Tengo 54 años y tres hijos. Dos hijas de 29 años y un hijo de 27 años. Una de mis hijas se casó hace 3 años, su matrimonio pintaba bien. Tuvo dos hijas y estaba muy feliz. Pero en su segundo embarazo tuvo varias complicaciones e íbamos muy a menudo al doctor. Ahí conoció a un enfermero que prácticamente la acompañó durante su embarazo y hasta el parto, se hicieron grandes amigos. Tan así que después de que tuvo a mi segunda nieta, se comunicaban por mensajes. Nunca se insinuaron algo, ni se tiraban la onda, era plática de amigos. 
Un día mi yerno revisó su celular, vio los mensajes y se puso como loco, a tal grado que le quitó el celular y empezó a cortar lazos con todo mundo, incluyéndonos a nosotros.
El no saber casi nada de ella me comenzó a preocupar, así que fui a visitarla, pero noté que mi hija ya no quería verme. 
Tengo que agregar que mi hija ha estado viviendo con su suegra desde que se casó y la familia de mi yerno es de pensamiento cerrado (a la antigua), son de la idea de que en el matrimonio debes soportar todo, a pesar de que tú no estés feliz. La mujer no debe trabajar, etc. 
Ha pasado poco más del año y cada vez es más difícil ir a visitarla porque la familia de mi yerno le ha estado metiendo ideas a mi hija, ellos creen que soy la mala del cuento, que yo la estoy sonsacando a que deje su matrimonio. 
Toda esta situación me duele cada vez más,  ya no sé cómo lidiar con esto. Con el miedo a que mi hija siga en plan secuestrada, a que la maltraten. Mis nietas están viviendo una idea errónea del matrimonio, y temo que ellas puedan seguir ese patrón. 
Me sorprende que mi hija se comporte y se deje de esa manera, cuando ella antes de conocer a su esposo era súper sociable, tenía carácter y no se dejaba de nadie. Ya no es la hija que conozco. 
La última vez que la vi, cambió mucho su apariencia. Ya se vestía como su suegra, tenía un poco de sobrepeso, un aspecto cada vez más descuidado y de malos modos. 
¿Qué hago? Ya no puedo más con esta impotencia y frustración.