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Algunos niños, empleos y desempleos de Alcebate
Algunos niños, empleos y desempleos de Alcebate
Algunos niños, empleos y desempleos de Alcebate
Libro electrónico68 páginas24 minutos

Algunos niños, empleos y desempleos de Alcebate

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Información de este libro electrónico

Antonio Beneyto, artista y escritor postista: dice con sus dibujos, pinta con sus escritos. HakaBooks recomienda conocer más sobre este autor y su obra.
IdiomaEspañol
EditorialHakabooks
Fecha de lanzamiento1 may 2012
ISBN9788415084532
Algunos niños, empleos y desempleos de Alcebate

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    Algunos niños, empleos y desempleos de Alcebate - Antonio Beneyto

    Pizarnik

    TRANCO PRIMERO

    NINOS Y EMPLEOS

    1

    AQUEL niño que había nacido sin padres en vez de uñas tenía flores y por esto se las comía.

    Aquel niño en vez de ojos usaba faros de automóvil porque había nacido en el año 5.000.

    Aquel niño recordaba a su padre (¿?) en la cárcel y entonces veía una gran pared blanca cruzada por una raya negra.

    Aquel niño para consolarse vivía en un ataúd y coleccionaba círculos rojos, azules, verdes, y maravedís de oro.

    2

    LA niña era hija de un homosexual. Sin embargo, ella jugaba a las casitas, a los papás y a las mamás y, cuando sentía muchas ganas de llorar abría las piernecitas, se pinchaba con un alfiler en el ombligo y entonces brotaban por él las lágrimas. Su padre, mientras, se iba a pasear con el sacristán de la ciudad por la vereda solitaria del cementerio.

    3

    EL chico del farmacéutico era alto, delgaducho y desgarbado. Siempre andaba jugando a las tres en raya con las amigas de su hermana y representando teatro religioso.

    Viéndolo el padre cruzaba el índice y el pulgar de la mano izquierda y rezaba un Padrenuestro.

    El chico del farmacéutico acabó sus días escribiendo cartas a todos los periódicos del contorno donde él reposaba su cabeza de ratón de campo de pata blanca.

    4

    MIENTRAS el hojalatero curaba a la rana selvática su hija escribía un poema de amor que, luego más tarde, leía a sus compañeras en la escuela de religiosas.

    Sus compañeras oyéndola decir los versos reían pues sabían que era la hija del hojalatero y que había nacido por la voluntad de una perra que los oriundos del lugar llamaban puta.

    5

    ERA rubio y empezaba a salirle el bigote y por esto y otras cosas un mediodía de mucho calor decidió abandonar la ciudad.

    El padre al notar la ausencia del hijo que empezaba a salirle el bigote y que además se preocupaba en leer en los periódicos los artículos de fondo, las noticias bélicas, y los sucesos, sintió hondo malestar y en seguida dio parte a

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