El trabajo del editor y el del autor a la hora de escribir un libro van de la mano. El primero, una figura invisible para muchos, ayuda al escritor y le guía en todo el proceso de producción. De esto hablamos con Antonio Cuesta, director editorial de Almuzara, y con el neurocientífico José Ramón Alonso, quien ha publicado en este sello siete títulos y cuenta con un octavo en camino: Historia de la mente.
¿Cómo empezó tu relación con el mundo editorial?
Antonio Cuesta: Comenzó desde muy pequeño. Mi abuela era maestra en una pequeña aldea de un pueblo de Córdoba, Aldea Quintana, y tenía el privilegio de tener muchos libros en casa que le mandaba el Ministerio de Educación. Cuando no había Netflix, ni Playstation, las tardes de verano, que eran muy largas en Córdoba, y muy calurosas, los mayores se iban a dormir y yo, que era un niño y odiaba dormir la siesta, me iba a la biblioteca y cogía algún libro. Los que más me enamoraban eran los que tenían ilustraciones. A los 7 años empecé a hacer mis propios cómics como editor, y, un poco más mayor, con 12 años, cuando me fui a estudiar a Córdoba, empecé a editar una revista del barrio junto a otro compañero. Ahora llevo 20 años como director editorial de Almuzara y mi ojo derecho es la divulgación científica, a la que dedico mucha energía y cariño. Ahora existe