Águilas de Luz: El Sendero del Despertar Divino

Por Adolfo Sagastume

Construimos el sendero trabajando en nuestro laboratorio secreto, particular y privado. Tenemos el deber de la auto-realización intima del Ser. Somos águilas de luz volando hacia nuestra propia divinidad.
Necesitamos la meditación diaria para alcanzar la comprensión de lo que realmente somos. Meditar es mascar el universo con la consciencia. En las entrañas de nuestro subconsciente está el imperio del ego; conquistarlo es urgente si queremos trazar victoriosos el sendero del despertar divino.

• Idioma: Español
• Editorial: Adolfo Sagastume
• Fecha de lanzamiento: 21 sept 2015
• ISBN: 9781310582202

Adolfo Sagastume

Construyendo Universos LiterariosCiudadano LatinoamericanoCiudadano de la República de LiberlandCiudadano de Asgardia The Space Kingdom

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Índice

Introducción

Manifestación Divina

La Divinidad Cognoscible

El Conocimiento Interno

La Muerte de la Bestia

Los Distractores del Despertar

Conclusión

Introducción

Todos los libros sagrados del mundo cuentan que Dios tolera el mal hasta cierto límite; después de ese límite destruye a la humanidad ¿Qué posibilidades tendríamos de volverlo a indignar de la misma manera si reproducidos artificialmente las mismas maldades?

Dicen los textos sagrados, como los Vedas, los Upanishads y otros, que Dios tiene un tope que nadie puede pasar. Es un nivel de alejamiento que él no tolera. Sabiendo esto los controladores de la vida en la tierra, que odian mortalmente a la humanidad, tienen dos caminos para despedazar a las poblaciones de la tierra: tirar ellos mismos bombas atómicas en todo el mundo o hacer que las tire Dios.

Si las leyendas y fantasías de los libros sagrados dicen la verdad, nadie puede pasar del límite que Dios ha trazado.

Ahora nos proponemos la tarea de investigar el sendero del despertar divino.

¿Tiene Dios un límite para el bien y otro para el mal?

¿Cuál es el límite de Dios?

¿Podemos manipular a Dios?

Si Dios puede ser manipulado, ¿estamos hablando de un Dios o de una medida o condición energética que controla el universo?

Y, además, si existe esa medida o condición, ¿es Dios o solamente una ley de Dios? Y si fuera solamente una ley de Dios, entonces ¿dónde está Dios?

¿Es Dios lo inalcanzable, lo incomprensible, lo que nunca se ha manifestado?

¿Es Dios limitado o limitante?

¿Es lo inalcanzable o es lo inmediatamente alcanzable?

Los hombres más eruditos del mundo han descubierto que Dios es la vitalidad que sustenta todo el universo. Dios es la presencia silenciosa de todo lo creado. El testigo mudo de todos los acontecimientos y sucesos. El testigo exacto de todas las escenas naturales y también de las humanas. Es el contador de todos los bienes del cosmos. El proveedor de todas las necesidades. Es la raíz sugerente de todas las ideas y pensamientos.

Dios es el inspirador de la fe y también del ateísmo, puesto que nada sucede sin su intervención. Todo acaecer es un suceder de su existencia; es el suspiro de sus genialidades; la clarividencia de sus imaginaciones y la alegría de todas sus relaciones variables con todo lo creado.

Sin embargo, cuando lo tratamos de ver nos damos cuenta que no se sale de su molde, el universo. Todo él está siempre ahí, como si fuera un cuerpo que se expresa en todas las dimensiones; es el fantasma siempre presente; el trazador de todo lo existente con su propia naturaleza de exactitud, poder y gloria.

Ahí está siempre, viéndonos al derecho y al revés. Nos atraviesa y permite que lo atravesemos. Su plasticidad es múltiple. Se desdobla en todo lo creado. A