Telépata - Volumen 1

Por Katrina Kahler

Emmie es una chica de 12 años que tiene un don especial. Su mamá lo define como un don pero para Emmie no es así en absoluto. Ser una mentalista no es para nada normal ni es agradable porque constantemente ella se encuentra metida en problemas. Las chicas de la escuela les parece que ella es rarita y la evitan a toda costa. Esto la ha llevado a cambiar de escuela una y otra vez además de afectarle a la hora de tener amigas, lo que hace que Emmie se sienta sola en el mundo. 

Pero cuando Emmie y su mamá deciden mudarse a Carnidale, ella conoce casualmente a una chica llamada Millie Spencer y a partir de ahí todo cambia para Emmie. Conocer a Jack, un amigo de Millie le suma más emoción aún, especialmente cuando se da cuenta que no puede dejar de pensar en él. 

Empiezan a pasar cosas extrañas y cuando Julia Jones, la amiga de la infancia de Millie aparece inesperadamente de visita, el mundo de Emmie se pone patas para arriba. ¿Podrá ella usar su don de mentalista para saber qué sucede o esto la llevará a tener mayors problemas que antes? 

Este emocionante libro para chicas tiene giros inesperados, drama, romance, enamoramientos con chicos, asuntos sobre la Amistad y mucho, mucho más. ¡Te enganchará desde el principio hasta el final, y seguramente se convertirá en uno de tus libros favoritos! 

• Idioma: Español
• Editorial: Kc Global Enterprises Pty Ltd
• Fecha de lanzamiento: 2 mar 2020
• ISBN: 9781071529522

Vista previa del libro

Libro 1

Mi Nueva Vida

Indice

El secreto

El don

Cómo comenzó todo

Preguntas

Carindale

La invitación

El descubrimiento

Nuevos Amigos

Preocupada

Ilusionada

Algo Inesperado

Amistad sincera

Enamoramiento

Novedades de Millie

Sentimientos

Shockeada

Todo cambia

Sintiéndome agradecida

Invitado sorpresa

Verdad

La llegada

Miedo

El secreto

¿Alguna vez has sentido que algo ya estaba predestinado a suceder? Como cuando tuviste un encuentro casual con alguien y después te diste cuenta que no fue algo accidental, que fue como si ya hubiese estado planeado mucho antes esperando el día exacto para suceder.

Estoy segura que estar en el lugar justo en el momento justo no sucede por casualidad, como me ocurrió cuando conocí a Millie, estoy convencida que debía suceder ese preciso día y no en ningún otro día. Como si ya estuviese planeado de antemano que nuestros caminos se cruzaran.

Cuando Millie accidentalmente chocó contra mí en la tienda,  la conversación que surgió entre nosotras fue como si ya nos conociéramos de toda la vida. De alguna manera yo ya sabía que ese encuentro se convertiría en algún tipo de vínculo amistoso. Tal vez fue por mi intuición, o simplemente llámalo una premonición, pero por alguna extraña razón yo estaba segura que nos caeríamos bien. También sabía que tener una buena amiga era algo con lo que siempre había soñado y que nunca había podido tener.

Afortunadamente la propia Millie también estaba necesitando desesperadamente una íntima amiga. Su mejor amiga, Julia Jones se había mudado recientemente con su familia al campo y Millie la extrañaba muchísimo.  No podría haber pasado en un mejor momento para ella ni para mí, simplemente nos conocimos cuando debía ser.

Aunque parezca muy raro, yo nunca había tenido problemas para hacer amigas, para mí era algo fácil de lograr. El problema era mantener esas amistades a lo largo del tiempo.

Las chicas que entraban a una nueva escuela siempre eran la novedad del momento, y cada vez que yo cambiaba de escuela siempre había chicas interesadas en trabar amistad conmigo y en pasar tiempo juntas. Créeme esto me pasaba todo el tiempo pero estas amistades nunca duraban lo suficiente. Al poco tiempo las chicas se daban cuenta que yo era una rarita o friki o les daba miedo mi forma de ser, por eso hacían todo lo que podían para evitarme.

Así que, con el correr del tiempo aprendí que tenía que mantener mi boca cerrada. Cuando finalmente nos mudamos a Carindale, y para cuando conocí a Millie Spencer ya sabía que era mi oportunidad de empezar de cero.

¡No digas  más nada, Emmie, mantén tus pensamientos para ti misma!

Repetía constantemente esas palabras en mi mente, eran las mismas que mi mamá me había advertido tantas veces poner en práctica, pero yo no le hacía caso. Mi falta de autocontrol me arrastraba a vivir las consecuencias de ello una y otra vez y todas las amistades que hice a la larga fracasaban y quedaban en la nada...todo porque yo no lograba guardarme mis pensamientos y opiniones sólo para mí misma.

También quería evitar tener que mudarnos otra vez más. Si no seguía las reglas, mi mamá nos mandaría a empacar y nos  trasladaríamos una vez más; ella haría cualquier cosa para mantenerme fuera de peligro.

Dependía de mí asegurar que eso no pasara de nuevo.

Cuando apareció Millie en mi vida, decidí hacer lo que debía haber hecho antes, y eso consistía en quedarme callada. Finalmente tenía una mejor amiga al alcance de mi mano, y no quería correr más riesgos poniendo en peligro esta nueva amistad.

El don

La mayoría de la gente probablemente piensa que ser una mentalista debe ser como tener un maravilloso don. Pero en la realidad, no es así ni de cerca. Tómalo como de alguien que sabe bastante sobre el tema...ser capaz de leer la mente definitivamente no es lo que parece ser.

Mamá lo llamaba un don.

Pero mi supuesto don me llevó a tener un montón de problemas en diferentes situaciones; me ha pasado tantas veces que ya he perdido la cuenta. Lo peor de todo era que mi don alejaba a la gente que se había  acercado a mí. 

Si bien puede parecer muy cool tener ese don, saber lo que están pensando otros chicos no es en absoluto tan bueno como parece ser... Una vez que las personas se daban cuenta que leía los pensamientos de sus mentes mi presencia ya les incomodaba demasiado.

El problema era que tenía que luchar para guardarme a mí misma los comentarios que me surgían al respecto, desde que era muy pequeña,   constantemente soltaba un comentario o una pregunta o una respuesta aún cuando la otra persona ni siquiera hubiera hablado en voz alta.

Sus miradas sorprendidas siempre eran las mismas, y a la larga me ignoraban por completo. Para ellos yo era la rarita, la friki. Antes de que pudiera darme cuenta mi status pasaba a ser la de Chica Solitaria  una vez más.

O como yo prefería llamarlo Loser,  con  L en mayúscula.

Al principio, las amigas de mi madre comenzaron a hacer preguntas y se comportaban de manera extraña cuando estaban con nosotras, fue ahí cuando  mamá comenzó a estar realmente preocupada.

Tal vez solo sea una reacción por el trauma que ha experimentado sugirió una de esas amigas poco tiempo después que mi padre falleciera.

Podría ser el modo en que Emmie está tratando de elaborar lo que le ha pasado, añadió otra amiga servicial.

Cuando insistieron en que debería verme algún tipo de médico o un psicólogo, mamá decidió que ya era hora de mudarnos, vivir en algún otro pueblo en donde nadie nos conociera.

En cuestión de meses ya se había vendido nuestra casa y estábamos en camino, con la esperanza de encontrar un lugar poblado con gente que no sospechara nada.  Así  había  empezado el modo de vida que  llevábamos y que se repetía una y otra vez.

En vez de tratar de lidiar con cada situación que se presentaba, mi mama elegía escapar. Como estaba a cargo de un negocio on-line podía trabajar desde cualquier lugar que