Aunque la revista de moda es hoy un medio visual, no estuvo siempre vinculada estrechamente con la fotografía. Los días tempranos de L’Officiel estuvieron marcados en su mayor parte por palabras: una prosa florida describía las colecciones acompañadas por bocetos técnicos; extensas oraciones llenas de jerga legal debatían eventos, y novedades de la industria. Pasaron varios años desde su creación hasta que la publicación desarrolló un lenguaje visual propio, en parte gracias a Dora Kallmus, más conocida como Madame d’Ora.
Así como la revista de moda comenzó como algo técnico, la en una revista visual para un público masivo, ávido de la fantasía que podía proporcionar la alta costura.