Había tomado la decisión de ser una mujer convencional el martes. Según las creencias de su madre o más bien las enseñanzas del gurú de su madre, Alejandro Jodorowsky, los lunes eran el día ideal para “cruzar el pantano de flor de loto en flor de loto”. La señora adaptaba sus frases a conveniencia y como las usaba con tanta seguridad convencía a todos de su pertinencia en tal o cual contexto en el que las decía. Y aunque Mireya estaba convencida de que una mujer tradicional sigue los consejos de su madre, ella solo le haría caso a medias: consideraba buena idea elegir un día canónico de la suerte, para nada el lunes, los lunes apestan. Pero ya era viernes y aunque ella había realizado algunas actividades supuestamentecurso en línea sobre modales femeninos que encontró en la del internet, Mireya seguía sin saber a ciencia cierta lo que la convencionalidad representaba para ella. Lo único que lograba ver hasta ahora era que la tradición la había asaltado como sobreviene el hipo, con un impulso incontrolable difícil de contener, y que daba penita aceptar en público.
Una mujer convencional
Sep 06, 2023
5 minutos
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