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Terranova: Un nuevo orden mundial
Terranova: Un nuevo orden mundial
Terranova: Un nuevo orden mundial
Libro electrónico180 páginas2 horas

Terranova: Un nuevo orden mundial

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Información de este libro electrónico

La destrucción de la ciudad castral de Terranova no terminó con el proyecto de utopia destinado a reformular el mundo.

En las agrestes tierras de Finisterra, los rescatadores y cuerpos de expedición buscan a los futuros miembros de la comunidad terranoviana, al tiempo que recuperan los cuerpos inertes de los fugitivos y exiliados que perecieron. El objetivo es llevarlos de vuelta a la isla Genesis, lugar donde se encuentran instaladas las academias de formación de los hijos engendrados mediante la reproducción asistida de La Siembra.

El fervor provocado por la humillación sufrida y la pérdida de Terranova, inundará las mentes de los supervivientes y de los nuevos habitantes, quienes se prepararán para retomar su ciudad y poner en marcha un plan de conquista europea. Entre los nombres que resonarán se encuentran Boudica, Aurelio, Amílcar, Octavio y Zenobia, comandantes de nombre homónmigo de grandes personajes históricos, a modo de inspiración para el desarrollo de sus personalidades, y, por consiguiente, de sus carreras militares.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento2 nov 2017
ISBN9781370443925
Terranova: Un nuevo orden mundial
Autor

Albert Gamundi, Sr

Bienvenido a mi perfil de smashwords. Soy Albert Gamundi, Sr. También conocido como El Creador de Relatos.No quiero extenderme demasiado hablando de mi persona, pues no quiero dar una visión preconcebida de mi, pues de tal forma mis relatos serian juzgados antes de ser leídos, por lo que quiero que tu, apreciado lector, disfrutes de la magia de la duda.Mi vida se ha caracterizado durante muchos años por vivir un tormento constante, es como ser un Tántalo moderno o un Sísifo que nunca consigue subir su roca hasta la cima. Mi especialidad es la novela negra, pues es un género que me permite desarrollar la lírica de mis personajes con profundidad, trato que cada una de mis obras sea un orquestra para el lector, pero cada vez que esta orquestra suena, lo hace de un modo distinto. Disculpad me si como El Creador de Relatos vivo bajo una máscara de carnaval veneciana, pero en este mundo todos viven bajo un disfraz y un papel que representan. Porque nadie suele ser, quien dice ser.Así pues, te invito humildemente a que leas cualquiera de mis obras.Puedes seguirme en facebook en el enlace que proporciono más abajo.https://www.facebook.com/Albertgamundisrescritor/?fref=tsHasta pronto, lector.

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    Terranova - Albert Gamundi, Sr

    Terranova: Un nuevo orden mundial

    Nanowrimo 2017

    por Albert Gamundi Sr.

    Copyright 2017 Albert Gamundi Sr 

    Edición Smashwords

    Edición Smashwords, notas de licencia 

    Gracias por descargar este libro electrónico gratuito. Aunque se trate de un libro gratis, sigue siendo la propiedad intelectual de su autor, y no puede ser reproducido, copiado y distribuido con fines comerciales o no comerciales. Si te ha gustado este libro, por favor anime a sus amigos para descargar su propia copia en Smashwords.com, donde también se pueden descubrir otras obras de este autor. Gracias por apoyar el trabajo duro de este escritor.

    Dedicado a mi musa, compañera y persona más importante de mi vida, Carla Kale. A mi hermano y persona que siempre confió en mi para lograrlo todo en este salvaje mundo literario, Jake Murphy.  A mi eterna musa, Ailyn Giménez García, quien me acompaña en todo momento. A Mel García por todo el apoyo que me brinda, en mis buenos y malos momentos. Y, por último, quiero dedicar esta obra a todos mis lectores, nuevos y viejos, quienes son un motivo de peso para continuar trabajando en mis obras. Sin vosotros, nada de esto sería posible. 

    En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven. - Niccolo Maquiavelo

    Aclaraciones iniciales las ideologías presentadas dentro de la obra: Terranova: Un nuevo orden mundial

    Querido lector, permíteme que empiece este breve prólogo con un cortés consejo. Si no has leído anteriormente Terranova: Un nuevo amanecer para el mundo, te aconsejo que lo leas en primer lugar, de forma contraria, no podrás disfrutar de todos los conocimientos necesarios para poder entender todo lo que ocurre en este relato que actúa como segunda parte de la gran utopía de Terranova. 

    En segundo lugar, quisiera indicar que en ningún momento estoy reflejando mi opinión personal, orientación política o ideológica que pueda llevar a pensar al lector que estoy cometiendo un crimen de escritor novato. No soy partidario de poner a mis personajes a defender posturas personales, pues su finalidad es la desarrollar la trama y suponer un correcto desarrollo de los hechos que se presentan. Por lo que no pretendo atacar, ofender o incluso humillar a nadie. Siendo algunos pasajes de esta obra cargados de crispación y odio por parte de los entes. Se trata de sentimientos de dichas criaturas, y no de éste humilde autor que observa como ratas de laboratorio a sus personajes, sin intervenir para bien o para mal en sus amores, desamores, tragedias, traiciones, alianzas, acuerdos, desacuerdos y toda clase de peripecias que podrías encontrar en una obra basada en aventuras políticas y militares en un mundo devastado.

    El proyecto de Terranova II, inicialmente fue pensado para que uno de los personajes principales, Octavio, se convirtiera en la principal amenaza para el viejo mundo. Sin embargo, debido a la narrativa desarrollada y a mi parecer de que el lector podría tener un mejor interés en una heterogeneidad en el repartimiento de la carga de responsabilidades, se ofrece un extenso abanico de actores con los que encariñarse, incluso desear su propia muerte.

    Esta obra puede ser entendida tanto como un manual político para administrar relaciones internacionales en un mundo en que el viejo sistema ha fallado, como una novela de un género que no me atrevo a decir para no estropear la sorpresa del lector, como mínimo de no determinarlo a percibir los hechos de cierta forma, privándole del placer de desentrañar los misterios y tramas que se dan a conocer en estas humildes letras.

    Por último, remarcar mi compromiso con la calidad literaria de estas líneas, el reconocimiento oficial de los autores, que en paz descansen por motivos obvios, de muchas de las ideas que son aplicadas en la práctica y responsables de algunas de las inesperadas consecuencias que puede llegar a esperar el lector. Recomendaría al lector medio, quien tal vez desconozca a algunos de los personajes o topografías, que se relaje en su asiento y disfrute de la acción que ocurre. He abordado los temas de una forma profesional, sin querer dar una lección magistral de historia, pero siempre ofreciendo anécdotas o detalles interesantes que puedan resultar de interés a la persona que va a leer estas humildes palabras. 

    Comentarios introductorios sobre la geografía y la nomenclatura utilizada

    A lo largo de la obra, el lector se va a encontrar con denominaciones geográficas que en ocasiones se refieren a antiguos territorios, nombrados como tal durante la época romana. Algunos ejemplos prácticos son Galia – Francia, Hispania - Península ibérica o Germania – Alemania. Estas consideraciones se utilizan en motivo que, al carecer de ciertas concreciones por parte de los habitantes de Terranova, ellos se refieren a los territorios del siglo XXI con la referencia latina.

    En parte, también se debe al sistema de organización territorial y militar que se utiliza en la susodicha utopía. Es necesario tener en cuenta que esta historia se ubica después de una tercera guerra mundial, hecho que limita la cantidad de conocimiento disponible en papel, debido a la destrucción documental que suele ir acarreada a las conquistas militares.

    En lo que respecta a los nombres que el lector podrá encontrar como Zenobia, Amílcar o Marco Aurelio, éstos han sido inspirados por dichos personajes históricos a modo de homenaje. En la cultura terranoviana es tradición la práctica del uso de nombres de hombres ilustres para inspirar a la criatura en su desarrollo personal. La carga simbólica del nombre es una constante tanto en esta obra, como en otras muchas, buscando que el lector sienta más curiosidad e interés por los personajes, al reconocer nombres que tal vez le hayan sido familiares.

    Ahora, sin más demora, disfruta de la obra Terranova: Un nuevo orden mundial

    TERRANOVA: UN NUEVO ORDEN MUNDIAL 

    I. Crónica desde Finisterra

    La misión de búsqueda y captura de Julia y el Sr. Gamundi para los cazadores de recompensas había sido dada desde el momento en que su ex-jefe de policía había sido declarado persona ausente y perdida, en un primer momento, posteriormente persona fugitiva y extraviada, por lo que su consideración para la captura fue clasificada como vivo o muerto.

    Habían partido de una base situada en algún lugar de Finisterra, en la cual se encontraba el cuerpo de exploradores y reclutamiento de nuevos intelectuales. Los miembros del cuerpo de expediciones Roscio y Manlio, ambos graduados en la academia de algún lugar secreto de Terranova, se preparaban para salir en la búsqueda de los dos fugitivos. En el cuartel hacía un calor impropio para aquella época del año, tal vez se debiera a la mala ventilación que había dentro, sin embargo, se habían entreabierto las ventanas para evitar dar señales de que el abandonado edificio estaba ocupado por fuerzas de ocupación militares.

    Los planes de la geografía estaban sobre una mesa, entre ellos uno de la región en términos políticos y otro de la geografía física del territorio. Las armas de largo alcance reposaban dentro de un contenedor con un candado, mientras que las armas de fuego de corto alcance, como las pistolas, reposaban en un cajón en la mesa del escritorio. Descansando sobre una mesa de metal, se hallaban varios cuchillos militares enfundados en colores verdes y marrones. Se trataba de un arma común entre los soldados que formaban parte del cuerpo de descubrimiento de territorios, rescate de personas y captura de fugitivos.

    Con el calor abrasador dentro de los trajes, los soldados quienes aún no habían descansado lo suficiente del combate que hubo en una base a cuarenta kilómetros de su ubicación, tomaron un trago largo de agua con hielo, procedente de una botella guardada en una nevera portátil. - Esto no está pagado debidamente, deberíamos recibir un aumento de sueldo proporcional al tiempo y las condiciones climatológicas, a las cuales estamos sometidos aquí-. Gruñó mientras revisaba el estado de los vehículos de transporte. Entre ellos, había varias motos bien encadenadas debidamente y un jeep reservado para recoger aquella misión. - Como mínimo el comandante al mando nos ha permitido hacer uso de uno de éstos vehículos, menuda cara dura tiene no encargándose personalmente de ésos dos-. Murmuró Roscio al tiempo que tiraba sobre el asiento trasero varios folletos con el rostro de los fugitivos con un interrogante sobre una gran y larga silueta negra para cada uno. - Esto es mejor que nada, creo que prefiero esto a tener que luchar una guerra contra las tropas que asediaron Terranova, por suerte, logramos repeler al enemigo. Aunque, por otra parte, tengo un mal presentimiento que no me deja tranquilo. ¿No te ocurre lo mismo, compañero?-. Interrogó Manlio a su acompañante mientras se frotaba la nuca con la punta de las uñas de forma furiosa. - Eres demasiado paranoico, compañero. Terranova estará bien, hemos dejado a nuestros mejores hombres ahí, también hay exoesqueletos de sobra para todos los defensores-. Se despreocupó Roscio mientras subía al asiento del conductor, poco antes de poner la llave y encender el motor para partir de ahí.

    Emprendieron un viaje a través de la destrucción y los pueblos enrunados por los combates y los secuestros. Tenían indicios de saber a dónde se había dirigido uno de los fugitivos, al parecer era el hombre, quien en la morriña que sentía por su hogar, se esperaba que apareciese en su habitación. Las ruedas del vehículo rebotaban ligeramente contra los restos de edificio, las piedras irregulares y grandes hacían que las tracciones se tambaleasen ligeramente. - Esto tiene muchas pintas de que nos vayan a tender una gran y desagradable emboscada, no me inspira demasiada confianza-. Pensó Roscio mientras estudiaba el paisaje sobre la marcha, viendo a los ennegrecidos edificios a su alrededor, los cuales cada vez eran menos numerosos, dejando paso a las desgastadas llanuras a cada palmo de tierra que recorrían. - El paisaje no acompaña mucho para conducir, odio esta monotonía de ver cosas calcinadas, destruidas y civilización derruida-. Comentó en voz alta Manlio, quien había sacado la cabeza por la ventana del vehículo con unos prismáticos. - Esto no es serio, mete la maldita cabeza dentro, no sea que te metan un balazo. Además la noche llegará en unas horas, es mejor que nos demos prisa antes de tengamos problemas más serios-. Lo reprendió su compañero con un tono de voz serio.

    Al cabo de unas pocas horas, el equipo se encontraba a la altura de una gran zona residencial. Aparcaron el vehículo en un lugar que parecía seguro, igualmente cubrieron el efectivo con un gran manto de color caoba con pesos, los cuales protegían debidamente el aspecto y reforzaban la seguridad del vehículo.

    Armados con armas de corto alcance, entraron en la urbanización por la puerta principal, tenían información sabida, en base a la experiencia de haber ido a recoger al susodicho fugitivo en su transporte a Terranova, de dónde se encontraba su vivienda, por lo tanto, tenían muy claro hacia donde debían llegar.

    Avanzando con paso ligero, controlando la respiración y escondiéndose como sombras, se acercaban poco a poco al objetivo, el cual se ubicaba en una casa con escalera para acceder a la vivienda. Tenían la respiración entrecortada en el ascenso, debían evitar hacer el mínimo ruido posible, incluso cuando notaban que no había nadie en los alrededores. Cada avance que daban era un mal trago para sus gargantas, a ambos les dolió el estómago cuando se hallaron en la subida de la residencia del Sr Gamundi. - Tal vez esté aquí, es una pena tener que asesinar a uno de los nuestros, en el caso que sea necesario-. Murmuró Manlio con la pistola en la mano, preparado para cualquier cosa. Sus calígulas de cuero hicieron ruidos incómodos, a los cuales Roscio sonrió tratando de ahogar una carcajada con cierto gran éxito.

    La operación continuó con un sigilo marcial, subieron cada escalón uno detrás del otro. Hasta que llegaron a la puerta metálica abierta, de pie estaba una figura cansada, desgastada, parecía que había perdido su humanidad, todo aquello lo descubrieron aún estando el inquilino de la casa de espaldas. La larga mano de Manilo alzó la pistola, el dedo se deslizó al gatillo por inercia, la pieza del arma de fuego cedió y una bala fue a incrustarse en el cráneo de la víctima. Roscio dejó un par de carteles con el símbolo del interrogante en la silueta. - Trabajo terminado compañero. ¿Tomamos un descanso?- Inquirió a su compañero con un tono de voz relajado. Pero el rostro de su camarada volteó de un lado al otro en gesto de negación.

    Unos minutos más tarde, después de discutir fuertemente, los dos expedicionarios recogieron el cuerpo del fugitivo Albert Gamundi Sr y lo cargaron en sus hombros. - Es triste ver como se pierde una buena pluma-. Habló Roscio, quien había subido el cadáver aún caliente en sus hombros. - Era un fugitivo, estaba muy claro que decidiría volver a su hogar. Este sitio me da escalofríos, está todo tan, vacío...-. Suspiró Manlio, su compañero quien guardaba su arma de fuego en la funda. La habitación estaba cubierta por una gruesa capa de polvo, fruto del abandono, en algunos rincones había indicios de que había sido ocupada por alguien ocasionalmente, una de las pruebas definitivas de ello era el encuentro de un cadáver en el baño. - Esta región destaca por la presencia y el control de un jefecillo que utiliza la propaganda como forma de adoctrinar y amedrantar a todos sus súbditos para que no den la lata-. Añadió Roscio reajustándose el cuerpo en la espalda debido al peso que cargaba. - Tal vez aún quede algo de valor aquí-. Observó en voz alta el descargado expedicionario. - No hemos venido a saquear, volvamos de inmediato al jeep y regresemos al campamento del hospital-. Gruñó Roscio mientras se encaminaba a la puerta con grandes zancadas y cara de pocos amigos. Su compañero accedió poco después de dejar sobre la mesa la orden de búsqueda y captura decretada correctamente.

    Fue un descenso lento y con pasos furtivos, tenían la sensación de que no estaban solos en aquella urbanización derruida, a pesar de que los edificios no invitaban a pensar que todavía hubiese supervivientes viviendo entre los escombros. Los edificios estaban calcinados, carcomidos por las balas e incluso manchados por aerosoles que rezaban consignas bélicas y contra consignas. - La degradación de Finisterra no tiene límites-. Pensó Manlio mientras se acercaba al borde de la esquina de un edificio para intentar avistar enemigos. El sol aún ofrecía un par de horas de luz en aquél ambiente de finales de invierno, haciendo que relucieran los rostros cansados de aquellos dos rescatadores de cadáveres. El vehículo blindado en el que habían llegado se encontraba en las afueras del recinto, no había enemigos a la vista, pero era arriesgado correr a campo abierto. Debido al peso de la carga, Roscio se sintió tentado a trasladar el peso del muerto a los hombros de Manlio. - No me mires con esa cara, en la isla Génesis nos enseñaron que hay que saber sobrellevar cualquier situación, entre ellas los traslados de camaradas caídos, las cuales suelen ser las más aparatosas-. Murmuró en voz baja a los ojos vacíos y de marcadas arrugas de su compañero. Como última comprobación de que todo iba realmente bien, tal vez por impaciencia o por

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