Humanismo cosmopolita
()
Información de este libro electrónico
Exhortan a prescindir de cánones envejecidos, a renunciar a una cultura no comprometida con las generaciones venideras: piden crítica y autocrítica. Demuestran confiar en la liberación que supone el verdadero arte, el del artista siempre crítico de sí mismo, vivo y valiente, para garantizar y elevar la vida.
Relacionado con Humanismo cosmopolita
Libros electrónicos relacionados
Pensadores de frontera Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDon Juan y la filosofía Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn Robinson cercano. Diez ensayos sobre literatura francesa del siglo XX Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCulpables por la literatura: Imaginación política y contracultura en la transición española (1968-1986) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Praxis de la poesía Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBrines. La vida secreta de los versos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesYo nací con la infamia: La mirada vagabunda Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHomenaje a Ramón Xirau Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLo que se oye desde una silla de El Prado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesValència: Patrimonio cultural y objetivos de desarrollo sostenible Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesGeorge Steiner: Lectura y catarsis: Doce papeles y una bibliografía Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAventuras sigilosas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBreve esplendor de mal distinta lumbre: Estudios sobre poesía española contemporánea Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCompromisos y palabras bajo el franquismo: Recordando a Blas de Otero (1979-2009) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDe Grecia a Grecia: Escritos sobre literatura Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLunáticos, amantes y poetas. Doce historias inspiradas en Shakespeare y Cervantes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDigo yo: Ensayos y notas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuaderno del nómada: Poesía completa Vol. I (1943-1987) Vol. II. (1988-2011) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesQuiero ser negra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCarpe risum: Inmediaciones de Rabelais Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDesde los bosques nevados Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRosas negras: Antología poética Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa verdad poética de José Ángel Valente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAlfabetos: Ensayos de literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Nuestras palabras: Educación, mundo clásico y democracia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSéptima antologia de Adonáis Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAquí Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn héroe de nuestro tiempo. Antología poética Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHistoria descabellada de la peluca Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Heridas del viento: Crónicas armenias Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Crítica literaria para usted
Albert Camus: Del ciclo de lo absurdo a la rebeldía Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cien años de soledad de Gabriel García Márquez (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Alquimista de Paulo Coelho (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Breve historia de la literatura universal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEnsayo sobre la ceguera de José Saramago (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Dragon Ball Cultura Volumen 1: Origen Calificación: 1 de 5 estrellas1/5La insoportable levedad del ser de Milan Kundera (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5García Márquez en 90 minutos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¿Qué leen los que no leen?: El poder inmaterial de la lectura, la tradición literaria y el placer de leer Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El banquete o del amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El secreto de los Buendía: Sobre Cien años de soledad Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Borges en 90 minutos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Laboratorio lector: Para entender la lectura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El universo de los superhéroes: Historia, cine, música, series y videojuegos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un cuarto propio Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El evangelio de Tomás: Controversias sobre la infancia de Jesús Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Gabriel García Márquez. Nuevas lecturas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa utilidad de leer: Ensayos escogidos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Magia universal Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Escribir por ejemplo: De los inventores de la tradición Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El poder del mito Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La muerte: Siete visiones, una realidad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una introducción a la teoría literaria Calificación: 4 de 5 estrellas4/550 Clásicos que debes leer antes de morir Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSiete ensayos de interpretación de la realidad peruana Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Manipulación: Guía para el Dominio de la Manipulación Usando Técnicas de PNL, Persuasión y Control Mental Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cuentos para Demián: Los cuentos que contaba mi analista Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El síndrome del lector Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Comentarios para Humanismo cosmopolita
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Humanismo cosmopolita - Rafael Argullol
mencionados
Después...
Cosmopolitismo,
humanismo
y cultura europea
Mercedes Monmany
En su autobiografía titulada The Turning Point, publicada por primera vez en Nueva York, en plena guerra mundial, en 1942, el hijo díscolo de Thomas Mann, Klaus Mann, que décadas después, ya sin la sombra imponente y masacrante de su famoso padre, sería reivindicado como el gran escritor que fue, dejaría reflejadas numerosas páginas que tenían que ver con su incondicional y encendido amor por Europa. Un amor que entonces compartían casi fanáticamente todos aquellos intelectuales libres, previamente aligerados de la perversa y no poco común atracción por totalitarismos, a un lado y otro, que triunfaban en la época cual sopranos de moda en la Wiener Staatsoper.
Intelectuales que más tarde sucumbirían, en muchas ocasiones, tras «haber alzado la mano sobre sí mismos», como diría el filósofo austríaco Jean Améry. Ese fue el caso de Klaus Mann en Cannes o Stefan Zweig en Persépolis, en un Brasil que lo había recibido con los brazos abiertos pero que no había logrado acallar la desesperación que arrastraba desde su huida de una vieja e irreconocible Europa regresada, de forma suicida e irracional, a los tiempos de Cromagnon. Ellos, y otros pocos más, eran los únicos que entonces se declaraban apasionados eurófilos y creían fervientemente en aquella idea transnacional, de refinamiento moral y humanista de Europa. Intelectuales que poco después serían liquidados y prácticamente aniquilados de raíz. O bien obligados a emprender el camino del exilio, fuera de las fronteras que los habían visto nacer.
Así lo expresaba Klaus Mann, a finales de los años veinte, acercándose a una década que pocos de ellos podían vislumbrar aún con la ferocidad que el tiempo y la historia se encargarían de dotar: «¡Europa! Estas tres sílabas se convirtieron para mí en el compendio de todo lo bello, de lo deseable, el impulso y la inspiración, mi credo político, mi postulado moral. En la Hélade siempre se ha hallado el élan vital, el nerviosismo creador, el nacimiento del individuo (…) El mundo bárbaro persevera en su rígida monotonía; pero Occidente se transforma, cambia, crece, absorbe siempre nuevos ritmos e ideas, rejuvenece su propia sustancia a través de infinitas metamorfosis y aventuras». Un entusiasmo, todo hay que decirlo, propio de alguien que tenía entonces veintipocos años y que, aunque percibía la presencia de sombras inquietantes en el horizonte, no por ello dejaba de elogiar, o desear más bien, la imparable «marcha triunfal del genio europeo». También el hallazgo milagroso y cíclico de «antídotos» que detendrían los males y venenos que no cesaban de reproducirse por doquier: «No obstante todo, la historia de los delitos de Europa —su sangrienta crónica de guerras y conquistas, de asesinatos en masa, de avidez, de hipocresía— es la historia de su desarrollo mismo. El drama europeo se cumple de forma dialéctica: cada energía y tendencia provoca su opuesto. Infinitas tensiones y explosiones han impedido temporalmente y a veces paralizado el progreso de la civilización; pero con tenaz vitalidad el continente se ha vuelto siempre a levantar, como el ave fénix, renaciendo de las ruinas y de la cenizas de catástrofes casi mortales».
Europa y grandes creadores y pensadores que ahí vieron la luz como Thomas Mann, Baudelaire, Walter Benjamin, Rilke, Conrad, Kipling, Münch, De Chirico, Chatwin, Agustina Bessa-Luís, Manoel de Oliveira, Antonioni, Botticelli, Rafael, Durero, Schopenhauer, Kant, Nietzsche, Umberto Eco, Svevo, Steiner, Chatwin, Julien Gracq, Stendhal, a los que hay que añadir Lampedusa y las metáforas mediterráneas, aparecen una y otra vez por estas páginas y esta charla.
A todos ellos, y otros muchos, hay que añadir una gran diversidad de temas que se van tratando como la abolición de los géneros literarios y la escritura transversal, la utilidad e inutilidad de la poesía, el mundo académico y la Universidad como ventana a la cultura universal, los movimientos de vanguardia del siglo xx y el arte como interlocutor en cada época, la crisis del Humanismo y la libertad creadora, las mentiras y la posverdad, el cosmopolitismo y el turismo depredador de nuestros días, las redes sociales y el empobrecimiento de la mirada, los selfies como «autorretrato masivo», los cambios en los hábitos de la lectura, la pérdida interna de la verdad de la palabra, los viajes y los no-lugares actuales, enigma y religión, antiguos maestros frente a modernos coaches, la idea de trascendencia y los «dioses transitorios», el populismo y la cultura del tuit… En estas conversaciones Rafael Argullol y yo hemos ido encadenando una buena serie de intereses, pasiones, devociones, decepciones, alarmas compartidas, temores tristemente fundados y casi a punto de cristalizar en desoladoras y absolutas certezas, pero sobre todo hemos compartido un entusiasmo y amor por la cultura y por los grandes maestros, por obras, personas y hechos admirables, que nos reconcilian a cada paso con aquellas palabras de Klaus Mann en torno a un continente y un élan vital que siempre ha vuelto a florecer y renacer «como el ave fénix».
Humanismo cosmopolita
MERCEDES MONMANY: Estaba rememorando el momento preciso en el que entré en contacto con tu obra, porque primero fue la obra y luego la persona, y, para mí, aquel momento fue un encuentro muy sorprendente: representabas algo inusual en nuestro panorama. Yo era una fanática del cosmopolitismo, de las pasiones europeas… tenía el virus italiano ya muy infiltrado en mi mente y entonces leí un libro que se titula Lampedusa, aparecido en el año 1981. Esto me deslumbró: ver que había un autor que se salía de esos cauces tan hispánicos y tan acostumbrados. Yo, al menos, los rehuía; era una rebelde universitaria de aquellos años, a la búsqueda de otro tipo de «tradición». Desde entonces, hasta llegar al presente —hasta el libro Poema (2017), una aventura artística, espiritual, personal y una forma de narrarse fantástica, inédita, que ya se entreveía en Visión desde el fondo del mar (2010), desde luego— sigo pensando que has roto