La vida del seductor sinvergüenza y encantador.

Por John Danen

La vida del seductor sinvergüenza y encantador es para mi gusto la mejor de las vidas. Una vida libre de ataduras, seduciendo y fluyendo a tu aire. En este libro te cuento como es esta vida y como tú tambien la puedes llevar a cabo, para ello explico técnicas de seducción que empleo tanto para ligar, como para llevar a las chicas a la cama. Analizo interacciones reales y doy las claves para tener éxito con las chicas. Es un libro para romper con todo y convertirte en un verdadero sexductor.

• Idioma: Español
• Editorial: John Danen
• Fecha de lanzamiento: 16 mar 2022
• ISBN: 9798201653392

John Danen

Español. Soy un hombre vividor y divertido que busca el lado bueno de las cosas siempre.  Mi experiencia es el campo de las relaciones personales y de la seducción. Por eso tras dedicarme larguísimas décadas a ello, quiero trasmitir mis conocimientos. Para que las nuevas generaciones tengan unos conceptos que les den una ventaja competitiva sostenible y poderosa en el campo del amor. Quiero ayudarte a a conseguir tus metas. Portugués. Sou um homem animado, e divertido, que sempre procura o lado bom das coisas.  Minha experiência está no campo das relações pessoais e da sedução. É por isso que, após décadas de dedicação a ela, quero transmitir meus conhecimentos.  Quero ajudá-los a alcançar seus objetivos. Inglés I am a lively and fun man, who always looks for the good side of things.  My experience is in the field of personal relationships and seduction. That is why, after decades of dedicating myself to it, I want to pass on my knowledge. So that the new generations have concepts that give them a sustainable and powerful competitive advantage in the field of love. I want to help you achieve your goals Français Je suis un homme vif et drôle qui cherche toujours le bon côté des choses.  Mon expérience se situe dans le domaine des relations personnelles et de la séduction. C'est pourquoi, après m'y être consacré pendant des décennies, je veux transmettre mes connaissances. Pour que les nouvelles générations disposent de concepts qui leur donnent un avantage concurrentiel durable et puissant dans le domaine de l'amour. Je veux vous aider à atteindre vos objectifs.

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Prólogo por Guadalupe.

No logro recordar ni el día ni la hora ni el siglo desde que conozco a John, pero sí que puedo decir que me ha sorprendido, y sigue haciéndolo, a pesar de los años, a pesar de los siglos. Lo conocí en una pubertad ya tardía y pensé que lo de ligar era cosa de la edad y que ya sentaría la cabeza, pero no la sentó, la agravó. Cada vez lo veía más y más metido en su estilo de vida, la del seductor sinvergüenza y encantador que tanto le gustaba ser. Tenía ya un grupo de chicas que le buscaban a él. Yo le decía que se buscara una novia, una que le aportará todo. Pero ningún caso me hizo, siguió con su harén, el cual en vez de decrecer, crecía.

Un día me llamó por teléfono ya que no podía ni levantarse de la cama por la noche alocada que había pasado. Una de sus mujeres le había crujido en la cama. Yo estaba en shock, se había lesionado de tanta pasión, terminó en urgencias y en vez de poner un stop, puso la sexta marcha. Yo acepté que había nacido para este estilo de vida, el donjuanismo, que una era poco y que cien también lo eran. Lo di por imposible y tuve que resignarme a que él era feliz así. Si alguien tiene pasión por algo y ellas le siguen ese es John, que continúe así a través de los siglos y siglos y siglos.

Introducción.

Este es un libro casi autobiográfico, pues lo que pongo aquí es mi vida prácticamente calcada al cien por cien. Esto que vas a leer, si no eres de mi modo de pensar, puede que te ofrenda, moleste o desagrade. Espero que no, pues trato de ser bueno y agradable, pero si es así, lo tienes muy fácil, no lo leas.

No sé por qué razón siempre he sido muy rebelde y me ha gustado ir a mi aire, nunca me he integrado del todo en grupos de amigos, ni me he entregado al cien por cien en una relación. Soy como un gato que a veces se deja querer, pero que realmente es independiente. Este libro me es muy fácil de escribir pues no tengo que crear nada, tan sólo recordar cosas. A ti te va a servir para que conozcas otros modos de vida. Y si un día te apetece hacer una vida parecida a esta que estoy poniendo aquí, pues sabrás cómo hacerla. Yo respeto el modo de vivir de todo el mundo, así que pido que también se respete el mío.

¿Cómo me convertí en seductor?

Desde luego que no siempre fui así, recuerdo unos tiempos remotos donde yo era otro yo. En un principio yo era un chico bueno que no aspiraba a nada más que a tener una novia y que nunca había pensado en nada de seducción. Sí, me gustaban mucho las chicas, y las quería ligar, pero no pensé nunca en ser un seductor, sino simplemente en ligarme a las chicas que me gustaban. La cosa de ligar se me daba bien. Aunque no tenía ningún conocimiento se me daba bastante bien, debido a que era muy guaperas. Lo que pasa es que estaba un poco atontado con toda la programación mental de formalidad que me inculcaban. Yo creo que por mi personalidad lo de ser seductor iba a salir a flote tarde o temprano, pues realmente era divertido, guapo y tenía una chispa de cachondo mental que hacía reír a las chicas y las gustaba. Además me atraían muchísimo las chicas.

Lo que pasó fue que apareció una chica súper bien, guapa, simpática, encantadora, el amor de mi vida. Con lo blando que estaba en esa época y que se sentía como una madre cariñosa y buena, pero con tetas, me deje llevar y caí en el enamoramiento, además profundamente. Estando con esta novia mi vida no se encaminaba para nada hacia ser un seductor.

En la vida son todo decisiones. Las decisiones las tomamos porque sentimos algo dentro que nos impele a actuar. Al final las emociones se imponen a la racionalización y tomamos decisiones emocionales. La emoción dirige nuestras vidas.

Durante algunos años estuve con esta chica, mi primera novia, muy formal y muy enamorado. No pensé en abandonarla nunca, tenía que estar con ella a toda costa y ahí acababa todo mi mundo. Me esforcé por ser una persona de provecho, un poco oponiéndome a mi yo natural, que si que era fiestero y con tendencia a ligar. Me puse a estudiar a lo bestia e intentaba batir records de cuanto había estudiado cada día. Todo para hacerme un hombre de bien y algún día poder formar una familia con ella. Dejé de salir, me convertí en un chico totalmente formal, dedicado a su novia y al estudio de la carrera.

Yo tomé una decisión emocional, tener esa novia, y fue genial al principio, pero la emoción y las chispas se fueron. Entonces quise aferrarme a ese amor que se extinguía, tiré de la razón, sería formal, sería anti mi propia esencia por ella, porque era una chica súper buena. Aunque me empezaba a aburrir con ella porque se volvió medio depresiva, seguí a su lado buscando sentir esa emoción otra vez. Pero por más formal que intenté ser y más esfuerzo que hice, ella no cambió y la sensación no volvió. Cuando sucedió esto, esta decisión racional de seguir de novio de ella se empezó a desmoronar.

Este esfuerzo en una formalización excesiva, hay que decir que era bastante artificial, pues tampoco era mi impulso natural ser tan formal y ello me pasó mucha factura. Los estudios pese a estudiar tantísimo, no avanzaban demasiado, y, lo que es mucho peor, la relación con esta chica en vez de ser cada vez más satisfactoria, se volvió más monótona,  más aburrida y a veces hasta deprimente. Yo seguía aguantando tratando de acercarme a esos momentos del inicio con ella donde todo era amor y felicidad. Como ella se volvió tranquila y estudiosa yo hice lo mismo, para estar con ella, para conservar el amor.

Llegó un momento en que la realidad golpeó duramente, pues me di cuenta de que no era feliz con ella. Después de varios años esforzándome, literalmente no pude más. Me cansé de no salir, me cansé de estudiar tanto, y sobre todo, me cansé de la novia, que era el amor de mi vida, pero que al final acabó aburriéndome terriblemente, a tal grado que ya jamás me atrajo otra niña buena. Las empecé a detestar.

Sin querer, poco a poco, empecé a darme cuenta de que había chicas que por su carácter y personalidad me atraían mucho más que mi novia. Yo anhelaba tener una chica cómo esas, más fiesteras salidoras y alegre y no la niña buena lánguida y triste con la que andaba.

Esto de fijarme en otras ocurrió ya desde 1991. Estuve ese año en transición de formal a gamberrete. Empecé a ir con una pandilla de chicas y chicos súper divertida. Las chicas de esta pandilla eran alegres fiesteras y atractivas. Me empezó a gustar una, después me fije en