DIME CÓMO HABLAS Y TE DIRÉ QUIÉN ERES
na de las grandes señales de la evolución o de la involución de la España democrática es la forma en que los hombres y las mujeres hablan de un modo diferente a como lo hacían antes, pues ya no es posible faltar a ciertos cánones de corrección lingüística. Pensamos lo que vamos a decir, pero de tanto pensar, a veces, no sabemos ya lo que decimos. Hay casos patológicos en los que lamentablemente se piensa sin pudor el estrambote que se va a decir, como el día que se regurgitó la palabra , que sencillamente es un delirante malabar y desbarre lingüístico por como contrapunto de monoparental, neologismo que desconoce que parental proviene del latín , o lo que es lo mismo progenitor, padre o madre, y que no es una discriminación de género del román paladino. Quizá lo que hay son "mononeardentales" sin remedio conocido.
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