ENTRE LA REALIDAD Y LA FICCIÓN PRIORATO DE SIÓN
Se especula que en el año 1099, tras la conquista de Jerusalén, el gobernante de la ciudad, Godofredo de Bouillon, fundó una misteriosa Orden sobre la abadía del monte Sión, una colina de Jerusalén. Esa sociedad impulsó la creación de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, más conocidos como templarios.
La Orden de Sión tuvo en su momento un gran poder, hasta el punto de que los reyes de la ciudad santa estarían todos vinculados a ella. Un poder considerable, eso sí, siempre entre bastidores, llegando incluso a afirmar que los reyes de la ciudad santa debían su trono a esta enigmática sociedad. Según estas teorías, al menos cinco de los nueve fundadores del Temple pertenecían a su vez a la Orden de Sión, como brazo armado de la misma, e incluso compartían el mismo Gran Maestre.
En 1188, un año después de la caída de Jerusalén en manos musulmanas, se produjo un cisma entre las dos órdenes que produjo su separación definitiva. Según el Priorato de Sión, la pérdida de Tierra Santa fue culpa de la Orden del
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