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El Templo Del Diablo En America
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Libro electrónico258 páginas3 horas

El Templo Del Diablo En America

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Revelador en su lenguaje plagado de metforas, acusatorio en sus valientes planteamientos que recrean el srdido perfil de una sociedad transgresora de libertades y derechos. En el templo del Diablo en Amrica, realidad y ficcin se unen para amenamente detallar de principio a fin la vida en un sui generis lugar escondido en el tiempo.
-----------------------------------------------
Mediante un antiguo documento y controversiales debates, un profesor universitario que guarda un peligroso secreto, convence a sus alumnos de teologa y a una amiga, de la temporal ausencia del poder de Dios en una pequea isla en la que sus pobladores permanecen cautivos de un Poder increble.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento19 abr 2011
ISBN9781617648809
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    El Templo Del Diablo En America - Eliézer González

    Copyright © 2011 por Eliézer González.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso: 2011927389

    ISBN:    Tapa Dura                        978-1-6176-4866-3

                  Tapa Blanda                     978-1-6176-4879-3

                  Libro Electrónico             978-1-6176-4880-9

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, acontecimientos, o lugares es pura coincidencia.

    Diseñador de Portada: Mairy González

    Este Libro fue impreso en los Estados Unidos de América.

    Para ordenar copias adicionales de este libro, contactar:

    Palibrio

    1-877-407-5847

    www.Palibrio.com

    ordenes@palibrio.com

    336512

    ÍNDICE

    -1- Encuentro fortuito en una biblioteca

    -2- Teología socialista y revolucionaria

    -3- De estibador a solitario profesor de filosofía

    -4- Triste destino de la sabiduría humana

    -5- Día del gran desafío

    -6- Alumna maternal

    -7- Viaje a Santiago en busca de la verdad

    -8- Defensa contundente de Sergey

    -9- Indeseables Huéspedes de un hotel

    -10- Pilar y el documento secreto

    -11- La muerte y la locura

    -12- Desesperada llamada de auxilio

    -13- Sustitución de religiones

    -14- Cuatro leones cuentan la historia

    -15- Casual encuentro en el zoológico

    -16- Las ondas hertzianas y mofa a los atentados

    -17- La ultima clase de un curso inconcluso

    -18- Premonición o Deyaboo

    -19- Desahogo y Rebelión

    -20- Despedida, La fuga y El reencuentro

    Dedicatoria

    Dedico este libro a todo aquel que ame la

    Libertad, A quienes la añoran y luchan por Ella,

    A cualquiera que haya sido privado de

    Los derechos elementales de un ser humano,

    A los que defienden los verdaderos valores

    De la vida y estén dispuestos a repartir amor.

    AGRADECIMIENTOS

    Agradezco a toda mi familia el nacimiento de este libro, En especial a mis hijos, A mi esposa y mis padres por haberles faltado durante todo el tiempo que me tomó parirlo, Mi gratitud también a Calíope, Erato y Clío ¿Por qué no? . . .

     -1-

    Encuentro fortuito en una biblioteca

    Eran las12: 00 del día en la biblioteca nacional, El calor tropical de mediados de agosto auguraba a todos un día más bochornoso que el anterior. En la recepción una señora de unos 60 años de edad trataba de agrupar algunos libros mientras se procuraba un poco de aire con una libreta de notas media gastada por el uso diario, Pero aún así el sudor corría a chorros desde la frente a trabes de sus mejillas, Vestía una saya gris, Blusa blanca y una chaqueta también gris que al parecer formaban parte del uniforme de los empleados desde antes que prohibieran encender los aires acondicionados. Aunque la humedad había alcanzado mojar por la espalda la chaqueta de la anciana el hecho no impidió que mantuviera increíblemente impecable su liso peinado al estilo de las maestras de antes de1959. Fue en el instante mismo en que una intrépida gota se escurrió de entre sus lentes para detenerse justo en la punta de su nariz cuando apareció como de la nada ante la alta y fornida dama aquel señor que también andaba rondando los 60, Pero que mostraba un aspecto mucho más deteriorado. Su barba descuidada y sin limites era típica de quien la deja crecer no por que quiere si no por que olvida rasurarse sencillamente por que hacerlo no está entre sus prioridades. Su cabello cano y ralo, empapado por el sudor, Hacía que su rostro denotara la gran fatiga que produce un viaje urbano, Sus ojos sumamente redondos e intensamente negros emitían una sutil y cándida mirada que involuntariamente penetraba en su interlocutor dejando al descubierto su modesta inteligencia. _Buenos días_ _Saludó con garbo el educado señor mirando fijamente a la nariz de la empleada._ _Hola_ _Dijo la sudorosa señora con voz tenue y solícita esbozando una sonrisa mientras la invadía la duda sobre si debía continuar siendo cortes con el recién Llegado o correr a secarse aquella impertinente gota de sudor que Comenzaba a causarle un cosquilleo insoportable_ _ ¿ en qué puedo servirle? _Preguntó la empleada queriendo aparentar serenidad._ _Cuando se halla secado le pediré un libro, no tenga prisa_

    _Contestó con pastosa ecuanimidad el no menos sudoroso señor_ _ Gracias, pero es que con estos calores y estas ropas, uno casi se deshidrata._ _Dijo sonriente la noble señora; pero esta vez con la sonrisa de quien se siente descubierto y agradeciendo al tiempo que se excusaba dio media vuelta sobre sus pies y se dirigió hacia el lado derecho de la recepción deteniéndose ante un gavetero contiguo a un pequeño anaquel de libros, Abrió una gaveta y de ella extrajo un pequeño trozo de lo que en algún tiempo había sido una toalla, Secó con ella su nariz deshaciéndose de aquella fastidiosa gota de sudor sintiendo un gran alivio, Secó también sus mejillas y de buenas ganas se abría secado toda la espalda de no ser por su atuendo, Aún así su rostro adquirió otro matiz, Sus ojos cobraron más brillo, A pesar de sus años podía vérsele más vigorosa y diligente._ _Bueno, ahora sí puedo atenderlo como dios manda, Dígame qué libro necesita? _Preguntó la anciana señora con amabilidad_ _ ¿ A dicho usted como dios manda? _ _Inquirió extrañado el paciente señor mirándola fijamente_ _ Sí, Eso he dicho ¿Porque? _ Contestó la empleada con firmeza_ _Perdone no es que quiera contradecirla, pero a mí me parece que en esta isla ese señor dejó de mandar hace ya muchos años._ _Repuso el anciano asintiendo con la cabeza_ _ Esa será su opinión, Pero yo sigo pensando que quien ordena y dispone en esta tierra es Dios._ _Replicó entonces la empleada como si le hubieran puesto los dedos en la yaga_ _Yo podría demostrarle a usted que no es así; Pero eso nos llevaría una Larga jornada de análisis y discusión y dudo que usted disponga de ese tiempo_ _Dijo dudoso el anciano_ _Pues se equivoca usted ¿qué le parece? Estoy casi segura de que no le alcanzaría todo el tiempo del mundo para convencerme de semejante blasfemia y sí Dispongo de esa larga jornada, estoy siempre abierta a la discusión, yo también tengo mis argumentos_ _Repuso la empleada dejando ver su desagravio_ _ ¡Parece muy segura de usted misma! Y como yo me considero un caballero del siglo XX no me deja otra opción que aceptar su reto, Solo termino un compromiso de tipo profesional y cuando venga a devolverle el libro acordaremos la fecha, Hora y lugar del encuentro_ _ Propuso el flemático anciano aceptando caballerosamente el desafío_ _Muy bien aquí lo estaré esperando_ _Concluyó resuelta la peculiar mujer y para cambiar de tema le recordó al provocativo señor que aún no le había dicho cual libro era el que necesitaba_ _ En realidad no sé que libro es el que necesito, Solo sé que debo impartir una clase de teología; Pero desde un punto de vista científico y como usted comprenderá es muy difícil unir esas dos tendencias sin ir en contra de mis principios, De mis creencias o en el peor de los casos en contra de la ideología de la rectoría en la universidad. Quisiera si no es mucho pedirle que me sugiera usted un titulo o un autor por favor._ _Pidió el irresoluto profesor casi suplicando_ _Lo mejor que puedo sugerirle en ese caso es la Biblia. En ella está detallado el nacimiento de todas las religiones y preescrito el desarrollo y final de cada una de ellas. De lo contrario tendría que remitirse a los libros de historia antigua, los cuales son muchos como muchos son sus autores y cuyos fines corresponden siempre a sus intereses épicos Particulares_ _Propuso la empleada _ _En ese caso llevaré algunos de historia antigua, Dos o tres que usted

    Me aconseje si me puede auxiliar, Comienzo a confiar en su olfato._ _Gracias; Pero le aclaro que no me responsabilizo por el desastre de su clase y mucho menos por el futuro ideario de sus alumnos_ _Advirtió con sarcasmo la sabia anciana_ _No se preocupe, Con esa Responsabilidad cargo yo y le aseguro que trataré de ser lo más realista posible_ _Se expresó el profesor con seguridad_ _De cualquier modo lo considero, Le espera una difícil tarea._ _Muchas gracias por su compasión._ _Por nada, llene este formulario en lo que le traigo los tres volúmenes._ _La empleada extendió la tarjeta al señor y salió de la recepción con paso ágil. Él, sin mirar la forma siguió a la empleada con la vista hasta que dejó de verla al final de un pasillo, Solo entonces comenzó a completar los datos que exigía la ficha. Transcurrieron unos diez minutos que al profesor le parecieron interminables. Al fin regresó la mujer trayendo consigo los tres ejemplares._ _Esto fue lo mejor que pude encontrarle, Ahora solo me queda desearle buena suerte._ _Dijo la empleada depositando los libros sobre el mostrador con gesto delicado_ _Gracias, pienso que la necesitaré. Ha sido un placer conversar con usted, Ya le contaré cuando vuelva por acá, Por cierto, no nos hemos presentado_ _Dijo el anciano profesor extendiendo la mano y presentándose con la típica elegancia de un lord ingles_ _Me llamo Arnoldo, mucho gusto_ _No sé si sentirá usted ese mismo placer después del gran desafío_ _Dijo sonriente la fornida dama_ _Yo me llamo Pilar, encantada._ _Aunque no logremos ponernos de acuerdo usted no va a dejar de ser una bella persona._ _Dijo Arnoldo mientras con cierta torpeza colocaba los libros en un portafolio de piel descolorida que solo al abrirlo recordaba que en algún tiempo había sido de color marrón_ _Espero no decepcionarlo_ _Reciprocó la sabia y gentil

    Mujer_ _Yo sé que no lo hará_ _Repuso Arnoldo haciendo un Afable gesto de despedida en el momento en que comenzaba a alejarse de la recepción. Pilar por su parte continuó observándolo en silencio hasta que cruzó el umbral de la biblioteca, Luego quedó absorta en sus pensamientos imaginando cuales serian los resultados de aquel debate que dentro de pocos días habría de tener lugar. Fue aquel fortuito encuentro el que dio inicio a las enrevesadas historias que serán relatadas durante el transcurso de los Reveladores, Controversiales y apasionados capítulos que tendremos oportunidad de leer a continuación.

     -2-

    Teología socialista y revolucionaria

    Se ocultaba el sol y el sofocante calor comenzaba a ceder su paso a una ligera y fresca brisa que llegaba desde el no muy lejano malecón, Desde la parte oeste de la universidad se podía observar en el cielo algunas nubes que por los tonos de sus colores y la tenue iluminación se semejaban a uno de los mejores paisajes crepusculares logrados por Miguel ángel. Hasta allí llegaba el agradable olor a sal mezclado con marisco típico del mar caribe acompañado de ese seductor aroma que como gracia divina ha sido dada en exclusivo a esa isla adorada por todos. En el área donde solían reunirse los alumnos reinaba un gran desconcierto. Todos se miraban con asombro y hasta cierto rumor comenzaba a correr entre ellos. Uno de los estudiantes motivado por el asombro primero y por la duda después no pudo contenerse y con voz altisonante preguntó a otro compañero de clases: _ ¿Se habrá muerto el viejo? _ El mal augurio suscitó un gran murmullo de rechazo y desaprobación por parte del resto de los estudiantes; Pero al mismo tiempo la expresión en sus rostros dejaba ver con claridad que a todos les había pasado la idea por la mente desde el primer momento y que solo ese temor innato por la muerte que sienten la mayoría de las personas los hizo callar y para evadir el pensamiento se limitaron a hacer preguntas tales como: _ ¿Le habrá fallado el transporte?, ¿Habrá tenido algún problema? O _ ¿Se habrá enfermado? _Lo hacían como si evitar la pregunta de la muerte lo alejara de la misma. Por estar enfrascados en reprochar el desenfado con que había hablado aquel osado estudiante, no se percataron del momento en que el anciano profesor pasó a unos escasos metros de allí, Entró en el aula, Puso su portafolio sobre el buró y deteniéndose en la puerta se dirigió al grupo con voz de tenor: _Vamos entren todos

    Que estamos tarde_ _Todos quedaron perplejos ante la repentina aparición del profesor, Para sorpresa de muchos estaba vivo y había aparecido allí como por arte de magia. Confundidos se preguntaban de donde había salido y en medio de tanto asombro un segundo

    Llamado los hizo reaccionar: _Andando que el reloj camina y hay mucho que hacer. _Dijo esta vez el profesor con voz más autoritaria, Aun anonadados todos comenzaron a caminar deprisa hacia el aula. Una vez dentro tomaron asiento en total silencio, El profesor los fue mirando uno por uno con detenimiento, Como si la premura con que los había hecho entrar hubiera sido solo por capricho. Pasados unos minutos, después de haber recorrido con la vista cada uno de los pasmosos rostros se dirigió nuevamente al grupo: _Sepan que mi tardanza no ha sido casual, Me ha tomado dos días con sus noches preparar la clase de hoy_ _ Dijo el anciano con voz grave. Al escucharlo los alumnos comenzaron a advertir los signos de cansancio que demacraban el arrugado rostro del viejo que prosiguió con su introducción: _Por la complejidad del tema he decidido hacerlo en dos frecuencias: La de hoy para exponerlo y la del miércoles para debatirlo, De modo que se pueden ahorrar las discusiones, Tendrán el contenido y dos días para reflexionar ¡ por que lo van ha necesitar!_ _Decía el profesor asintiendo con la cabeza mientras abría un cuaderno que contenía los tópicos de la clase, En lo sucesivo la lección transcurrió como otra cualquiera, no sin que surgieran algunas exclamaciones despectivas por parte de los estudiantes cuando el profesor desarrolló el punto de los simios

    Y la religión. La sociabilidad de los primates. La psicología evolutiva de la religión, Sexualidad y religión y la religión como necesidad intrínseca en el ser humano. _ Al terminar, la cantidad de contenido

    Era tanta que solo entonces los alumnos comprendieron la extraña advertencia que hiciera el profesor diciendo que iban a necesitar los dos días siguientes para estudiar. Comenzaron a Abandonar el aula con pasos lentos y cansados, Como si el cansancio con que llegó el profesor se hubiera trasmutado a cada uno de ellos, En cambio el rostro del profesor había recobrado nuevos bríos. Cuando salió el ultimo de los alumnos ya Arnoldo había puesto sus cuadernos en el interior de su portafolio y se encaminaba hacia la puerta cuando se percató de la presencia de aquella muchacha que aun sentada, en silencio e Inmóvil lo observaba fijamente con rostro inexpresivo._ _Valla susto el que me ha dado joven. _Dijo el profesor con sobre—salto_ _Un poco más y la dejo encerrada aquí dentro ¿ Qué le sucede?, ¿Tiene alguna duda sobre la clase? Porque de ser así se las aclararé el miércoles pues por hoy ya ha sido suficiente_ _Se contesto a sí mismo el profesor_ _La pregunta que quiero hacerle no es sobre la clase_ _Aclaró la joven_ _ ¿Ha no? Y ¿Sobre que entonces? _Preguntó extrañado el profesor_ _Quisiera que me dijera si usted cree que valió la pena el esfuerzo que ha hecho para impartir esta clase_ _Demandó la rara alumna _ _Mire joven si creyera que no vale la pena no hubiera aceptado impartirla. Todos los años gradúo un curso de filosofía o de historia del arte y vivo orgulloso de ello_ _Aclaró Arnoldo un tanto altanero_ _Sí, eso lo sé, Pero usted sabe muy bien que esto es bien diferente y le está costando no solo esfuerzo profesional sino también físico y mental_ _Objetó la alumna con firmeza_ _Pero ¿cómo se Atreve usted a inmiscuirse en mis asuntos como si supiera de ellos? _Interpeló irritado el extrañado profesor_ _ yo tengo mis razones, Además hay ciertas cosas que son muy evidentes_ _Aseguró la joven con

    Firmeza_ _ Mire me está comenzando a interesar este dialogo, Pero debo cerrar el aula ¿Qué le parece si la invito a un helado? _Propuso Arnoldo fingiendo una sonrisa_ _De acuerdo_ _Accedió la alumna_ _Tras haber serrado el aula con un herrumbroso candado salieron de la universidad el profesor y su misteriosa discípula rumbo a la heladería._ _Fresa sin sirope por favor._ _Ordenó la joven._ _Para mí almendra con sirope._ _Dijo el profesor amablemente al empleado._ _¿Me puede decir ahora esas razones a las que hacia alusión en la universidad? _ Preguntó el profesor en lo que esperaban los helados._ _La primera es que usted se parece mucho a mi padre, Él hace ya tres años dejó de estar entre nosotros y no quiero que le suceda a usted lo mismo_ _Dijo la joven alumna con aflicción bajando la cabeza_ _Mire créame que lo siento sinceramente, Pero yo no necesito un ángel protector_ _ Apenado contestó el profesor _ _Claro que no, usted no puede comprender mi dolor de la misma manera que no puede recordar que dos años atrás fui su alumna en la facultad de filosofía, Esa es la segunda razón. _Hablaba la misteriosa joven mirando fijamente al entrecejo del sorprendido profesor que al ver el acalorado discurso de su alumna olvidó el helado que comenzaba a derretirse._ _No me preocupo mucho por rostro de mis estudiantes desde hace mucho tiempo, Para mí solo cuenta sus apellidos y sus resultados académicos, Tal vez si me dice su apellido la Recuerde, Pero por más que miro su rostro me sigue siendo ajeno, y no lo tome como una indelicadeza, Pero es la realidad._ _Se excusaba el profesor queriendo mostrar fortaleza._ _Sí claro, yo sé que para usted solo somos números con los que infla su ego, Pero algún día se dará usted cuenta de que toda esa filosofía que nos ha enseñado Solo nos sirve para guardarla en un baúl por que aquí solo se puede hablar y adoptar una filosofía_ _Replicó la estudiante acalorada _

    _ Pues se equivoca joven, la filosofía nos da a todos la posibilidad de ver la vida desde ópticas diferentes, Funciona en dependencia del concepto filosófico que adoptemos Para vivir nuestras vidas_ _Se defendió el profesor_ _Sí profesor, la filosofía nos da la posibilidad, Pero no la libertad._ _Rebatió exaltada la discípula_ _Ya puedo ver que usted pretende adentrarse en el camino de lo político y yo prefiero que no lo haga, no acostumbro a hablar de política con mis alumnos._ _Pidió casi suplicante el profesor_ _¿Por qué mejor no me habla de esas ciertas cosas tan evidentes a las que hacia alusión en la universidad? _Propuso Arnoldo con el propósito de evadir el tema político_ _Son muy fáciles de ver, solo un ciego no las vería, Una de ellas lo está afectando a usted muy de cerca. ¿Por qué cree que lo han confinado a esa recóndita aula con tan poca ventilación para que imparta esa clase en un horario en el que apenas hay alguien en la universidad? _Interrogó la alumna con impetuosidad_ _ Supongo que asignaron ese horario por falta de capacidad en otro, No veo nada raro en eso_ _ Respondió Inseguro el profesor que hasta aquel momento no había reparado en tales detalles, Pero al pensarlo con calma calló en cuenta que era cierto, La joven tenia razón, En aquel horario había desocupadas aulas más espaciosas y ventiladas_ _No sea ingenuo profesor, usted sabe tan bien como yo que esa clase nunca se impartió ni en esa aula ni en esa universidad, Que para estudiar teología era necesario ir a la catedral y hacerse seminarista. La idea de impartir

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