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Ecos de mi clan
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Ecos de mi clan
Libro electrónico445 páginas6 horas

Ecos de mi clan

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Esta novela cuenta la historia de Carlota, una joven gitana y suespíritu indomable que se ve obligada a aprender a vivir fuera de su aldea durante la Segunda Guerra Mundial. Su espíritu libre se refleja y define en la forma en que vive su vida. Ella no acepta la derrota y nada puede detenerla mientras toma la vida de frente. El paso de ella que saborea y cautiva en la feminidad está lleno de pasión, tristeza, humor, intriga, pruebas, triunfo y amor. Únete a Carlota y su Clan en sus aventuras. Con muchas verdades y mensajes invisibles, tenemos que abrir nuestra mente y alma a otra forma de percibir la realidad; entender sólo si estamos dispuestos a hacerlo. Esta es una novela que le abre los canales de comprensión insospechados
Romance, aventura, intriga, suspenso.
espero que disfrutes

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento24 dic 2017
ISBN9781370360611
Ecos de mi clan
Autor

Rocio Vargas Herrera

Rocio Vargas Herrera was born of a Calo (Gypsy) father and a Gacho (non-Gypsy) mother in the Republic of Panama and currently lives in the United States. Rocio is an adventurous storyteller-turned-author. She is a self-proclaimed bohemian; with her head in the clouds and her feet on the ground. Rocio Vargas sits on the Board of Directors of the prestigious South Florida Writers Association.Rocio felt inspired to give insight on the little known story of the Roma people and break stereotypes.Rocio Vargas Herrera, nacío de padre de Calo (gitano) y madre gacho (no gitana) en la República de Panamá y actualmente vive en los Estados Unidos. Rocio es una narradora aventurera convertida en autor. . Ella se auto-proclamado bohemia con su cabeza en las nubes y sus pies en el suelo.Rocio Vargas forma parte de la Junta Directiva de la prestigiosa Asociación de Escritores del Sur de Florida,Rocío se sintió inspirada para dar una idea de la historia poco conocida del pueblo romaní.. y romper estereotipos.

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    Vista previa del libro

    Ecos de mi clan - Rocio Vargas Herrera

    Ante todo, debo agradecer por el privilegio haber nacido gitana y así poder compartir con mis lectores la historia de mi pueblo.

    A mi padre gitano por los cuatro costados, por haberme dado un linaje sólido del cual me siento orgullosa, y a mi madre, Gacha, que aunque no era Gitana tenía un alma Gitana y siempre me inculcaba que dondequiera que la vida me llevara, nunca olvidara que mi sangre era Gitana y siempre estuviera orgullosa de mi linaje. Sin ambos este esfuerzo no hubiera sido posible. Y a mis hijos, nietos, hermanos, familia y amigos por su constante apoyo y paciencia.

    Un agradecimiento muy especial a Esperanza Vargas por su intuición y guía.

    A Emilio Velázquez por toda su ayuda.

    Una gratitud inconmensurable para Jeanne Friend e Yvonne Campbell.

    A Enrique Renard, traductor al español del original en inglés y editor de ambas versiones.

    A todos mis antepasados por todo lo que he aprendido de ellos para guiarme en este esfuerzo.

    También quiero agradecer a todos aquellos que han cruzado mi sendero en el curso de esta jornada y que han compartido conmigo su conocimiento y sabiduría. Sin Uds. como mis maestros, esta obra hubiera sido imposible. No importa donde se encuentren hoy en día; estuvieron presente cuando necesario. Aunque esta es una jornada personal, todos necesitamos un rayo de luz para proseguir. Gracias por compartir su luz conmigo. Que el Universo sea su guía por siempre…

    PROLOGO

    ¿Quiénes son los Gitanos y de dónde provienen?

    Los Gitanos son gente que viven el presente, el aquí y ahora.

    Nuestra filosofía es: Aquí estamos, ¡disfrutémoslo! Mañana nos preocuparemos del futuro. El mañana no ha llegado todavía. Nuestra actitud es serena y confiada en que Dios proveerá, como siempre lo ha hecho. Él está de nuestra parte. Para los Gitanos, ser un espíritu libre significa haber nacido para ser libres, gente sin limitaciones culturales innecesarias y sin ataduras, regidos solamente por la ley natural del Universo. Pero en lo social, los Gitanos, dada su naturaleza, se rigen por sus propias normas, estando establecidas por el tribunal legislador del clan, cuyos miembros son los más experimentados y respetados. Si alguien entre nosotros no las respeta, tendrá que enfrentar al tribunal.

    Es una sociedad cerrada, donde hay muy poca interacción con el mundo de los Gachos, lo cual ha conferido a los Gitanos un aura de misterio. A ella ha contribuido nuestro conocimiento de hierbas naturales para la salud y curación de enfermedades. Esto también ha otorgado un sentido metafísico a algunas de las profesiones y actividades que desempeñamos, y que nos ha caracterizado a través de los años en los diversos lugares por donde hemos viajado.

    Entre nosotros se dice que es una bendición haber nacido Gitano, un regalo de Dios; no todo el mundo puede ser Gitano.

    Se suele decir: Tiene alma de Gitano para describir a una persona cuya manera de ser exhibe las cualidades innatas del Gitano. El término también se usa para referirse a cualquier Gacho que tenga la misma idiosincrasia y sistema de creencias de los Gitanos.

    Los Gitanos, o rom/romani/roma, como se les suele designar, provienen originalmente de la región del Punjab en el norte de la India, ello de acuerdo con resultados de exámenes de ADN practicados para determinar su origen.

    Partieron de esa región hace aproximadamente diez siglos. Se presume que su partida se debió a motivos tales como hambrunas y persecuciones religiosas, o de casta. Otra posibilidad puede haber sido los ataques de invasores mongoles o turcos en el norte de la India. Cualquiera que fuera la causa, el pueblo Gitano se aventuró por el mundo contribuyendo así al desarrollo de diferentes culturas.

    Hay varias teorías sobre la migración de los Gitanos dejando la India. La más aceptada parece ser la que establece una migración inicial hacia el Golfo Pérsico atravesando Armenia y al Imperio Bizantino hacia Europa Oriental, y desde ahí cruzar a Inglaterra. De ahí proceden los Gitanos de tez blanca. Hay sin embargo otra teoría que establece que algunos cruzaron el Golfo Pérsico, hacia África. Desde África se dirigieron a Europa cruzando el Estrecho de Gibraltar en dirección a España. Y de ahí proceden los Gitanos de tez aceitunada. A medida que adquirieron la experiencia de otras tierras, costumbres e idiomas, mantuvieron su propio idioma hasta donde les fue posible, añadiendo a lo largo de sus viajes coloquialismos propios.

    Se dice que el lenguaje caló/rom/romani es una versión simplificada del sánscrito, y que se trata de un idioma que data del primer siglo D.C. Durante su peregrinar a través de siglos, y cuando se encontraban en los caminos, vinieran de donde vinieran, los Gitanos ya tenían un lenguaje común, que les permitía comunicarse sin problemas. El sánscrito era una tradición oral común, que se fue gradualmente perdiendo hasta desaparecer del mundo moderno. La tradición de los Gitanos fue pasando oralmente mediante los Mayores de los clanes y los que les seguían. En tiempos pasados, después de la cena, se sentaban alrededor de la hoguera para recordar a sus antepasados. Actualmente lo hacen alrededor de la mesa.

    La primera entrada de la cual hay registros de presencia Gitana en España procedentes de Francia, data de 1415 durante el reinado de Fernando e Isabel de Castilla. Su presencia en este país desató una persecución brutal. Fueron encarcelados, discriminados, esclavizados y perseguidos durante siglos, dependiendo de la mentalidad del rey o reina que gobernaba. Hubo ciertos períodos en que se les trató con reverencia y respeto.

    En otros momentos se promulgaron decretos que les otorgaban la entrada a España porque se les consideraba como descendientes de la nobleza egipcia dado el tono aceitunado de su tez. El término gitano proviene de la palabra española egipciano. Sin embargo, otros decretos establecían el encarcelamiento de aquellos gitanos que se negaran a cambiar su forma de vida (tradiciones, idioma y estilo de vida nómada) para incorporarse a la sociedad.

    En 1550, por medio de un decreto de Felipe II se decretó que los Gitanos eran seres vagabundos y malvados, y se estableció la separación de hombres y mujeres, enviando a los niños a orfanatos y obligando las niñas jóvenes al servicio doméstico. Si los Gitanos adultos se negaban a cumplir con el decreto, eran condenados a remar en las galeras. Un decreto de 1616 estableció que todos los Gitanos debían marcharse para siempre. De no hacerlo, serían castigados con la pena de muerte. También establecía que la única forma de quedarse en el país era que abandonaran sus tradiciones y se incorporaran a las de la sociedad.

    En 1749 el rey Fernando VI ordenó una redada nocturna a las caravanas de gitanos, conocida como La Noche de la Gran Redada, condenándolos a todos a trabajos forzados determinados por el gobierno. De acuerdo con los cálculos de la época, bajo ese decreto se encarcelaron entre nueve y doce mil gitanos.

    En 1763, Carlos III liberó a todos los gitanos que sobrevivieron los trabajos forzados de la redada. La historia indica repetidamente que éramos un pueblo que a que se obligaba adaptarse a una sociedad establecida si deseaba sobrevivir.

    Existe una dicotomía con la sociedad Gitana de hoy en día. Hay aquellos que durante los últimos cuatro o cinco siglos se han integrado a la forma de vida de la cultura española, incluso transformándose en pilares de la comunidad Gacho, olvidando por completo sus raíces e incluso, en algunos casos, negándolas.

    Pero hay otros que viven en los confines de la sociedad de los Gachos, y en una comunidad Gitana que no ha olvidado a sus antepasados, que continúan educando a sus hijos en la tradición oral y que se sienten orgullosos de ser quienes son. También tenemos otros que se han integrado a nuestra forma de vida en menos tiempo; sus Mayores no les permitieron olvidar a sus ancestros y las formas tradicionales de vida Gitana. Este último grupo es el más renuente a echar raíces fuera de sus respectivas comunidades. Son los que están todavía en el proceso de llevar a cabo esta difícil transición. Históricamente, desde Isabel la Católica a Francisco Franco, el dictador, siempre hemos sido las víctimas de sus guerras.

    HISTORIA GITANA

    El Primer Congreso Gitano se realizó en Londres en 1971. El himno y la bandera fueron adoptados oficialmente en esa ocasión por gente que en realidad no tenía una tierra natal propia. Pero ahora ha surgido una nueva versión del Gelem-Gelem (himno internacional Gitano) compuesta por el serbio Jarko Jovanovic. Esta versión cuenta la historia que un Gitano le comunica a otro los horrores que vio en los campos de concentración. El principal objeto de esta canción es asegurar que todo Gitano jamás olvide el dolor que nuestra gente ha tenido que soportar, y que aún sigue soportando. No se ha podido determinar con exactitud el número de Gitanos que murieron en campos de concentración y durante la Guerra. Pese a que los Gitanos no tenían documentos de identificación y no se les incluía en el censo de esa época, y a que los gobiernos locales no los mantenían registrados, se calcula que aproximadamente 2.5 millones de Gitanos murieron antes del comienzo, durante y al final de la Primera Guerra Mundial. Se afirma incluso, que fueron más.

    Lo que los colores de nuestra bandera significan:

    EL AZUL - El Cielo para nuestras mentes (soñar)

    EL VERDE - Los campos para andar

    LA RUEDA -Para viajar por los caminos

    Es cierto que los Gitanos no tenemos una tierra natal propia. No la necesitamos realmente, porque nos consideramos ciudadanos del Universo. Pero en el mundo actual, nos hemos visto obligados a adaptarnos a la sociedad establecida. Tenemos la nacionalidad y la documentación de los países donde hemos nacido y en los cuales vivimos. Pero nuestro espíritu y nuestras mentes siempre permanecen libres.

    Somos una gente que al parecer ha nacido para sufrir como consecuencia de su espíritu de libertad e ideología. Somos de opinión de que la Madre Tierra pertenece a todos. Siendo este el caso, tenemos el sagrado derecho de transitar de acuerdo con nuestra voluntad. Durante muchos años, la tradición nómade ha terminado por ser considerada como una maldición, en un afán por denigrarnos. Hay incluso una leyenda que afirma que Gitanos herreros fabricaron los clavos de la cruz donde Cristo fue crucificado. Y que, como castigo, están condenados a vagar por la eternidad. Hay otra leyenda que cuenta la historia de una Gitana que se robó el cuarto clavo de la crucifixión de Jesús, para aliviar su sufrimiento. En agradecimiento, se dice que Dios dio a nuestra gente una dispensa especial al permitirnos transitar por todo el mundo libremente. Y hay aún otra teoría más, que afirma que nosotros somos la verdadera tribu perdida de Israel. Sean tales afirmaciones verdad o no, la realidad es que no poseemos una tierra natal propia porque no la necesitamos.

    Los Gitanos estamos menguando. Se estima que nuestra raza desparecerá dentro de cuatro generaciones. Ello se debería a que la mayoría de nuestra gente han ido abandonado los caminos y se han ido gradualmente incorporando a la sociedad establecida, incluso casándose con Gachos. Se dice que hay aproximadamente 14 millones de Gitanos en el mundo. Este número no incluye a los que se han perdido, olvidados, o a aquellos que niegan su origen Gitano.

    ECOS DE MI CLAN

    UNO

    Recuerdo que yo solía preguntarme repetidamente cuál sería mi destino, pero solo recibía una ambigua respuesta: Ya lo sabrás cuando llegue el momento. A medida que pase el tiempo, verás tu destino más y más cerca.

    Creemos que cada persona viene a este mundo por una razón específica, un propósito de ser, y con un destino que cumplir. Cuando nace una criatura Gitana, lo primero que hace el padre es alzarla hacia el cielo, dando gracias porque goza de buena salud. Además, le pide a la Providencia que la bendiga y la cuide durante su toda su vida.

    Al recorrer esta jornada llamada vida, el paso de los años me revela diariamente que he tenido una vida plena de experiencias; algunos dirán que en realidad he vivido muchas vidas. Como decía mi madre, Agustina (todos la llamaban Tina): Al nacer, cada criatura viene con un libro bajo el brazo y todo lo que le va a pasar está escrito en ese libro - nuestras alegrías y amarguras, pruebas, tribulaciones, obstáculos, y las respuestas para enfrentarnos con éxito arribando a nuestro destino. Ese es el plan divino que te espera para ser llevado a cabo. Tienes que prestar mucha atención a las señales provenientes de lo alto para ser capaz de tomar las decisiones correctas en tu camino. Algunos le llaman Intuición, otros corazonada. Y hay quienes se refieren a ella como el Yo Interior, o la conciencia que te habla internamente y que te ha de guiar por la vida. Estamos demasiado absortos en nuestro diario vivir bajo el impulso de la energía inherente en la vida, y a veces no escuchamos cuando el Destino nos habla para eventualmente encontrarlo.

    En esta jornada de la vida, inevitablemente encontrarás muchas veces una encrucijada en el camino y que te obligará a tomar decisiones. Sea cual sea la que tomes, vas a ser responsable por ella y deberás enfrentar consecuencias. Sin embargo, cualquiera de las sendas que elijas será la correcta, porque será lo que en ese momento te conviene como un proceso de aprendizaje que te prepara para el próximo obstáculo a enfrentar. Es obligación de toda persona el aceptar un destino que con toda certeza incluirá nuevas experiencias y aprendizajes.

    Cada decisión tiene una consecuencia, porque cada acción tiene una reacción. Siempre tienes la libertad de escoger, pero nunca serás libre de las consecuencias generadas por tu decisión.

    Cada decisión que uno toma tiene una consecuencia inevitable. Es una cuestión de causa y efecto. Cada acción tendrá una reacción, y en consecuencia hay de por medio una medida de responsabilidad moral en lo que uno decide.

    En retrospectiva, y con mi capacidad actual para entender lo que me decía mi madre, me doy cuenta de que ella poseía una gran sabiduría interior práctica no muy común. Tina era una mujer adelantada a su tiempo. Sus palabras resuenan en mi mente a cada vuelta del camino. Personas como ella han dado origen a la idea de que los Gitanos poseemos una gran medida de intuición. Conscientes del mundo que nos rodea, y aunque no estemos en sintonía con muchas de sus prácticas, tomamos de él solamente lo que nos parece necesario para cubrir las necesidades de nuestra vida diaria.

    Tina siempre fue tratada con sumo respeto por todos aquellos que la conocieron durante su vida. Era fuerte, independiente, de noble corazón y alma bondadosa, pero si se la provocaba, su ira era feroz. Era de mediana estatura, de piel clara y de pelo negro como el azabache. Al tope de su frente le surgía de entre su cabello un mechón blanco, y yo solía atormentarla diciéndole que me recordaba a un zorrino, broma que no celebraba mucho. Algunos decían que ese mechón se debía a que su madre estuvo observando un eclipse durante el embarazo, y que esto representaba dos polaridades como la luz y la oscuridad, o sea un equilibrio perfecto. Tina tenía ojos color café, dotados en todo momento de un brillo especial.

    Por lo que a mí respecta, mis rasgos físicos provienen del lado de mi padre. A veces me divertía que cuando caminaba por la calle, la gente me detenía y me preguntaba si era la hija de Javier. Siempre decían que me le parecía mucho. Soy de estatura algo baja, delgada, con un pelo negro y lacio que entonces me llegaba hasta la cintura. Mi tez es aceitunada, y tengo ojos grandes, almendrados y de color miel. Se decía que en su peregrinaje, los ancestros de mi madre de seguro transitaron por algunos países nórdicos, en tanto que la gente de mi padre vino del sur. Y mis ojos a veces me han creado problemas: algunos Gachos tenían miedo a mirarme con fijeza porque creían que los hipnotizaría o los hechizaría. Decían que tenía ojos de gato y que en consecuencia no era alguien de fiar.

    Cuando pienso en mi niñez, recuerdo que fue una infancia feliz. Aunque no éramos tan ricos como algunas de las familias de los Gachos, la diferencia entre ellos y nosotros era clara, y consistía en que nosotros teníamos algo que a ellos les faltaba, y que nos parecía lo más importante: el amor incondicional de familia, que nos otorgaba una sensación de seguridad y un sentido de nuestra unidad fundamental. Por lo menos era lo que nosotros sentíamos. Los Gachos nos daban la impresión de estar atemorizados de la vida. No podíamos imaginar un tipo de vida diferente del que vivíamos, porque este nos entregaba un sentido de identidad y respeto mutuo, y por sobre todo, una gran medida de libertad y solidaridad. Somos como una unidad.

    Medimos nuestra libertad por el alma, no por las leyes humanas. Lo que nos hace excepcionalmente especiales es que nosotros no necesitamos bienes materiales para ser felices. Tenemos libertad en el plano físico, como también en el mental y en el espiritual. Creo que en cierta medida, sentíamos compasión por los Gachos. Tenían muchas más cosas materiales que nosotros, es verdad, pero es un hecho que mientras uno más tiene, más responsabilidades adquiere, más peso acarrea.

    Los Gitanos no tenemos apego a bienes materiales. Pero la ausencia de apego no significa que uno no deba poseer nada. Lo que significa es que no debe de haber nada que lo posea a uno. Pensamos que quienes mucho poseen no son por ello más felices. En cambio, aquellos que necesitan menos cosas son probablemente más felices, porque nada los amarra.

    Los Gachos parecían no conmoverse ante una hermosa puesta de sol bajo un cielo anaranjado, el maravilloso azul del cielo con las nubes y sus figuras semejantes a cúmulos de algodón, el verdor esmeralda de los prados, los árboles, la tierra bajo nuestros pies, el colorido de las flores silvestres, la ondulante silueta de los cerros, los animales pastando en potreros, el murmullo del río fluyendo, el agua cristalina de los arroyos. O el hecho de simplemente sentarse bajo el cielo de un atardecer, viendo aparecer las estrellas y observando la luna en todas sus fases, admirando y respetando las bellezas de la creación de Dios. Una de nuestras creencias es que en todo lo creado hay belleza, y en consecuencia todo debe ser disfrutado y respetado. Porque fue con ese objeto que fue creado.

    Nuestros días eran en su mayoría muy espontáneos, con muy poca estructura si se les compara con el de los niños Gachos, que al despertar partían a la escuela y posteriormente a hacer sus tareas escolares, para jugar por la tarde. Nuestros días en cambio eran muy diferentes, porque cada uno de ellos representaba una nueva aventura.

    Recuerdo aquel cálido día de primavera de 1925, después de que el General Primo de Rivera hubo dado fin a la rebelión en Marruecos. Él fue quien encabezó el Golpe no violento contra el rey Alfonso XIII, quien entregó el poder en España a los militares con su apoyo. Primo de Rivera pasó entonces a constituirse en un Dictador, el rey quedando reducido a una figura emblemática. Algo muy parecido ocurrió en Italia en 1923, cuando nombraron a Benito Mussolini Premier de ese país y el rey Vittorio Emmanuel quedó simplemente como una figura monárquica sin poder alguno.

    Aquel fue el primer día en que ella llegó a nuestro vecindario. No era que no hubiésemos visto a una joven Gacho anteriormente, pero el tono alabastro de su piel no nos era común. Como niños, cuando aparecían extranjeros por el área, nuestros padres nos hacían salir de la calle, pero ese día la curiosidad pudo más. Ella llegó a la Fragua de mi abuelo en un hermoso coche negro tirado por dos caballos de paso fino con las tusas elegantemente trenzadas. Al verla bajarse de ese coche admiramos su hermoso vestido blanco, su espectacular sombrero con plumas, y el pequeño bolso que colgaba de su brazo izquierdo. Ella se aproximó a mi abuelo. Cuando él se acercó a saludarla acababa de efectuar una forja. Mientras caminaba a encontrarla les fue dando instrucciones a mi padre y a mis tíos para que continuaran trabajando en otras piezas. Un asistente de herrero es normalmente considerado como un aprendiz. Parte de sus obligaciones consiste en efectuar una forja bajo la dirección de un herrero de experiencia. Este último sostiene el hierro caliente contra el yunque con unas tenazas en una mano e indica qué partes de la pieza de hierro debe ser golpeada, en tanto sostiene un pequeño martillo con la otra mano. El asistente entonces golpea con su machete en el lugar indicado para darle forma a la pieza. Hecho lo cual se utiliza un cincel del tipo utilizado para cortar metales fríos o calientes. Y de ahí el material es pasado a un tubo que es como un gran contenedor lleno de agua o de aceite, que usan los herreros para enfriar el metal caliente. Generalmente todos los hombres en la Fragua cantan Martineta (uno de nuestros ritmos musicales) al compás del sonido que se produce al golpear el metal. Pero cuando los herreros la vieron a ella, detuvieron su labor porque parecía una princesa.

    Comenzó a quitarse el primoroso guante blanco de su mano derecha poniéndolo en su izquierda, al extender la mano para estrechar la de mi abuelo, cuyas manos por cierto estaban cubiertas de polvo metálico del ya que (fuego) dada su labor con acero y hierro calientes, y él se excusó de estrecharle la mano, saludándola solo con una inclinación de cabeza con el propósito de no ensuciársela.

    Usted me ha sido altamente recomendado, y lo que quiero es comisionarle una estatua para el jardín de mi padre, señaló ella con voz melodiosa.

    Era hija de un señorito, un terrateniente rico que cultivaba uva para una vinería local que de la cual también era propietario. Su padre empleaba a mucha gente de nuestro clan para trabajar en sus viñedos y bodegas. Pero esta era la primera vez que la veíamos a ella.

    Observó como nosotros los niños corríamos por todos lados en la calle, y extrañada le preguntó a mi abuelo: ¿Por qué no están estos niños en la escuela?.

    Y mi abuelo Manuel le respondió: Porque no tenemos los medios para enviarlos a la escuela, e incluso, aunque los tuviéramos, las autoridades locales no nos lo permitirían. Recuerde, a los Caló no se nos permite asistir a las escuelas.

    Manuel era un hombre de gran estatura, y en su rostro podía advertirse que los años no habían pasado en vano, porque cada arruga y cada cana que tenía eran atribuibles a una sabiduría adquirida. Era un hombre de ojos negros que irradiaban ternura, comprensión y mucha sabiduría combinada con una medida de serenidad.

    Y parece que fue en ese momento que la Srta. Mercedes se dio cuenta de que su superfluo estilo de vida no tenía sentido. Súbitamente adquirió clara consciencia de que la vida es algo más que cotillones sociales y reuniones para tomar té. Se hizo el propósito de transformarse en profesora nuestra, lo cual marcó el comienzo de una prolongada relación entre ella y nuestro clan.

    La Srta. Mercedes jamás recibió pago alguno por ser nuestra profesora. Supongo que por ello se la debe considerar como voluntaria. Estaba más allá de su entender la razón por la cual se nos había negado el derecho a una educación. Muy perturbada ante la respuesta, manifestó: "Todo el mundo tiene derecho a una educación, porque se trata de algo que expande la mente y enriquece el alma. Yo me voy a encargar de enseñarles a estos niños lo básico, vale decir, leer, escribir y aritmética.

    Manuel la observó en silencio, escuchando atentamente lo que ella había dicho, casi sin creerlo.

    Había por cierto muy pocos miembros Mayores del clan que no sabían leer ni escribir, y que para firmar solo ponían una X. E incluso aquellos que no eran analfabetos no tenían el tiempo requerido para enseñar a los niños. En su mayoría, los adultos del clan eran analfabetos. Pero a pesar de esa deficiencia, muchos eran capaces de conducir negocios adecuadamente. Aprendían a contar a su manera y poseían suficiente habilidad para darse cuenta de si se les estaba tratando de engañar o no en alguna transacción.

    En nuestro medio las transacciones se efectúan con un apretón de manos, y la palabra dada es la garantía. Era una época en que lo que prevalecía era el honor, aunque sorprendente e injustamente existía contra nosotros el prejuicio de que los Gitanos éramos estafadores y ladrones. Se decía que si se deseaba tener negocio con un Caló había que ir con cuidado, y que no se debía creer en nada de lo que dijéramos. Pero los Calós, varón o hembra, eran gente de su palabra. Se entiende que en cada cultura hay de todo, gente honesta y deshonesta. Pero hay sociedades que tienen la mala costumbre de crear estereotipos sobre las personas o grupos que no son o piensan como ellos. Por lo que respecta a nuestro clan, todos éramos gente de honor y dignidad.

    Cuando la Srta. Mercedes expresó ante mi abuelo Manuel su interés por educar a nuestros niños, él a su vez le explicó: En nuestra cultura, tenemos que nuestros Mayores se reúnen cuando se trata de tomar una decisión. Les voy a presentar su propuesta. No le puedo garantizar el resultado, pero a mí me parece muy buena la idea.

    Nosotros no teníamos realmente un Patriarca, como solía ocurrir con los Gitanos nómades. Lo que había era usualmente una especie de Junta de Directores constituida por los Mayores, que eran quienes tomaban las decisiones que afectarían a individuos y familias del clan, algo parecido a lo que ocurre en la vida tribal. Cada familia tenía su propio Patriarca, todos vivíamos en el mismo barrio, porque nuestros ancestros nos habían marcado el sendero siglos antes y se habían incorporado, en cierto modo, a la sociedad contemporánea, al prestar servicios a los Gachos. De una manera u otra estábamos todos relacionados y todos trabajábamos conjuntamente. En el área de Sevilla había dieciséis clanes establecidos con Fragua.

    Aquella tarde en la reunión para discutir la proposición, los Mayores se manifestaron aprensivos ante la oferta, porque encontraban muy difícil de creer que algún Gacho realmente quisiera manifestar voluntad de ayudarnos, menos aun tratándose de una mujer, y de si ésta pudiera realmente tener nuestro mejor interés en su corazón. Siglos de trato discriminatorio, opresión, persecución, segregación, prejuicio e injusticia, les habían tornado entendiblemente escépticos.

    Como mi abuelo era uno de los pocos que sabían leer y escribir porque durante su juventud su contacto de trabajo con algunos señoritos aristócratas le presentó la oportunidad de educarse, la importancia de la educación le quedó por completo en claro. Y a través de los años, como mi abuelo tuvo oportunidad de interactuar con Gachos bondadosos y aquellos que no lo eran, conoció el error que representa el prejuicio. Durante la reunión de esa tarde Manuel hizo referencia a la Biblia a los Mayores del clan, porque era un hombre religioso, y manifestó: Si Jesús nunca discriminó, ¿por qué deberíamos hacerlo nosotros? Si vamos a pasar juicio sobre la Srta. Mercedes y sus intenciones, ello querría decir que no somos mejores que la gente de fuera de nuestro clan. Dicho lo cual, enfatizó: ¿Acaso la muerte discrimina? ¿Por qué deberíamos discriminar nosotros? ¿Hay alguien que pueda escapar de la muerte? A lo mejor este es el destino de esta joven, un destino que podría estar intercalado con el de nuestros niños. Tenemos que prestar oído a las señales que nos da la Providencia.

    Ante sus palabras, los Mayores del clan reconsideraron su desconfianza inicial y resolvieron darle una oportunidad la Srta. Mercedes, pero con una condición: que solo se le permitiera educar a un número reducido de niños.

    DOS

    Y entonces se presentó la dificultad de decidir quiénes aprovecharían esta oportunidad de educarse.

    Manuel planteó la cuestión: Esto por cierto lo vamos a hacer sobre base voluntaria. ¿Quién entre ustedes será el primero en autorizar a sus niños para aprovechar esta oportunidad?.

    Pero no hubo respuesta.

    De modo que volvió a plantear la pregunta, nuevamente sin respuesta. Al ver que nadie respondía, el mismo la respondió, declarando que enviaría a cinco nietos a clase. Estaba convencido de que era lo que había que hacer. Y no tenía intenciones de dejar pasar esta oportunidad que se le ofrecía sin costo alguno.

    Como Patriarca de nuestra familia, mi padre, Javier, y mi tío, Ismael, no tuvieron opción; tenían que acatar los deseos de su propio padre. Una de las mayores diferencias entre nuestro clan y otro nómade, era que el varón de mayor edad era el Patriarca de su familia particular, y en consecuencia era él quien decidía qué era lo mejor para su gente; en tanto que el clan nómade tenía un Patriarca era quien tomaba las decisiones afectando a todos los integrantes del clan.

    Mi tío abuelo Felipe, también decretó que uno de sus nietos iría a la nueva escuela ofrecida. Otro tío, Eugenio, fue el último en permitir que dos de sus niños también fueran. Y como nadie más manifestó interés la cosa quedó establecida: un total de nueve niños comenzarían clases con la Srta. Mercedes.

    A la mañana siguiente mi abuelo le envió recado a la Srta. Mercedes indicando que se había llegado a un acuerdo de aceptar su proposición, y que a partir desde ese momento podía considerarse como nuestra profesora. La noticia la entusiasmó enormemente. Todo ello iba a redundar en beneficio para ambas partes, porque niños del clan recibirían educación, y paralelamente la vida de profesora ganaría un sentido de propósito del que hasta ahora había carecido.

    Pocos días después la Srta. Mercedes nos vino a visitar para llevar a cabo los preparativos finales para comenzar. Y entonces se le informó que iba a estar a cargo de la educación de nueve niños.

    Y entonces inquirió: ¿Pero por qué solamente niños varones? Las hembras tienen también derecho a la educación. No es justo. El papel de las mujeres en la sociedad ha cambiado. Debemos preparar a nuestras niñas jóvenes para que asuman su lugar en los años por venir. No sé si ustedes lo saben, pero en 1920 en Estados Unidos las mujeres ganaron su derecho a voto. Las mujeres son muy importantes en la sociedad contemporánea. El movimiento femenino ha estado activo en España desde 1918, y hay muchas que han estado batallando durante años no solo por nuestro derecho a votar sino que también por una extensión adecuada de la educación femenina. Como también por la equidad de salarios para aquellas mujeres que trabajan fuera de casa.

    Tina tuvo que asumir el papel de profesora para enseñarle a la Srta. Mercedes nuestras costumbres y forma de vida. Y le explicó: En nuestra cultura las mujeres son criadas para ser dueñas de casa. Para atender a los niños y hacerse cargo del bienestar de la familia, y es el único papel que tienen en su vida. Si alguna mujer enviuda o se queda sotera, ya es algo diferente. Probablemente va a tener que buscarse un trabajo fuera de casa para mantenerse. Pero aun así, seguirán estando bajo la tutela de sus parientes varones. Las mujeres no tienen una voz que hable por ellas. Están simplemente sujetas a la tradición.

    Esto es verdad para muchas de las Gitanas. Y eran muy pocas las que protestaron contra tal estado de cosas.

    Tina agregó: La tradición dicta que todas las mujeres deben obedecer lo que los varones determinen, y sin cuestionar. No importa que se trate del padre, del marido, el hermano o un primo. Mientras sea un miembro varón de la familia, su palabra será ley.

    Me sentí bendecida con que Tina fuera una de las que alzaban la voz cuando necesario. Javier siempre decía que esa era una de las cosas de ella que lo había atraído. Tina estaba perfectamente enterada de hasta dónde podía ir, y nunca pasó por alto los límites, porque sabía que el precio a pagar por ello era muy alto. Era una mujer muy sabia. Cuando quería algo, invariablemente se lo hacía aparecer a Javier como que se trataba de una idea de él, y que todo lo que ella hacía era recordárselo. Al final siempre lograba lo que quería.

    La información que la Srta. Mercedes recibió de Tina con respecto a nuestra cultura la incomodó considerablemente, porque se trataba de una librepensadora y no podía entender esa dominación a que estaban sometidas nuestras mujeres. Creía de todo corazón en el movimiento del derecho a voto para la mujer, que había empezado breves años antes a nivel mundial. Solía leer los periódicos internacionales y soñaba con expresar su solidaridad en esa dirección, porque en 1918 Austria, Alemania, Polonia y Rusia, dieron a la mujer el derecho a voto. Soñaba con el día en que las mujeres pudieran votar, como había ocurrido en Estados Unidos en 1920. Pero esto nunca iba a ocurrir en España, donde teníamos una monarquía y un gobierno militar, y donde no estaban teniendo lugar elecciones. La Srta. Mercedes fantaseaba que algún día probablemente se iría a Estados Unidos, donde se sentiría como una mujer libre e independiente, como lo eran las jóvenes estadounidenses "flappers".

    Y tuvo incluso más preguntas. ¿Pero cómo pueden en esta cultura esperar que las mujeres cumplan con sus obligaciones y eduquen a sus niños sin siquiera ellas haber tenido una educación? ¿No aspiran a algo más las mujeres en vuestra cultura? ¿No aspiran a algo más para sus niños? Los tiempos están cambiando, y tenemos que cambiar con ellos. Incluso en mi propia cultura las cosas están cambiando para las mujeres; gradualmente, pero están cambiando. Y hablando de cambios, se están viendo rápidamente industrias con mejor tecnología por todo el país día a día. En las ciudades grandes, fábricas se están abriendo por todas partes. El final de la Gran Guerra Mundial está produciendo cambios a nivel mundial, señaló.

    La respuesta de Tina no se hizo esperar: "A mí me enseñaron a leer y a escribir. ¿Y qué me ha reportado? Por supuesto que quiero algo mejor para mis hijos, todos quienes somos progenitores lo deseamos. Claro que las cosas están cambiando, pero no para nuestra gente. Va a tomar muchas generaciones antes que se nos acepte como iguales en una sociedad de Gachos, seamos hombres o mujeres. Se nos califica de sub-humanos, de salvajes, ruines, cerdos

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