HISTORIA OCULTA DE LA SOCIEDAD TEOSÓFICA
La infancia de Helena Petrovna von Hahn (1831-1891) está rodeada de una aureola de misterio cuya leyenda sería alimentada por sus seguidores. Naci da en la localidad rusa de Ekaterinoslav (actual Ucrania) en el seno de una familia de rancio abolengo. Su padre Pyotr Alexeyevich (1798-1873) era un coronel militar emparentado con la aristocracia Alemania. Su madre, Helena Andreyevna (1814-1842), fallecida prematuramente, presumía de ascendencia nobiliaria. Sus inquietudes literarias la llevaron a publicar varias novelas, bajo pseudónimo, y a traducir las obras de sir Bulwer Lytton (1803-1873) que, como veremos más adelante, tendrá una gran influencia en el corpus doctrinal de la Teosofía.
Como si se tratara de un presagio de cuál sería el carácter de Helena, se cuenta que, durante su bautismo, celebrado bajo el rito ortodoxo, y cuando sus padrinos renunciaban a la presencia de los malos espíritus, los cirios de la capilla de la iglesia provocaron un pequeño incendio que desató el pánico entre los asistentes y terminó hiriendo gravemente al sacerdote.
Sus biógrafos, los mismos que la han encumbrado como indiscutible “maestra del esoterismo”, se encargarían de ensalzar cada detalle biográfico de su infancia: “Si la pequeña Helena aporreaba el piano con cuatro años, sus seguidores sugieren que era una especie de Mozart; si se levantaba sonámbula por las noches hablando con amigos imaginarios, era producto de sus capacidades mediúmnicas que la guiaban deambulando por las estancias de la mansión para conversar con las ánimas de los familiares
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