La Soledad De La Noche: Un Niño Desafiando a Su Destino

Por Juan Cáceres Chamorro

Hace 51 aos, naci un nio para sufrir el desamor de su padre, desde muy temprana edad soporto la crueldad de su propio padre y de la sociedad, sufri abuso fsicamente y sexualmente, paso prcticamente su niez atrapada en la miseria y del hambre, ignorada por la sociedad donde vivia con su padres y con su hermanos. Eso le dio la fuerza para luchar y salir adelante. No pudo esudiar porque era pobre y solo sin que nadie le ayudara, sali solo desde la soledad de la noche, buscando conquistar el mundo con el sueo hecho pedazo pero llego a donde un da soo llegar, sali adelante caminando de frente sin mirar atras. El alma de un nio desafiando a su destino y llego, el mundo le abri su brazos y en l se refugi.

• Idioma: Español
• Editorial: iUniverse
• Fecha de lanzamiento: 14 jun 2012
• ISBN: 9781475914306

Juan Cáceres Chamorro

Juan Cáceres Chamorro nació el 21 de mayo de 1959 en Primero de Marzo Paraguay. Sus padres fueron María Antonia Chamorro y Enrique Cáceres. Son cinco hermanos, viene de una familia humilde. Experimentó con su carne propia la dictadura.

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ISBN: 978-1-4759-1428-3 (sc)

ISBN: 978-1-4759-1429-0 (hc)

ISBN: 978-1-4759-1430-6 (e)

iUniverse fecha de revisiones: 6/12/2012

Contents

Agradecimiento

Dedicatoria:

Mi historia real

La humillación

La reparación de la casa y la golpiza

Las golpiza

Mi queja

La decisión

La culpa de mi madre

El descaro de mi padre

La llegada de mi abuelo al pueblo

La huida de mi madre

El comienzo del calvario.

La separación de mis dos hermanos

Mi hermano en busca de mi madre

La ultima surra

Vivir fuera de mi casa

De vuelta a la casa

La enfermedad de mi padre

El sueño incumplido.

Encuentro con mi madre

Frente afrente con mamá.

La Seccional Colorada en el barrio

Mi papá y su malicia

Mi primer trabajo

Los inicios de mi viaje

Mi recorrido antes de mi viaje

La visa sin dinero

Viaje sin dinero

El derrocamiento del presidente

El día del viaje

Una de las tantas noches

La frontera Estados Unidos y México

Mi llegada a New York

Vivir en la capital del mundo

Cambio de trabajo

Mi comunicación con mi mamá

La enfermedad de mí madre

La última carta de mi madre

Mi madre en la casa de

mi hermano Edmundo

La lucha de mi madre

Vivir con extraño

Mi salida del trabajo

Mi experiencia en New York

La herencia de mi madre

La Santería en mi vida

La búsqueda de mi abuelo.

La Vida truncada.

Un accidente camino al cementerio.

Con mis amigos

Mi sueño en realidad.

El rencuentro con mi pasado

Resumen del libro.

Preguntas.

La soledad de la noche

Agradecimiento

A mi ahijado y amigo Luis A Merejo

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A mi gran amigo, mil gracias por estar siempre conmigo en la buena y no tan buena. Siempre te llevare en mi corazón y rogare por ti a Dios que sigas siempre por buen camino. Por la rectitud que has llevado hasta hoy día, no cambia tu modo de ser. Sigue así por buen camino mi gran amigo y mil gracias por ser mi amigo Luis.

A mi Maestra.

Gracias profesora Enilda Camacho, por alentarme para escribir mi historia. Como educadora es incomparable, con sus numerables consejos pude escribir y sacar mi proyecto adelante, con tu ternura y paciencia rompí por fin mi miedo por eso te doy mil gracias. Que Dios te de mucha salud y satisfacción en tu vida gracias.

A mi Maestra Zoila.

Gracias a usted por darme la confianza para escribir mi historia. Gracias maestra por darme la oportunidad de expresar mi inquietud por la escritura. Sin su ayuda nunca sabría nada y mucho menos como escribir un libro. Gracias por su voto de confianza maestra, por primera vez me siento querido por eso un millón de gracias maestra Zoila.

Un agradecimiento muy especial; a la escuela de Unión Settlement y a la directora de la institución. Mis Melissa Nieves por apoyar a los estudiantes y defender la educación para adultos. Mil gracias.

Dedicatoria:

Este libro lo escribí con todo el amor del mundo, es mi historia real. Quiero dedicar a los niños menos afortunados, en la vida y a las madres del mundo que fueron o están siendo abusadas por su pareja en este momento. La historia es verídica, de un niño campesino del Paraguay y pobre, en tiempo de una dictadura más fuerte del momento. Solamente quiero que sepa el mundo, que los niños campesinos pobres, no necesariamente son abusados por los padres, también por la misma sociedad y de las autoridades de cada país. Pregonan por los cuatro vientos que el bienestar de los niños es lo más importante, eso es puro habladuría, la realidad es otra.

A mi madre María Antonia Chamorro.

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Esta historia está dedicada a mi difunta madre .Si Dios existe seguro que está con él, con tu lucha en la vida ganaste la gloria mamá, fuiste luchadora hasta tu muerte .Espero que tu sacrificio y comprensión no se caiga en saco roto y no se quede en el olvido. A mí me ha servido tu lucha para mirar de frente a la vida, hacia mi destino. Gracias mamá por darme esta vida que tengo, fue difícil pero estoy aquí recordando, como fuimos una vez felices, pide por mí a quien sea. Para que me vaya bien en la vida. Mil gracias por ser mi madre, gracias por dejarme nacer, por darme lo más grande, la vida mamá. Cuiden a su madre, todos los que la tiene todavía a su lado, porque después de muerta nos queda solo el recuerdo; ya sólo nos queda recordar lo bonito que fue todo a su lado. Te extraño mamá. Madre: que Dios te bendiga por siempre, tu hijo Juan.

De, Luis Merejo a Juan Cáceres

Conocí a Juan hace 11 años, y ha sido el mejor amigo que he tenido, le agradezco a Dios por haberme dado la oportunidad de conocer a esta gran persona que hoy día es mi padrino y siempre lo será, mucho éxito con tu libro, que Dios te bendiga.

De: Edder Cáceres Cano a tío Juan

Gracias a Dios por darme como tío, no te conozco en persona, y no pierdo la esperanza de conocerte algún día. Dios me dio la dicha de ser tu sobrino, que tengas muchos éxitos con tu libro, tío Juan.

De Tamara Cáceres Cano a tío Juan

Tío, doy gracias a Dios por ser mi tío, me siento orgullosa de ser tu sobrina, a pesar de que nunca te conocí, te quiero igual. Se lo mucho que te quiero por eso te deseo lo mejor, éxitos con tu nuevo propósito de publicar tu libro. Que Dios te bendiga hoy, mañana y siempre, espero conocerte muy pronto, tu sobrina Tamara.

De Esperanza Rosario a Juan

Conozco a Juan Cáceres hace tiempo que bueno encontrarme con este buen amigo y compañero de clase, el cual me ha permitido disfrutar de su inteligencia y capacidad que tiene como escritor, siento que va a llegar muy lejos por su interés a lo que se propone. De su libro he leído algunas páginas y en verdad le digo que lo siento escritor para el futuro no lejano. Que Dios te bendiga Juan con todo los éxitos que te mereces. Esperanza Rosario.

Tío Juan

No hace falta conocer a una persona para tomar cariño. Yo no he podido ni de tener ni de conocerte ni de tratar conmigo personalmente. Pero Dios me puso en tu camino y logre encontrarte y así poder conocerte. Sos un hombre valiente y decidido que lucha por conseguir lo que quiere. Me enorgullece tener un tío como tu y te agradezco por darme la oportunidad de ser parte de tu vida. Te quiero mucho. Tu sobrina María de Lujan Acosta Cáceres

No 1

Mi historia real

1957, en un campo solitario lejos de la capital Asunción Paraguay, iba por un camino espeso y polvoriento y sin rumbo fijo, cambiaba su ruta a su antojo, vio un grupo de vaca salvaje, llamo la atención de aquel hombre desconocido. Enrique Cáceres interrumpió su errático peregrinaje y llego a un pueblito y fue ahí le sorprendió el cansancio y se quedo a descansa, se baño para apaciguar el cansancio del viaje, después de un buen rato salió a la calle del pueblito y caminando llego a la plaza del pueblo y vio a una mujer elegante, bonita saliendo de la escuela con un grupo de niños, cruzo la pequeña y diminuto plaza para llegar mas rápido al portón principal de la escuela. Todo un galán saludo a la maestra que mas tarde serian novios y así se conocieron María Antonia Chamorro y Enrique Cáceres ¿Quién iba a pensar de aquel hombre galán y educado que mas tarde se convertiría el verdugo mas cruel de ella?

Ella suspiraba por el hombre, sabia que no era del lugar, con decir que no acordaba ni del nombre del hombre, así de loca estaba por el novio, el forastero solo pasaba por el pueblito para descansar y conoció a la maestra María Antonia Chamorro, se quedo asombrado por la belleza y elegancia de Antonia no se atrevía presentar a sus padres al novio, porque no sabia como reaccionarían al enterar que su hija consentida tenia novio y un forastero arribeño. Corrió los rumores que la maestra Antonia ya tenia novio y ella no quería que supiera sus padres por terceras persona y decidió contar y luego presentar a su novio a la familia. Cuando decidió presentar a sus padres al novio pues preparo una pequeña cena, lo que ella no esperaba que su novio se presentara con una botella de ron. Eso le dejo muy mal parada antes los ojos de los suegros. La madre de Antonia le observaba con atención al novio de la hija, lo que vio no le gusto nada de nada, porque el hombre bebía por barril el alcohol en su primera visita oficial a la casa de su novia y apenas estaba conociendo a los suegros, esa misma noche le dijo su madre a Antonia que su novio no serbia para nada, se emborracho de tal manera que se quedo dormido en el piso, los familiares que estaba presente en la pequeña reunión se lo llevaron a la casa de hospedaje del pueblo. Enrique buscaba la manera para deslumbrar a la suegra y ella no se dejo impresionar por el, ella quería lo mejor para su hija y no semejante borrachón, se le fue la educación, la elegancia se le fue por el piso. La familia ninguno estaba de acuerdo con Antonia al respecto del novio. Esa misma noche sintió el desprecio de parte de la suegra y de los cuñados, a él no le interesaba mucho la situación en su momento, era la primera vez que estaba compartiendo todos juntos, el desprecio y el odio de parte de la familia de Antonia, él se lo gano a pulso. Los padres de ella no estaba de acuerdo con el amorío de su hija con el bueno para nada, Los padres de Antonia seguía insistiendo cada vez que podrían para que se alejara del forastero. A los padres le parecía mas que un capricho que amor, pero Antonia estaba ilusionada del hombre, que a nadie escuchaban con decir que ni a sus padres no escucho los consejos. Ella y sus padres estaban bien económicamente, ella vivía con sus padres, no pasaba sobre salto de ninguna clase ella tiene dos hermanos y una hermana menor que ellas. Los chisme reinaba departe de las amigas de Antonia, llegaba hasta la casa de ella con el chime a la madre, ella siguió con su trabajo de maestra en la escuela, se veía escondido con el novio. Él se fue del pueblo se rumoro que se había ido con una muchacha, esos comentario no le gusto a Antonia, tomo la decisión de escapar con su novio cuando regresara. Antonia ya estaba locamente enamorada del hombre, después de dos meses de ausencia el novio regreso y quería verla, de una vez le planteo la situación y el acepto la huida, Enrique no sabia en que problema se estaba metiendo al escaparse con Antonia, sin perder mas tiempo ,esa misma noche se fueron lejos del pueblo, llegaron a un pueblo, buscaron una iglesia y una oficina del juzgado de paz, se casaron y luego siguieron su camino, llegaron al pueblo de Enrique, nadie creía que Enrique llegaría con su nueva esposa en aquel pueblo. Ella como toda mujer recién casada quería atender a su marido y a la familia del marido. Ellos no tenían nada solo dos o tres trapos remendados y nada mas, ni casa ni nada parecido. El casado y todo seguía su coqueteo, salía a la calle y las mujeres suspiraba por el, él era guapo y educado con las mujeres, Antonia no se queda atrás, cuando salía a la calle los hombres le piropeaba, porque no decir, ella era bonita y elegante, así va naciendo el celo de Enrique, se convirtió en un monstruo, despiadado y cruel, no quería tener hijo pero la circunstancia le obligo a aceptar la realidad de su nueva vida de casado, no podría hacer nada, ni podría retroceder el tiempo, las cosas no sucede por azar, nada es inútil en el camino. Los padres de Antonia se enteraron de que iban hacer abuelo, pegaron el grito al cielo no quería que naciera el niño. Antonia estaba sola sin saber lo que depararía a su primer hijo. La vida cómoda con abundancia se reduce a casi nada, tenia poco tiempo de casada y ya la vida le estaba pasando la factura de sus acciones. Los día pasan rápido, los celos de Enrique crecía a paso agigantado, el calvario de María Antonia empezó.

Aquel niño que nadie quería, que naciera, lentamente se asoma a la vida, llego los nueves meses y por fin vio la luz aquel niño, el 21 de mayo de 1959 a las 6:00 de la mañana con un frio increíble y Antonia no estaba preparada para recibir a su primogénito, llego casi sin nada, solo Dios sabia lo que podría pasar con el niño, ese niño que fue maldecido y odiado desde el vientre de su madre, ese niño soy yo. Mi madre me dio un beso entre lagrimas y solloza me acurruco entre sus brazos, mi padre nunca entro al cuarto donde yo estaba recién llegado con mi madre, yo llore no se porque, tal vez por el destino o por los que me quieren hacer maldad en el mundo que acababa de conocer. Mi padre nunca me cargo, ni me dio un beso cuando era recién nacido, entonces desde la soledad de la noche trataba de buscar a mi padre y él siempre me rechazo, así empezó la historia mia. Después de dos años nació mi hermano Narces, luego llego mi hermana Nilda Antonia, luego Edmundo mi hermano mas pequeño, y 5 años después llego mi hermana Rosa Elisabeth los cuatros no conocíamos a los abuelos de parte de mamá, ningún familiar de ella aparen cuando ella estaba en tiempo malos, claro ellos no querían verme eso era el problema y de paso no querían ver a mi papá, los otros hermano mio no le importan a ellos yo era la piedra en los pantufla de ellos, a mi no me querían nadie y así crecí. El pueblo se despertó y empezaron a mirarnos con ojos de desprecio. Mi papá cada vez mas metido en el alcohol, no hacia nada, se despreocupo por completo de nosotros, mi madre volvió a ensenar en una escuelita lejos de casa mi abuelo le había regalado una casita a ellos en el mismo centro del pueblo, ahí nos mudamos y vivimos ahí desde entonces, el sueldo de mi mama como maestra no era tan bueno ni tan malo, daba para mal vivir.

El pueblito Primero de Marzo queda lejos de la Capital, yo nunca pude llegar hasta allá, en ese lugar maravilloso pasé mi desdichada infancia, había pocos habitantes, con cinco mil a su alrededor, habían lindas praderas llenas de pasto verde, se veían las vacas pastando en él. Mi casa estaba ubicada en el mismo centro del pueblo, y podría decir con seguridad que éramos la familia más pobre del pueblo, se veía la escuela primaria del pueblo desde mi casa. Yo veía pasar a los niños con sus uniformes de escuela. Observaba feliz y contento al pasar para su clase, con mucha envidia a todos ellos, al costado de mi casa una Iglesia Católica Niño Jesús, más abajo en la misma cuadra la comandancia de policía, mas a la izquierda la oficina del juzgado de paz y la oficina de Telecomunicaciones, todo estaba cerca de mi casa, pero para que nos sirve estar cerca de mi casa, no me sirvió de nada, para mí especialmente poco no importaba esos instalación del pueblo, porque no me fui a la escuela, ni me hicieron justicia cuando lo necesitaba. No me hicieron ninguna clase de justicia, entonces ¿Para qué estábamos tan cerca de todos ellos? ¡De nada sirvió! Creo, que en mi infancia fui feliz pero a mi manera, no sé exactamente pero puedo asegurar que fuimos la burla del pueblo entero por culpa de mi papá.

Mi mamá era Maestra de escuela rural, trabajó toda su vida, lo poco que ganaba era para la comida y algunas que otras cositas para la casa, ella tenía que soportar tantas cosas, desde que se casaron hasta el día que se fue. Ella luchó mucho por nosotros, pero llegó un momento que ya no pudo más y pidió ayuda a sus padres. Fui reprimido por mi papá hasta dejé de hablar con mis hermanitos, solo hablaba conmigo mismo, cuando me di cuenta ya no quería tener contacto con nadie. Es difícil descifrar algo que perturba a uno, fue frustrante para mí, me gustaba hablar con las personas, de repente no quería comunicarme con ninguna clase de persona, ni con mi mamá quería platicar, al darme cuenta me quede pasmado sin saber que decir, buscaba la razón sin encontrar, no fue tarde ni era frustrante, fue algo inesperado para mí. Que me estaba ganando la partida mi papá. Eso no quería aceptar, desde chiquito sentía lago muy raro por mi papá, no sabía qué era, algo de odio y molesto, pasaba el tiempo y mi resentimiento se afianzaba más contra mi papá.

Un día nos metió en el cuarto, cerró la puerta con llave, nos quedamos como tres días sin nada, mientras él estaba en su otra casa. Él tenía dos familias, paralela a la de nosotros, pero a ellas no le masacraban como a nosotros, tampoco tenía hijos con ellas, en cambio con mi madre tenía cuatros hijos en esa época, él vivía como rey en tres casas. Con diferentes mujeres y sin trabajar, eso yo no lo entendía y mi madre soportaba todo eso. Esta historia le parecerá como ficticio pero es real. Llegaba a la casa, hacía cualquier cosa, buscaba un pretexto para masacrar a mi madre, después del cintarazo, patadas y bofetadas se largaba a la calle otra vez, para poder llegar a la otra casa, donde la otra estaba esperando, para darle el supuesto amor que mi madre y nosotros no le dábamos en casa. Sale de esa casa para poder llegar a la otra casa, donde también le están esperando, mi madre no le decía nada tenía que soportar todos esos abusos, entonces de nuevo a la calle para llegar a la otra casa a tiempo. Buscaba pelea para poder salir de nuevo de la casa, cualquier pretexto es bueno para él por qué no le quedaba de otra, hacer esa clase de escándalo no era difícil para mi papá, siempre fue así desde que me acuerdo. Eso no le daba derecho a abusar contra nosotros, sea como sea él tenía que respetarnos. Solo eso esperábamos de él, llegó el día de que todo se viró en su contra, no sé qué fue lo que hizo para poner de su parte otra vez. Sé que los padres están para querer a sus hijos, para apoyarlos en lo que necesitan, el nuestro no fue así, fue todo lo contrario, eso también creo que depende de cómo fue su infancia, a mi parecer también carecía de cariño de parte de sus padres, no estoy seguro, pero eso es lo que pienso.

Fue una noche de invierno, como a eso de las 12:00 de la noche, llegó como de costumbre, borracho y gritándole a mi mamá. Escuché los gritos de él, pero no me levanté no sé si fue el frio o el miedo, que me ataba a la cama, estaba escuchando todo, le hizo levantar a mi mamá, antes escuché que caminaba de un lado a otro, no sabía qué era lo que estaba buscando, de repente escuché el grito desesperante de mi madre, no me levanté, estaba como electrizado en la cama no podía moverme, de nuevo escuché el grito desesperante de mamá, la escuchaba como ahogada, me levanté rápido de la cama, vi a mi papá que estaba metiendo la cabeza de mi madre en una cubeta de agua fría, la sujetaba del cuello y del pelo, entonces agarré una cubeta de agua que encontré en mi camino y lo bañé, él, brincó como un potro salvaje al recibir el agua fría por la cara, le pregunté si le gusta que le bañara con agua fría a esa hora y con el frio que hacia esa noche.

Me miró con una cara de rabia y de odio, nunca pude entender a mi papá, mucho menos a mi mamá. ¿Por qué después de la paliza que le propinó tuvieron intimidades como vestías? ¡Eso es lo que no podía entender! ¿Por qué después de masacrarla a mi mamá tenían sexo? A mi parecer para tener intimidad tenía que tener ganas para hacerlo. Me imagino que después de la golpiza que le dio a mamá, ella no tenía ganas y de todos modos lo tuvieron. Esos es lo que me tenía confundido, porque esa noche mi padre ya estaba preparado para violarla, yo impedí que violara a mi madre, salvé a mi mamá, es un decir, porque después de eso me dio esa surra que para que les cuento, no me dolió porque la defendí a ella esa noche, esa noche era uno de esos días de invierno frutal, se congelaba en el recipiente el agua, en la casa estábamos como si estuviéramos en la intemperie. No teníamos casi nada para resguardarnos, del frio pero así con todo luchamos por no morir congelado.

Había un señor en el pueblo dueño de un almacén, que se burlaba de nosotros, nos decían, mejor dicho nos llamaban los zarrapastrosos, mugrosos y cuantas cosas malas habidos y por haber. Se echaba a reír de nosotros, nos tiraban las cosas que comprábamos del almacén, nos decía que no nos acercáramos a él porque éramos unos perros sarnosos. No estoy exagerando en nada de lo que estoy contando, así nos trataron, pero sí había también personas de buenos sentimientos y, que eran amigas de mi madre. Eran pocas las personas de esa clase, desde siempre fuimos marginados por la sociedad. Dicen ser solidarios con la gente menos afortunada, pero con nosotros fueron todo lo contrario, las viejas fufurufas eran las primeras que nos escupían. El pueblito donde vivíamos era tan pequeño que se conocía todo por nombre y apellidos, con pelo y seña, es difícil describir algo que uno mismo sufrió en su niñez. Y que hasta hoy día estoy sufriendo y lamentando por el camino que me toco caminar.

Estoy orgulloso de ser hijo de una mujer extraordinaria como fue mi madre. Ella fue, es y será mi escudero de la vida, es mi inspiración para salir a luchar por la vida y por el mundo. Yo decía basta al abuso doméstico y al abuso infantil. La burla de los demás a veces duele y mucho, peor aún si las burlas vienen de los adultos, o de un familiar, nosotros pasamos todos eso por culpa de mi papá, él no supo ser padre ni defender a sus hijos de la tela araña de la vida y de la sociedad eso es más triste, especialmente para un niño, que por desgracia es pobre y su padre es alcohólico. La humillación fue tan grande a veces a uno le queda el resentimiento contra aquella persona para siempre.

Es muy desagradable hablar de cosas íntimas de uno mismo, quiero que sepa el mundo entero, lo que me paso, cuando yo era niño, lo que hay en los países latinoamericanos y en el mundo en que vivimos, el abuso doméstico y abuso infantil, es la plaga más dañina de la sociedad, que yo no quiero permitir más. Yo era uno de esos niños que a cualquier persona le decía sus verdades, pero poco a poco se me fue opacando mi virtud, por eso estoy relatando todo lo que sufrí en manos de mi propio padre cuando era niño. Me acuerdo muy bien un día estaba lloviendo, mi mamá llegó del trabajo, solo pidió que le ayudara para la cena, mi papá le dio una bofetada, como nunca le había dado, se resbalo y se cayó en el suelo, en ese momento le dio patadas estando en el piso, ella llorando le suplicó que le dejara de patear y él le decía que se callara la boca. Yo le decía a mi padre, que ya le dejara a mi mamá tranquila, también me dio esa surra que para que les cuento, ya ustedes se imaginaran. Después de la paliza que propinó a mi madre se fue, con sus