respuestas, pero algo servirá.

    2

    La adolescencia no es terrible

    Estrictamente hablando la adolescencia es un invento con- temporáneo. Hasta más o menos el siglo XX, en 1950, no existían los adolescentes, se calificaba el desarrollo en tres etapas: niñez, joven y adulto. Sin embargo, por diversas razones se fue cimentado el concepto de adolescencia.

    Poco a poco se le fue haciendo mala prensa a la adolescencia, sosteniendo que los adolescentes eran terribles, y que los padres que tenían la mala suerte de tener hijos en esta etapa debían prepararse para lo peor.

    Permítanme decirles que eso es un mito. La adolescencia no es terrible ni tiene por qué ser traumática. A veces, le permitimos a los adolescentes conductas que son simplemente, desaguisados producto de inmadurez y falta de compromiso de los padres con la etapa que están viviendo sus hijos.

    Un adolescente, es literalmente, una persona que adolece, es decir, le falta. ¿Qué? Pues muchas cosas, experiencia, madurez emocional, un sentido para su vida, y la voluntad para salir adelante pese a todo.

    Sin embargo, esa definición no les hace justicia a todos los adolescentes. Hay muchos jovencitos y jovencitas, que son responsables, visionarios, no son problemáticos y definitivamente, no son terribles, señal de que no es un asunto universal, sino más bien un mito que hemos creado para un poco tranquilizar nuestra mente frente a situaciones que nos resultan complejas y difíciles de enfrentar.

    La adolescencia no es más terrible que otras etapas de la vida. De hecho, todos los seres humanos estamos en constante cambio y en diferentes momentos, es decir, siempre estamos en crisis.

    3

    Un niño o niña en cuerpo de grande

    Un día los padres se dan cuenta que su niñito o niñita, ya no es quien era ayer. De pronto todo le queda pequeño, sus brazos y piernas se han alargado, le ha cambiado la voz, y de aquel niño que corría feliz, ya no queda ni la sombra. Este ser humano en que se ha convertido nuestro hijo o hija, asusta.

    Pero, no hay que engañarse. Una cosa es el porte físico y otra muy distinta la madurez emocional. En un adolescente en particular, esto es más patente que en otros momentos de la vida. La mayoría de los adolescentes son sólo niños y niñas en cuerpo de adulto.

    Muchos de ellos y ellas, rápidamente pasan en estatura y en contextura a sus padres. Los padres se confunden y de pronto quieren darle responsabilidades como si sus hijos o hijas ya fueran adultos. Pero no es así. Siguen siendo niños que están encarcelados en cuerpos que les quedan grande.

    Si son niños, aún necesitan lo que necesita un niño. Cuidado paterno, guía, dirección, reglas claras, contención, límites, etc. Ningún padre en su sano juicio dejaría a sus niños sin supervisión adulta. Eso es precisamente lo que muchos olvidan, y como están confundidos creyendo que están interactuando con adultos, tienden a tratar a sus adolescentes, como si lo fueran.

    Eso es un gravísimo error. De hecho, cuando más los adolescentes necesitan la orientación y guía de adultos responsables, es precisamente en la adolescencia, porque, aunque no lo digan, están anhelando que sus padres sigan siendo padres. Aparentemente reclaman, pero en el fondo, saben que necesitan dirección.

    Límites que les den seguridad. Reglas claras que les permitan caminar seguros. Los adolescentes aún necesitan padres.

    4

    Un periodo de la vida, no la vida

    La adolescencia es un período de la vida, no es la vida. Por esa razón es preciso entender que es un momento de transición.

    Usualmente se inicia entre los 13 y los 15 años (no hay una edad exacta para todos), en la que hombres y mujeres experimentan cambios físicos, psicológicos, emocionales y sociales. Los cambios son, a menudo, desconcertantes para la mayoría de los chicos y chicas.

    Se supone que la adolescencia empieza con la pubertad y termina cuando los cambios se estabilizan alrededor de los 19 o 20 años. La edad de inicio en las niñas es entre los 13 y los 15 años y en los niños aproximadamente entre los 13 y 14 años.

    Los cambios no se dan al mismo tiempo en todos los adolescentes. Sin embargo, si alrededor de los 15 años no han comenzado es necesario consultar un médico. La adolescencia no debe verse como una enfermedad, un problema o una etapa crítica. Los cambios más evidentes son los físicos.

    Como todo período de transición los padres deben estar alertas, porque los cambios desconciertan y en muchos chicos y chicas provocan serios trastornos de ansiedad, en parte, porque no han sido preparados para el momento que les toca vivir, y también por- que muchos de ellos se enfrentan además a procesos emocionales complejos.

    Si los adultos que les acompañan son empáticos y realmente están a su lado en ese momento, los cambios pueden ser asumidos de manera más o menos normal. Sin embargo, si el proceso lo viven solos, sin tener el apoyo familiar suficiente, entonces, la adolescencia se convierte en un período muy difícil. Es vital que los adultos estén informados, que sepan empatizar con sus adolescentes y los comprendan. Sólo así será una etapa fácil.

    5

    El error de dejarlos solos

    Muchos padres cometen el error de creer que como sus hijos han crecido, entonces, están en condiciones de que se los deje solos, no solamente de manera física, sino también emocional.

    En un error creer que como el

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