Puertas Estelares

Por Adolfo Sagastume

Todos los gobiernos, religiones y ejércitos que controlan al rebaño humano están al servicio de los Principados y Potestades de la Tinieblas. Son el soporte servil para mientras ellos construyen Puertas Estelares que los lleven de regreso a las regiones celestiales de donde fueron expulsados. La guerra consiste en la apertura de Puertas para colarse por ellas y conquistar el Trono del Universo, el Trono de Dios. El ser humano también puede abrir y activar sus puertas estelares íntimas, individuales, para entrar despierto a las dimensiones superiores del universo. Y conforme nos acercamos al fin la carrera por conseguirlo se acelera. Quién lo conseguirá?

• Idioma: Español
• Editorial: Adolfo Sagastume
• Fecha de lanzamiento: 22 nov 2015
• ISBN: 9781310126628

Adolfo Sagastume

Construyendo Universos LiterariosCiudadano LatinoamericanoCiudadano de la República de LiberlandCiudadano de Asgardia The Space Kingdom

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Índice

Introducción

Comprendamos la Puerta Estelar

Jesús, Puerta Estelar

Puertas Estelares Científicas

Puertas Estelares Mundiales

Técnicas para Abrir Puertas

Conclusión

Introducción

La tierra es el semillero de las estrellas; es el almácigo de los dioses terriblemente divinos que nacen del fuego interno y del agua bendita que se transparenta en sus principios genéticos que son la fuente de la vida.

Las puertas estelares son las piedras preciosas de todo organismo que surge a la vida en el plano de la existencia terrestre y extraterrestre.

Las puertas estelares son sintonías sutiles que adornan toda vida que viene a la existencia; las tenemos regadas en nuestro cuerpo físico, vital, mental y espiritual.

Las puertas estelares se activan con un combustible especial, propio de su misma naturaleza y que las enciende como antorchas para navegar en el infinito mar de la existencia humana y divina.

Las puertas estelares no fueron traídas a la existencia humana por ningún profeta o mensajero divino; nacimos con ellas.

Las puertas estelares no son de reciente aparición y tampoco devienen a la existencia por la grandeza de algún dios menor o por la gracia de un dios mayor; son nuestra verdadera constitución interna.

Las puertas estelares son pasadizos hacia el infinito y la eternidad para la consciencia envuelta en la túnica luminosa de la esencia.

Todos tenemos las puertas estelares en estado agónico y dormidas, cerradas. El impacto demoledor de los elementos de la naturaleza, sus leyes y fenómenos endurecieron las bisagras de esas puertas divinas; las oxidaron.

Tenemos que comprender que todas las relaciones elementales de la tierra son regidas por leyes. Esas leyes regulan, condicionan y marcan el paso de toda vida corporal que trae dentro de sí las posibilidades de una voluntad que surge de la esencia. El impulso esencial remite toda su información a la consciencia y permite un intercambio inteligente de información que cuaja, finalmente, en la libertad o esclavitud en la tierra.

Ese estado tiene diferentes grados de libertad y distintas graduaciones de esclavitud que conectan y amortiguan cualquier choque, acercamiento o alejamiento. Y el resultado es el sueño soporífero de la consciencia.

Finalmente nos extraviamos en la multiplicidad de relaciones con el mundo y cada día nos dormimos más produciendo dentro de nosotros una naturaleza distorsionada, oscura y torpe que nos desgracia la vida; ese es el ego.

En pocas palabras, las puertas estelares son dañadas por los elementos y por las leyes que los rigen. La naturaleza tiene un comportamiento que nos afecta, el impacto de sus leyes va contra el funcionamiento de las puertas estelares por la misma razón de que están diseñadas para mantener el funcionamiento de sus elementos.

En todos los tipos de seres vivos hay rarezas, porcentajes especiales que nacen con algunas puertas estelares activas y con la inteligencia suficiente para darse cuenta que son miles. En condiciones especiales les ha permitido saber dónde están y cómo activarlas. Por eso es que en todo el mundo han nacido personas con poderes especiales y con la sabiduría suficiente para comprender que todos tenemos posibilidades para acceder a los mundos espirituales, a las dimensión superiores de consciencia cósmica y hacer contacto con la divinidad que internamente tenemos y que tiene su origen en la fuente suprema del universo.

A la fuente suprema del universo se le ha llamado Dios, Padre Eterno y Padre Celestial. La fuente es el creador de todo lo existente. Él es lo que es y lo que siempre ha sido y lo que siempre será. Es el mismo ayer, hoy y siempre. Es el principio de donde todo surge y el final a donde todo llegará. Es decir, es el Alfa y Omega del universo.

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