Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Lo Que No Sabía
Lo Que No Sabía
Lo Que No Sabía
Libro electrónico173 páginas2 horas

Lo Que No Sabía

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Lo que no sabía” es una historia atrapante sobre una mujer que vive una vida feliz en familia, hasta cuando descubre que no todo era lo que parecía ser. Al descubrir ésto, su vida cambia drásticamente lo que la llevará a tomar decisiones que cambiarán su destino para siempre. Ella vivirá momentos que jamás pensó que podría vivir y enfrentar para superar con la valentía cada situación que se le presentara,como el engaño, las mentiras, el deseo, el amor, la complicidad y el miedo. En esta historia la intriga y el suspenso es lo que más vivirá el lector. Descubra usted mismo que es lo qué Julia ¡NO SABIA!.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento2 may 2013
ISBN9781463352264
Lo Que No Sabía
Autor

Isabel Calione

Isabel Calione nació en Montevideo, Uruguay. En su país fue educadora preescolar, profesora de dactilografía y empresaria. Al llegar a EE. UU. se dedicó a la educación de sus hijos, tomó clases de inglés y computación en Magnet School de la Universidad de Hartford y estudió bienes y raíces en la Universidad de Connecticut. Después creó su propia empresa y tomó clases de negocios en el Entrepreneurial Center en la Universidad de Hartford. Uno de sus gustos personales es pasar tiempo con su familia y amigos. Escribir es su gran pasión. Isabel en la actualidad vive con sus dos hijos en West Hartford, Connecticut USA.

Relacionado con Lo Que No Sabía

Libros electrónicos relacionados

Ficción general para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Lo Que No Sabía

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Lo Que No Sabía - Isabel Calione

    Copyright © 2013 por Isabel Calione.

    Revisado y Editado por L.C.Freiderici

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.: 2013903510

    ISBN: Tapa Dura 978-1-4633-5228-8

    Tapa Blanda 978-1-4633-5227-1

    Libro Electrónico 978-1-4633-5226-4

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, acontecimientos, o lugares es pura coincidencia.

    Fecha de revisión: 03/12/2013

    Para realizar pedidos de este libro, contacte con:

    Palibrio LLC

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    Gratis desde EE. UU. al 877.407.5847

    Gratis desde México al 01.800.288.2243

    Gratis desde España al 900.866.949

    Desde otro país al +1.812.671.9757

    Fax: 01.812.355.1576

    450706

    Mi historia comienza así: Hace 12 años que estoy casada. Conocí a mi esposo John hace 16 años en la universidad. Desde cuando lo ví por primera vez, supe que sería el hombre de mi vida. En ese entonces él era muy joven pero lucía seguro, maduro, simpático y me llamaba mucho la atención. Él die que sintió lo mismo. Empezamos a salir. La química que había entre él y yo era increíble. Nuestra estadía en la universidad se hizo muy placentera, lo disfrutamos mucho. Después de nuestra graduación, seguimos saliendo y planeando nuestras vidas juntos. En una fiesta de año nuevo en mi casa, frente a mi familia, la familia de John y amigos en común, él me dio la sorpresa. Se paró frente a mí, se arrodilló, tomó un anillo hermoso que sacó del bolsillo de su camisa y me dijo:

    —He esperado este momento por mucho tiempo, lo he deseado con toda mi alma y sé que tú también. Julia, mi amor, ¿te casas conmigo?

    Con lágrimas de felicidad y con mucha emoción contesté: —Claro que sí John, seré la esposa más feliz del mundo a tu lado.

    Ese día quedó grabado para mí en lo más profundo de mi corazón, fue como en los cuentos de hadas… Toda la familia y amigos brindaron por nuestro amor.

    Después de 4 años de noviazgo, llegó el momento tan esperado para los dos, el día de nuestra boda. Siempre soñé con el día de mi casamiento. Cuando yo era adolescente me imaginaba que me casaría con el hombre de mis sueños, en un salón lleno de invitados, feliz y con muchas flores y así mismo fue. Nosotros ordenamos que el lugar estuviera repleto de flores. Parecía un lugar encantado, era un lugar puro para los dos. Ese día fue increíble, ¡era mi boda soñada! Toda la familia y amigos esperaron ese día con mucho entusiasmo para celebrar. Todos decían que éramos la pareja perfecta, la conexión y compatibilidad que tenía con John era única. Nosotros desbordábamos felicidad. Nos juramos amor eterno frente a nuestra familia y amigos y delante de decenas y decenas de flores. Después del casamiento nos fuimos a la recepción, donde nos divertimos muchísimo. ¡Nuestra luna de miel fue en el Caribe donde la pasamos increíble! Parecía que nuestro amor crecía con cada día que pasaba. Nunca me imaginé que podría amar a alguien tanto.

    Después de unos años de casados, tomamos la decisión de traer un nuevo integrante a la familia. No fue fácil la decisión porque sabíamos que nos cambiaría mucho la vida, pero nos sentíamos preparados para ese nuevo paso. Después de unos meses de intento, quedé embarazada. Producto de nuestro gran amor, tuvimos un hijo varón. Un hijo maravilloso que ya tiene 9 años, llamado Bruno. Es un niño activo, carismático, alegre y feliz. Puedo decir que he sido y soy muy feliz con la familia que tengo. Mi vida de matrimonio y familia ha sido muy tranquila. Mi matrimonio ha sido ejemplo de lo que es un matrimonio estable.

    Soy profesora de Inglés, trabajo en la secundaria. Me siento muy cómoda y feliz de trabajar en la escuela. Mi esposo es doctor; estoy orgullosa de él. Es un muy buen médico y es una persona muy humanitaria.

    En mis ratos libres, cuando arreglaba mis plantas, me ponía a pensar si lo que vivía era real porque en mi matrimonio no teníamos altos y bajos, como normalmente suele pasar en las demás parejas. En reuniones de amigas siempre ellas contaban sus conflictos matrimoniales y yo no tenía nada negativo nunca para contar. Eso me hacía pensar a veces: ¿Será esto verdad? ¿Seremos un matrimonio perfecto o podía estar pasando algo que yo ignoraba? En varias oportunidades le pregunté a mi esposo,

    —John, ¿está todo bien? —él siempre contestaba lo mismo.

    —Mi vida, tranquila está todo bien. Nuestra relación es perfecta, nuestro amor es puro. Tenemos que dar gracias a la vida por darnos la oportunidad de estar juntos.

    Su respuesta siempre me reconfortaba. Me decía a mí misma, qué conflictivo es el ser humano a veces, cuando todo está bien nos ponemos a pensar que tal vez hay algo mal. Ahí es donde empiezan los miedos y generamos situaciones que no son reales. Hasta que un día encontré otra respuesta.

    Era un día hermoso, un día más de rutina. Me levanté, hice el desayuno y desayunamos juntos. Le preparé la mochila a mi hijo para la escuela.

    —¡Bruno, nos vamos! —Le avisé.

    Me despedí de mi esposo con un cariñoso beso y abrazo y nos dijimos hasta la noche con un tono de picardía. Bruno bajó y nos fuimos juntos a la escuela. Después de dejarlo me dirigí a mi trabajo.

    Di mi primera clase, período 1 y mi segunda clase estaba cancelada por una reunión de estudiantes. Estaba sola en mi salón y me acordé del beso que le había dado a mi esposo y sentí el deseo de llamarlo. Llamé a John en dos ocasiones a su celular y estaba apagado. Le dejé dos mensajes diciéndole que lo extrañaba y que quería invitarlo a salir a cenar, una cena romántica. 5 minutos más tarde llamé a su oficina y me atendió su secretaria, Lili.

    —Hola Lili, soy Julia. ¿Se encuentra disponible John?

    —Hola Julia. Lo lamento pero John no se siente bien y me pidió que no lo molestaran. Canceló todas sus citas de la mañana. Pero déjame que le aviso que estás en el teléfono.

    —No Lili. No lo molestes, llamaré luego.

    —¿Quieres dejarle un recado?

    —No, me comunicaré más tarde con él. Gracias, Lili.

    Corté y me pareció raro que él se estuviera sintiendo mal, si en la mañana parecía estar muy bien. Me quedé pensando en eso por unos momentos y tomé la decisión de ir a verlo, ya que tenía dos períodos de clases libres y el hospital donde él trabaja estaba cerca. Tomé mi bolso y fui a su trabajo.

    Cuando llegué al hospital, fui al departamento médico donde él trabaja. Entré y no había nadie en la recepción, fui caminando hacia el consultorio de mi esposo para ver si estaba ahí y escuché voces. Pensé que era mi esposo con un paciente, pero lo raro era que la puerta estaba entreabierta. No podía ser un paciente, además Lili había dicho que no estaba atendiendo pacientes. Esperé unos instantes para dar tiempo a que la persona, con la cual John estaba conversando, saliera de la oficina. Mientras esperaba empecé a notar que las voces que escuchaba no parecían de una conversación tranquila, parecía que pasaba algo. Me acerqué más para oír lo qué hablaban porque parecía una discusión. Al acercarme pude oír la voz de mi esposo y distinguí la voz de Lili también. Abrí la puerta despacio y vi a Lili y John muy cerca uno del otro. Ella le suplicaba y decía cosas que no podía llegar a oír. John no respondía y se besaron.

    Me quedé viendo sin poder reaccionar. Creo que, la sorpresa que me llevé, me paralizó. Sentí, en ese momento, que se me caía el mundo encima. Lo que me salió después de unos segundos, fue su nombre.

    —¡John! ¿Qué estás haciendo? —Él se asustó y se sacó de encima a Lili.

    —Julia, por favor, no es lo que parece ser, déjame que te explique.

    —¿Explicarme? ¿Explicarme qué? ¡Si está todo bien claro!

    Lili se dirigió hacia mí. —Julia deja que te expliquemos, por favor…

    —Mira Lili, sal de mi vista, no quiero verte jamás en mi vida. Retírate de esta oficina ahora mismo. —Lili me obedeció y se retiró.

    —Y tú John, no puedo creer lo que me estás haciendo, confié en ti por muchos años, me aseguraste siempre que estaba todo bien en nuestro matrimonio, me juraste amor y respeto y mira lo que vengo a descubrir. ¿Cómo pudiste faltar de esta manera a nuestro matrimonio?

    —Julia, yo te amo, esto no tienen nada que ver.

    En el instante que dijo eso salí corriendo. Corrí por los pasillos desesperada y John detrás de mí. Llegué al estacionamiento y subí a al auto llorando. No podía colocar las llaves de los nervios y de tanto que lloraba. John llegó al auto y me pidio que abriera la puerta, pero yo solo le dije que se retirara, que me dejara sola. Cuando pude encender el auto, salí conduciendo muy rápido. No podía creer lo que estaba viviendo. Pense en mi hijo. Vinieron imágenes a mi mente de cuando nos casamos, cuando nació Bruno. Eran imágenes tras imágenes. El recuerdo de cuando me juró amor, respeto y fidelidad. ¡Qué hipócrita! Me pregunté desde cuando había estado pasando esto, desde cuando me había estado engañando? Y Lili, que mujer sin escrúpulos! Visitó mi casa, conocío a mi hijo y toda mi familia. ¿Cómo pudo ella también engañarme? Me repetí una y otra vez, que tonta fui…

    Maneje muy descontrolada, cometí errores en el tránsito, entonces decidí parar y tranquilizarme para también pensar un poco más las cosas. Después de estar más serena, llamé a mi trabajo para avisar que no retornaría, que me tomaría el resto del día libre. Corté la llamada con la escuela y pensé en llamar a mi mamá, pero a su vez no creí que fuera buena idea. No quise mezclar a la familia todavía. Entonces decidí llamar a mi amiga Sara. Nos conocíamos hacía tiempo. Ella había sido profesora en la escuela donde yo trabajo, ahí fue donde la conocí. Desde ese entonces habíamos sido muy buenas amigas. Tomé mi celular y la llamé. Solo quería que Sara me contestara. Contestó por fin.

    —Hola Sara. ¿Cómo estás?

    —Bien ¿y tú Julia?

    —No muy bien amiga, pasó algo terrible con John. —Confesé.

    —¿Que pasó?

    —John, me traicionó, me estaba engañando con otra mujer.

    —Dios mío Julia. ¿Como te enteraste de eso?

    —Yo misma los ví.— Le dije.

    —Cálmate por favor y ven a mi casa ya mismo.

    Empecé a conducir con cuidado y fui a su casa. Apenas abrió la puerta, Sara abrió sus brazos y me abrazó con mucha fuerza.

    —Cuéntame Julia lo que está pasando… Me dejaste muy nerviosa después de que hablamos por teléfono.

    — Todo comenzó cuando llamé a John en la mañana a la clínica para saludarlo y para hacerle una invitación a cenar en la noche.— Empecé a contarle a Sara lo que me había pasado, lo que había visto. Ella me apoyó y me contuvo mucho. Sara compartió conmigo que entendía muy bien por lo que yo estaba pasando porque ella había vivido una situación parecida con su marido. Ya hacía muchos años de lo ocurrido.

    —Sara: ¿Por qué nunca me comentaste sobre esto?

    —Nunca se dio la ocasión, eso ya pasó hace tiempo.

    —¿Y qué pasó?

    —Bueno tuvimos una separación pero no definitiva. Después de unos meses yo lo entendí y lo perdoné.

    —¿Cómo que lo entendiste? ¿Cómo que lo perdonaste? No tengo idea como se hace para entender una traición.

    —Eso se logra por amor, yo amo a mi esposo. Le dije que lo entendía, que si había sido solo una aventura, yo lo podía entender y entendí que mi esposo había sido débil. Mira Julia, no fue fácil para mí, pero no podía pensar una vida sin él. Entonces tuvimos que buscar ayuda profesional, fuimos a terapia de pareja y lo superamos.— Explicó Sara.

    —Disculpa Sara, pero desde que te conozco me has contado que tú y tu esposo viven juntos un tiempo después viven otro tiempo separados. —Sara bajó su mirada y su rostro se entristeció. —Lo siento amiga pero cada vez que salimos a reuniones o visito tu casa, tú estás siempre sola. ¿Qué es lo que necesitan para estar juntos?

    —Tiempo Julia, eso es lo que necesitamos, tiempo… pero no quiero hablar de eso, sabes que me pone triste hablar de mí, lo importante es que nos amamos mucho y doy gracias por ese amor que siento por él todos los días.

    —Si eso es verdad, el amor es muy importante. Lo que no entiendo es cómo se puede superar algo así y seguir en una relación. Yo no creo poder hacerlo.

    —Es simple Julia, yo lo amo con toda mi alma. ¿Por qué tirar un matrimonio por una simple aventura? Como te comenté anteriormente, la terapia de pareja nos ayudó mucho. Restauró nuestra relación, nos enseñó a entendernos y enfrentar las debilidades que podamos tener. A nosotros nos ayudó a superar la falta en el matrimonio, y a sentirnos seguros uno del otro.

    —Yo no pienso así. No sé cómo regresaré a casa después de lo que pasó, no sé si pueda mirar a mi esposo a la cara.

    —Pues yo sí creo que podrás. Tómate tu tiempo, no tomes decisiones apresuradas, a veces es mejor tomar un respiro antes de decir o hacer cosas que puedan hacerle daño a los dos. Simplemente toma un tiempo para pensar y para resolver la situación sin llegar a perderse el respeto. Ya verás, con el tiempo las cosas se pueden superar con ayuda profesional. Lo más importante es poner voluntad. Te aconsejo que

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1