La Verdad Te Libera

Por Amanda

En esta vida perdonar es lo mejor. No importa el dolor que las personas te causen. Eso te hace ms fuerte. Nunca les desees nada malo porque tus palabras son tu peor veneno contigo mismo. La vida me dio una oportunidad de hacer las cosas por m misma, y yo la tom. Tard muchos aos para hacerlo, pero lo hice. La persona que me motiv a hacer este libro es mi hijo. Me dijo que con mi historia podra ayudar a muchas personas que estn pasando por la misma situacin o estn por abortar. Quizs esto les ayude a muchos hijos que saben su realidad y odian a sus padres, usan drogas y andan con pandillas para olvidar el dolor que los consume. No han entendido que Dios quiso que vinieran a este mundo por un buen motivo. Por qu no perdonar y dejar las cosas en el rincn del olvido y dejar solo los mejores momentos de tu vida? Yo s que no es fcil pero, si necesitas ayuda, bscala. Habla con alguien en quien t confes. Llora si es necesario, o grita. Corre si quieres alcanzar la vida y perdona si quieres ser perdonado. Ahora yo puedo tomar cualquier decisin en mi vida, sin miedo a nada. Vivo tranquila: tom la decisin de darme tiempo a m misma y ser feliz con lo que tengo.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 27 dic 2012
• ISBN: 9781463346195

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Copyright © 2013 por Amanda.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:     2012923659

ISBN:                        Tapa Dura                                           978-1-4633-4620-1

                                  Tapa Blanda                                        978-1-4633-4621-8

                                  Libro Electrónico                                978-1-4633-4619-5

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Índice

Un mundo nuevo

La peor noticia de mi vida

El regreso

La prueba de amor

Una vida arruinada

Una noticia inesperada

Un nuevo comienzo

La vuelta

Una vida en común

La ruptura

El destino inevitable

Una historia repetida

Un pedido muy especial

La verdad

El perdón

Epílogo

Dedicatoria

Ante todo, le doy las gracias a Dios por haberme permitido hacer este libro. Espero que sea de su agrado y los pueda ayudar en algo. Lo dedico a la persona que me motivó a escribirlo, que es mi hijo y es el mayor regalo que la vida me ha dado. Gracias a mi familia, amigos y amigas, que siempre estuvieron y están conmigo. Gracias por ser parte de mi vida.

Un mundo nuevo

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H oy tomé la decisión de escribir este libro acerca de una época de mi vida. Quizás mi relato pueda ayudar a muchas personas. Años atrás, llegué a un país totalmente distinto al mío. Solo tenía 18 años, nada de experiencia y poco estudio. No conté con la oportunidad de estudiar y tener una profesión. Tuve una de las mejores escuelas: la vida misma, que me ha enseñado cosas buenas y malas.

En1996 llegué a este país, donde empezó mi silencio. Solo tenía una meta: trabajar para ayudar a mi madre, que necesitaba un trasplante. Precisaba mucho dinero para los medicamentos. Empecé a trabajar en un restaurant; era un trabajo pesado, pero tenía que hacerlo. No conocía nada. Nunca había trabajado para alguien. El primer día, mi hermana me llevó en el autobús. Tenía que prestar mucha atención porque me iban a llevar solo una vez: al día siguiente, ya tenía que hacerlo sola. Ese primer día ella me recogió cuando terminé de trabajar. Pero, al siguiente, entré a trabajar por la tarde y tenía que salir de noche. No había quién me recogiera, así que tenía que encontrar una forma de volver por mi cuenta. En ese momento entendí que estaba muy sola y con un miedo horrible. Era tarde; no había autobús, y casi toda la gente hablaba inglés. Yo me sentía perdida. Entonces, un empleado me preguntó si alguien me iba a buscar, y yo le contesté que no. Gracias a Dios, se ofreció a llevarme, pero yo tenía mucho miedo porque no sabía sus intenciones. Desde ese día supe que tenía que controlar mis temores. Mi familia necesitaba el dinero para el tratamiento para mi mamá. Tenía que ser fuerte: solo le pedía a Dios más fuerza.

Así pasaron unos días, y mi hermana me dijo que no me iba a cobrar la renta, pero que tenía que mandarle el dinero que ganaba a mi mamá. Yo solo tenía así ciento cincuenta dólares por quincena (era muy poco dinero) para poder usar. En la casa había reglas a veces muy difíciles de cumplir. Se comía lo que había y, si quería algo diferente, yo tenía que comprarlo. A veces prefería no comer. A veces pensaba que mi vida sería siempre así. Lloraba por horas y me preguntaba por qué mi vida era tan difícil: estaba en casa de mi hermana, me trataban mal. Algunas veces no podía ni comprarme ropa y tenía que usar la de ella. Así estuve por unos meses. Algunas veces mi hermana me decía cosas hirientes, como que era mejor vivir solos ella, su marido y su hijo. Yo me sentía tan mal… Mis lágrimas rodaban por mis mejillas, y fingía que no escuchaba nada. Fueron muchas pruebas, tan difíciles que aún me pregunto cómo hice para superarlas. Pero sabía que tenía que salir adelante.

Un día de agosto, me dijeron que tenía que buscar otro trabajo más, que había varios lugares de fast food y que fuera a postularme. No tenía ni idea de por dónde empezar: solo hacía dos meses que estaba sola en ese país extraño. Al día siguiente, me fui caminando en busca de un trabajo. No sabía hablar ese idioma tan distinto al mío, pero sabía que tenía