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Información de este libro electrónico

Finalmente, Penelope Hart está en París. Tiene todo lo que podría haber deseado alguna vez. El millonario Matt DuFour está junto a ella para llevarla a conocer la ciudad. ¡París es grande, intensa, hermosa y romántica!

Parece que todo está saliendo mejor que en sus sueños más salvajes. Todo lo que Penelope tiene que hacer es ignorar las constantes llamadas de negocios de Matt que interrumpen sus vacaciones. ¿No es demasiado pedir, no?

Ella se siente como Cenicienta en el baile, pero ¿El reloj marcará medianoche y hará que sus vacaciones soñadas desaparezcan mágicamente? ¿Serán capaces Matt y Penelope de cuidar su relación o las obligaciones del negocio lo alejarán de ella?

Hasta ahora, Penelope y Matt siempre han estado juntos ¿Será la primera vez que se separaran?

***

Atada a él, es la cuarta parte de las series romance e interracial (mujer negra, hombre blanco por sus sigla en inglés BWWM) Con El Millonario, que continúa con la historia de Penny y Matt. Las series contienen temas sexuales fuertes y no estan hechas para lectores menores de 18 años.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento4 ago 2016
ISBN9781507149737
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    Atada a él - Ellen Dominick

    Capítulo 1

    Eso no fue una caída corta ni pequeña. No fue el tipo de avión que sólo impresiona a los voladores primerizos como yo.  No, esta vez fue más tiempo.  Era la segunda parte de la montaña rusa, la etapa en que tu cuerpo se siente liviano y flotando mientras tú quieres salir corriendo al camino.  La etapa en que las lágrimas vienen a mis ojos y habría comenzado a llorar.

    Cuando se escuchó un anuncio.

    Damas y caballeros, estamos experimentando un periodo de turbulencia.  Por favor, abrochar sus cinturones de seguridad.

    El mensaje no mejoró nada. Cualquiera que no haya estado sentado con su cinturón puesto, probablemente estaba tambaleando para llegar a la cabina.

    Me agarré de los brazos del asiento nuevamente, sólo esperando a que el momento pasara.

    Y luego, estaba Matt.

    ¿No te dije que no te dejaría caer?

    Me voltee hacia él y asentí lentamente. Sonó bien, pero ¿Cómo iba a detener el avión?  Aquellas palabras fueron sólo promesas vacías.

    ­−Penelope−dijo Matt con una intensidad en su voz que desvió mi atención del creciente pánico en mi vientre−No te traje en tu primer vuelo a París para dejarte caer.  No lo harás.

    ­−Es algo lindo para decir−dije−Gracias por intentar ayudar.

    Matt apretó mi mano más fuerte, pegándose hasta que dolió.

    No estoy siendo amable−dijo−"Si eso incluso significa que te tengo que proteger con mi propio cuerpo, nada te va a pasar. No lo permitiré".

    Los ojos de Matt se clavaron en mí. ¿En verdad haría eso?  ¿Arriesgar su vida por mí?

    Es estúpido−dije en voz baja−Tienes tu negocio, eres famoso. Todo el mundo estaría buscándote.

    Me reí interiormente.  Era cierto.  Había pasado antes.

    Igual como en la librería−dije−Ese grupo de rescate no me estaba buscando.

    No me importa−dijo Matt−Incluso si nadie más lo hace, yo te estaré buscando hasta encontrarte. No importa cuánto tarde.

    La turbulencia se puso peor, se sentía como si estuviéramos cayendo al suelo. Incluso las personas de la clase económica comenzaron a gritar. Mi cuerpo estaba asustado en la forma más primitiva. Me agarré del suave material del asiento, intentando sentir algo de estabilidad.

    Luego Matt se inclinó, tomó mi mentón en sus manos y lo llevó hacia él. Sus labios presionaron los míos y mi cerebro paró de centrarse en la turbulencia. Seguí sintiendo que caía, pero no en el aire.

    Los labios de Matt estaban tibios, mojados e insistentes. Tenían sabor a vino y soufflé de chocolate que había comido. Se sentían como que inundaban mi cuerpo con fuego fundido que se estancaba profundo dentro de mí.

    No era justo que me atrapara con la guardia baja como lo hizo.  No era justo que también hiciera que mi cuerpo reaccionara en la forma más primitiva, justo como si cayera por el aire.

    No era suficiente que fuera rico, ardiente, inteligente.  ¿También tenía que amarrar mi corazón?

    Ejem...

    Matt se apartó y el mundo giró por un segundo. Luego me di cuenta. La turbulencia había acabado. En cambio, había una desagradable auxiliar de vuelo parada al lado.

    Se permiten las muestras de afecto normales−dijo con tono amable−Pero por favor tomen en cuenta los sentimientos de los otros pasajeros.

    Matt simplemente le sonrío aunque mis mejillas ardían de vergüenza.

    Miré a los otros pasajeros de primera clase y vi una anciana con su chihuahua mirándonos. Su cara arrugada estaba contorsionada para fruncir el ceño. Podría haber imaginado qué pensaba, pero sería mejor no hacerlo.

    Una vez que el auxiliar de vuelo se fue, Matt le dio a mi mano un beso pequeño y púdico. (Pueden imaginar cómo el ceño fruncido de la anciana transformó su cara en un mar de arrugas cuando vio eso).

    ¿Ves? −dijo−Te dije que no te dejaría caer.

    Es sólo una casualidad que la turbulencia se detuviera en ese momento.

    ¿Lo es?  ¿O es el poder del amor verdadero? ¿Qué era esto, algún tipo de película de princesas?

    Eres un cretino−dije.

    Tal vez−dijo− Pero te gusta.

    Mordí mi lengua y no respondí.

    El resto del vuelo pasó sin problemas ya que no hubo más turbulencia, comimos nuestro lujoso maní fresco tostado y orgánico en paz.  La azafata no tenía que venir y regañarnos de nuevo.

    Pasé el tiempo navegando en páginas web. Por supuesto, que este e-Reader no iba a remplazar mi amor por el papel, pero

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