El Estigma del Coltán

Por Cèdric Daurio

Un geólogo canadiense regresa a África después de diez años para reanudar la prospección en busca de yacimientos de coltán, un mineral imprescindible para la fabricación de teléfonos celulares y otros usos en electrónica, cuyo consumo aumenta exponencialmente en el mundo. Las luchas por su posesión originan una catástrofe humanitaria por las continuas matanzas que las milicias llevan a cabo y por la horrible situación en que trabajan los mineros, verdaderos esclavos modernos, en una guerra no declarada que ha producido millones de muertos en el Congo.

La acción de búsqueda no pasa desapercibida para oscuros intereses ligados al negocio mundial del coltán, y que intentarán a toda costa frenar a los nuevos jugadores. Para ello contratarán los servicios de bandas de mercenarios despiadados dispuestos a todo para cumplir con su misión.

Un thriller vibrante que te tendrá en vilo desde el comienzo hasta el desenlace. 

• Idioma: Español
• Editorial: Cedric Daurio
• Fecha de lanzamiento: 2 sept 2019
• ISBN: 9781393892267

Cèdric Daurio

Cedric Daurio es el seudónimo adoptado por un novelista argentino para cierto tipo de narrativa, en general thrillers paranormales y cuentos con contenidos esotéricos. El autor ha vivido en Nueva York durante años y ahora reside en Buenos Aires, su ciudad natal. Su estilo es despojado, claro y directo, y no vacila en abordar temas espinosos. Cedric Daurio is the pseudonym adopted by an Argentine novelist for a certain type of narrative, in general paranormal thrillers and stories with esoteric content. The author has lived in New York for years and now resides in Buenos Aires, his hometown. His style is stripped, clear and direct, and does not hesitate to address thorny issues.  

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Índice

Dramatis Personæ

Introducción

Prólogo

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Capítulo 11

Capítulo 12

Capítulo 13

Capítulo 14

Capítulo 15

Capítulo 16

Capítulo 17

Capítulo 18

Capítulo 19

Capítulo 20

Capítulo 21

Capítulo 22

Capítulo 23

Epílogo

Del Autor

Sobre el Autor

Obras de C.Daurio

Coordenadas del Autor

Sobre el Editor

Dramatis Personæ

Alisha Shankar Chand: Joven mujer india de casta elevada.

Vijai Anand Chand: Padre de Alisha, descendiente de los Rajas de Bilaspur.

Romain Mercier: Geólogo de origen canadiense.

Yusuf Kasali: Guía congoleño, también negociador y lenguaraz y traductor de dialectos.

Jerome Kanza: Chofer de la expedición, conocido de Yusuf.

Mokili: Informante congoleño.

Branko Popovic: Jefe de un grupo de mercenarios serbios.

Vadim Petrovich Sokolov: Ex sargento del Ejército Ruso, miembro del grupo de Popovic.

Bogdan, Danilo, Mirko: Otros miembros del grupo mercenario serbio.

Coronel Honoré Kazembe: Señor de la guerra, jefe de un grupo armado en Kivu Norte.

Zhang Wei: Supuesto comerciante chino en maderas.

Claes Jacobs, Gabriel Janssens: Comerciantes belgas activos en el tráfico internacional de coltán.

Hans Jungmann: Contratista de grupos mercenarios en África.

Mukisa: Aldeano ugandés. Jefe de su comunidad.

Federica Bragadin: Aristócrata veneciana amiga de Alisha.

Armin von Wernicke: Amigo íntimo de Federica.

Berthe Gabriac: Madre de Romain Mercier.

Davide Bressan: Capitán del Arma dei Carabinieri en Venecia.

Giuseppe Talarico: Malviviente calabrés

Yevgeny Andarbek: Ex coronel del ejército checheno.

Luca Colombo: Carabinero, asistente de Bressan.

Klaus: Black Hat, hacker alemán amigo de Armin.

Introducción

El coltan o coltán es un mineral oscuro integrado por una solución sólida de dos sustancias, la columbita y la tantalita, las que dan origen al nombre del mineral; las proporciones en que ambos componentes se dan en el mineral en la naturaleza es variable y depende del origen del mismo. La columbita es un oxido de niobio, hierro y manganeso, y la tantalita es un oxido de tantalio, también con hierro y manganeso.

El interés económico del coltán se deriva de su carácter de fuente de tantalio, de modo que el porcentaje de tantalita en el mineral, que oscila fuertemente entre 10% y 60%, es el determinante de su valor. El tantalio se utiliza en la fabricación de condensadores electrolíticos, y en otros usos presentes en una gran cantidad de artefactos electrónicos tales como teléfonos celulares, computadores, videojuegos y otros más sofisticados. Como la producción de estos aparatos ha literalmente explotado en las últimas décadas el coltán pasó de ser una rareza mineralógica a un elemento esencial en la economía moderna. Las propiedades que hacen a este metal tan valioso están relacionadas con su superconductividad de la electricidad y su resistencia a la corrosión y a las altas temperaturas. Aunque no existen mercados formales se estima que su valor internacional oscila en torno a los cuatrocientos mil dólares americanos la tonelada.

Se trata de un mineral relativamente escaso en la naturaleza y los yacimientos detectados se hallan  en Australia, Canadá, Brasil y China pero principalmente en África, sobre todo en la zona oriental de la República Democrática del Congo y los estados vecinos Ruanda y Burundi. Ciertas estimaciones imprecisas coinciden en que la República Democrática de Congo posee el 80% de las reservas de coltán del planeta.

La demanda del mineral es creciente en forma exponencial y las principales potencias se disputan el control de los yacimientos productores, en particular los Estados Unidos, China, Rusia y diversos países de la Unión Europea. Los intereses en juego mezclan a los países productores, a las potencias antes mencionadas como consumidoras, a empresas multinacionales y a todo tipo de jugadores no institucionales como guerrillas, contrabandistas, prospectares independientes e intermediarios y traficantes.  Según las Naciones Unidas este mineral ha sido junto con otras explotaciones causa de guerras en Congo y sus vecinos con un saldo de millones de víctimas y desplazados. Otra de las consecuencias de la explotación minera descontrolada del coltán ha sido la polución de lagos y ríos con graves perjuicios para la salud pública. Por sus consecuencias para la población civil este mineral ha sido comparado con los diamantes de sangre de consecuencias nefastas en Angola, Sierra Leona y otros países del África occidental.

Prólogo

La joven caminaba apresuradamente por la angosta calle en la que encontraba el palazzo que su padre tenía en Venecia. Aunque en general estaba satisfecha con el nivel de seguridad general de la ciudad al alargarse las sombras quería volver lo antes posible a casa. De hecho, había combinado con su amiga Federica que la llamaría tan pronto arribase para dejarla tranquila.

Había concurrido a una conferencia en la Casa di Carlo Goldoni, transformada en museo y lo había hecho vestida de gala, con unos incómodos zapatos de taco alto que ahora no le permitían apurar el paso. Mientras estaba caminando contemplaba la pantalla de su teléfono celular para constatar si había recibido algún mensaje de su novio, quien se encontraba en África y de quien hacía días no recibía noticias; aunque este hecho tenía precedentes no dejaba de preocuparla; la mujer ansiaba que llegara el momento en que ambos pudieran vivir juntos, al menos en la misma ciudad, pero la profesión de él dificultaba el logro de esa ambición. Mientras miraba la pantalla del artefacto, su mente captó lo que le pareció un hecho singular. Estacionada sobre el lado cercano de la calle se hallaba una camioneta que le hacía recordar a las de reparto de panaderías y negocios de ese tipo, sólo que ni en la cabina ni alrededor del vehículo había persona alguna a pesar de que el motor de la camioneta se hallaba en marcha.

Aunque sus ojos lo percibieron y enviaron la información a su mente, esta descartó el dato visual mientras seguía inmersa en sus preocupaciones. Por eso no puedo anticipar lo que de repente aconteció. Un paño tapó su nariz y boca obstaculizando también su visual y un olor penetrante entró en sus vías aéreas llegando rápidamente a los senos frontales. Luego cesaron las funciones de vigilia y su cuerpo se aflojó desplomándose lentamente aunque sin llegar al piso porque algo o alguien la sostenía.

Capítulo 1

El avión de Air France llegó al Aeropuerto de N´Djili con una media hora de retraso, producto de su partida de Paris con una demora de casi una hora, recuperada parcialmente en el viaje. El vuelo se había originado la noche anterior en el Aeropuerto Marco Polo de Venecia para luego hacer el trasbordo en la capital francesa para viajar a la República Democrática del Congo.

Ni bien descendió la escalerilla el denso aire de la zona ecuatorial africana lo impregnó  mientras seguía a la larga fila de pasajeros que se dirigían hacia el edificio de la terminal aérea portando sus equipajes de mano, algunos de ellos simples bolsas atadas con correas. Había desde ejecutivos y representantes de empresas europeas que venían por sus negocios relacionados con la producción mineral del país, gran número de nacionales chinos en misiones comerciales, diplomáticas o políticas, y finalmente una abigarrada y colorida mezcla de africanos que regresaban a su país luego de una estancia más o menos prolongada en Europa.

Romain Mercier no pudo evitar un suspiro; en efecto mientras con un pañuelo secaba su cuello del sudor producido por el calor pringoso, las molestias del trópico se vieron momentáneamente eclipsadas por los recuerdos de su primera llegada al Congo, diez años antes cuando era un joven geólogo recién egresado de la Universidad McGill, en Montreal, la más cercana a su ciudad natal Trois Pistoles, en Quebec. Cuando estaba realizando sus  tesis había decidido especializarse en la prospección y extracción de coltán, ese milagroso mineral del que se obtenía tantalio, de uso irremplazable en circuitos impresos de teléfonos celulares, capacitares y todo tipo de materiales electrónicos, cuya utilización no cesaba de crecer año tras año de la mano del crecimiento de dichos productos.

Había llegado entonces con una dosis de idealismo mezclada con ambición; el tiempo transcurrido en África y también en Europa había erosionado toda idea romántica de su mente pero la ambición permanecía, aunque controlada para evitar los efectos de sus desbordes.

Sus recuerdos pasaron de las condiciones infrahumanas en que la explotación minera transcurría en la República Democrática de Congo y otros sitios africanos, a las desmesuradas presiones de agentes del gobierno chino y otras empresas usuarias del mineral. Luego se extendieron a las peripecias producidas por su naufragio en el Océano Índico, su rescate por Alisha y las secuencias de su estadía en el sur de Francia culminando en Venecia. Al recalar su mente en esta última ciudad, sus pensamientos pasaron del tinte sombrío que habían tenido hasta ese momento a una viva emoción al pensar en la joven india y su despedida dos días atrás en la ciudad de los canales.

(cf. El Legado de los Cátaros del mismo autor)

El trámite en el área de Migraciones fue farragoso como había anticipado, pero ya había practicado una explicación convincente y finalmente pudo sortear la desconfianza del oficial que lo atendió. A continuación se sentó en una de las pocas butacas disponibles para esperar el horario de partida de su conexión a Goma, en un vuelo  a cargo de la Compagnie Africaine d´Aviation. Como no halló wi-fi en el área del aeropuerto donde se hallaba, tuvo que limitarse a repasar en su laptop un informe conteniendo todos los detalles de las gestiones que debía realizar, los dudosos personajes a los que debía entrevistar, y por fin unos archivos con mapas extraídos de Google Maps. Luego sacó de su mochila una carpeta con los viejos mapas en papel que habían guiado su anterior exploración en la provincia congoleña de Kivu del Norte y en la vecina república de Ruanda.

Al repasar la catadura de sus futuros interlocutores el estómago se le encogió. Incluía una lista detallada de contrabandistas, insurgentes, mercenarios y aún genocidas con pedidos de captura internacional. No, decididamente Romain Mercier no podía hacerse ilusiones sobre su tarea en los tiempos subsiguientes. Sus dotes de negociador frío en medios ambientes peligrosos quedarían sometidas a duras pruebas. Como le ocurría cada vez que se veía cerca de situaciones similares, revaluaba  la decisión que había tomado tiempo atrás de convertirse en un prospector geológico free-lance  en vez de trabajar para alguna de las importantes empresas mineras canadienses con negocios en todas partes del mundo, lo que le hubiera garantizado un sueldo fijo, condiciones de trabajo cómodas y una pensión al final del camino. Pero no era esto de que Romain anhelaba.

El tiempo pasó y finalmente los altoparlantes llamaron a su vuelo a Goma.

Capítulo 2

A poco andar por las caóticas calles de Goma recuerdos de su estancia en ella- y en realidad en tantas otras ciudades africanas- acudieron en tropel a su memoria. El bullicio, las multitudes de personas deambulando sin destino o propósito aparente, los olores y los colores lo llevaron diez