Una de las características que define al ser humano es su sed de conocimiento. Grandes pensadores de la antigüedad ya habían puesto de manifiesto esta necesidad de saber: «Todos los hombres tienen naturalmente el deseo de saber». Con estas palabras comienza una de las grandes obras de Aristóteles (siglo IV a. C.).
La ciencia encarna en nuestra sociedad ese deseo de saber y la mayoría de las personas comparten la opinión de que es importante invertir en educación y desarrollo de la ciencia. Por otro lado, la tecno- logía –y más concretamente internet– ha revolucionado el mundo de la comunicación de modo que teniendo acceso a la red de redes podemos tener al alcance de la mano todo tipo de informaciones y conocimientos. Somos muchas las personas que queremos conocer el porqué de determinados fenómenos, conocer el mundo que nos rodea, saber cómo funciona todo,