Viajes a la Belleza del Espíritu: Cuatro Textos Dramáticos para la Difusión de la Ciencia
Por Roberto Matamala
()
Información de este libro electrónico
Roberto Matamala
ROBERTO MATAMALA ELORZ (1950) Doctor en Teoría Literaria y Literatura Comparada por la Universidad Autónoma de Barcelona y profesor del Instituto de Lingüí¬stica y Literatura de la Facultad de Filosofía y Humanidades UACh. Su línea de investigación se orienta al drama chileno nuevo y al teatro regional. Desde 1970 se dedica al teatro universitario e independiente y a la literatura, obteniendo diversas di¬stinciones en la materia. Entre sus libros destacan Juanito Madera (1977-1982-1986-1992); Los cuentos de Pedro Urdemales (2005); Kallfú Chau ñi üll (2007); TenTen y CaiCai Vilú, elogio de la catá¬strofe (2010); El discurso dramático (2014); Viajes a la belleza del espíritu (2015); Los poetas dramáticos del cambio de siglo (2015) y La escena temblorosa, el teatro en Valdivia 1960-1990 (2019). Es también editor de Repertorios, en busca de una poética para el drama nuevo (2010) y Teatro de Los Ríos, una antología crítica de la dramaturgia valdiviana contemporánea (2011).
Relacionado con Viajes a la Belleza del Espíritu
Libros electrónicos relacionados
Profesor Sísifo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Todo un hombre Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El eco de las máscaras: Estudios sobre la tragedia griega antigua Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHistorias para no ir a la cama Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesZona de encuentro: Lecturas urgentes para educación secundaria Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTeatro con fritas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTexto dramático: La palabra en acción Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Ser o no ser: Reflexión antropológica para un programa de pedagogía teatral Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Por qué hay todo y no nada? Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Qué es (y qué no es) la evolución: El círculo de Darwin Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El valor de no seguir: Consejos para jóvenes actores y directores I Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesIV Laboratorio de Escritura Teatral (LET): El año del Elefante - La armonía del silencio - Kaiser - Ágata. Un evangelio - Contra la libertad - Repetición de la diferencia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Celestina Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Instrucciones para hacer de la ciencia un drama (¡o una comedia!) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDe Newton a Einstein y algo más Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La vida en el archivo: Goces, tedios y desvíos en el oficio de la historia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5MemoField Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFilosofía a sorbos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesImprovisando: La libre creación musical Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cuadernos de Lengua y Literatura: Volúmenes V, VI y VII Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHistoria natural y mítica de los elefantes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEstudio del futuro: Didáctica de la ciencia ficción Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Habitaciones sólo para dos: Itinerario de citas teatrales Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMetáforas sospechosas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl abandono de la experiencia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¡Qué chicos tan teatreros! (Vol.3): Teatro del Mundo para las Nuevas Generaciones Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Anécdotas, Aventuras, Relatos Y Conceptos Interesantes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa puerta abierta: Reflexiones sobre la interpretación y el teatro Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La infancia del procedimiento Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMemoria - Dramatizado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Artes escénicas para usted
El diálogo: El arte de hablar en la página, la escena y la pantalla Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Iniciación a la Locución Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Guía Práctica de Ejercicios de Técnica para Guitarra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Biblioteca Studio Ghibli: El viaje de Chihiro Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los 1001 mejores chistes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas 50 leyes del poder en El Padrino Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Oratoria Métodos y ejercicios para aprender el arte de la oratoria Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El guión y sus formatos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Fausto Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Fausto: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Ánimas de día claro y otras obras de teatro Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa historia de la Gaviota y el Gato que le enseñó a volar Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El guión. Story Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Gran Cuaderno de Podcasting: Cómo crear, difundir y monetizar tu podcast Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Teoría de la Música: Niveles 1 - 3 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cómo orquestar una comedia: Los recursos más serios para crear los gags, monólogos y narraciones cómicas más desternillantes Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Otelo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El miedo escénico: Orígenes, causas y recursos para afrontarlo con éxito Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Don Quijote Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El avaro Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El secreto del mejor cine: El subtexto en el guion y en la novela Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un actor se prepara Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Batman, el héroe: La trilogía de Christopher Nolan Calificación: 5 de 5 estrellas5/550 Clásicos que debes leer antes de morir Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCómo escribir un microrrelato Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¿Quieres escribir un cuento? Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Storytelling: Cómo contar tu historia para que el mundo quiera escucharla Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los 100 clasicos de la moda: Una guia de articulos que toda mujer con estilo debe poseer Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Mandrágora Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Categorías relacionadas
Comentarios para Viajes a la Belleza del Espíritu
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Viajes a la Belleza del Espíritu - Roberto Matamala
Roberto Matamala Elorz
Viajes a la
Belleza del
Espíritu
Cuatro Textos Dramáticos para la Difusión de la Ciencia
Ediciones UACh
Colección Austral Universitaria de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades
Contenido
Palabras preliminares
Algunas ideas de puesta en escena
Actividades para una lectura dramatizada
Darwin, la Evolución Cultural
Sklodowska, Llamada Curie
El Cerebro de Hamlet
Antártica, Terra Ignota
Bibliografía
Palabras preliminares:
Apología (frustrada) de Teo Kausel y Lilian Villanueva
Algún día de otoño del año 2009 el profesor Teodoro Kausel me «cazó» en un pasillo de por allí frente a la biblioteca de la Universidad Austral de Chile. Con aparente inocencia me dio información acerca de que un grupo de académicos estaba organizando una serie de actividades en torno al bicentenario del nacimiento de Charles Darwin y los 150 años de la publicación de El Origen de las Especies y que, tal vez, yo podría «escribir alguna cosita». Este es el modo en que se pide con candidez algo endemoniadamente difícil y que demandará muchas horas de trabajo. Candidez reforzada además porque la bonhomía de Teo es de sobra conocida. Bueno, lo digo de una vez: no se engañen con su candor, es falso; no se detengan nunca a escuchar a Teo Kausel, los meterá en innúmeros problemas; los hará estudiar materias del todo peregrinas; y, finalmente, los tendrá desvelados pensando en cómo escribir «alguna cosita» sobre Darwin y, en especial, de su relación con el sur de Chile.
Todo comienza como todo vicio. Uno responde: «Estás loco, Teo. No tengo tiempo. No sé nada del tal Darwin ni de sus teorías. Quizás si tuviera más tiempo… para el otro año, pero, claro, ya no será año de Darwin. Gusto de saludarte y adiós».
Pero el otoño en los jardines de la universidad es hermoso. Especialmente hermoso con el sol de la mediana tarde. Y la belleza también es una maldita embaucadora. Uno recuerda haber leído alguna vez, cuando era joven y de eso hace ya muchos, muchos años, El Origen de las Especies. ¿O era El origen del hombre? Y haber entendido… algo al menos. ¿Y por qué recuerdo ahora a Teilhard de Chardin? ¿Y por qué veo ahora mismo un bello treile en el prado de más allá y pienso en los dinosaurios y su evolución? ¿Y por qué apresuro el paso y ya estoy en mi oficina buscando en internet información sobre el malhadado Darwin?
Así es, amigos, el camino al paraíso llamado infierno, o todo lo contrario; aquí se los cuento: hay que conseguir bibliografía casi siempre escasa o de lo contrario abrumadora; horas de lecturas, desvelos, apuntes por aquí y por allá, partidas falsas de un texto para el que aún el ingenuo escritor no está preparado, momentos de lucidez y extravío y tantos otros eventos que sacuden al amanuense. Y cuando ya se tiene alguna idea del tema, del enfoque del mismo, viene la pregunta de la puesta en escena. ¿Con quién trabajaré y cómo? ¿Y con qué elementos si no hay ni un peso? Pero ya el tipo, es decir yo, está contagiado: no podrá seguir viviendo si no presenta un texto sobre ese jovenzuelo inútil que, por una inverosímil serie de azarosas circunstancias, se embarcó en un barco llamado Beagle y que, unas décadas más tarde, cambió la ciencia y con ella, la visión del Hombre y el mundo.
Y así, el 7 de octubre de aquel año, «Darwin, la Evolución Cultural» fue presentado en el Aula Magna de la Universidad Austral de Chile, con gran suceso, para tener luego otras varias presentaciones en liceos de la región. Y quizás, solo quizás, pueda esto hacerme perdonar a Teo Kausel.
En cambio, perdonar a Lilian Villanueva va a ser casi del todo imposible. Porque ella me tuvo muchas horas, durante muchos años, escribiendo libretos radiales y textos de difusión de la ciencia y poniendo al aire y en escena los personajes de esos textos y sus avatares.
En este libro presento tan solo los tres últimos que me forzó a escribir. El primero «Sklodowska, Llamada Curie». La vida increíble de esa mujer increíble. La que me tuvo balbuceando días y días «Sklodowska… Sklodowska», mientras un torbellino de imágenes agitaba mi cerebro. Ese cerebro del que nada sabía y del cual no quería escribir y que, en algún malhadado momento, tropezó con Hamlet. Y aquí no fue solo lidiar con materias oscuras de la ciencia, sino también con el insolente arrojo de traducir Shakespeare para parir ese «El Cerebro de Hamlet».
Finalmente está ese pequeño texto dedicado a un sueño que no pude cumplir: la «Antártica, Terra Ignota».
Lilian Villanueva, a ti está dedicado este libro, a ti y tu increíble amor por la difusión de la ciencia (¡Y no creas ni por asomo que esto basta para perdonarte!); y también a Teo, el embaucador; y a los queridos Felipe, Roco, Margareta, José Luis, Romina, Jaime y Camila, que pusieron en espacio estos textos.
Algunas ideas de puesta en escena
Estimados profesores y alumnos:
Quizá s leyendo estos textos les parecerá que es imposible pone rlos en escena, por la cantidad de lugares de acción y personajes. Bueno, les puedo decir que estos textos fueron presentados con cuatro actores –tres en el caso de « El Cerebro de Hamlet » – y un técnico. ¿Cómo es posible?
Muy fácil. Como no teníamos además tiempo para memorizarlos, los textos eran leídos por los actores de pie ante el público. En Hamlet ocupamos atriles, de aquellos que usan los músicos, porque representábamos los distintos personajes usando cintillos y gorros: la actriz, por ejemplo, representaba a la reina Gertrudis con un cintillo dorado y a Ofelia con una coronita de flores; Hamlet tenía un cintillo plateado; y, yo hacía el resto de los personajes (Claudio, Polonio, el sepulturero, Laertes) cambiando gorros. Y no faltaba más.
Pero esto no es significativo para ustedes: seguramente tendrán reparto para que cada alumno y alumna tenga un personaje. También pueden memorizar los textos, o parte de ellos, para hacerlos más vívidos y potenciar la expresión corporal.
Quizás sea interesante llamar la atención sobre la hibridez de estos textos. Parte de ellos son dramáticos, pero también hay extensos textos épicos, narrativos. Leer estos textos o decirlos no resulta fácil para actores o actrices sin experiencia y corren el grave riesgo de caer en la monotonía y aburrir al público. Una buena solución me parece que sería dividir estos textos entre los miembros de un coro hablado.
Lo que siempre acompañó a cada uno de los textos fueron diapositivas. Muchas y bellas diapositivas, buscadas, seleccionadas y ordenadas por nuestro querido Felipe Oliva, quien también las proyectaba mediante un data show, con un libreto lleno de indicaciones.
Este libreto «técnico» es completamente necesario para poder mostrar cada diapositiva y hacer sonar cada música en el momento exacto.
Hoy en día los jóvenes son, como ellos mismos lo dicen, «un balazo» en términos de rastrear, obtener y presentar imágenes virtuales, así es que esto es lo que menos me preocupa de las puestas en escena o puestas en espacio o lecturas dramatizadas que de los presentes textos se hagan.
Y, por si no conocen la diferencia, la puesta en escena es como quien diría la presentación de una «obra de teatro», con vestuario, escenografía, utilería, maquillaje, sonido, música, pelucas y posticería. Con textos memorizados y actuados y planta de movimientos.
La puesta en espacio en tanto, es una «casi obra de teatro». Hay algunos elementos técnicos de los reseñados más arriba, hay una planta de movimientos y expresión corporal, pero los textos no están memorizados y la exigencia general es menor que en la de un montaje teatral completo. Lo que no quiere decir que sea de menor calidad.
La lectura dramatizada, finalmente, es una lectura expresiva de cara al público, con determinación de personajes, ritmo y puede o no tener apoyos técnicos. Aquí el valor expresivo de la voz pasa a tener una importancia capital.
Y, queridos colegas, queridos estudiantes, no se compliquen. Analicen sus posibilidades y sus recursos, tanto materiales y financieros, como de tiempo; vean las ventajas y desventajas que tengan en cuanto a espacios. ¿Hay un aula, un salón, una sala de clases, que puedan ser potenciados como lugares de comunicación? Porque de esto se trata en