EL AZAR DISPARATADO
HABLA PAUSADAMENTE, REFLEXIONANDO a un tiempo y no dejando nada a un azar que, paradójicamente, dice acompañarle en sus relatos. Con fino humor y elegante ironía, Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) desvela en El negociado del yin y el yang –segunda entrega de su trilogía Las tres leyes del movimiento, que estrenó con El rey recibe (2018)– los cómicos enredos, las aventuras y desventuras y el curioso periplo de su protagonista, el pertinaz Rufo Batalla.
Otro relato muy del estilo de Mendoza, sencillo y directo, pero hábilmente trufado de cultismos, arcaísmos y del lenguaje popular más acendrado, en una mezcla de realidad y ficción tan inesperada como disparatada e hilarante, que inicia entre Nueva York y su Barcelona natal en 1975, a punto de fallecer Francisco Franco.
Un sino que, por otra parte, parece regir la edición de sus libros: la primera novela de Mendoza, coincidió con el fallecimiento del dictador; y la presentación de esta con su exhumación... “Ha sido perfecto, pero anecdótico. Poca gente sale de la tumba 45
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos