Hablar con Carlos Augusto Casas sobre una de sus novelas es hacerlo con alguien que dedica el mismo mimo a escribirlas que a contarlas. Me explico: hay pocos autores en España que sean capaces de transmitir con verosimilitud y certeza de qué va aquello que han compuesto en la soledad, o no, de su lugar de escritura.

De esta manera, tan clara y efectiva para el oyente/ lector, hablamos hoy de su última criatura: La Ley del Padre. ¿Es una novela negra? Lo es, negrísima. Es una historia de ambición en la que caben todas las bajezas. Es un texto, para entendernos, cuajado de hijos-de-puta. Así, todo junto y por definición. No hay personaje retratado en sus capítulos que no rezume un mínimo de maldad nativa o sobrevenida. Son todos malos. Como en todo en la vida la diferencia está en los matices: el grado de maldad hace que podamos empatizar con unos más que con otros.

La historia arranca con el suicidio de un personaje que, de entrada, el lector desconoce. Tras el apagón (muy cinematográfico) nos encontramos en un gran salón de piso bien del barrio de Salamanca en Madrid celebrando el cumpleaños de un patriarca dueño de un no menos grande imperio mediático. Está rodeado por "sus queridos hijos" y su propio y anciano papá. La sorpresa salta pronto: alguien intenta envenenarle. Allí.

Claro, restablecida la salud, el tipo quiere descubrir quién ha sido. Para eso recurrirá a las (malas) artes investigatorias de un presentador estrella estrellado. Un juguete roto. Pasen y vean que lo tiene todo.

Ritmo trepidante, sentido del humor (del negro y ácido) y un respeto por el castellano digno de sillón (que no silla) en la RAE. La Ley del Padre es uno de los textos de género más importantes del año. Lo decimos nosotros, sí, pero también lo dice Juan Gómez -Jurado ("Prodigioso"), Carlos Zanón ("Vale mucho la pena leer a Carlos Augusto Casas") o Claudio Cerdán ("Tiene esa magia tan única que solo poseen los grandes autores"). Éstos últimos no son sospechosos de no saber lo que dicen.

Presentación en Madrid

El autor presenta la novela en Madrid el próximo 4 de mayo a las 19:00. Será en la librería SIN TARIMA hasta completar aforo y conviene completarlo. Conviene no perdérselo porque, como decimos, Carlos es de los que escribe bien y cuenta bien lo que escribe. Parece lo mismo pero no es igual.