“Ser el eje de las miradas. Estar parada sobre una plataforma en el centro del taller. Que los novatos tomen medidas con centímetro en vez de hacerlo a ojo, estirando el pulgar a la altura de la nariz. Que el frío del centímetro te erice la piel y tensiones los músculos para disimular la turbación. Que tracen líneas o hagan cruces con marcador negro de tu escápula a tu abdomen, del abdomen al adbuctor, del hombro al codo…” De la singular transacción de alquilar su cuerpo, Teresa Arijón obtuvo algo más que los “billetes gastados, de esos que se guardan en el bolsillo de atrás del pantalón, (Lumen). Refinado e inquietante claroscuro en el que confluyen los otros oficios que ejerce desde hace décadas: poeta, cronista y también traductora (que aquí consigue trasvasar a la narrativa la experiencia sensorial de la pintura, como de una lengua a otra).
EN PRIMERA persona
Oct 06, 2021
4 minutos
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