No solemos ser conscientes de ello, pero en función del tema del que estemos hablando utilizamos más unas palabras que otras; por ejemplo, al hablar de cine, teatro o pintura. Incluso nuestra propia formación y aficiones nos imprimen un cierto carácter a la hora de escoger las palabras.
Cada compartimento de la cultura tiene, no solo su propio lenguaje, sino sus palabras, que usamos con mayor frecuencia que en la vida cotidiana. ¿Cuántas veces empleamos las palabras «color», «trazo» o «composición» una tarde cualquiera? ¿Y visitando un museo? Es más, somos capaces de distinguir la diferencia que existe en el significado de una misma palabra por el contexto en el